𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟒

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— ¡No me entra! ¡No me entra! — sé quejó la castaña mientras Jimin y Taehyung la miraban con una sonrisa. 

— Intentalo de nuevo Liffy, tenemos que hacerlo antes de que lleguen tus papás o sino tendrás problemas. 

— Para ti es fácil decirlo, soy realmente mala en esto. Es mi primera vez haciendo esto, y ademas hay dos chicos aquí.

- vamos liffy, no es dificil, es lo mas facil y rapido del mundo.

Finalmente Taehyung se canso y tomo a liffy del cabello— Escuchame bien Liffy. Yo no vine aquí a perder mi tiempo, vas a hacer esto y lo harás rápido. Y no importa si tengo que metertelo a las buenas o a las malas, lo vas a hacer. 

— ¡Taehyung! —regañó Jimin— deja el cabello de Liffy. Dijimos que seríamos lentos y comprensivos con ella. Pero tu siempre le apuestas a lo brusco. 

— ¡Si! —se quejó la castaña nuevamente— No seas bruto, Taehyung. 

— llevamos horas aquí, que tan difícil puede ser. Vamos, solo le tomara unos minutos. Además fuiste tú quien dijo que quería venir —le reclamo a Jimin. 

— ¿Yo? 

— Si tú, sabes que prefiero jugar, pero no, tu querías venir con Liffy. 

— ¿Y qué tiene de malo que no quisiera jugar? A mi me gusta ir al punto

— Pero ahora que estamos aquí te quejas —esta vez Taehyung se dejó caer en el sofa ante la mirada de Jimin Y Liffy— literalmente hemos Estado por toda la casa, hemos visto ya diez videos y simplemente sigue diciendo que no le entra. Y lo único que hace es quejarse. 

— No es mi culpa que mis papás no sean muy comprensivos. Si tuviera más tiempo todo estaría bien. 

— ¿Qué te costaba hacer tu tarea de álgebra? No es tan difícil — mencionó Jimin. 

— ¿Que parte de que las matemáticas no entran en mi mente no entiendes? — Preguntó la castaña con obviedad y sarcasmo— Además, esto no lo vimos en clase, es la primera vez que lo hago. 

— Si lo vimos, y eso que Yo llegue a penas hace un mes —reprochó Taehyung, ganándose una mirada asesina por parte de la castaña. 

Era comprensible que los tres se quejaran. Liffy había Estado fallando en la materia hasta el punto de casi reprobarla, y sus padres no hicieron caso omiso del casi fallo de su hija. Si no entregaba su tarea y sus notas no mejoraban para ese fin de semana ella no podría asistir con sus compañeros al viaje Escolar programado para la semana próxima semana. Al ver la situación, Jimin, tratando de ser un buen amigo, había ido a su casa para ayudarle a terminar su tarea, arrastrando a Taehyung en el camino. Y ahora ahí estaban, tratando de hacer que Liffy entendiera una ecuación. 

— Todo sería más fácil si me dejaras copiar tu tarea, Jimin—le dijo Liffy con un puchero en los labios. 

— No puedo hacer eso Liffy —respondió el contrario. 

— ¡¿por qué!? —se quejó Taehyung— Ya me quiero ir, solo dejala copiar tu tarea y vámonos —pasó sus manos por su cara, jalandola por el aburrimiento. 

— Que sentido tiene que le dé la tarea para que la copie, no aprenderá nada, estaríamos convirtiéndola en un parásito —contestó Jimin como si fuera un profesor cuarentón preocupado por su hija. 

— ¡Hey! Eso es ofensivo —se quejó esta vez la castaña con un mojin en los labios y los brazos cruzados. 

— Cierto, Jimin —estuvo de acuerdo Taehyung— Si Liffy quiere ser un parásito, ¿quienes somos nosotros para impedírselo? 

La castaña sintió su cara hervir de vergüenza — Sabes que Taehyung, —hizo una pausa— Mejor no ayudes, ¿Quieres.

Taehyung alzó los hombros restándole importancia a la palabras de la castaña. Habían Estado discutiendo con ella por un buen rato, tratando mil y una maneras de que terminara su tarea, y él ya no estaba dispuesto, ni ayudarle, ni a colaborar, ni a esperar más. 

— Estoy cansado, dormiré una siesta, despiertenme cuando Liffy decida ponerle mente o cuando tu le prestes tu cuaderno,  Jimin — nuevamente se re costo en el sofá y puso su brazo sobre sus ojos para quedarse dormido. 

Jimin suspiró, ahora sólo eran Liffy y él, era difícil tomar en cuenta el cuerpo inerte de Taehyung, aunque sus ronquidos no pasarían desapercibidos en un radio de dos kilómetros. 

A decir verdad, si habían tratado toda la tarde de hacer entender a Liffy, pero quizá solo con un poco de comprensión lograrían encontrar el problema de porque Liffy no lograba entender. Y precisamente así fue, transcurrido el resto de la tarde, Jimin había ayudado a terminar con todas sus tareas, lo cual la castaña había agradecido grandemente. Aunque si le preguntaremos a Jimin, quizá el sería el más agradecido, no sabiendo decir si con Liffy o con el cielo, pero pasar una semana en Busán él solo sin la compañia de la chica más divertida del mundo, era algo muy parecido a estar en el limbo. 

— Serias un buen maestro, Minnie—exclamó la castaña de repente. 

— ¿Tu crees? —respondió con duda. 

— Claro, has pasado media tarde tratando de enseñarme a hacer las cosas, no me mandaste por el camino fácil, me tuviste paciencia y te interesante en mí, son muy buenas actitudes para un maestro —respondió, lo cual lo dejó pensando, ser maestro nunca había pasado por su cabeza, y es qué, ¿quien querría que un monstruo le enseñara a sus hijos? 

— Nunca lo había pensado, —sonrió— lo tomaré en cuenta para el futuro. 

— ¿Te imaginas tener un maestro vampiro que enseñe Ciencias y pueda desafiar las leyes de la física y la gravedad? Serias la onda Jimin. 

¿Ser la onda? ¿En serio? ¿No será la desgracia? 

— Si tu lo dices... —respondió con una mueca rara en su cara, era una especie de sonrisa mezclada con un derrame facial. 

Después de eso nadie mencionó el tema nuevamente, los padres de Liffy llegaron a casa y encontraron a un tranquilo Taehyung dormido en su Sofá, cosa que a la madre de Liffy le perturbó mucho, no por el hecho de que Taehyung durmiera en su sofá, sino por el hecho de que un hilo de saliva bajaba por su mejilla y estaba mojando sus preciados cojines. Liffy se sintió orgullosa de haber terminado su tarea en último minuto, y como premio su padre la dejó ir a celebrar con sus amigos, no era un gran logró, pero luego de la peculiar tarde que habían tenido se merecían el break. 

Luego de que la madre de la castaña despertara a Taehyung moviendolo como si se tratara de un títere, los tres chicos decidieron pasar por la cafetería donde trabajaban los padres de Jimin. El señor Kim era muy amable y cocinaba delicioso, era una buena manera de celebrar el que Liffy terminara su tarea y pudiera realizar el viaje Busán con el resto de la clase. 

Por otro lado, Yoongi aún tenía su propia lucha con sus demonios internos, regresar al lugar de su niñez debería suponer algo feliz, pero en su caso suponía algo más amargo que hiel. Su padre Le había pedido que fuera a su encuentro en la cafetería que era de su propiedad. SeokJin siempre había Tratado de respetar la privacidad de su hijo, pero a menudo, cuando el pelirosa se proponía ver a su hijo no dejaba de insistir hasta conseguirlo. Y aunque Yoongi se resistiera lo más posible al hecho de convivir con su progenitor, al final no le quedaba más remedio que asistir. Al fin y al cabo, aunque viviera su vida como si fuera una persona independiente, al final quien pagaba las cuentas era su padre. Aunque no le tuviera el mayor cariño, tenía que ser agradecido. 

Lugo de la mala noticia que había recibido y de no haber podido escapar del hecho que lo atormentaba, tuvo que caminar a la cafetería. Cada pasao, cada cuenta se volvía más larga y más pesada, no queri ir, no tenía ganas de estar rodeado de personas, él quería estar solo y refugiarse en las sabanas de su preciada cama. Por lo menos cuando estaba durmiendo podía estar tranquilo y no tenía que soportar a su condenables pensamientos. 

SeokJin por su parte se habia esmerado por complacer a su hijo, había preparado un postre de mente que seguramente le encantaría Y cuando Yoongi llegó y lo vio sobre una de las mesas, sus ojos se iluminaron por un segundo, lo cual luego fue cambiado por una mirada sombría y sin emoción. 

— ¡Yoonie! —habló su padre con cariño— me alegra verte, cielo. 

— A mi también me da gusto verte — respondió sin más. 

— Siéntate, siéntate, —ánimo mientras se sentaba del lado contrario a Yoongi— prepare tu postre favorito —sonrió como siempre lo hacía. No importaba si estaba mal o bien, siempre habria una sonrisa en su rostro. 

— Gracias, eres muy amable —respondió con cortesía. Tomó el tenedor y puso un poco de pastel en su boca. El sabor era delicioso y se derretia en su boca, delicioso como siempre— esta delicioso, dudo que alguien pueda superar este sabor. 

— Lo sé —respondió el pelirrosa, sintiéndose importante por los halagos de su hijo— Nam... Nam me contó lo del viaje a Busán. 

Yoongi se sintió incomodo por primera vez durante el poco tiempo que había estado ahí. que rápido se arruinaban las cosas.

— Vaya dato el que te llevó tu esposo —comento seco, no sabia que su conversación terminaría en ese tema, pero algo en su interior lo sospechaba.

— No es ningun secreto, Yoongi. Yo pensaría que es algo de dominio publico.

— Si bueno, ¿que tiene que ver eso conmigo? —preguntó un poco irritado. 

— Estaré en Busán durante esos días en nuestra casa de campo. Nam y yo queremos que vengas a cenar con nosotros un día y quizá puedas quedarte a dormir —el pelirosa sonrió, en serio ansiaba que su malhumorado hijo dijera que sí. 

— No estoy seguro de eso. 

Al ver la duda en la voz y ojos de Yoongi, Jin puso su mano sobre la de Yoongi, tratando de hacerlo sentir un poco más confortado — Piénsalo, sería bueno que convivieramos un poco más como familia. 

Sus palabras causaron risa en Yoongi, y no precisamente risa interna — ¿familia? ¿Hablas en serio? Que yo sepa, desde que mamá murió dejamos de ser una familia. 

— No digas eso, Yoon. Sé que la muerte de tu madre no fue algo fácil para ninguno de los dos, pero el hecho de que ahora ella falte no quiere decir que seamos menos familia que antes —el pelirrosa Lucía firme, su sonrisa había desaparecido, tocar el tema de su esposa era como una espina en la carne, era doloroso. 

— ¿te afectó? —pregunto Yoongi con un poco de incredulidad y una pizca de sarcasmo— ¡vaya! Y yo que pensé que lo habías sobre llevado bastante bien, ya que seis meses después te estabas casando con NamJoon. Me parece un período de duelo muy corto. 

— No te atrevas a cuestionar mis desiciones, —recriminó el mayor— que me haya casado con Nam no quiere decir que no me doliera la pérdida de tu madre. Más bien fue un consuelo para mí. 

— ¡¿Y yo?! —se levantó de golpe— ¡¿Y a mi quien me consoló?! —alzó la voz, captando la atención de un pequeño grupo en el Fondo. El castaño Jimin no se dio cuenta de la presencia de Yoongi hasta que escucho la silla siendo empujada de golpe — Mientras tu salias con tu querido Nam, yo me quedaba en casa con la niñera, esperando y esperando y esperando. 

— Yoon, no digas esas cosas — habló Seiji con voz suave, tratando de calmar las aguas. 

— Te necesitaba y no estuviste, tuve que aprender a cuidarme solo, así fue y así a sido siempre —dijo mientras tomaba su mochila— así que puedes ahorrarte tu idea de familia feliz —se colgó la mochila y por un momento su mirada se cruzó con la de Jimin, el castaño había Estado ahí y ni siquiera lo había notado — Me iré ahora. 

Ni siquiera dejó que Seokjin respondiera, solo se alejó sin mediar palabra y mientras lo hacía su mirada se cruzó con la de Jimin Por un segundo. Jimin lo miro un poco confuso y con un brillo en los labios realmente hermoso, y entonces, salió con la cabeza baja. Sabía que era un cobarde por huir de sus problemas Y también sabía que un día se le secaria la lengua y se le caería por hablarle sin respeto a su padre, pero su dolor era tan grande que no media las palabras, y cuando ya habían salido de su boca, ya no había más nada que hacer. 

Jimin, por su parte sintió pena por el pelirrosa, quien se había quedado de pie en su lugar. Se sentía fatal por la expresión de su rostro y el hecho de que unas pequeñas lágrimas amenazaban por caer de sus ojos. Su alma también estaba adolorida, y a aveces no podía evitar ecahrase la culpa del odio de su hijo. Namjoon había Estado observando desde lejos, y no dudó mucho en salir y darle un abrazo a su esposo Y reconfortarlo.

Jimin se preguntó que habría detrás de esa escena de hace unos minutos. El chico del olor a fresas que lo volvía totalmente loco solía parecer cálido y distinguido, pero todos tenemos nuestro lado oculto y un pasado oscuro. Él no era la excepción, y Yoongi tampoco. 

"La máscara tenía que caer, y cuando lo hiciera todo se volvería el infierno"

Weno weno, me costo mucho actualizar y voy a ser sincera, soy una pinche floja pero, así me quiere Jsjsjsjs bueno, no es vemos en la próxima actualización. 

Recuerden: voto + comentario = actualización. 

Besitos chiquitos ❤

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