—¡Hey, Kim, ven acá! —llamó un chico a lo lejos.

Tae buscó con la mirada al dueño de aquella voz, reconociéndolo como YeonJun, uno de sus compañeros.

Se podría decir que son amigos, a pesar de que casi no se hablaban.

—Nos tienes abandonados, ¡¿Dónde estuviste todo este tiempo?! —preguntó Choi con cierto drama.

TaeHyung rió. —No son mis únicos amigos —contestó simple.

Ante esta respuesta Jun fingió desmayarse, cayendo en los brazos de JiMin.

No había notado su presencia, pero tampoco se sorprendió.

En realidad la razón por la cual se sentaban juntos era porque el profesor decidió separar a YeonJun y JiMin. No era de extrañar que ambos pasaran tiempo en el receso.

—Ush, ¿no conoces otra bebida? —soltó Park de la nada—. Te vas a convertir en una fresa si sigues tomando eso.

En vez de tomarlo a mal, TaeHyung estalló en carcajadas al imaginarse siendo una fresa.

—¿Qué pasa? ¿Quieres un poco? —sacudió levemente la bebida en su rostro, notando como la bebida no era lo único rosa frente a él.

JiMin sólo bufó molesto, tomando la bebida de TaeHyung y saliendo del lugar.

—¡Oye, eso es mío!

—¡Ya no, Kim fresita!

—Creo que la fresa es otro —mencionó NamJoon, quien no había hablado durante todo ese rato.