Yoongi estaba esperando su malteada cuando una rosa roja apareció en su campo visual.
Abrió los ojos de par en par y se volteó, encontrándose con la amplia sonrisa de Jungkook.
Aguantó las ganas de soltar un suspiro y sonrió.

–¿Qué haces?– Preguntó cuando Jeon le tendió la rosa.

–Para ti– Dijo sonriendo. –Quiero que te reapropies de la idea que tienes del rojo–

La sonrisa que se formó esta vez en el rostro de Yoongi fue más real. Ese chico era realmente tierno y era innegable que lo trataba como si fuese un tesoro.

–Gracias– Suspiró tomando la rosa. –Pero te he dicho que no quiero novio–

–¿Oíste una propuesta?– Preguntó haciéndolo sonrojarse. –Olvídalo, pediré un café–

–¿Quieres salir a tomarlo conmigo?– Preguntó Yoongi guardando la rosa en el bolsillo de su mochila con cuidado, dejando la flor por fuera.

–Me encantaría–

Yoongi parpadeó sorprendido al ver a Jungkook con el cigarro entre los labios, con la mirada perdida en su café y la mandíbula ligeramente tensa.

–No sabía que fumabas– Soltó sentándose a su lado.

–No es un vicio– Respondió alzando los hombros y soltando humo. –Pero relaja–

–¿Puedes dejarlo?– Preguntó tomando su malteada.

Jungkook asintió, apagando el cigarro en la suela de sus botas, dejándolo a la mitad en el suelo para luego arrojarlo al cesto.

Yoongi sonrió, llevando su mirada al frente y apoyando su espalda en la pared, mientras Jungkook tomaba su café en silencio.

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