02
Nervios.
Muchos nervios era lo que sentía Sana mientras se encontraba esperando sentada en aquel lujoso y suave sofa. Aún con asombro admiraba lo preciosa y elegante que lucía la recepción de la empresa, pese a no ser su primera vez en el edificio.
Sana ya había intentado trabajar para la compañía, pero rápidamente rechazaron su solicitud de empleo puesto que de inmediato le dijeron que no habían vacantes libres y por ende no estaban contratando empleados.
Por ello le parecía surrealista estar ahí y ya con un puesto del 85% asegurado. Verdaderamente estaba muy agradecida con Chaeyoung y Mina.
Solo de verdad deseaba no arruinarlo.
──¿Sana?
Era Chaeyoung.
──Chaeyoung, buenos días── la omega rápidamente se paró del asiento y saludó con una linda sonrisa a la alfa.
──Buenos días Sana── le sonrió de regreso ──¿Qué haces aquí? Tu cita es a las ocho y recién dieron las siete── pregunta confundida.
──Me encontraba nerviosa y terminé despertando desde las cuatro de la mañana y decidí venir antes porque temía que al final me retrasara y no lograra llegar a tiempo a la entrevista── le explica con una sonrisa avergonzada, cosa que le causó ternura a la alfa.
──Lo harás bien Sana── Chaeyoung le anima ──Mi mejor amiga puede resultar un tanto...
──¿Idiota?── completó Sana confundida causando un estruendosa risa en Chaeyoung.
──Iba a decir que era algo estúpida, pero idiota también es una buena definición── asintió divertida ──Lo más probable es que te diga cosas tontas para intimidarte, pero no te dejes. Tzuyu puede parecer cruel y fría, pero lo que necesita simplemente es paciencia y alguien que la ponga en su lugar.
──¿No debo ser blanda?
──No te dejes intimidar por esa tonta, trata de ocultar tus nervios── dijo la alfa segura ──Solo sé tú, eres una persona admirable Sana... Sé que podrás.
──De verdad muchísimas gracias Chaeyoung... No sabes cuán agradecida estoy contigo y con Mina por haberme dado esta gran oportunidad── dijo la omega con un pucherito en sus labios.
──No hay nada que agradecer── Chaeyoung negó ──Tengo que ir con la ogra, te deseo mucha suerte en tu entrevista Sanake, se que lo harás excelente.
Y después de un abrazo de despedida, Chaeyoung se fue a trabajar.
Aún con los nervios a flor de piel, Sana no paró de darse ánimo a sí misma. Después de todo esto era por su amada bebé y para poder darle un buen futuro.
──────────────────────── ♡︎
Tzuyu tecleaba unos informes en su computador mientras que Chaeyoung ordenaba unos papeles. La puerta de su oficina fue abierta y eleva la mirada divisando a su siempre sonriente secretaria.
──Señora Chou... La buscan.
──¿Quién?
──La chica de las ocho... Ella está aquí── le dijo YongSun.
──Déjala pasar── ordenó y YongSun asintió saliendo de la oficina.
──Sé amable, por favor── Chaeyoung le pidió, mientras que se paraba de la silla dejando los papeles que había ordenado perfectamente acomodados en el escritorio de su mejor amiga.
──No porque sea una conocida tuya yo seré amable── dijo firme ──Tu serás mi mejor amiga, pero no cualquiera puede ser mi asistente.
──Sólo cómportarte── Chaeyoung rodó los ojos ──Me voy── dijo y salió de la oficina.
Chou siguió con lo suyo. Estaba apuntó de levantarse pero el sonido de la puerta de alguien tocando la detuvo. Y fue ahí que cierto aroma a manzana acaramelada le llamó la atención, rápidamente su loba se alteró y aullaba de completa felicidad mientras meneaba su cola de un lado al otro.
Ese aroma... Aquél aroma lo podía alcanzar a oler desde através de la puerta. Frunció el ceño y regaño a su loba por alterarse de tal manera.
La puerta de su oficina es abierta y observa detenidamente al portador de tan maravilloso olor, hasta posar sus afilados ojos en una delgada chica de cabellos negros y orbes grandes.
Por su lado, Sana observa el lugar con asombro, todo se veía tan caro que temía tropezar y romper algo.
Así que con sumo cuidado camina por la enorme oficina.
──Buenos días── Sana saluda educadamente y tratando de ocultar sus nervios, tal y como Chaeyoung le había indicado.
──Llegas un minuto tarde── responde la alfa recomponiendo su postura e ignora por esta vez la mala mirada y el puchero que la omega le dio ──Toma asiento── señala la silla frente a su escritorio.
──Lo siento yo-
──Si, como sea no me importa tu excusa barata── le interrumpió ──Vamos al grano. El trabajo es fácil, tienes que asistirme en todo y sin rezongar. Sin contar que espero que no creas que por ser recomendada por mi mejor amiga obtendrás un trato especial. Para mí todos mis empleados son completamente iguales, nadie es una excepción.
──Entiendo...
──Es imposible que desperdicies esta oportunidad── comenta con soberbia.
──Entonces... ¿Tengo el empleo?── preguntó con duda.
Esto había resultado bastante fácil, demasiado fácil.
──Lo tendrás una vez hayas firmado el contrato── Tzuyu le extendió un papel y bolígrafo.
Sana observa el papel detenidamente por varios segundos, para después tomar el bolígrafo y firmar sin pensarlo nuevamente.
Después de todo, nada podría salirle mal. Nada podría ser peor para ella.
Todo sea por mi hija. Pensó al extenderle nuevamente la hoja a la alfa con su firma ya puesta allí.
──Felicidades, Minatozaki Sana── le sonrió de lado ──Bienvenida seas a Industrias Chou's, has entrado a la gran boca del lobo.
──¿Q-qué?── Sana le miró confundida.
──Te lo diré más claro── Tzuyu se levanta de su silla y se acerca a la pelinegra ──Desde ahora eres mía, me perteneces.
Sana se aleja de la alfa y se levanta bruscamente de la silla, mirándole con notable enojo y sus cejas fruncidas.
Si, definitivamente Chaeyoung no se había equivocado al mencionar que su mejor amiga era algo estúpida.
──¿Está loca? ¿Cómo que le pertenezco?── preguntó alzando un poco la voz ──Es poco muy profesional involucrarse con sus empleados── se queja ──¿Si sabe que el acoso laboral es un delito? ¡Podría ir a la cárcel!
Tzuyu no pudo evitar echarse a reír y regresó a su asiento mientras negaba con la cabeza. Se cruzó de brazos y miró a la omega fijamente aún con algo de diversión en su mirada.
──No pienso involucrarme contigo si eso es lo que piensas── relamió sus labios ──Yo no me acuesto con cualquier omega... No soy una asquerosa acosadora y para dejarlo en claro, yo no mezclo mis pasatiempos con mi trabajo.
──¿Entonces...?
──Entonces tienes que hacer absolutamente todo lo que yo te ordene. La vida de absolutamente todos mis empleados me pertenece, después de todo hacen todo lo que yo ordene y demande y como ya dije, tú no serás una excepción── sonrió nuevamente con soberbia ──Toma asiento que hay algunas reglas que debes saber cumplir al pie de la letra para poder trabajar conmigo, ¿entendido?
Sana asintió. No tenía de otra.
Tzuyu suspira mirando hacia el gran ventanal de su oficina, estaba realmente listo para ver huir a Sana a los tres días a su lado.
Oh claro que lo estaba.
──────────────────────── ♡︎
──Bien mi pequeña ¿llevas tu inhalador?── la omega castaña pregunta a la pequeña Yoonah quien asiente sonriendo y mostrando sus dientitos y sacudiendo su mochila de osito.
──Sí, tía Dubu── afirma nuevamente ──Esta en mi mochila── Dahyun asiente.
──Vamos, Yoonah.
Dahyun se dirige hasta su auto ayudando a la pequeña a subir. Sienta a Yoonah en su sillita y le abrocha el cinturón de seguridad. Rodea su auto y se sube, abrochadose igualmente el cinturón de seguridad.
──Bien mi pequeña ¿Qué le podemos regalar a la tía Momoring por nuestro aniversario?── Dahyun adoraba ir de compras con su adorada sobrina, y a pesar de ser una niña pequeña era muy inteligente y pensaba en regalos que realmente nadie daría, pero que siempre tenían un trasfondo muy bonito.
──¡Un telescopio!── dijo animadamente desde el asiento atrás.
──¿Un telescopio?── Dahyun le miró desde su espejo retrovisor con una sonrisa, pero confundido a la vez.
──Sip── el pequeño asintió ──La tía Momoring me contó que se conocieron en el mirador de estrellas── explicó ──Dijo que adoraba ir porque le gustaba admirar mucho las estrellas y por eso creo que un telescopio le gustaría mucho a mi tía Momoring.
──¿Te contó sobre cómo nos conocimos?── preguntó Dahyun con una enorme sonrisa, pero sin despegar la mirada del camino.
──Sip. Mi tía Momoring dijo que eras la omega máaas~ hermosa que había visto en su vida── contó haciendo memoria sobre las miles de palabrerías que dijo su tía al contarle de cómo cayó profundamente enamorado de su tía Dubu, sólo que ahora mencionaba que su tía Dahyun era su más hermosa estrella ──¡Su jardín es gigante! ¡Ahí pueden mirar las estrellas, tía Dubu!
Dahyun lo pensó bien y realmente se le hacía un gran regalo. Su pareja le había contado lo mucho que extrañaba ir a mirador de estrellas y tenían que viajar hasta Busan para ir al mirador y el trabajo realmente no se los permitía.
──Bien mi pequeña Yoonah, vamos por un telescopio.
──────────────────────── ♡︎
──Bien, Minatozaki, toma asiento. Tenemos que hablar y dejarte en claro unas cosas y también te daré algunas reglas que tienes que seguir. De igual manera te haré una que otra pregunta antes de que inicies── dijo la alfa y Sana asintió tomando nuevamente asiento.
──De acuerdo... ¿cuáles son las reglas?── la omega preguntó ansiosa.
──Primero que nada quiero que sepas que hay cosas que yo realmente odio que hagan y que está claro que tu no deberías de hacerlo, amenos que no quieras conservar tu trabajo.
──Te escucho── respondió la omega cruzandose de brazos.
──Nunca me tutees, eres mi empleada y yo tu jefa. Siempre debes dirigirte a mi cómo Señora Chou, siempre con respeto.
──Bien...
──Me gusta el orden y la limpieza. Detesto que no me digan las cosas a la cara, siempre se directo y claro, no me gustan las personas incompetentes. Todo directo y sin rodeos, también quiero que mi oficina esté tan perfecta y limpia cómo la vez ahora.
──De acuerdo...
──Tercero, no me gustan la personas impuntuales, odio la impuntualidad. No quiero que se repita el suceso de hoy, ni un minuto más ni un minuto menos.
──¿Qué pasa si me surge un problema y por eso llego tarde?── preguntó.
──¿Qué parte parte de ni un minuto más y ni un minuto menos no entendiste?── la omega rodó los ojos y la alfa suspiró frustrada ──Tu excusa debe ser verdaderamente buena para no despedirte.
Sana asiente lentamente.
──¿Hay alguna otra regla que deba seguir?
──Esto más que una regla son datos importantes── respondió ──Hago viajes ya sea dentro o fuera de Corea y tú debes acompañarme.
──¿Acompañarla...?
──Sí, acompañarme. ¿Hay algún problema?── la alfa le miró con una ceja alzada.
──Bueno...── Sana dudó unos segundos ──No, no hay problema...
──Bien, ahora van las preguntas. Son fáciles de responder── Sana asintió.
──¿Has trabajado cómo asistente antes?
──No.
──¿Has trabajado antes? Ya sea en el ámbito laboral de empresas o no.
──Si, si he trabajado.
──¿Edad?
──24.
──¿Profesión?
──Ex cantante, tengo una licenciatura y me gradué con honores── dijo lo último con orgullo y Tzuyu asintió.
──¿Pareja?
──No.
──¿Familiares?
──Mi hermana y cuñada.
──¿Hijos?
Sana no responde y mira directamente a los ojos a su jefa. Tzuyu espera impacientemente la respuesta de la omega quien parece dudar de su respuesta.
──Eso no le incumbe.
──No me interesa saber si te soy sincera. Pero necesito saber porque realmente no pasarás mucho tiempo en tu casa ya que estarás el mayor de tu tiempo conmigo.
Tener hijos es una enorme distracción, lo digo por la experiencia con mis otros empleados.
──¿No acepta asistentes con hijos?── Sana preguntó con cierto termor en su voz, cosa que no pasó en desapercibido por la alfa.
──¿Por qué la pregunta?── mira a la omega con una ceja alzada ──¿Sabés qué? No me importa. Responde.── pide con la poca paciencia que le queda ──Tienes hijos, ¿si o no?
──Realmente no creo que sea realmente necesario saber aquello...── le reta.
──La que decide eso soy yo. Yo soy tu jefa y quien manda aquí soy yo. Así que bajale a tu tonito y responde.
Sana suspira y se muerde los labios tratando de no abrir su boca y mandar al demonio a la alfa frente a ella.
Realmente a la omega se le hacía un poco difícil no temblar por la angustia, la alfa era muy imponente y no se deblegaba ni por un instante.
Pero debía ser fuerte, Chaeyoung le había dicho que si se dejaba intimidar por la alfa no podría llegar a ningún lado.
──Sí.
──¿Sí qué?
Vamos Sana, esto lo haces por Yoonah. Pensó la omega apretando sus puños.
──Sí, si tengo una hija.
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