Era las 6 AM, el sol aún no salía en la capital francesa.

May se levantó a tomar agua con mucho pesar viendo a Nino y Ned en los sillones dormidos, pero le extrañó no ver a Marinette. Terminó de llenar su vaso con agua y regresó a su cuarto pero como todos los días, desde hace un mes, dirigió la vista a la habitacion de su sobrino y le sorprendió ver la puerta entreabierta. Ella recordaba haberla cerrado. Fue que entonces, en el hueco abierto de la puerta se podía ver claramente como Marinette estaba recostada en la cama de Peter mientras abrazaba algo muy valioso para Peter, la primera mascara de Spider-Man y dormía con varios rastros de lágrimas en sus mejillas.

May no pudo evitar sonreír con tristeza, ella perdió a su hijo y Marinette quizá, al amor de su vida. Ver a Marinette en la cama de Peter dormida mientras abrazaba la máscara del hombre araña, la primera máscara, la que él se confeccionó para sí mismo, solamente la hizo derramar una lágrima, o varias, de alguna u otra forma, podía ver a Peter en ella.

No pudo desear una mejor chica para su sobrino más que Marinette, ella lo hacía sonreír como no tenía idea, desde el día en que la conoció, siempre le hablaba de ella realmente enamorado, se apoyaban mutuamente. Se vive el amor una vez en la vida, el amor de esa magnitud, pero cuando lo viven las personas que más amas, sobretodo a alguien como un hijo, es otro amor. Es orgullo.

El amor de esos dos la hacia sonreír incluso a ella pero viendo a esa pobre chica con el corazón roto y que vio morir a su hijo era otro dolor. Ella también lo tenía hecho pedazos, en serio dolía; dolía demasiado.

Tomó la perilla de la puerta y cerró con cuidado la puerta de cuarto.

Continuará....

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.....en el lado de los vivos.

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EN EL OTRO LADO
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Semanas antes
Luego del chasquido
En Wakanda

T'challa: eso es todo lo que sabemos...sólo que él chasqueo los dedos. De ahí no supimos más y aparecimos aquí. Parece Wakanda, pero no lo es.

Doctor Strange: los cielos anaranjados lo delatan, no estamos en nuestro mundo.

- pe-pero podemos volver, no? - pregunta la voz de Peter haciendo a los adultos voltear. - digo, esto es reversible, no es así?

Doctor Strange: lo que Thanos hizo fue dividir los mundos, Peter, no se podía hacer un genocidio así de grande, inclusive con las gemas del infinito, además no creo que quisiera que todos murieran así de repente, nos mandó a nosotros aquí.

Peter: no...No, no nos quedaremos aquí. Los de-demás van hacer algo, ellos verán una forma de revertir esto, no creo que se queden de brazos cruzados luego de tal cosa. No...ellos no pueden. Mari, no puede.

Todos desviaron la mirada con tristeza. Peter miro a todos incrédulo, parecían haber perdido la esperanza y porque así era. Estaban muertos, qué más se puede esperar?

Peter: vamos chicos, no creerán que los demás se quedarán de brazos cruzados después de esto, no? ¿No?

Alya: Peter, sabemos que quieres creer que esto se solucionará pero no creo que podamos hacer nada, no tenemos poderes aquí, sólo tú, nadie de nosotros puede hacer algo y los demás... Marinette...

La morena bajó su mirada con tristeza, ni siquiera se despidió de su familia o mejor amiga.

Peter: no Alya. Yo sé que ella haría lo que fuera para arreglar esto. Ella no se rinde ¡no puede rendirse! Tu la has visto Alya, es capaz de dar todo por los que ama, al igual que el señor Stark y los Vengadores.

Adrien: Peter *llamó este con voz ronca, sus ojos estaban con ojeras e hinchados, Peter lo miro de inmediato y el rubio puso su mano en su hombro* sé que ellos no se rinden, en especial Marinette créeme que lo sé, más que nadie. Pero Peter, estamos muertos o en una dimensión paralela, ellos saben que ya no estamos.

Le dijo con el semblante decaído, trató de decirle las cosas lo más amable que pudiera, todos estaban sensibles y la realidad había golpeado a todos pero no a Peter, no aún.

El doctor Strange se acercó a Peter, quien apenas podía respirar adecuadamente, y lo miro comprensivo.

Doctor Strange: hijo, no se puede competir contra la muerte.

Fue entonces que los ojos de Peter decayeron. Sorbio su nariz bajando la mirada.
No. No se puede competir contra la muerte, ni siquiera los héroes pueden hacerlo.

Gwen: se acabó.

Esa fue la última vela de esperanza, que fue apagada. Ya no quedaba nada.

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Ahora podemos ver al doctor Strange haciendo un portal hacia el París del mundo paralelo. Si se lo preguntan: no, no podía hacer un portal al mundo de los vivos. Trató de hacerlo pero no se podía, sin la gema como soporte mágico, la magia de Stephen no se podía usar más allá del plano actual.

Con muchas dificultades y un pequeño portal que apenas si podía romper las barreras interdimensionales de espacio-tiempo, ese mundo era muy limitado.

Con dificultades Alya, Chloe, Miles, Gwen, Adrien y Peter cruzaron el portal.

Frente a ellos la Torre Eiffel alumbrado por los cielos anaranjados de aquel mundo, muchas personas se encontraban desconsoladas, gritos de tristeza inundaban el lugar, caminaron incómodos por las calles de París. Se dividieron.

Cada quien iba a buscar a sus familias por su cuenta.

Sólo que no contaron que en aquel mundo todo era lo mismo pero al revés, lo que antes era derecha ahora es izquierda y aunque con muchas dificultades cada quien pudo llegar a donde quería. Peter fue acompañado por Miles y Adrien por Gwen, Chloe y Alya se fueron juntas y así.

Las manos de Peter sudaban, estaba nervioso.

Ni Miles ni Peter dijeron algo en el camino al apartamento de Peter, del mundo al revés. Nervioso, con un nudillo tocó la puerta.

Miles: tranquilo Peter.

Trató de ayudar el moreno haciendo al castaño respirar nervioso. Pasaron unos segundos hasta que la manija de la puerta giró y frente a ambos aracnidos apareció Harry.

Harry: ¿Peter, Miles? *preguntó lo primero que se le vino a la cabeza para que luego el castaño y él se abrazaran aliviados, estaban felices de verse, incluso en la muerte* entren.

- ¿Acaso tocaron? - preguntó una voz desde el pasillo, Peter notó como exactamente era su casa, sólo que con las cosas acomodadas al revés. Del pasillo salió a quien Peter no esperaba ver -

Peter: ¿señora Cheng? *preguntó confundido al verla, la mujer se asombró al verlo y ambos caminaron rápido para darse un abrazo* se-señora Cheng...

Quiso decir en el abrazo pero ella no lo dejó. El castaño dejó de hablar cuando escuchó a la mayor sollozando, la abrazo más fuerte. Y por fin, después de varios días, lloró. Lloró en el hombro de Sabine, desconsolado.

Todo ese dolor, toda esa tristeza, todo lo malo que estaba pasando su corazón y su cabeza, por fin lo dejó salir. La mayor igual lloraba, si su hija no estaba con él, entonces significaba...

Peter: pe-perdón se-señora Cheng *comenzó a decir* Ma-Mari, ella...

Sabine: lo sé Peter, lo sé.

Peter no quiso decir más. Nadie quiso decir más, aparecieron Adrien y Gwen, al igual que Emilie. Reencontrarse en la muerte no es muy sencillo.

¿Cómo contaría esto? ¿cómo el infierno, el cielo o el purgatorio?

¿Acaso importaba? Definitivamente no.

Sabine rompió el abrazo y tocó la mejilla de Peter, aún lloraba.  Sonrió de forma nostálgica y el castaño se preguntó: "¿Cómo es qué reunía las fuerzas para sonreír en estos momentos?" Mientras que Sabine pensaba que por más raro que pudiera sonar aquello; podía ver a Marinette en él.

Era como un espejo, un espejo al revés.

Con el doctor Strange
En alguna parte del Nueva York anaranjado

El doctor trataba de hacer algunos trucos de magia que conectarán los dos mundos, ya había tratado horas con eso, más no lograba nada. Estaba cansado e irritado, ese "no-poder-hacer-nada" lo estaba matando, si es que eso era posible.

Estaba en el templo de Nueva York, estaba literalmente igual pero como dije antes, las cosas estaban acomodadas al revés. Suspiró con sus manos en sus caderas para luego recargarse en el barandal de las escaleras.

Todo estaba en completo silencio....

- primero rompe el techo como si nada y luego se va...- escuchaba murmurar a alguien. Y sabía quien era ese alguien. - este sitio es sagrado, y ahora como voy a pagar la renovación? No sé sí el reparador de confianza de la orden haya sobrevivido...

Stephen: ¿Wong?

De acuerdo, eso no lo había visto venir.

Stephen: ¿Wong? ¡Wong!

Empezó a buscarlo desesperado por todo el templo. Corría de un lado a otro escuchando al monje refunfuñar molesto y quejarse. El eco de la voz de Wong se escuchaba en todos lados. Entonces Stephen llegó al salón de armas. Habian varios muebles con vidrio, muchos de distintos tonos de lo que eran antes, de como era en su mundo.

La voz de Wong aun se oía.

Stephen: ¡Wong! ¡¿Dónde estás?!

Preguntó desesperado, en esa habitación el eco era más grande y se oía como que alguien estaba barriendo; pero, no había nadie.

Nadie en esa dimensión al menos.

La luz del ventanal trasero lograba iluminar una vitrina, una vitrina muy amplia, que tenía una armadura del Imperio de Oriente; pero, más importante, se veía el reflejo de Wong, barriendo.

Stephen suspiro con un poco de alivio viendo a su amigo, miro a donde se suponía que el reflejo provenía pero no había nadie. Sin embargo, Wong estaba ahí: barriendo y quejándose.

Eso no hizo más que confundir a Stephen, se acercó a la vitrina y vio el reflejo de Wong, algo lejano, aunque no se vio a él,  lo que normalmente sucedía. Entonces...entonces podía haber una conexión con ese mundo y el anterior?

Stephen: el niño tenía razón...¡Carajo! ¡El niño tenía razón!

Continuara.