Epílogo• stripteases cada noche... desde hoy
—Tengo miedo. —Susurró Gun— Parece un sueño, Off.
—Pero no vamos a despertar —Se volvieron a besar—. Me dijiste que... no tendríamos sexo. —Le habló el azabache en medio del ósculo.
—Y es cierto... Tengo un deseo... quiero que me ames ésta noche. —Se quitaron las escasas prendas—. Ámame Off.
—Te haré el amor, Gun.
Nada más faltó. Ni una sola cosa más. Ambos se lanzaron con devoción a comer de la boca contraria, con dulzura, con pasión y deseo.
Ninguno lo sabía pero, para el contrario, sus bocas eran un manjar casi divino.
Off pasó su boca por la mejilla y luego la quijada, para finalmente acabar besando y chupando el cuello del castaño.
Oh, su piel sabía a gloria.
Pequeños jadeos se escapaban de un Gun con los ojos cerrados. Tenía una de sus manos en la pálida y desnuda espalda, y la otra estaba enterrada en la cabellera negra.
Las sábanas del colchón eran una calamidad, pero eso no importaba. No cuando tenían algo más que admirar.
Sus pieles ya se habían cubierto de una delgada y perlada capa de sudor, Gun se había atrevido a dejar también pequeños besos y marcas en el cuello del mayor, pero ese trabajo se acabó cuando la juguetona lengua de Off bailaba en sus erectos pezones.
Ah, tal vez los casi tres años de abstinencia lo tenían sensible.
Su erección fue tomada por la gran mano del contrario y, con parsimonia, fue bombeada.
Para éste punto ya era muy difícil acallar sus súplicas y gemidos. Jumpol lo hizo chupar dos de sus dedos y le acarició la entrada. Sabía que el chico no tenía actividad sexual, así que haría su mejor esfuerzo para ser delicado.
Lentamente introdujo un dedo y en respuesta Gun le regalo un gemido. Off siguió bombeando su pene humedecido, arriba y abajo, lo hacía manteniendo un buen ritmo, sintiendo como Gun se derretía ante su tacto, ante el placer que estaba infundiendo. Su dedo, hacía lo propio en la entrada posterior, embistiendo lento, pero Gun no lo comprendía, sentía una excitación inmensa. Un segundo dedo entro en su parte trasera y volvió a gemir. Lo embistió lento con ambos dedos y cuando el menor comenzó a mover sus caderas agregó uno más, y así fueron tres dedos los que estaban dentro. Off tratando de alcanzar su punto p. Con más fuerza fue embistiéndolo con sus dedos, arrancándole un sinfín de gemidos. La mano de Off masturbo su pene un par de veces más y entonces Gun arqueó la espalda, corriéndose por todo su abdomen.
Off se acercó y devoró su boca con ansia.
—Ahora ¿estás listo Gun?
—Hazme tuyo Off, dijo casi en un susurro, aun recuperándose del placer que Off le había causado.
Soltó su goteante erección después de prepararla con el pre semen que le chorreaba y subió para besar la esponjosa boca del castaño, hundió su lengua mientras se alineaba y ambos soltaron un jadeo gozoso cuando la intromisión comenzó.
Ya necesitaba enterrarse en él.
Off amaba la imagen frente a él. Un precioso doncel apretando las sábanas en sus manos, con los ojos cerrados y los labios separados; deshaciéndose en gemidos mientras él era recibido por la estrecha, caliente y deliciosa entrada.
Se besaron una vez más y el vaivén inició. Lento y placentero, sin prisas.
—S-serás...mi stripper...per-personal? —Dijo Off.
—Te haré...m-muchos stripteases cada noche...desde hoy.
No hizo falta nada en ninguno de los dos. En ningún momento. Ni cuando se mordieron los labios.
O cuando se sonrieron a los ojos y se profesaron amor.
El orgasmo llegó. Rico y fuerte para ambos, el nombre del contrario siendo ahogado por sus bocas.
Luego de inundar las entrañas de Gun con su semen, el mismo que salió a borbotones de su interior, cuando Off saco su pene empapando las sabanas. Aun jadeantes, la pareja de esposos.
Abrazándose y acariciándose. Se quedó dormida.
Cuando amaneció ya estaban en la suite.
Gun creyó que Off lo había llevado hasta allí para desayunar junto a los chicos, y por eso se arregló y salió a comprar.
En cambio...
Off ni siquiera estaba consciente de que era lo que había hecho aquella noche. De eso se enteraría después.
Todo fue hermoso, sus sentimientos a flor de piel, la sinceridad de sus palabras, el amor que se profesaron, la total entrega ambos la sintieron. Era una lástima que solo uno de ellos lo recordara, una lástima que uno de ellos no recordara nada.
𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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