Capítulo 20

Fue directo a su habitación, ya estaba acostumbrado a pasar el mayor tiempo ahí cuando se sentía de esa manera o el día no había sido como quería. "¿Por qué me debo enfadar? Brian es libre de hacer su vida como le plazca, no me gusta sentirme de esta manera ¿Por qué mi corazón duele?" pensaba una y otra vez borrando las lágrimas que por gusto saldrían. Optó por ser fuerte y de un aliento se tiró a la cama. Extendido ahí pensó en todo los acontecimientos ocurridos. Tras unos segundos así se encogió al recordar lo que hizo hace unos minutos. "¡No debí gritarle, qué vergonzoso!"

Ocultó su rostro en la almohada de la cama, apretando su rostro con todas sus fuerzas, casi gritando. Había sido un bonito día lleno de venganza. Había derrotado a su mayor rival de la escuela, bueno no era esa clase de derrotar, pero darle un beso lleno de pasión aunque no era esa tipo de pasión en esa ocasión, como veía en las películas funcionó, dejando en ridículo a Lennon frente a todos sus amigos. Era su única táctica, a lo único que recurría ante situaciones de pánico, que más podía hacer. Se sentía tan bien, hasta ya quería que sea el día siguiente para poder ver sus reacciones. Sin embargo, como siempre Brian todo lo tenía que malograr.

La melancolía lo invadió un momento, pero recordó que momentos antes había decidido no sentirse así. Tal vez debería pensar como si nada hubiera pasado y todo sería diferente. Sí, eso debía hacer. Todo estaría solucionado sino le prestaba atención a Brian, pues después se creería el importante y eso no estaba en sus planes. Con los pensamientos claros y la mente positiva apartó su rostro de la almohada consideró que fue una mala idea, "¡Todo huele a él, maldición!"





La tarde calurosa se había vuelto más aún cuando abrió los ojos después de estar consciente y encontrar a Chriss enfrente de él. La chica se acomodó los cabellos detrás de sus hombros y lo miró de manera pícara.

—¿Y te gustó?— dijo a la vez que bajó su mirada hacia sus manos con el rostro completamente rojo.

Brian recapituló todo lo acontecido, la había besado o ella a él, cómo ocurrió fue porque pasó todo muy rápido. "Eso me pasa por tener la cabeza en otras cosas". Debía concentrarse en ese mismo momento. La chica lo estaba mirando esperando una respuesta y él haciéndose todo un rollo en la cabeza. Si alguien hubiera traído un espejo en ese instante podía haberse observado lo ridícula que tal vez lucía su cara. El rostro igual de rojo como la de su acompañante, con sus cabellos hechos un desastre y la camisa a medio abrir. No se le venía nada a la mente para contestar una simple pregunta.

—Sí... estuvo delicioso— dijo girando su rostro por completo a otro lado acomodándose la ropa. No pensó antes de hablar.

—¿Disculpa? ¿De qué hablas?— preguntó confundida mirando la forma torpe en la que se comportaba.

—Que estuvieron deliciosas las galletas que preparaste, gracias—habló haciendo una sonrisa actuada— Sabes no sé cómo agradecerte...

—Brian, te acabo de besar— le interrumpió la chica con un poco de ira. Acaso ni siquiera puso una mínima atención al beso que le había dado— Te pregunté cómo te pareció.

La realidad golpeó al ruloso. Sí, la había besado. Sin embargo, si ordenaba los sucesos, tomaron unas bebidas con algo de alcohol y bocadillos. Ya recordaba mejor esa misma tarde había aceptado en llevarla a su apartamento. Disfrutaron un buen rato viendo películas y tras unas bebidas ella dijo algo que en su mente sonó a la lejanía y de golpe ella se acercó a él acercando sus labios fundiéndose en un beso. En un beso, que al parecer ni recordó por estar pensando en la estúpida "pelea" con Roger esa mañana. Por un niño testarudo. Idiota.

— ¡Hey! ¡Brian, contéstame!— dijo Chriss acercándose a él, agitando su mano sobre sus ojos para que su mente volviera — Creo que la bebida te afectó demasiado y eso que no tenía mucho alcohol.

Con la cara echa un berrinche buscó una de las latas de las bebidas ingeridas y las leyó atentamente hasta que Brian volvió a la realidad.

—Soy un estúpido, perdóname— le apartó las latas de bebidas— Sabes que últimamente ando aturdido por las responsabilidades que me rodean... por eso sentí que el beso que me diste me sacó de todo — mintió— Eres grandiosa.

La chica se tomó una mejilla, girando los dedos de sus manos avergonzada de sus palabras. Estaba segura que le gustaba muchísimo y dar ese paso según ella era un gran salto para la humanidad según Brian. Lo último sonó tan ridículo.

—Entonces... sí te gustó— se dijo para sí misma emocionada. Se arregló sus cabellos y se acomodó en el sillón tomando otro bocadillo que estaba en la mesa.

—Algo así— creyó que debería callarse de inmediato, ya no estaba seguro ni de lo que decía.

—Ven, Brian, sigamos viendo películas traje todas las que te gustan— dijo emocionada tomándolo de la mano para que se acercara más a ella. El ruloso sentía una punzada en el corazón, se lamentaba al principio hacerla sentir mal al no recordar, pero era la verdad. Sin embargo, al ver a Chriss estando por completo satisfecha, ese sentimiento de culpabilidad se fue. Ella por otro lado estaba en el cielo y definitivamente pasaría todo el día con Brian. Feliz, colocó la película para disfrute de ambos.

Las horas pasaron, hasta que el cielo se volvió naranja dando pasé al atardecer de ese verano. La película pasó de manera normal. La chica por su parte procuró esta vez no echarle tanto alcohol a las bebidas pues al ver al muchacho momento antes todo perdido, no quiso que se perdiese otro beso que tal vez le daría cuando menos se le esperase. Pero, Brian veía a la chica totalmente tranquila mientras que él aturdido se preguntaba que estaría haciendo Roger en esos momentos. "¿Ya habría llegado a casa? porque no escuché la puerta cerrarse", esto le hizo sentirse ansioso. "¡Roger!"

—¿A dónde vas?— preguntó la chica viendo como Brian se ponía de pie.

—Creo que iré a recoger a Roger, hasta ahora no ha llegado, estoy preocupado— dijo a punto de tomar sus llaves del perchero.

—¿Y piensas dejarme aquí, sola?— dijo frunciendo sus labios en forma de queja hacia él— Pensé que yo era más importante.

—No digas eso, yo lo estoy cuidando, tú sabes bien—habló buscando sus zapatos.

—Si ya veo, que buen cuidador eres Brian, para acordarte de él cuando ya casi anochece— dijo la chica tomando una hoja de papel para ventilarse del ambiente caluroso.

—Lo sé soy de lo peor, gracias por motivarme Chriss— dijo sarcásticamente ya dirigiéndose a la puerta, pero escuchó las risas descontroladas de la chica. No entendía porque se reía por eso soltó la manija de la puerta mirando a la castaña.

—¿Qué sucede?— preguntó serio

—Brian, no es necesario que vayas tu "hermanito" ya está en casa—finalizó riéndose hasta el punto de casi escupir su bebida.

—¿Qué?... pero cuándo...

—Relájate, quizá está en una de las habitaciones— dijo acomodándose otra vez viendo la película que corría sin nadie que la atendiera.

—Estuve totalmente preocupado... debiste avisarme— se sentó nuevamente en el sofá, tapando su rostro con ambas manos, estaba completamente avergonzado por su actitud.

—Quería comprobar que tan buen cuidador eres y acabo de darme cuenta que eres el mejor— dijo la chica sarcásticamente riéndose— Pensé que te habías dado cuenta que había llegado... nos encontró en pleno beso.

— Es un alivio que haya llegado temprano— dijo Brian, pero se sobresaltó al escuchar la última frase— ¡¿Qué?! estas bromeando ¿Verdad?

—No te miento, debiste ver su cara inocente, completamente roja— no paraba de reír al recordar ese momento y a la vez como Brian se tapaba la cara aún peor— ¿Crees que lo hemos asustado? aunque chicos de su edad ya deben saber que cosa hacen los adultos.

—Soy el peor hombre en esta tierra. No sé cuánta veces he repetido lo mismo desde que lo tuve que cuidar... yo no sirvo para esto— Chriss apenas podía oír sus lamentos pues él aún seguía cubriéndose el rostro.

Al verlo en esa posición no pudo evitar acercarse más a él. La chica tomo uno de sus brazos y los apartó. Brian pudo ver los ojos verdes de la muchacha y las mejillas sonrosadas de tanto reír— Ven, no digas esas cosas...—ella sabía que debía provechar el momento para consolarlo recostó su cabeza rulosa en su hombro parecía que ya se había tranquilizado, empezó a acariciar sus cabellos. La chica se sentía en la cima del mundo, hasta que dijo lo siguiente— No es como si hubieras hecho cosas peores anteriormente.

Como si esa oración se tratará de un botón encendido en Brian, de inmediato se levantó de sus hombros. Su corazón se estrujo y sentía que dolía, se sintió peor haciendo que pensará lo siguiente: Gracias por la "ayuda"

Había dejado a su amiga en la sala viendo la película que era completamente ignorada. Con la excusa de querer ir a los servicios fue directamente a la habitación de Roger, mientras volteaba de vez en cuando para ver que la joven no se diera cuenta.

La puerta de su cuarto estaba entre abierta, por un segundo pensó que haya escuchado todo. Haciendo el mínimo ruido ingresó borrando todo lo anterior de su mente al ver al pequeño rubio completamente dormido. Era una escena impecable pues los últimos rayos de sol alumbraban su blanquecino rostro adormilado. No pudo evitar sonreír al ver sus vestiduras que cubría su delgado cuerpo, eran por completo pequeñas, recordó la discusión de esa mañana. Roger se había negado en usar las ropas nuevas, fue tan terco que no llegó a convencerle. Por último, no perdió el detalle del ver sus brazos apretando su almohada, era muy adorable.

Apartando esos pensamientos se sentó a un lado —Rog— lo intentó despertar, moviéndolo un poco. El muchacho rubio se removió dando leves quejidos, apretando más la almohada con sus brazos y cubriendo allí su rostro—Roger— lo llamó otra vez.

—Déjame— es lo que entendió Brian, riéndose de sus no tan claros sonidos.

—Roger... tienes que levantarte está corriendo un poco de viento porque ya va anochecer. ¿Estás escuchándome?

—Mmn.

—Estás casi sin ropa si así le pudieras llamar a esto, ponte algo más o te resfriarás— lo sacudió un poco más fuerte para molestarlo, pero parecía que funcionaba pues se estaba levantando.

—Mmn ¿Bri?— entreabrió los ojos al ver una imagen borrosa del muchacho sentado junto a él. Inmediatamente como si una chispa se encendiera dentro de él despertó alegre de un brinco—¡Bri! ¡Llegaste!

—¿Llegué? ¿A dónde fui?— preguntó confundido dándose cuenta que Roger no estaba por completo despierto. Sentado en la cama, tallándose los ojos bostezaba el rubio entrando en razón, mirándolo fijamente con los ojos achinados. Brian tuvo miedo.

—¡Brian!— gritó el pequeño golpeándole la barriga con la poca fuerza que tenía, volteándose dándole la espalda— No me dijiste que ibas a traer visita.

— Hey Roger ¿Qué sucede? tengo unos bocadillos en la sala si quieres te traigo unos para que no estés así— dijo viendo aún la espalda del chico.

—Tú sabes muy bien lo que me pasa— dijo de forma altanera, causando gracia en el mayor.

Sabía que el pequeño rubio estaba por completo avergonzado ante la escena comprometedora con Chriss, pero hasta él no lo veía venir. Incluía también la discusión de aquella mañana, ni siquiera se había disculpado con él aunque debería ser al contrario. Sabía que no se movería de allí. No sabía qué hacer para poder llamar su atención. ¿Acaso debería rendirse?

Roger por un lado pensó no actuar así, pero algo en el fondo lo lastimaba, haciendo que le doliera optando por ello. Brian, había arruinado su día perfecto, había llegado de buen humor para contarle lo que hizo en la escuela, que había dado una buena "lección" a su queridísimo compañero de clase y que tal vez más tarde tendría más amigos. Se mantuvo con los brazos cruzados e ignoró, sin embargo al escuchar unos pasos retirándose, se volteó de inmediato.

—Bri, espera— lo miró con sus ojos azules— Per... perdóname por ser así— salió por fin.

El ruloso volteó hacia el sentándose nuevamente hacia el chico, revolviendo sus rubios cabellos— No costó mucho decirlo.

—Tal vez un poco— le sonrió bajando la mirada.

—No te preocupes. Sé cuándo te molestas de verdad. Por eso opté por darte tu espacio. Actúas muy bien sabes ¿Has pensado a incluirte al club de actuación?— se burló.

—¡Oye! Sí estaba enfadado— le dio un golpecito en el brazo— Ya no bromees con eso, me haces sentir mal— Se apoyó en él con confianza. Esta actitud le tomó de imprevisto a Brian, pero lo acurrucó, era muy acogedor y estaba tibio.

—¿No me contarás lo qué hiciste en la escuela? Luego no digas que no te doy mucha atención.

Roger rio por un momento— Con lo que dijiste ayer sobre devolver el dinero que me dio mi amigo, pero creíste otra cosa. Lo hice— habló tranquilo mirando a la nada.

—¿Así? No fue difícil decir la verdad y ser honesto, cuando tenía tu edad también pasaban esa cosas en mi escuela y...

—Brian, aburre no sigas— dijo acomodándose mejor en él, de inmediato el chico guardo silencio haciéndole caso volteando los ojos—¿No me preguntarás cómo fue? — se le escapó al rubio riéndose, sentía que tenía el poder en esos instantes. Brian no sabía porque hacía caso a órdenes de un pequeño rubio, pero la pregunta sonó como sospechoso, pero igual quiso saber.

—Te escucho, Roger.

Roger se dio una sonrisa para si pues no sabía cuánto tiempo había pasado Brian en la habitación cuando tenía una visita allá afuera sola. Si que lo había retenido, estaba contento porque tenía toda su atención. Y quería saber cuánto tiempo más se quedarían en esa posición. Le contó todo lo sucedido obviamente cambiando la historia pues sabía que se ganaría otro regaño si decía la verdad. Incluyó que él había sido fuerte y había "golpeado" de manera leve a al que se había metido en su camino, solo para intimidarlo. Lo cual le hacía quedar como una santa paloma, sin embargo Brian no estuvo totalmente convencido ante lo contado.

El más alto ya se estaba durmiendo cuando de un leve golpe en la mejilla Roger lo despertó.

—Oye Bri, ¿No tenías a una visita hace horas en la sala?

—Cierto, Chriss... han pasado veinte minutos— en un segundo se puso de pie dejándolo solo en la habitación, sin embargo antes de retirarse le dijo que si quería podía unirse con ellos en la sala. Advirtiéndole que si se unía debía ya colocarse la pijama.

En la sala la chica miraba la tele atenta pues al parecer la película estaba interesante. Al notar la presencia del chico, sonrió.

—¿Estuvo interesante el baño?— le preguntó. Había notado su ausencia.

—Oh, es que de ahí fui a mi habitación. Recordé que tenía que hacer algunas cosas.

—No te preocupes, yo también tengo sobrinos y hermanos a los que tengo que atender.

Brian, al voltear entendió—¿A qué te refieres...

El rubio estaba de pie con las mismas ropas, mirándolos. El menor tenía claro en que no iba a dejar que se diviertan solos, dejándolo como extra. Además, quería conocer a la chica. Esos instantes en que Brian lo dejó dudó en salir, pero quería al menos divertirse solo un poco con ellos. La chica parecía muy simpática, pero... tal vez si...

—¡Hola! Soy Roger mucho gusto, disculpa si te molesto, solo vine a cocinarme algo.

—Roger un gusto soy Chriss, únete aquí hay espacio y ha quedado algo de comida aquí, no es necesarios que cocines— le dijo la chica barriéndolo con la mirada de arriba hacia abajo. Estaba totalmente impactada y confundida al mismo tiempo por su venida, también por el curioso estilo del chico rubio no sabía cómo describirlo, ¿Tanto calor tendría?

—No gracias, yo lo haré. Diviértanse— La cocina solo quedaba al lado de la sala por ende el rubio no dejó de hacer ruidos con los utensilios. Disfrutaba estar allí cocinando quien sabe qué. Por otro lado, Brian hacía como si viera la película pues en realidad podía apartar la vista del chico. Le había advertido y le consta pues el rubio asintió cuando le dijo que se cambiara. Sus llamadas "ropas" no eran las apropiadas cuando tenía una visita presente. Trató de ignorarlo.

—¡Bri!— lo llamó Roger desesperado interrumpiendo su película— ¿Sabes dónde está el rodillo? No lo encuentro.

El grito también llamó la atención de la chica por eso normal le dijo al ruloso que vaya. Por un momento el rubio llamó la atención y tranquilizó a la joven lo veía tierno usando un delantal, buscando por los anaqueles de la pared. Tal vez, no tenía de qué preocuparse, era solo un niño. Sin embargo, no apartó los ojos de la escena.

—Lo guarde por aquí— Brian se acercó hacia el muchacho colocándose detrás de él al ver que no alcanzaba, tendiéndole el objeto.

—Gracias, Bri— el muchacho le dio un rápido beso en la mejilla colocándose de puntas.

La chica normal seguía observando, alegre tal dulce escena. No podía sacar nada sospechoso de allí claramente Brian le había dicho que Roger era como su hermano menor. Así pasaron algunos minutos después que el más alto regresara a su lado. Sin embargo, todo se volvió de cabeza para ella, cuando al que consideraba solo un niño lo llamó al ruloso para lo siguiente o quizá su cabeza malinterpretó.

— ¡Necesito tu ayuda! ¡Ayúdame a hacer esto!

Brian ni le pidió permiso a Chriss para retirarse porque fue de inmediato.

—¿Qué intentas hacer?

—Son galletas.

—Pero nunca haz echo galletas.

—Cállate, menos palabras y más acción, mira aquí tengo la masa lo que sigue es aplastarla, pero no tengo demasiada fuerza— Roger colocó la masa en la mesa apenas aplanada, Brian estaba a punto de ayudarlo cuando fue interrumpido—¡Espera! Antes que empieces quiero que veas como lo hago para que creas que no hago la suficiente fuerza.

—¡Mírame!—empezó a amasar lentamente. Inclinó su cuerpo para aplicar más fuerza, y sus brazos iniciaron a moverse de a poco, su espalda se curvó mientras hacía esto hizo leves jadeos de cansancio. Su pequeño short al inclinarse no cubría todos sus atributos y su polo estaba totalmente doblado.

—Pero normal estoy dispuesto a ayudarte— insistió, alejándose apropiadamente viendo como el más pequeño se colocaba en posición para poder amasar. Para el más alto la escena le pareció graciosa, veía como se esforzaba lo suficiente, pero sin lograrlo. Con detalle observó cómo sus brazos delgados apenas se movían de manera lenta y sus piernas eran flexionadas, escuchaba como daba leve jadeos y sus mejillas blanquecinas se volvían rojas ante la presión dada. No podía creer que fuera tan débil. ¿Debía ayudarlo? pero ese panorama era para analizarlo más a fondo pues era preocupante, ya el chico debería estar en total desarrollo.

— Vez, no sirvo para esto, soy muy pequeño.

En su nube, Brian analizaba y trataba de recordar si en todos esos meses cuidándolo lo había alimentado bien. Claro que lo hacía, tomaba su leche todos los días, como debía ser así como otros alimentos saludables.

Basta. Fue su último pensamiento antes que una voz femenina interrumpió. Se ponía de pie para ella todo esto había sido suficiente.

—¡Brian, ya es tarde! Me tengo que ir un gusto, la próxima yo te invito a mi casa— Le sonrió dándole un beso lento casi en la comisura de los labios del mayor el cual no tenía idea de por qué hacía eso. Dándole al más pequeño una mirada de desprecio. Ella sentía explotar ¿Acaso estaba celosa de un chico?

—Un gusto Chriss y yo que iba hacer galletas para ti. Es una lástima— dijo el rubio con una cara de lastima, pero por dentro satisfacción. Asimismo, supuso que ni siquiera lo escuchó pues la muchacha salió cerrando de golpe la puerta.

— ¿Ahora qué hice? ¿No hice nada malo verdad? Tengo escalofríos— incluyó mirando al más alto, inocente. El cual al ver sus ojos brillantes le sonrió, tomó de los hombros al menor ayudando en lo que se habían quedado.

—No, no has hecho nada malo, solo creo que debería pasar más tiempo contigo, pequeño hermano.

Esa tarde iba ser muy larga e interesante para ambos en hacer unas simples galletas pues nunca habían cocinado algunas.

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