veintisiete | afuera
veintisiete | afuera
Lo único que resonaba por los amplios pasillos del sótano eran las patadas al aire que Haru hacía para volar con el Geppo, había dejado el cuerpo inconsciente de Dellinger atrás, importándole muy poco que la Familia Donquixote lo encontrara.
Hacía apenas un minuto que la pelea contra el Shichibukai Doflamingo había terminado y comenzaba a sentir un ligero ardor en sus músculos, sus pies seguían descalzos y al hacer fuerza con el Geppo esto le molestaba, no tenía nada que cubriera sus pies e ir al barco por unos zapatos no entraba a las opciones.
Buscó alguna forma de llegar al piso principal del Coliseo, se dio cuenta de que no había tiempo para eso y terminó por romper un poco el techo, subiendo inmediatamente al primer piso.
Cuando logró llegar a la primera planta del Coliseo, buscó principalmente a Sabo, debía asegurarse de que estuviera ahí aún, se moría de ganas de ver las reacciones de su capitán y de su novio, no quería perder más tiempo buscando, debía encontrarlo pronto.
Su búsqueda no duró mucho tiempo, se vio interrumpida por varios pasos resonando por el pasillo, reconoció las voces de quienes se acercaban inmediatamente. Tres personas aparecieron en su campo de visión, sacándole un pequeña sonrisa.
— ¡Haru! —gritó el menor.
— ¡Ha-Ha-Ha-Haru-senpai! —gritó cierto peli-verde con cabeza de gallo, se tomó el pecho como si le estuviera dando un paro cardíaco y comenzó a llorar balbuceando cosas.
—Me alegra por fin estar con ustedes, chicos. —sonrió Haru, Ace literalmente corrió hasta ella y la abrazó fuertemente, sólo se escuchó la risa de fondo de Luffy.
— ¡No puedo creerlo! ¡Conocí a mi ídolo y a su hermano mayor! ¡Ayude a Zoro-senpai! ¡Y ahora estoy de pie frente a la joven pirata más poderosa y hermosa del mundo! —chillaba el peli-verde. — ¡No puedo parar de llorar! —Haru enarcó una ceja separándose un poco de Ace, este se encogió en hombros.
—Es nuestro Fan número 1, Bartolomeo. —la rubia asintió tras la breve explicación de Ace.
—Peleaste muy bien, Haru. —sonrió Luffy, Haru se alejó de Ace y se posicionó frente a Luffy, lo tomó de la nariz y jaló fuertemente, el monito comenzó a quejarse.
—Si sobrevives a la pelea con Doflamingo yo me encargaré de matarte luego. —le soltó la nariz y Luffy se disculpó en voz baja.
—Debemos irnos, Zoro y Kinemon nos están esperando afuera. —habló Ace cruzándose de brazos tras la espalda de Haru, ella gruñó dándose la vuelta y apuntándolo con el dedo.
—No nos iremos aún, hay algo que ustedes deben ver. —Ace tomó la mano de Haru y la bajó.
—Pero no sabemos qué ha pasado con Usopp, Robin y Cesar, Franky fue a destruir la fábrica él solo, podría estar en problemas. —razonó Ace con voz tranquila.
—Además, Mingo se llevó a Torao, debemos ir por él. —habló esta vez Luffy.
— ¿Qué podría ser más importante que eso? —volvió a hablar Ace, Haru suspiró.
—No tienen idea. —se cruzó de brazos. —Si tan solo no le hubiese dejado el Den Den Mushi a Trafalgar. —murmuraba para sí misma.
Cuando todos quedaron en silencio, sin contar los sollozos del peli-verde, unos pasos resonaron por todo el lugar, pasos lentos y decididos, pasos que Haru había escuchado momentos antes. Ella abrió la boca sorprendida y a la vez feliz, se dio la vuelta y alcanzó a distinguir a lo lejos una sombra de alguien acercándose.
—Haru, ¿qué ocurre? —preguntó Ace acercándose a ella, Haru tomó las solapas del saco de Ace y lo zarandeó.
—Sí, es él. —saltó un par de veces, cosa que le hizo recordar que aún iba descalza.
— ¿Él? —preguntó Luffy acercándose también, la silueta resultó ser ese hombre, se posicionó frente a todos y sonrió.
—Lo hiciste, Haru, gracias. —habló él, Haru se cubrió la boca ahogando un chillido de emoción.
—Haru, ¿quién es él? —preguntó Ace frunciendo el ceño, sin quitarle la vista al rubio, este ensanchó su sonrisa.
—Oye, ¿quién te crees? ¡No puedes llegar y hablar con mis Senpais tan casual! —gruñó el peli-verde acercándose al rubio. — ¡No son personas normales! ¡Estás hablando con la Princesa Pirata, Haru-sama! ¡El gran Hiken no Ace-sama! ¡Y con el futuro rey de los piratas!
—Eso ya lo sé desde hace mucho tiempo. —con un movimiento tiró a Bartolomeo al piso, continuó acercándose a los tres Mugiwaras sin borrar su expresión.
— ¡Oye, ¿cuál es tu problema?! —gruñó Luffy poniéndose en posición de ataque. —Haru, dijiste que nos mostrarías algo importante, ¿quién es este tipo? ¿Es por él que no podemos ir tras Torao y Mingo aún? —Haru se dio un Facepalm y negó con la cabeza, el rubio carcajeó ligeramente.
— ¿Puedes explicarnos qué pasa? —pidió Ace tomando a Haru de los hombros.
—Él fue quién me ayudó a escapar. —habló ella, la expresión de Ace se suavizó un poco pero no quitó del todo su mirada desconfiada, el rubio tomó su sombrero de copa y lo retiró de su cabeza, entregándoselo a Haru, ella se soltó del agarre de Ace y se alejó de ahí, posicionándose a un lado del peli-verde quién seguía en el piso.
— ¿Qué le pasa a ese tipo? ¿Cómo puede hablar con mis senpais tan natural? —preguntó él molesto, Haru abrazó el sombrero de copa y negó con la cabeza.
—No es la primera vez que habla con ellos, Gallo. —sonrió ella, el peli-verde tuvo un colapso al escucharla decirle así, prestó atención a la plática entre sus nakamas y el rubio, ensanchó su sonrisa tras ver las expresiones de los dos peli-negros.
—T-Tú eres... —balbuceó Luffy.
—Ha pasado mucho tiempo. —habló el chico misterioso. —Ace, Luffy.
Luffy no tardó en reaccionar, luego de un grito y de varias lágrimas saltó hacia Sabo abrazándolo fuertemente, enrollando sus piernas alrededor de sus hombros.
— ¡Sabo! —gritó el monito lleno de lágrimas, Haru sollozó en voz baja y se limpió un par de lágrimas que habían caído de sus ojos al ver la escena, giró su mirada a Ace, este parecía estar completamente en blanco, no emitía ningún sonido y parecía ni siquiera estar respirando, Haru frunció el ceño.
—Luffy, bájate, me asfixias. —habló Sabo con un ligero tono molesto, aunque su felicidad resaltaba más. Luffy no paraba de llorar, y a Sabo se le notaban las ganas de echarse a llorar igual.
El rubio giró su vista a Ace, quien simplemente le miraba sin expresión alguna, Haru quiso acercarse para ver qué pasaba con él pero no fue necesario, Ace apretó el cuerpo de Sabo entre sus brazos, elevándolo en el aire, Sabo parecía no poder respirar pero por la felicidad ni siquiera le importaba.
Haru carcajeó ligeramente mientras en la garganta se le formaba un nudo, otras lágrimas cayeron y volvió a limpiarlas con una sonrisa. Vio como Ace comenzaba a llorar también, bajó a Sabo al piso y unieron a Luffy al abrazo.
Los tres se separaron limpiándose las lágrimas, intercambiaron un par de palabras y todos se giraron a mirar a Haru, esta se extrañó cuando le pidieron acercarse pero aún así obedeció. Le entregó su sombrero a Sabo una vez que estuvo a su lado y este pasó un brazo alrededor de sus hombros.
—Ella me ayudó a encontrarlos. —habló el rubio, Luffy no tardó en saltar hacia ella y agradecerle abrazándola fuertemente, Haru no pudo corresponder ya que el monito la apretaba fuertemente.
— ¡Muchas gracias! —exclamó Luffy, luego tuvo que ser retirado de ella por Sabo y Ace.
— ¿D-Desde cuando lo sabías? —preguntó Ace aún con la voz quebrada.
—Poco antes de reencontrarnos con Luffy tras los dos años. —admitió, se acercó a Ace y le limpió las lágrimas con sus dedos. —Lamento habértelo ocultado.
—No importa. —sonrió abrazándola con un brazo, mientras con el otro unía a Sabo y Luffy. —Ustedes son las personas más importantes para mí. —susurró.
Haru se separó del abrazo y dejó que ellos hablaran sobre lo que necesitaban hablar por el momento, ya que no podían permanecer mucho tiempo ahí, de ambos lados tenían que continuar con sus planes. Haru se acercó al peli-verde quién lloraba viendo la escena, cuando vio a Haru acercarse le pidió su autógrafo y ella con gusto se lo dio.
—Muy bien, Gallo. —Bartolomeo tuvo otro colapso. —Ya comienzan las finales del torneo, quisiera preguntarte, ¿por qué entraste? —enarcó una ceja.
—Me enteré de que Haru-sama-senpai sería el premio, no podía dejar que cualquiera tuviera control sobre Haru-sama-senpai. —habló él molesto. — ¡Ah, estoy hablando con Haru-sama-senpai como si estuviera hablando como cualquier persona! ¡Perdóname, por favor! —pidió él comenzando a llorar de nuevo, Haru rió.
—Pero, me hubieses liberado, ¿o no? —preguntó ella en un tono mucho más amenazante, Bartolomeo comenzó a sudar.
—Por supuesto, Haru-sama-senpai debe ser libre o si no Ace-sama-senpai me mataría. —Haru asintió. — ¡Acabo de recibir una mirada amenazante de...! —Haru le cubrió la boca.
—Es suficiente. —el peli-verde comenzó a llorar otra vez pero asintió.
Luego de varios minutos quedaron todos de acuerdo, Ace no pudo participar en el Bloque D. por todo lo que ocurrió, así que quedó descalificado al instante, en cambio Luffy había quedado en la final. Sabo le pidió su identidad a Luffy para poder cumplir con el resto del plan que tenía como revolucionario, este obviamente aceptó, Luffy le dio su capa roja, su barba, su bigote falso y su casco.
—Sólo faltaría la cicatriz. —razonó Haru girando la cabeza tras ver a Sabo, tenía en sus manos el resto de la ropa del revolucionario.
—Eso puedo arreglarlo yo. —sonrió Sabo. —Nos veremos luego, hermanos, Haru. —con un asentimiento de cabeza, Haru dejó la ropa y los tres se fueron corriendo, ambos peli-negros sin dejar de llorar aún, aunque ni un par de pasos después Luffy se detuvo en seco.
—Oye, Sabo, s-si ves a Rebecca... —sollozó. —...agradécele los bentos de mi parte.
Y con eso siguieron corriendo, Haru no tardó mucho en cansarse y quejarse de lo lastimados que estaban sus pies descalzos, por lo que Ace la convenció de llevarla sobre su espalda, ella se negó al principio pero el moreno terminó por cargarla y llevarla a la fuerza.
— ¿Les gustó la sorpresa? —habló ella divertida abrazándose del cuello de Ace, Luffy solo sollozó más fuerte.
—Jamás me esperé que estuviera vivo. —habló Ace aún con lágrimas sobre sus ojos, pero con una gran sonrisa.
—Antes de salir de mi isla natal, cuando fui a despedirme de mis padres...Sabo llegó ahí y dejó unas flores, habló conmigo sobre su identidad y me entregó una Vivre Card. —sonrió dejando un beso en la mejilla de Ace. —Cuando fui al baño en el restaurant revisé la Vivre Card, esta se movía hacia arriba.
—Sabo estaba cerca. —razonó él en voz baja, un par de lágrimas cayeron de nuevo de sus ojos y Haru las limpió suavemente.
—Así es, me encontré con él justo antes de que me secuestraran. —Ace sollozó al igual que Luffy, Haru rió ligeramente. —Quedamos de vernos aquí cuando me rescató.
—L-Lo extrañamos m-mucho. —sollozó el pequeño.
—Por cierto, Luffy, ¿quién es Rebecca? —preguntó ella extrañada, Luffy por el llanto no podía hablar.
—Es una gladiadora del Bloque D. que conocimos. —explicó Ace brevemente tras sorber la nariz.
— ¿Y por qué mencionaron los bentos? —dejó que Ace se tranquilizara un poco y este respondió.
—Nos compró un par de bentos. —Haru asintió. —Intento matar a Luffy, y planeaba derrotarme en el Bloque D.
— ¿Entonces es mala? —Ace negó con la cabeza, ambos hermanos dieron vuelta en un pasillo y pudieron distinguir la salida.
—Ella quería ganar el control absoluto sobre ti... —sorbió la nariz. —...para hacer un trato contigo.
— ¿Trato? —preguntó extrañada.
—Sí. —volvió a sorber la nariz.
— ¿Para qué quisiera hacer un trato conmigo? Creí que todos querrían mi recompensa. —murmuró ella.
—A lo que dijo...ella tenía planeado liberarte con una condición. —Haru enarcó una ceja extrañada. —Ella te dejaría libre...sólo si derrotabas a Doflamingo.
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