Jungkook alzó la vista cuando un pie golpeó el suyo.
Estaba sentado en la entrada de la universidad, con la espalda apoyada en un arbol y un libro en sus piernas, cuando una zapatilla roja golpeó su pie suavemente.

—Hey, sol– Saludó con una suave sonrisa.

—¿Por qué sigues aquí?– Preguntó Yoongi sentándose frente a él.

—Comienzo a trabajar en tres horas y no tengo nada que hacer– Respondió guardando el libro.   —¿Tu vas al dormitorio?–

Yoongi asintió en silencio, viendo como el pelirrojo sacaba un cigarro de la cajetilla y lo encendía entre sus labios.

—¿Quieres ir a caminar?– Preguntó Yoongi haciéndolo alzar la mirada sorprendido.

—¿Tu me estás invitando a mi?– Preguntó Jungkook incrédulo.

—Para que una amistad funcione, deben poner de su parte las dos personas – Dijo orgulloso de si mismo mientras asentía con la cabeza.

—Vale– Respondió Jeon riendo entre dientes. —Te sigo–

🍓

—Se llama Holly– Dijo Yoongi caminando por el parque. —Es un caniche color caramelo–

—¿Está en Daegu?– Preguntó Jungkook a su lado.

—Si, con mi hermano– Suspiró. —Lo extraño–

—¿A tu perro o a tu hermano?– Preguntó haciéndolo reír entre dientes.

—A mi perro, obviamente– Respondió haciendo al pelirrojo carcajearse.

Jungkook se detuvo lentamente para cortar con cuidado una rosa ante la atenta mirada de Min que la tomó con atención de no cortarse cuando este se la tendió para tomar más.

—¿Has hecho lo que te pedí?– Preguntó Jungkook acomodandolas en un ramo.

—Lo he intentado– Respondió Yoongi ignorando el calor de sus orejas rojas. —Pero es difícil entender una metáfora sin contexto–

Jungkook sonrió enternecido y sacó de su bolsillo la cajetilla de cigarros casi vacía y bastante maltratada; llevando el último cigarrillo a sus labios y rompiendo la caja hasta dejarla plana.

—No existe una persona que no tenga un lado jodido, Yoon– Explicó tomando la rosa de las manos de Yoongi. —No hay nadie que no pueda hacerte daño– Susurró envolviendo el ramo con la cajetilla rota de cigarros. —Todos tenemos algo malo, una parte de nosotros que lastima a los demás–

Yoongi tomó el ramo cuando este se lo tendió, viendo que la cajetilla de cigarros alcanzaba a la perfección para evitar que su mano se corte con las espinas.

—Lo único que puedes hacer es intentar que no te hieran, y estar preparado para sanar si eso pasa– Dijo encendiendo el cigarro en sus labios.  —Pero no por miedo a cortarte, vas a alejarte de las rosas–

Min sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo y sus piernas temblar cuando la mirada profunda y negra de Jungkook se clavó en sus ojos al acabar aquella frase con voz suave y baja.

—¿Tu eres la rosa?– Preguntó con un hilo de voz.

—Todos lo somos, sol– Respondió apartando su cabello de su rostro para ver su sonrojo con más claridad. —Tu ex te lastimó y yo podría hacerlo, pero ¿Me dejarías fuera de tu vida solo por eso?–

🍓

—Deja que voy a buscar algo para que te lleves– Dijo Jungkook cuando llegaron a la entrada de la cafetería.

—No hace falta, Kook– Dijo siguiéndolo.

—¡No veas!– Soltó pasando por al lado de su hermana. —Y me has hecho compañía por tres horas, es lo menos que puedo hacer–

—Lo hice por gusto– Dijo cubriendo sus ojos con sus manos. —No me debes nada–

—Digamos que será tu último premio antes de tu castigo– Dijo acercándose a él con la bolsa en la mano.

—¿Qué castigo?– Preguntó en un susurro.

—Por no adivinar la metáfora de la rosa– Respondió viéndolo desde arriba mientras tomaba la bolsa en la otra mano que no llevaba el ramo. —Mañana después de las clases ven aquí, solo, sin Jimin–

—¿Puedo venir contigo?– Preguntó viéndolo curioso cuando negó.

—Ven y espérame– Susurró acercando sus labios a su oreja. —Será la primera parte del castigo–

Yoongi tragó duro, apretando los muslos y sintiendo un cosquilleo en su vientre cuando su voz rasposa acarició su piel sensible.

Vio a la hermana de Jungkook verlo con una sonrisa pícara desde la barra mientras atendía a un cliente, antes de que Jungkook se separara y tapara su visión.

—No hagas trampa, o tu castigo será mucho peor–

🍓

2/3