𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟖
"𝐀𝐦𝐚𝐫𝐠𝐨𝐬 𝐫𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐨𝐬 𝐲 𝐜á𝐥𝐢𝐝𝐨𝐬 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬"
Un pequeño castaño y un alto pelirrubio caminaban camino a casa Entre las veredas del parque. Ni Taehyung ni Jimin decían absolutamente nada. Pero no era un silencio incómodo, mas bien era una especie de silencio reflexivo. Ellos dos eran de esos amigos que se entendían perfectamente sin necesidad de decir palabras.
Jimin jugaba con las mangas de su camisa, mientras que taehyung miraba el suelo y golpeaba un piedrita desde hace un buen rato. La verdad era que Taehyung se estaba muriendo por hacerle una pregunta a Jimin desde hace bastante rato. Pero él sabía que su pequeño amigo era muy reservado. Jimin era una pequeña cebolla, había que pelarla capa por capa. Aun así Taehyung ya no podía mas y aclaró su garganta en un intento por llamar la atención de Park.
— ¿Qué sucede Taehyung? —Preguntó Jimin al ver la acción de Taehyung. Él también lo conocía bastante bien, y sabía que él solo se aclaraba la garganta cuando tenía algo que decir, pero que le costaba expresar.
— Veras, yo...— Contestó dudoso, como si estuviera considerando la opción de arrepentirse y decirle que sólo estaba pensando en como sería el final del arcoiris.
— Deja los rodeos, Taehyung. No quiero que mueras por guardarte la duda.— Contestó mientras sonreía y le miraba divertido.
— Pues, no sé si te moleste que te pregunte pero, —Hizo una pausa para tomar aire y pensar mejor en como suavizar un poco su pregunta. Pero, después de todo, es mas rápido pelar una cebolla si usas un cuchillo. Así que lo haría de una vez no esperando una respuesta muy elaborada.— ¿Qué pasó entre ti y Jeongyeom?
Jimin abrió los ojos un poco e hizo una mueca rara. No pensó que su pregunta tuviera que ver con ella, pero al parecer había pasado tanto tiempo callando lo que había sucedido que a Taehyung no le quedó más que preguntarle directamente por el asunto.
— Jeongyeom, pues... digamos que distanciamiento, desagradecimiento e indiferencia explican lo que pasó con ella.— Contestó y sacó el aire que quedaba en sus pulmones para luego respirar profundamente y explicar lo mas sencilla y satisfactoriamente posible lo que había pasado.
— No tienes que decirme si te incómoda.— Dijo Taehyung mientras le daba palmadas en su hombro.
— No, en realidad siento que necesito decírselo a alguien. —Taehyung asintió y calló para que Jimin pudiera continuar— ¿Alguna vez te ha pasado que ayudas a alguien sin esperar nada, pero luego esa persona te trata mal o de forma indiferente sin saber porque? —Preguntó y taehyung negó con la cabeza.
— En realidad no lo sé, sabes que en mi vida tu haz sido mi único amigo y nuestra amistad siempre ha sido muy sincera.— Admitió encogiéndose de brazos.
— Pues con Jeongyeom fue diferente. Al principio creí que tendríamos una amistad duradera. Tu sabes lo que pasó con ella, sus momentos de depresión la mataban, pero siempre estaba sonriendo. Quien la conocía muy bien sabía que ella era una persona sonriente por fuera y rota por dentro. Y yo era de esas personas que lo sabía.— Dijo para luego tirarse en el césped de la pequeña zona verde del parque por el que cruzaban.
— No lo sabía, la verdad es que ella y yo nunca fuimos los mejores amigos, yo incluso pensé que ella gustaba de ti— contestó Taehyung.
— Pues, tu mejor que nadie sabes que me preocupó demasiado por los demás. Pienso mas en la felicidad de otros que en la propia. —Y eso era cierto, casi siempre no podía hacer caso omiso a lo que pasaba a su alrededor. Cuando alguien sufría, él también lo hacía, y pensaba que si no hacia nada luego se sentiría mal por ello.— En muchas ocasiones veía como ella sufría, sabía que la estaba pasando mal y siempre estuve ahí para ella. Cuando intentó dejar de vivir también, cuando su abuela murió, siempre que pasaba por algo malo yo trataba de estar ahí para ella.
— ¿Y que pasó?— Preguntó esta vez.
Las lágrimas corrieron de manera traviesa por su rostro. Jimin ya no podía controlar sus sentimientos, revivir esos recuerdos que él solía reprimir lo hacía quebrarse en miles de pedacitos. — Ella encontró nuevos amigos, eso me agradó mucho sabes. Pensé que tener mas compañía haría que ella pudiera sobrellevar su pesar con el tiempo. Pero, con el tiempo ella empezó a ignorarme, le dejaba mensajes, eran ignorados. Cuando la llamaba decía que estaba ocupada, siempre me dejaba solo. Normalmente empezó a buscarme solo cuando necesitaba algo o solo porque se sentía triste y cuando conseguía lo que quería se volvía a alejar,
— Debiste haber pasado por una mala racha, Jimin.— Dijo suavemente mientras miraba el césped que los rodeaba, mientras que Jimin estaba perdido en el color naranja del cielo.
— Al principio fue difícil lidear con su indiferencia, ya que me siento mal cuando alguien me ignora y sé que es a propósito. Pero, luego de un tiempo, —Suspiró pesadamente, una cosa era decir que su decisión estaba bien en su cabeza y otra muy diferente era decirlo en voz alta.— Decidí que no aguantaría más su forma de ser tan... Temperamental.
Jimin había parado de llorar, como si ya lo hubiera sacado todo, cómo si su tristeza fuera cambiada por otro sentimiento. "Irritación" ahora hablar de Jeongyeom le causaba irritación en demasía. Aun no entendía cómo pudo haber pasado tanto tiempo queriendo a una persona que nunca en su vida le devolvió uno solo de sus gestos. Una persona que nunca le devolvió un te quiero sincero, y que no fuera meramente por cortesía u obligación. Una persona que se había aprovechado de él solo para recibir ayuda moral y consuelo y que luego de recibirlo volvía a alejarse. Una persona que ahora le daba amor a personas que ni siquiera se lo habían brindado, mientras que él, se encontraba observando toda esa desdicha desde lejos. Era obvio que ya estaba cansado, asqueado de esa horrible actitud, quería morirse y lloraba mucho. Pero al final, como todos, él despertó.
Jimin se dió cuenta de que ya no debía seguir culpándose de la lejanía e indiferencia de alguien a quien él le había dado todo de sí, a una persona que siempre decía estar para él pero que en realidad no lo estaba, alguien que no sé merecía su cariño, que ahora recibiría lo mismo que había dado. Habían unas palabras que retumbaban en su mente constantemente:
"no hagas a los otros lo que no deseas que te hagan. Debes tratar a los demás de la misma manera en la que deseas ser tratado"
Jimin se dio cuenta de que el trato a veces es algo recíproco, pero algunas almas no saben apreciar lo que tienen hasta que lo pierden. Quizá Jeongyeom necesitaba sentir la perdida de su amistad. Sentir como una bofetada lo mismo que ella había dado regresando para si misma. Ahora ella recibiría indiferencia, ahora ella recibiría el mismo trato que había Jimin recibido de su parte. Jimin estaba decidido a ya no ser su pequeño muñeco, él no era un títere que se podía manipular. Jimin había decidido cortar aquellas cuerdas, ya que sin quererlo se había convertido en lo antes mencionado. Por eso es que no le dolió nada volverse de piedra. Dejar de tener sentimientos por nada ni nadie ahora era algo muy fácil para él. Él ya no sentía amor, ni siquiera odio, ¿Por qué? Porque hasta el odio era un sentimiento, y aquella persona que le había devuelto mal por bien no se merecía absolutamente nada, ni siquiera su odio.
Pobre de Jimin, ya de por si sufría por tener que ser lo que era. Pero esas pésimas personas le habían creado un sentimiento de inseguridad y desconfianza en los demás. No podía confiar en nadie que no fuera Taehyung o su familia. Las personas eran simples sombras a su lado, ya no podía ver cosas buenas en los humanos, no confiaba mucho en ellos, pensaba que todos eran como aquella chica, pensaba que todos estaban ahí para usarlo y luego desecharlo y alejarse de él sin decir nada, y buscándole remedos de reemplazo para su persona.
Pero después de algunos pocos años luego de aquel suceso tan amargo en su memoria. Había logrado el poder empezar a quitar la desconfianza de su corazón. Y desde que conoció a Yoongi parecía que la coraza de piedra que había creado oara protegerse, se caía poco a poco. Volviendo su gélido corazón cada vez mas cálido, como si ahora pudiera volver a sentir nuevamente. Ese era su conflicto, tenía que luchar con ello si quería ser feliz. Él quería intentarlo con Yoongi, quería un nuevo comienzo. Por eso aceptó la amistad de Liffy, pensó que sería una buena persona para empezar a confiar. Solo esperaba que, ni ella ni el pelirrubio, hicieran con él lo mismo que le había sucedido antes, era su cometido, ya no quería sufrir más.
— ¿Jimin? ¡Jimin! —Gritó Taehyung al ver que Jimin se había quedado en una especie de ministro trance.
— Mm, lo siento. Creo que me quedé pensando por un momento.— Contestó mientras reía levemente.
— Me asuste mucho. No vuelvas a hacer eso.— Bufó un poco molesto.
— bueno, la cosa es que. Al final me cansé de todo y cerré ese ciclo de mi vida. Mi pasado oscuro se quedó en Busan, y mi futuro nuevo y mejorado se encuentra aquí en Seúl.— Explicó con una sonrisa mientras se levantaba para continuar su camino a casa.
— ¡Jimin! ¡Jimin!— Escuchó que gritaban a sus espaldas. Se dió la vuelta y pudo divisar una una pequeña castaña que corría a toda velocidad hacia él. Pero ya era muy tarde para parar. Cuando menos sintió la castaña le cayó encima, y con eso también impactó contra el suelo.
La chica se quitó se encima y sintió que al fin podría saber de manera decente lo que quería la chica. —Por Dios, Liffy. Ten más cuidado.— Se quejó mientras la ayudaba a ponerse de pie.
— Es que es urgente y te he estado buscando por todos lados.— Dijo la chica mientras lo jaloneaba de un lado a otro.
— Sí pero explícame qué pasa no solo me muevas como si fuera fruta dentro de la licuadora.— Contestó Jimin, y la castaña lo dejó en paz.
— ¡Tienes que venir al cine conmigo ahora!— exclamó mientras empezaba a empujarlo en dirección al cine, o sea, el lado contrario al camino a su casa.
— Espera, ni siquiera me preguntaste si podía— Reprochó tratando de detenerla.
— Por favor, necesito a alguien que me acompañe. Yo voy contigo cuando quieres espiar a la azúcar, ven conmigo esta vez. Además, Yoongi estará con mi crush hoy, por eso quiero verlos. Quiero saber que se traen.— Contestó haciéndole ojitos a Jimin para que dijera que si.
Cuando Jimin escucho que Yoonie también estaría, algo en el se movió. Desde hace mucho no sentía la necesidad de querer ver a alguien tanto como a Yoongi. Pero no iba a desaprovechar la oportunidad— Acepto— Contestó gustoso y se fue con Liffy, no sin antes despedirse y disculparse con Taehyung. Además de pedirle que le dijera a su madre que llegaría un poco más tarde esa noche.
Caminaron casi corriendo para llegar al cine. A los lejos los vieron. Ahí estaba el pelinaranja y el rubio, tan felices como siempre. Porque si, el crush de Liffy era el hijo del director. El señorito Jung Hoseok. Se colaron en la fila tratando de que ninguno de los dos los viera. Luego de que ellos pagaron las entradas se miraron y tragaron duro. La película era de terror, se trataba de "trenes del más allá" casi se desmayan de solo saber que tendrían que ver esa película solo para espiarlos. Era un completa locura.
Pagaron las entradas y se sentaron unas cuantas filas para atrás. No muy lejos, pero tampoco muy cerca. La película comenzó normal, todo era una simple películas de terror con un loco matando con una motosierra. Pero lo que menos hacía el par de espías, era prestarle atención a la película. Liffy está riendo por ver a Hoseok gritando como nena cada que vez que tenía oportunidad, y Jimin veía con ternura como Yoongi trataba de calmarle. Era una escena bastante graciosa.
Entre gritos de Hoseok, las risas de Liffy, los abucheos del público y las palomitas de Hoseok volando por el lugar. La película terminó. Ambos esperaron a que Yoongi y Heoseok salieran de ahí para poder seguirlos nuevamente. Saliendo del cine Hoseok ya se encontraba comiendo, era un delicioso helado de vainilla. Se veía que ambos tenían una plática bastante animada hasta que de repente ¡pum! El helado se derramó sobre la chaqueta de cuero de un matón que pasaba por ahí en ese momento.
— ¡Niñato! —Gritó mientras agarraba a Hoseok por el cuello de su camisa— Ensuciaste mi camisa favorita.
— Lo siento, señor. —se disculpó Heoseok con la voz temblorosa y consumido por el miedo.
— Disculpe lo que ha pasado, —Intervino el rubio— Podemos pagarle la tintorería si lo desea.— Sugirió Yoongi con cortesía, a Jimin le gustaba que Yoongi fuera de esa manera. Aunque por Liffy había escuchado que podía llegar a ser un demonio cuando estaba molesto.
— A mi nadie me pagará la tintorería. Me pagarán la chaquetas par de niños.— Dijo el hombre sacando el pecho, supuestamente para mostrar su superioridad y fuerza.— Yoongi se molestó, era injusto.
— Pero señor, eso sería muy injusto— Dijo Hoseok tratando de calmar al hombre siendo lo más suave posible.
— Yo pagaré la chaqueta— Dijo una voz detrás de ellos. Se trataba nada más y nada menos que de Jimin.
Se acercó al grandote y sacó su cartera, — Yo pagaré— Dijo guiñándole un ojo a Liffy, mientras tomaba la mano de Yoongi con su otra mano— Le pagaré todo en uno, dos, tres... — miró a la chica que tomaba la mano de Heoseok— ¡Corre Liffy, corre! —gritó para salir corriendo mientras agarraba a Yoongi y salía corriendo en la dirección contraria a la de Liffy y el pelinaranja. No sabía ni a donde iba, estaban sin rumbo en aquel momento, pero estar tomado de la mano con Yoongi lo tranquilizaba y le recordaba que ahora todo, estaría bien.
"𝐒𝐮 𝐜𝐨𝐫𝐚𝐳ó𝐧 𝐥𝐞 𝐝𝐞𝐜í𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐢 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥 𝐩𝐞𝐪𝐮𝐞ñ𝐨 𝐩𝐞𝐥𝐢𝐫𝐫𝐮𝐛𝐢𝐨, 𝐧𝐨 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚𝐛𝐚 𝐬𝐢 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚 𝐬𝐢𝐧 𝐫𝐮𝐦𝐛𝐨. 𝐏𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐣𝐮𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐢𝐫í𝐚𝐧 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐞𝐥 𝐟𝐢𝐧 𝐝𝐞𝐥 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨"
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[🍓]
Pues, este capítulo es especial. En este se explica mejor el porqué Jimin es tan tímido y porque tiende a alejarse de los demás. Me costo mucho escribir este capítulo, a veces tenía que para para terminar. Porque tiene sentimientos propios y de otras personas y cómo estás pueden terminar dañadas por situaciones que cualquiera pensaría que son una tontería. Espero lo hayan disfrutado y...
¿Que creen que pasará con Jimin y Yoongi después?
Teorías señoritas.
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