trece | pelea

— ¡Derrotó a la 50 mil sin mover un dedo! —exclamaban los Gyojines sorprendidos. —No podemos contra él.

— ¿De qué están hablando? —gruñó uno de los Gyojines que estaban con Hody, los más fuertes al parecer. —Puede que derrotara a la mitad, pero aún nos quedan 50 mil guerreros.

—Oye, Luffy, sólo me dejaste 50 mil, te pasaste. —gruñó Zoro mirando a su alrededor.

—Lo siento. —se disculpó, Haru se ató el cabello en una coleta alta y se acercó a los demás.

—Nos están ignorando. —gruñeron los Gyojines ofendidos.

—Apuesto a que puedo derrotar más enemigos en menor tiempo que tú. —retó Zoro a Haru.

—Yo derrotaré a 30 mil. —se acercó Sanji. —Haru-chwan es muy fuerte~ —comenzó a bailar de forma rara. —Y no quiero volver a ver a Shirahoshi-chwan llorar~ —volvió a su postura normal y encendió un cigarrillo. —Un hombre que no puede secar las lágrimas de una mujer no es un hombre.

—Lindas palabras, Mister Hemorragia Nasal. —se burló Zoro. —Ahora, apártate.

—Te ganaré, estúpido marimo. —ambos se movieron en direcciones contrarias y comenzaron a derrotar enemigos, Haru carcajeó.

— ¿Y bien? —habló Ace admirando todo.

—Si yo derroto a más que tú...te vestirás con la ropa que yo elija. —propuso Haru.

—Bien, pero si yo derroto a más que tú...te ducharás conmigo cuando yo quiera. —levantó una ceja de manera pícara, Haru se encogió en hombros.

—Bien, porque no ganarás. —sonrió.

—Lo haré, pero, para que sea justo...sólo puedes usar tu habilidad o usar el rokushiki. —ella enarcó una ceja. —No puedes usar las dos.

—Bien, elijo el rokushiki. —estrecharon sus manos y miraron al frente donde todos sus nakamas peleaban. —Suerte, la necesitarás. —él gruñó. —Soru. —desapareció de su lado, un grupo de quince Gyojines que estaban frente a ellos se quedaron quietos por un segundo, Haru apareció al lado de Ace de nuevo pero con su dedo lleno de sangre. —Shigan. —Los quince Gyojines cayeron al suelo luego del dedo pistola de Haru, ella sonrió y miró a Ace. —Haru lleva quince, Ace lleva cero.

El peli-negro gruñó, ambos comenzaron a pelear contra varios grupos de enemigos, contando cuantos iban derrotando, más que por la apuesta era por el orgullo de perder contra su pareja.

Haru peleaba contra un par de gyojines cuando algo desvió su atención, algo parecido a un tornado se acercaba llevándose a varios enemigos al mismo tiempo, todos se quejaban gritando que era como un tornado de espadas. Ella sonrió mirando a Zoro.

—Nada mal. —alagó ella, el espadachín sonrió de lado.

— ¡Sanji-san, eso es peligroso! —Ace tiró al tipo que había derrotado ya y miró hacia donde gritaba Brook.

Sanji estaba rodeado de gyojines con extrañas capas con púas, Ace enarcó una ceja, no se preocupaba por Sanji ya que sabía que no lo vencerían tan fácilmente, esquivó y golpeó sin perder toda su atención de su amigo rubio.

— ¡¿Cómo puedes estar tan relajado?! —volvió a gritar Brook, Sanji le dio otra calada al cigarrillo y exhaló el humo hacia el cielo.

Se quedó pensando durante un par de segundos, justo antes de que los gyojines corrieran hacia él dispuestos a aplastarlo entre las púas. Todos perdieron de vista a Sanji durante un segundo, hasta que...

— ¡Sanji-kun! —gritó Haru sorprendida al verlo subir cada vez más arriba con lo que parecía ser una de las habilidades del rokushiki.

—Es lo que usaban esos tipos. —razonó Zoro.

— ¡Sanji está volando! —gritó Luffy.

—Es la técnica del rokushiki, la misma que usaba el CP9 y que usa Haru-san. —habló Robin sonriente.

— ¡Sorprendente, Sanji-kun! —exclamó Haru sonriente, el nombrado hizo un ataque mandando al suelo a los Gyojines que iban a atacar a la princesa Shirahoshi desde el aire, cuando terminó con todos comenzó a hacer un bailecito raro.

— ¡Haru-chwan, ahora podremos volar juntos! —gritó con corazones en los ojos, Haru rió.

Continuaron peleando, hasta Jinbe estaba con ellos, Sanji y Zoro iban de aquí para allá compitiendo entre ellos, al igual que Haru y Ace, quienes no se despegaban el ojo de encima. Sanji venció a un grupo de diez gyojines con un ataque, pero Zoro venció a veinte con otro.

— ¡Esto apenas comienza, marimo! —gritó él comenzando a correr hacia otro grupo grande de Gyojines.

— ¡Ya veremos, hemorragias! —se igualaron y derribaron a los gyojines que estaban preparados para atacar.

—Son buenos. —sonrió Haru, un Gyojin se acercó por detrás levantando una espada, pero justo cuando iba a atravesarla alguien lo tomó del cuello y lo lanzó hacia el otro lado.

—Más cuidado, princesa. —se acercó a ella y le besó la mejilla. —Por cierto, Haru lleva doscientos treinta, Ace lleva doscientos treinta y dos. —un gyojin se acercó a su lado y él lo tiró con un puñetazo. —Doscientos treinta y tres. —ella gruñó en voz baja.

—Te venceré. —comenzó a correr hacia otro grupo de Gyojines.

—Oh, no, no lo harás. —comenzó a seguirle el paso.

— ¿Por qué compiten? —preguntó Jinbe al ver a los cuatro pelear contra los gyojines.

—No te preocupes, es normal. —habló Robin llegando a su lado.

—Esos dos idiotas no han cambiado en nada. —gruñó Nami refiriéndose a Zoro y Sanji, miró a Ace y Haru y suspiró cansada. —Y los otros dos...se supone que son pareja.

— ¡Busca a tus propios enemigos! —gruñó Haru a Ace mientras pateaba a un gyojin.

— ¡Lárgate! —gritó Zoro a Sanji mientras cortaba enemigos.

— ¡Yo encontré este grupo primero! —gruñó Ace a Haru lanzando un ataque de fuego derrotando a varios Gyojines.

— ¡Lárgate tú! —gritó Sanji a Zoro dando patadas.

— ¡Acabaré con ustedes! —exclamó un Gyojin gigante acercándose a los cuatro con una gran espada.

— ¡Cállate! —gruñeron los cuatro, Ace lanzó un ataque hacia él, Sanji lo pateó, Zoro lo cortó y Haru casi le rompe las costillas de un puñetazo.

El gyojin terminó cayendo a los pies de Hody ya sin fuerzas, comenzó a quejarse diciendo que eran demasiado poderosos y fuertes para ellos, cosa que molestó demasiado a Hody Jones, este dio la orden de matar a la princesa Shirahoshi.

Continuaron peleando y compitiendo entre sí, Franky sacó unas nuevas armas que le había instalado al Sunny, estas eran manejadas por Usopp y Nami acompañados de Papugg, y eran comandadas por Chopper.

— ¡Nuevas armas! —gritó Ace emocionado al verlas.

— ¡Comandante Chopper! ¡Eres genial! —gritó Luffy igual de emocionado.

— ¡Ustedes no se distraigan! —gruñeron Zoro y Haru evitando que a ambos los atacaran por detrás mientras admiraban las armas.

— ¡Es suficiente! ¡Traigan al kraken! —gruñó Hody al ver como los Mugiwaras llevaban la ventaja.

De pronto, Surume apareció, se movió aplastando todo a su paso, tenía órdenes de Hody de matar a los Mugiwaras y al Jefe Jinbe. Todos los presentes lo miraban sorprendido.

— ¡Oye, Surume! —llamó Luffy. — ¡Surume! ¡¿Ya te olvidaste de mí?! No tienes remedio. —sonrió. — ¡Te convertí en mi mascota! ¡Ahora somos amigos! ¡Vamos, déjame subir a tu espalda de nuevo! —el kraken se quedó quieto unos segundos, finalmente bajó sus tentáculos hacia él.

—El kraken lo... —habló Ace, fue interrumpido por Haru, que levantó la mano para que guardara silencio.

— ¡No, Surume! ¡Me haces cosquillas! —comenzó a reír Luffy, Ace suspiró más tranquilo. — ¡Yosh, vamos! —Surume subió a Luffy a su cabeza y comenzó a moverse hacia el Sunny, donde la princesa Shirahoshi y Jinbe esperaban. —Quédate aquí, Surume, y protege a la valiente.

—Es un placer conocerte, Surume-sama. —sonrió Shirahoshi mirando al kraken.

—Me sorprende que conozcas al kraken, no puedo creer la clase de amigos que tienes. —habló Jinbe cuando Luffy cayó al suelo luego de bajar de su cabeza.

— ¿De verdad? —sonrió. —Bueno, aún quedan varios... ¡Vamos! —comenzó a correr dispuesto a seguir peleando.

—Haru lleva cuatrocientos noventa y seis. —habló ella acercándose a Ace, acercó sus labios a los suyos pero cuando Ace se acercó más para besarla ella se alejó. —Ace lleva cuatrocientos ochenta y nueve. —sonrió al ver como Ace gruñía tratando de alcanzar sus labios.

—No me dejarás así, ¿verdad? —preguntó él frustrado, ella carcajeó y se dio la vuelta. —Bien, yo igual sé cómo jugar.

La pelea continuó, cada que Haru y Ace se encontraban trataban de hacer lo posible por hacerle saber al otro que iba enserio. Ace lanzaba ataques quemando a todo el que se le atravesaba en frente. Mientras, Haru utilizaba el rokushiki a todo lo que daba.

—Geppo. —Haru se elevó en el aire al presentir como el suelo se llenaba de fuego, arrasando a muchos Gyojines con el ataque que Ace acababa de hacer. — ¡Eso pudo darme a mí, idiota!

—Lo siento. —sonrió inocentemente, Haru bufó.

— ¡Franky! ¡Eso es asombroso! —escuchó el grito de Luffy, de inmediato la rubia se giró a mirar.

— ¡Otra arma nueva! —gritó ella emocionada.

—Este es el Franky Shogun. —avisó él dentro del traje de robot gigante, de pronto, una silueta igual de grande que el robot apareció a su lado.

— ¡Chopper, no es momento para perder la razón! —gritó Usopp asustado.

—Hola, Usopp. —saludó Chopper en su Monster Point.

— ¡Sukee, que fuerte eres! —el reno gigante comenzó a bailar como normalmente lo haría. — ¡Pero eso da miedo!

—Yo recuerdo eso, lo vi en Enies Lobby. —habló Haru pensativa.

— ¡¿Qué diablos es eso?! —gritó la rubia al sentir como el edificio temblaba, como si un gigante lo estuviese escalando.

— ¡Ha-Ha-Ha-Haru! —tartamudeó Usopp apuntando hacia arriba, la nombrada miró y abrió los ojos a lo doble por la sorpresa.

— ¡Un monstruo gigante! —exclamó ella. —Pe-pero...ese sombrero...los cuernos... ¡es el renito!

—Que pueda controlarlo es asombroso. —sonrió.

—Llevas desventaja, amor. —avisó Ace pasando detrás de ella, la rubia rodó los ojos.

—Ya lo veremos. —gruñó, hizo algo parecido a una patada al aire, un segundo después, una hoja afilada de aire comprimido salió disparada hacia varios Gyojines, estos salieron volando y cayeron con un gran corte a lo largo de su pecho. —Rankyaku. —musitó orgullosa al ver el resultado del ataque.

— ¿Enserio? —preguntó ocultando su sorpresa. —Bueno, mi turno. —Hizo que sus manos tomaran un color fosforescente, muchas luces pequeñas parecidas a luciérnagas aparecieron y comenzaron a vagar entre los gyojines. —Hotarubi. —las luces cambiaron a un tono anaranjado y comenzaron a crecer, quemando a los que estaban cerca de ahí.

Una de esas luces se acercó demasiado a Haru, pero Ace creó algo parecido a una barrera de fuego frente a ella para evitar que la quemara, Haru no se movió a pesar de que las explosiones crearon una oleada de aire caliente que sólo le movió el cabello y no alcanzó a quemar. Haru miró a Ace enarcando una ceja, levantó la mano y apuntó la barrera.

—Se me escapó. —carcajeó desinteresado, ella rodó los ojos pero sonrió. —Haru lleva seiscientos doce...

—Ace lleva seiscientos trece. —él sonrió orgulloso, Haru miró a su alrededor, tomó a un Gyojin que peleaba con Usopp y lo golpeó dejándolo K.O. al instante. —Empate.

—Esto aún no acaba. —se miraron retadoramente mientras unos pequeños rayos aparecían entre ambos, de pronto una sombra opacó el lugar, los dos dejaron de mirarse para dirigir la vista hacia arriba, llevándose una gran sorpresa.

— ¿Qué es eso? —preguntó ella sorprendida.

— ¡Es Noah!