06

Lovely Woonie era un lindo preescolar con demasiada vainilla. En el plantel solo dominaban los colores pasteles y bellos dibujos careturezcos decoraba las coloridas paredes y hacia llamar la atención de los pequeños niños.

Como era de costumbre en el primer día de clases, los padres de los pequeños niños despedían a sus hijos en sus respectivos salones de clase. Ya sea dejandolos llorando o enojados, los maestros pacientemente lograban que los niños terminaran por reírse y sonriendo, en especial una tierna parejita de profesores que amaban con locura su profesión.

Yoonah no lloró y no se enojó. En cambio... Su pequeña se había mostrado sumamente emocionada al conocer quien sería su profesor, un lindo omega risueño que rápidamente había captado la total atención de la menor. Jackson Wang, así se llamaba aquel encantador profesor.

Despedirse fue difícil para ambas, pero en especial para la omega quien no contuvo sus lágrimas al regresar a su hogar al ver a su pequeña crecer tan rápido... Su memoria no tardó mucho en hacerle recordar la primera vez que tuvo entre sus brazos a Yoonah, tan pequeña y frágil, pero tan etérea a la vez.

Felizmente, había cumplido su promesa y había estado junto a su hija en un día sumamente importante para ella, para ambas.

Regresando a la actualidad, Sana corría despavorida en su habitación de aquí y allá arreglandose lo más rápido posible, pues nuevamente estaba tarde. Y justo el día menos indicado para estarlo... Su alarma no sonó y apenas le dio tiempo de ducharse, cambiarse, ponerse algo presentable y preparar el desayuno de su amada hija.

En esta ocasión se fue por prepararle algo más sencillo y menos laborioso. Le preparó pequeños hot cakes con nutella encima, fruta en sus características formas de dinosaurios pues así era cómo le gustaba a la menor y para beber le metió en su termo de Frutillita su amada leche con chocolate.

Tan pronto se despidió de su hija y cuñada salió disparado hacia la estación de autobuses. Y al llegar al enorme edificio no dudó en correr hasta la recepción de la empresa. La mayoría de empleados ya se encontraban en sus puestos y temió por supuesto por sí misma unos momentos. Rápidamente negó y pensó positivo sonriendo de vuelta al ver la sonrisa amable de YongSun.

──Buenos días, Sun ── saluda recuperando el aliento después de haber corrido.

──La señora Chou aún no llega, estás de suerte── le dice YongSun al ver el rostro preocupado de la omega.

──¿En serio?── Sana suspira aliviada ──Entonces corrí para nada── dijo y la beta rió.

──¿Recibiste la llamada para la compra del terreno que pidió la señora Chou? ── preguntó YongSun.

──Sí── respondió ──Aunque al principio no sabía si aceptar la compra... Era costoso, el terreno lo es.

──Es un terreno grande y está bien porque la señora Chou quiere comprar sólo y exclusivamente ese lugar.

──Oh... Perdona mi falta de conocimiento── la omega forma una mueca ──No sabía sobre el terreno así que me puse a discutir con el Señor de la línea por 30 minutos...

──Tranquila── la beta le calmó comprensiva ──Me sorprende aún que le tengas paciencia a la jefa, hasta hora eres la asistente que más tiempo ha durado con ella── contó YongSun.

──¿Por qué lo dices?

──Todo los asistentes de la Señora Chou no duran ni tres días... La mayoría renuncia porque no soportan a la jefa o la jefe los despide por ya sabes, "incompetentes".

──¿Es tan mala?

──Bueno... Sólo un poco── responde ──Cuando lo conoces un poco más... Te das cuenta de que no es tan mala y grosera cómo parece. Si haces bien tu trabajo... no tendrás ningún problema con la señora Chou── aseguró.

──¿Y para qué quiere el terreno...?

──Bueno-

──Eso no te incumbe, omega chismosa── la beta y la omega dieron un salto del susto al escuchar la voz de Tzuyu.

──Buenos días, señora Chou── saludó YongSun tranquilamente, una vez se recompuso del susto.

──Buenos días── saludó de vuelta la alfa.

──Se...

Para cuando Sana iba a saludar rápidamente se vio interrumpido por la alfa, quien sin importarle su respuesta le ordenó.

──Iré por unas cosas a mi oficina, ve a mi auto y esperame ahí── dijo ──Prepárate amor, conocerás a tus lindos suegros.

Amor.

Amor, amor y amor. La alfa no paraba de llamarle así, cosa que solo hacía molestar a la omega y alegrar a su loba.

Molesta y bufando Sana simplemente asintió con un leve puchero.

──Nos vemos YongSun── se despidió amable ──Tengo que conocer a los padres de la señora Chou── dijo con una notable pesar en su voz.

Sana nuevamente se despidió de la mujer y se dirigió de mala gana al auto de la alfa. Dejando a la beta boquiabierta y mirándole irse completamente sorprendida.

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Desde la ventanilla del auto, Sana podía visualizar una enorme casa. Era de color blanco y tenía un gigantesco pero hermoso gardin delantero con bellos arbustos y flores, con una gran y elegante reja negra asegurando la entrada.

Si, se encontraba en la mansión de los Chou.

──Bien, toma mi mano── le ordena la alfa una vez ambas bajan del auto.

──¿Perdón?── Sana pregunta mirándole acusadoramente.

──Será más creíble si mis padres y familia nos ven tomadas de la mano── dijo sin mirarle ──Creo es lo que normalmente hacen las parejas...

──De acuerdo── la omega aceptó y con mucho trabajo, Sana tomó la mano de la alfa ──Sí tus padres me hacen preguntas ¿Qué tengo que responder? ¿Qué les diré? No ensayamos nada...

──No debes preocuparte por eso. Sólo tratame cómo el amor de tu vida y ya.

──¿Cómo el amor de mi vida?── Sana se echó a reír y Tzuyu frunció el ceño.

──Habló en serio, Minatozaki.

──Esto me será más difícil de lo que pensé...── murmuró la omega ──Pero está bien... Haré el intento.

──Bien. Antes de entrar, practica.

──¿Ahora? ¿En la entrada de la casa de tus padres?── preguntó y la alfa asintió.

Sana solo deseaba que los padres de su tonta jefa no salieran por la puerta y las atraparan.

──Sí, ahora. Tratame cómo el amor de tu vida.

──De acuerdo── le miró ──Bien, agachate── ordenó la omega ganándose una mala mirada por parte de la alfa, pero Tzuyu hizo lo que Sana le ordenó ──Buena alfa ¿Quién es una alfa estúpida? Sí, tú lo eres, tú lo eres── Sana acarició los cabellos de Tzuyu, mientras le hablaba de forma aniñada.

──¿Qué... ¿Qué haces?

──Dijiste que te tratará cómo el amor de mi vida y mi hija lo es, sólo que a ella la lleno de halagos y besitos── dijo obvia.

──Osea que... ¿¡Me estás tratando cómo a una niña!?

──Sip── la omega sonrió inocente ──¿Por qué siempre te atas tan mal la corbata?── dijo la omega y Tzuyu le miró confundida.

──Yo no me-

Y la alfa cerró la boca al notar que la omega se había acercado a ella y había comenzado a anudar de forma correcta su corbata. Sólo por esta vez, no se quejó, pues la cercanía y el aroma de la omega no le desagradaba en lo absoluto.

──¿Sabe? Incluso mi hija, que tan sólo tiene cinco años ya sabe como hacerse el nudo de la corbata correctamente── comentó divertida.

──¿Qué hace una niña de cinco años atándose la corbata?

──Momo siempre lo hacía frente a ella cuando se iba a trabajar, así que un día le entró la curiosidad cómo cualquier otro niño y Momo le enseñó a anudarse la corbata.

──¿Quién es Mo-

──Bien, ya está listo── la omega le cortó ──Para ser una gran empresaria, anudarse la corbata de forma correcta debería ser pan comido para usted── Sana le miró a los ojos con una pequeña sonrisa adornando sus labios.

──No puedo ser tan perfecta── dijo la alfa, perdida en los ojos marrones de la omega. Quien rió y rodó los ojos ante el comentario de Tzuyu y finalmente se separó de ella.

──Bien── tomó la mano de Tzuyu ──Qué el Show comience.

Sana muerde sus labios con nerviosismo al seguir a Tzuyu hasta dentro de la enorme casa. Llegan a una sala gigante y elegante dónde una mujer de cabellos negros sonríe enormemente al ver a la alfa.

──¡Tzu! ¡Cariño, estás aquí!──dice la mujer acercándose hasta a ellas.

──Mamá── dice la alfa besando tiernamente la mejilla de su madre, recibiendo igualmente un beso por parte de la omega.

──Cielo, ya te extrañabamos en casa, tu hermana me contó que la empresa va de maravilla── dijo la mujer orgullosa ──Pero aún así deberías visitarnos más seguido querido.

──Lo siento mamá... He estado muy ocupada con lo de la empresa.

──Eso veo... Cielo sabes que mucho trabajo en exceso es malo── reprendió levemente la mujer ──¿Qué te dije al respecto con sobrecargarte con el trabajo? Ya hablamos de esto, pero deja que tu padre llegue.

Sana no pudo evitar reír, ante las palabras de la señora Chou. Era gracioso y un poco adorable ver a su jefa de otra forma, una en la cual no era una grosera narcisista.

Si tan sólo la madre de su jefa supiera lo estúpida que era su hija.

Sana suspira y sonríe algo incómoda a la hermosa mujer que posa su mirada en ella y le regala una amistosa sonrisa.

──¿Y esta bella chica quién es?── preguntó la omega mirando a su hija, en busca de una respuesta.

Tzuyu rápidamente toma de la cintura a Sana, quien se encuentra un poco cohibida, pero aún así sonrie amigable a la mujer y muestra su mejor sonrisa.

──Es un placer por fin conocerla señora Chou, me llamo Minatozaki Sana── hizo una pequeña reverencia.

──¡Ya te recuerdo! Eres la chica de la voz linda── la omega le dice sorprendida e inesperadamente le abraza, causando así un sonrojo en Sana.

Sana se sintió más sorprendida al saber que la señora Chou la había reconocido por su voz. Cuando habló con ella por primera vez, claramente por teléfono, la mujer le había dicho que su voz era linda.

──Madre── Tzuyu habla, una vez su madre rompe el abrazo con Sana ──Te presento oficialmente a mi pareja, mi omega.

Mi omega... aquellas palabras hicieron revolver su estómago y no de una buena manera.

Pero... ¿Por qué su loba aullaba de felicidad?

──¿Tu pareja?── Tzuyu asiente ──¡Oh por dios, que emoción! ¡Mi hija ya no es una solterona!── la mujer abraza feliz a la "pareja" ──¡Deja que tu padre vea a la hermosa omega que tienes!

──¿Me mencionaron?── y es entonces dónde Sana observa a un hombre algo mayor, con barba, pero elegante entrar a la lujosa sala.

Era sumamente parecido a Tzuyu.

──¡Alfa tonto! Ven, conoce a la pareja de tu hija── dijo la omega.

──Ya decía yo que tantos gritos no se debían por nada── el hombre sonrie en dirección a la pareja ──Es un placer, soy Chou Yicheng── el hombre se presenta a la omega.

──Minatozaki Sana── de igual manera, la omega hace una pequeña reverencia.

──Tu hermana y primo no tardan en llegar, así que... ¿Qué tal si nos adelantamos al comedor?── propone la madre de Tzuyu.

Todos asienten, y Tzuyu toma la mano de Sana, guiándola hasta el comedor y se sienta justo al lado de la omega. Con sus padres al frente de ellas.

Luego de unos minutos escuchan unas voces y Sana visualiza a una hermosa chica embarazada venir tomada de la mano de una mujer y al lado de ellas otro chico venía, pero con una expresión seria.

──¡Yoda!── la chica exclama al ver a la pelinegra.

──¡Shuhua, no corras! ── dice la alfa observando con preocupación a la omega, que se soltó del agarré de su pareja y prácticamente corría a su dirección.

──Ya, no seas tonta. Si puedo correr── le responde la omega restándole importancia al asunto ──Mejor abrázame hermanita── dice y Tzuyu corre cual niña pequeña a los brazos de su hermana.

Sana simplemente observa la escena algo asombrada, realmente le sorprendía ver el lado humano de su jefa.

──Los niños del orfanato te extrañan── comenta la omega al romper el abrazo ──Debes darte una vuelta por ahí cuando estés libre.

¿Orfanato? Ahora Sana miraba curiosa a la alfa.

──Prometo ir pronto, también los extraño── responde Tzuyu.

La omega más joven asiente y toma asiento en el gran comedor junto a su pareja, quien amigable saludó a Tzuyu antes de sentarse.

Sana observó también curiosa al ver que la otra chica, que al parecer era alfa por su aroma fuerte. Pero lo que más curiosidad le causó fue el ver que Tzuyu no le dirigió la mirada y ni si quiera se tomó la molestia de saludarla.

──Bien... Ya que toda la familia está presente, tengo que decirles algo muy importante── la señora Chou habló con una radiante sonrisa ──¡Yoda tiene novia!── señaló a Sana.

Todos los presentes posaron sus ojos en la omega, todos sorprendidos al saber que finalmente la menor de los Chou había sentado cabeza.

──¿¡Escuchaste eso Soo!?── la hermana de Tzuyu dijo a su esposa ──¡Yoda no morirá sola!── Soojin asintió divertida.

──Felicidades por tu nueva relación, Tzuyu. Espero que sen felices y que su amor perdure── deseó su cuñada.

A Sana nuevamente se le revolvió el estómago "Que su amor predure" con tan sólo esas palabras su cuerpo se estremeció por completo.

──Gracias, Soojin── Tzuyu le regaló una pequeña sonrisa a su cuñada.

──Vaya, ahora veo que lograste tu cometido, serás la única heredera de las empresas Chou's ── Sana, por primera vez escuchó hablar al quien era primo de su jefa.

──Yo no logré nada, Junhui── Tzuyu respondió perdiendo la amabilidad en su voz ──Trabajé muy duro en la empresa, amé y adoré y estuve desde el principio apoyando al abuelo con la compañía... Cuando la empresa estuvo apunto de irse a la ruina, yo estuve ahí ¿y tú? ¿Dónde estabas cuando el abuelo más te necesitaba?

La tensión era palpable, pero el resto de la familia y Sana simple se limitaron a escuchar en silencio.

──Yo también apoyé a mi abuelo con la empresa── Junhui le miró desafiante y su ceño fruncido apareció al escuchar la risa de Tzuyu.

──¿Apoyaste? Si sólo pusiste por primera vez un pie en la empresa cuando fue la primera lectura del testamento del abuelo. Saliste furioso al saber que no estabas en él y que el abuelo prefirió a su estupido amigo antes que a ti.

──Me largó de aquí── Junhui salió hecho furia del comedor.

Chou río.

──¡Adios primito! ¡No vuelvas nunca!── dijo Tzuyu burlonamente.

──¡Tzuyu!── su madre le reprendió.

──Finalmente, la familia por fin está completa── dijo la hermana de Tzuyu comenzando a comer felizmente.

Sana estaba curiosa por todo, pero no quería parecer metiche al preguntarle por lo sucedido a la alfa. Así que prefirió guardar silencio.

Finalmente todo era problemas familiares y ella no era realmente parte.

La señora y el señor Chou se disculparon por lo sucedido anteriormente con Sana. La omega negó alegando que todo estaba bien y todos procedieron a comer tranquilamente. La familia de la alfa era divertida y todos eran amables. Se sintió cómodo y feliz al estar rodeada de personas tan buenas y amables.

Cuando todos terminaron de comer, se dirigieron al salón de la casa. Dónde había en precioso piano blanco que robó por completo la atención de la omega pelinegra.

Rápidamente llamó su atención.

──Sana, querida ¿tocas el piano?── su suegra le preguntó al notar que la omega no dejaba de mirar el piano con ojos brillantes. Tzuyu por su parte, miraba curiosa a la omega.

──Sí, se tocar el piano── dijo Sana con una brillante sonrisa ──Se tocar varios instrumentos, pero el piano es mi favorito.

──¡Pero si te sacaste la lotería, Chewy!── chilló la señora Chou ──¿Tocarías algo, querida?

──¿Puedo?── Sana no pudo evitar ocultar su emoción, pues desde hace mucho tiempo no tocaba el piano.

──Claro que puedes, es todo tuyo── le dijo la omega mayor.

Sana asintió y lentamente, sentándose en el taburete de madera blanca. Con una enorme sonrisa tocaba las teclas, pensando en qué tocar.

──A Yoonah le encantaría ver el hermoso piano── Sana dijo sin borrar su sonrisa, sabía que su pequeña igual adoraba tocar instrumentos y adoraba la música tanto cómo ella.

──¿Quién es Yoonah, querida?── preguntó curiosa la señora Chou.

──Oh, es mi hija.

──¿¡Tú qué!?

Sana escuchó decir al unísono a las omegas. Pero ella estaba tan maravillado ante el hermoso piano que ni se inmutó ante sus palabras.

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