Cap 7. Secretos
Atsushi había entrado a la habitación completamente a oscuras donde Akutagawa prendía velas aromáticas – que delicioso huele – menciono
- Cierra la puerta
El albino cerró y camino hasta el azabache, sonrió mientras se sentaba en el suelo donde estaba su compañero – Esto es increíble Akutagawa
- Ryunosuke
- ¿eh?
- Siempre me llamas por mi apellido, mi nombre es Ryunosuke
- Ah... ¡ah! – sonrió el albino – entonces ¿Ryu-chan?
- No me molesta
- ¿Qué haremos hoy Ryu-chan?
- Te lo dije, te mostrare mis secretos
- ¿este es uno?
- Si, purifica tus pulmones
- Se siente realmente bien – menciono sonrojado
- ¿en verdad?
- Si, relaja mucho Ryu
- Ese es el punto – menciono mientras veía al albino caer al suelo – y mi objetivo
Mientras en la sala...
- Entonces estoy preocupado que no lo sacrifique
- No lo hará, no exageres
- ¡Podría hacerlo!
- Oye, respóndeme algo
- ¿Qué?
- ¿Cuándo fue esa vez que te llamo? ¿Qué era lo importante que dejaste?
- Ah... eso – dijo sin mirarlo – me llamo el en la mañana del día de nuestra audición, ese día casi pierde la voz...
- ¿eso... era lo importante?
- Si, Akutagawa solo tiene una hermana pero vive en el internado de su escuela, no tenía quien pudiera ayudarlo
- Lo lamento
- ¿Por qué?
- No querer escucharte
- No, está bien – suspiro Dazai – por lo menos ahora lo sabes
- ¿no era una chica?
- Chuuya... - le llamo y el pelinaranja a penas le miro, Dazai tomo su barbilla y lo miro fijo – eres la estrella más grande del escenario, tu voz es única y hermosa... tu cuerpo es único y hermoso pero tu alma es... wooow – sonrió ligeramente – tu siempre has sido y serás el único...
- Suenas como un idiota
- Quizá lo sea... ¿aprovechamos que estarán en su habitación?
- ¿A-aprovechar qué?
- Hacerlo
- ¡Estas demente! No porque me digas el por qué me abandonaste un día importante hará que me acueste de nuevo contigo
- Yo hablaba de ver la película, pero si quieres sexo puedo hacerlo
- ¡Demente! – grito levantándose
Dazai suspiro, se sintió completamente rechazado ¿Qué podía hacer ahora? Nada más que ir a su habitación y practicar con su guitarra, y eso hizo. Se acomodó en su cama dejando su espalda contra la pared y tomo la guitarra, apenas comenzaría cuando lo escucho – ¡mmhg! ¡es-espera! – Escucho el gemir y volteo a ver la pared, tapo su boca y mego su oreja a la pared – te di-digo que no tan du-duro – escucho de nuevo, esta vez reconoció la voz, era Atsushi.
Corrió como un desesperado hasta la cocina, Chuuya seguía allí, tomo su muñeca y lo jalo con él – o-oi! Bastardo ¡¿Qué crees que haces con un carajo?! – volvió a gritar pero el castaño tapo su boca mientras lo metía en la habitación. Chuuya se sonrojo ¿Qué iba a pasar? ¿Realmente iban a hacer? Cerro fuerte sus ojos al sentirse aprisionado pero... nada.
Volvió a abrirlos para encontrar a Dazai con un dedo en su boca, pidiéndole silencio, volvió a tomar su muñeca y juntos pegaron la oreja a la pared – ¡mmgh! Ry-Ryu e-eso es muy du-duro – escucharon gemir y ahora fue Chuuya quien tuvo que tapar su boca para no gritar por la sorpresa
- No puedo creerlo – susurro Chuuya ya algo tranquilo
- ¿realmente lo están haciendo? ¿Qué tan frívolo es Akutagawa? – se preguntó el castaño
- No sé si lo hacen, suena a que lo hacen
- Escuchemos más
- Oi no seas entrometido
- Quiero saber si está metiéndosela o no
- Obvio que está metiéndosela, ¿no lo escuchas?
- Rayos tienen más acción que nosotros
- Cállate bastardo
- ¡Ryu... ma-más! – escucharon al albino gritar y nuevamente habian pegado sus orejas a la pared los dos mayores.
- Estas muy tenso, no puedo avanzar más – esa era la voz de Akutagawa
- Es que du-duele mucho – esa era la voz de Atsushi
- Terminaré rápido si te relajas
- Pero se siente tan bien, no quiero que termines
Ambos mayores se sonrojaron al escuchar eso, salieron corriendo de su habitación hasta llegar a la sala donde la película continuaba - ¡¿escuchaste a Atsushi?!
- No pensé que fuese un chico tan sensual – menciono – creí que sería inexperto y avergonzado
- ¡¿escuchaste a Atsushi?!
- Te traumo eh
- ¡¿escuchaste a Atsushi?!
- Si, si lo escuche
- No puedo creerlo
- ¡Ni yo!
- Deberíamos intentarlo
- No lo creo
- Vamos... ¿no te excito oírlos? Se ve que se divierten
- O-oye no te acerques tan
La boca de Chuuya fue callada por un beso de Dazai, un beso que hizo al pelinaranja contener su enojo y simplemente dejarse llevar, si, seguía amando al castaño que lo abandono.
Los besos siguieron, el castaño acaricio el cuerpo del palinaranja, sus respiraciones subieron y rápidamente se despojaron uno a otro de la ropa ¿ya cuanto tenían sin sentirse? Varios años.
Dazai corrió directo a besar a Chuuya pero este no estuvo conforme, enredo sus piernas en la cadera del castaño y sus brazos en su cuello, lo acerco y comenzó a besar desde el cuello hasta sus hombros – Chu-Chuuya eso hace cosquillas
- Cállate... continua – pidió relajado el chico
- Bien
Acaricio al pelinaranja creando suspiros, continuo con sus pezones creando gemidos pero finalizo entre gritos entrando de un solo tiro. – es-estas demente – dijo Chuuya adolorido
- No quería que te arrepintieras – menciono entre gemidos
Así fue, Chuuya comenzó a arrepentirse cuando sintió los golpes duros dentro suyo, no, en realidad los disfrutaba como jamás lo había hecho, tenía años sin tener relaciones, años de solo trabajar, estaba tenso pero en ese momentos solo eran Dazai y él igual a los vijos tiempos
Se besaron, continuaron, terminaron y volvieron a continuar, el sudor y sus respiraciones eran uno y el sonido de sus corazones iban al compás, así fue hasta un nuevo día
Akutagawa despertaba algo adolorido mientras el albino estaba de espaldas completamente dormido, lo miro unos instantes – anoche fue increíble... - menciono mientras besaba la nuca del albino – espero un día lo aceptes – susurro. Lo movió ligeramente mientras bostezaba, Atsushi comenzaba a despertar y de inmediato se quejo
- Du-duele...
- Te dolerá las primeras veces, si no tenemos cuidado y te mueves tanto como anoche será peor
- ¿terminamos durmiendo juntos?
- Si, termine cansado también
- Gra-gracias Ryu-chan – sonrió el albino
- Vamos a la cocina, muero de hambre
- Espera ¿despertaste antes que yo?
- Normalmente despierto temprano, desayuno y vuelvo a la cama
- Entiendo... ¿y ahora?
- Bueno, estas en mi cama
- L-lo siento – menciono avergonzado mientras se levantaba, toco su espalda baja adolorido
- ¿duele?
- S-si...
- Pero estas más relajado ¿no?
- Si, la presentación de hoy estoy seguro que lo haré fantástico
- Eso espero – sonrió ligeramente
Ambos chicos salían del cuarto mientras el azabache ayudaba al albino, sosteniéndolo ligeramente por el dolor en su espalda, al escuchar los quejidos, Chuuya despertó, miro a su alrededor y se sonrojo, lo primero que hizo fue ponerse su bóxer y su camisa como loco y lo segundo, fue despertar a Dazai – aquí vienen ellos – le dijo y Dazai despertó de la misma manera, bóxer y camisa.
Los menores ya en la cocina ignoraron a los mayores, pero los mayores a ellos no, vieron como Atsushi estaba dolorido y el azabache le dejaba quedarse en la barra a descansar mientras preparaba el desayuno – realmente lo hicieron duro... - menciono Chuuya
- Nosotros lo hicimos más – sonrió Dazai mientras respiraba en el cabello de Chuuya
- Ca-cálmate imbécil – le dijo empujándolo y fue con los menores – buen día chicos
- Buen día Chuuya – sonrió Atsushi - ¿Qué tal dormiste?
- Bi-bi-bien ¿y tú?
- Excelente, aunque estoy algo adolorido hoy
- ¿po-porque?
- Bueno, Ryu-chan me mostró sus secretos y debo decir que son fabuloso – menciono y el pelinaranja se sonrojo
- Yo le enseñe el mío a Chuuya – dijo alegre el castaño – fue una noche intensa
- ¿en serio? – pregunto el albino y el azabache volteo a ver raro al castaño - ¿puedo hacerlo con Dazai-san también?
- ¿e-eh?
- Yo también quiero conocer los secretos de Dazai-san
- Sí, no sería mala idea conocer los de Dazai-san, ya conocimos los de Chuuya-san
- At-Atsushi, Akutagawa ¿Qué piensas ustedes?
- ¿Qué tiene de malo?
- Puedo enseñarles los míos a ustedes también, pero tiene que ser de noche
- ¿cu-cuáles son tus secretos? – pregunto Dazai y ambos menores se miraron un segundo para volver a ver a los mayores
- Unos masajes que aprendí con velas aromáticas
- Si – Atsushi comenzó a tallar su cuerpo – duele mucho, es muy duro pero se siente muy bien
- ¿E-eh? – Chuuya se había quedado petrificado
- Es asombroso Chuuya – sonrió Atsushi
- Quiero irme a la cama – dijo Chuuya devastado
- ¿Qué ocurre? – pregunto el azabache
- Nada niños, solo desayunen y prepárense, salimos al medio día
- Si – mencionaron los menores mientras Dazai iba detrás de Chuuya
Encontró al pelinaranja recostado en su cama, pensativo y algo mortificado - ¿estas así por pensar que ellos tuvieron sexo? O ¿estas así por tener sexo conmigo?
- Quiero saberlo todo Dazai – menciono y lo miro fijo – cuéntame todo
- Bien... Comencemos una historia larga y contada en menos de tres horas – sonrió Dazai
¡Hola!
¡Adiós!
Bueno, lo siento, estos capítulos terminaron siendo cómicos, a decir verdad no tengo un limite, digo, se como terminar esta historia pero los capítulos antes de me dan cada idea muy rara... como lo de los masajes es que no pude evitarlo cuando imagine a Dazai y a Chuuya en el chisme, morí de risa
¡Gracias por leer!
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