𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟐
"𝐏𝐞𝐫𝐝𝐢𝐝𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐫𝐪𝐮𝐞"
Jimin estaba casi desmayándose, había perdido a su hermana en el parque y el ataque de histeria lo estaba invadiendo totalmente.
— Se perdió Yoongi, se perdió. —empezó a lloriquear sin parar, como siempre y como buen rey del drama se había puesto como loco y víctima del llanto y por poco de los gritos.
Yoongi, quien siempre había sido partidario de mantener la calma y no precipitarse, tomó al castaño -quien no dejaba de llorar- por los hombros y le habló firme y claro: - Basta, Jimin. Con lloriquear no vas a solucionar nada, lo mejor que podemos hacer es tener la cabeza fresca y tratar de buscarla en el parque, no pudo haber ido tan lejos.
— Esta bien... —contestó mientras se secaba las lágrimas que aun caían por su mejillas y asentía ante las palabras de Min. Eso le gustaba tanto del pequeño, aunque el fuera un dramático, la cabeza fresca de Min podía relajarlo y hacerlo entrar en razón.
— Bien, tu ve por la izquierda y yo por la derecha, nos reuniremos aquí en media hora, ¿esta bien?— preguntó y Jimin asintió.
Ambos se decidieron con la mirada y se perdieron por rumbos distintos. Yoongi se dedicó a mirar hasta debajo de la piedra, fue lo mas minucioso posible ya que no quería perder ningún rastro, al parecer ver la ley y el orden le había ayudado a agudizar su supuesto instinto de detective, según él era el descendiente de sherlock Holmes o algo así.
Jimin... ¿Qué podemos decir de Jimin? Bueno, Jimin seguir siendo Jimin, dramático e histérico como siempre. En un intento de conseguir más ayuda para encontrar a Sunhee había llamado a Taehyung, quien a su vez había respondido al tercer tono y había casi salido corriendo al escuchar los lloriqueos de Jimin quien le explicaba la delicada situación, una situación que le traía unos amargos recuerdos al de sonrisa cuadrada.
Después de su llamada con Taehyung, Jimin siguió buscando por el lugar durante unas dos horas más. La tarde se estaba empezando a acabar y la noche estaba empezando a entrar en escena y con eso los nervios de Jimin aumentaron a tope. Aún no se había topado con Taehyung, pero asumía que él -al igual Yoongi- también debía estar buscando a la pequeña niña por la redonda. En distintos puntos cada uno se sentía lo suficientemente cansado y frustrado mentalmente que creyeron que ya era tiempo de recurrir a otros medios para buscar a la chiquilla de ojitos soñadores, eso hasta que junto en donde se encontraba Yoongi, en el ala este de parque, Justo donde se encontraba una pequeño estanque artificial, ahí estaba la pequeña, jugando pasivamente con el agua mientras jugueteaba y chapoteaba con el agua.
Yoongi no quería asustarla así que se acercó despacio a ella y le hablo con suavidad: — Hola, Sunhee. ¿Qué haces aquí linda? Jimin está preocupado por ti. —ella no contestó, solo continuó jugueteando con el agua— ¿ya viste el reflejo de la luna en el agua? Es lindo, ¿no crees? —preguntó, pero nuevamente no hubo respuesta, solo una pequeña lágrima resbalando por el aterciopelado rostro de la menor— Oh Dios, Sunhee estás llorando, ¿te gustaría un abrazo? —la nena solo asintió y Yoon la cogió entre sus brazos para darle un abrazo, uno que la menor aceptó sin reparo alguno.
Desde la distancia Taehyung logró observar la peligrosa escena, Justo lo que el había esperado ver en aquella situación, absoluta manipulación. Se acercó a paso apresurado antes de que la menor lograra morder el cuello de Min y todos ellos terminaran mal por las acciones de ese día. Casi corrió para llegar a tiempo y arrebató a la nena de los brazos de Yoongi y la cargó en brazos mientras ocultaba el rostro de la menor y así Min no se diera cuenta de lo que la pequeña había tratado de hacer con él.
— ¿Taehyung? ¿Qué haces tú aquí? — Preguntó Yoongi con confusión, en ningún momento se le cruzó por la mente que Taehyung estuviera en la misma búsqueda que ellos.
-—Eso no es de tú incumbencia —respondió seco y totalmente serio, un rostro gélido e inexpresivo.
— ¿Taehyung? - llamó una suave voz— ¿Yoongi? ¡Sunhee! — Gritó, corrió y la cargó entre sus brazos. Aquella era una escena bastante amorosa y fraternal, pero todo dió un giro inesperado cuando la mirada de Jimin se cruzó con la mirada fría y llena de enojo que poseía Taehyung en aquel momento.
— ¡Eres un imprudente! —Le habló con firmeza y cierto toque de rudeza, estaba enojado, eso se notaba a leguas de distancia— ¿cómo pierdes a una niña en el parque Jimin?— Pregunto bruscamente.
— Fue solo un accidente Taehyung, —respondió Yoongi a la vez que se colocaba a un lado de Jimin y la pequeña Sunhee.
— Contesta Jimin, no estoy hablando con Yoongi, sabes bien que él no puede entender la situación. — Su tono de voz se volvía cada vez mas gélido, y con cada palabra pronunciada el corazón de Jimin se estrujaba cada vez más— ¿Que hubiera pasado si no la hubieran encontrado? ¿Qué hubiera pasado si todo se hubiera salido de control? Sabes bien que no te perdonarían a ti ni a tu familia por un descuido. Pon mas atención Jimin, siempre has sido un distraído pero haz llegado al límite con esta tontería, espero que reflexiones sobre tus actos y prestes mas atención. Y si piensas acaramelarte y distraerte de nuevo, — Dijo dándose la vuelta y de espalda a los tres individuos que los escuchaban sin decir palabra— más vale no traigas a Sunhee contigo, ella necesita un hermano mayor no ser cuidada por otro niño inmaduro.
Sus palabras eran duras y Jimin no pudo evitar soltar un par de lágrimas al sentirse sorprendido, jamas en su vida había visto a Taehyung de esa manera, tan enojado y lleno de ira, era una faceta totalmente diferente de su mejor amigo, jamas le había hablado así, pero algo le decía que debía haber algún motivo por el cual hablaba con tanta propiedad, algo que no sabía de él y que quizá lo movía a hablar con dicha firmeza.
— Hey, solo fue un accidente, no tienes porque reprocharle las cosas así. — Hablo Yoongi al ver la tristeza de Jimin.
Taehyung paró sus pocos pasos para responder: — Como ya dije, es algo que tu no puedes entender.— Con esa seca respuesta continuó su andar hasta perderse entre los caminos del parque, hasta que su silueta despareció de su campo visual y entonces Jimin sintió su cuerpo mas liviano, pero algo seguía molestando en su cabeza, tenia que hablar con Taehyung luego de dejar a Sunhee en casa, aun habían muchas cosas que aclarar.
— Gracias por la ayuda, Yoon. —agradeció con una reverencia y una mirada triste— Fuiste de mucha ayuda.
— No hay de qué, ¿Quieres que te acompañe a casa? —preguntó el pelirrubio, a lo que el castaño solo negó con la niña en brazos.
— Ya han sido muchos sustos por hoy, la casa esta cerca así que no te preocupes. —respondió, dejo un pequeño beso en su mejillas como agradecimiento y se marchó a su casa a paso lento y pensando con cada paso, su cabeza volvía a ser un caos nuevamente. Bueno, su cabeza ya era un caos, pero a veces lo era mas que otros días.
Camino por las aceras mientras contaba junto a sunhee cuantas líneas había en la acera desde el parque hasta su casa. Cuando estuvieron frente a la puerta Jimin suspiro pesado y trató de sonreír para no preocupar a su madre, y claramente ya había terapiado a Sunhee para que no dijera ni una sola palabra de lo ocurrido ese día, y la pequeño no perdió la oportunidad de chantajear a su hermano y pedirle de su sangre por una semana. Era un trato justo según ambos.
Entraron a la casa con sigilo, dejó a Sunhee en su cuarto y el se fue a ver si su madre estaba en la cocina, y efectivamente ahí se encontraba. — ¿Qué haces?— Pregunto al ver que su madre peleaba con un... ¿pollo? Sí, era un pollo, algo raro si venía de su madre.
— Oh, es que me sentía mal por tu padre y decidí prepararle unas alitas de pollo. —contesto haciendo una mueca, a lo cual jimin solo sonrió como respuesta— Sabes que no soy partidaria de que comamos comida una humana, pero por alguna razón ese hombre no puede resistirse a estas cosas. Pero acabo de descubrir que soy un asco en la cocina. —admitió mientras reía.
— Mamá... —llamó el castaño en un susurro logrando captar la atención completa de la fémina frente a él— ¿puedo salir? —preguntó mas bien en un susurro.
— Es un poco tarde, ¿a donde piensas ir a estas horas si apenas acabas de llegar?— Preguntó la fémina mientras se cruzaba de brazos y alzaba una de sus cejas.
— Se trata de Taehyung, estoy preocupado y hay algo que necesito hablar con él.
La fémina no dijo nada, lo pensó por un minuto y regresó su vista hacia el reloj de pared que había en la cocina. Siete con tres minutos marcaba el reloj. Miró a Jimin y asintió para luego decir: — Esta bien Park, te dejaré ir pero te quiero de vuelta antes de las diez o si no yo misma te buscare y te agarrare a palazos como la última vez, y creo que ambos sabemos que no queremos que eso vuelva a pasar, ¿cierto? —preguntó la mujer mientras Jimin asentía sin rechistar, no dejaría que volviera a pasar la misma traumática situación de la vez anterior, aunque debía suponer que en parte él no había tenido toda la culpa y que todo recaía en su padre quien se había demorado demasiado aquel día. Una historia bastante graciosa, Jimin y su padre había salido a hacer la compra, cuando volvían a casa se toparon con unos viejos amigos de su padre quienes recién llegaban a la ciudad, los invitaron a su casa para conversar un rato y ese rato se convirtió en mas de tres horas, cuando regresaron a casa su mujer no estaba muy contenta que digamos y los dejo durmiendo en el patio luego de apalearlos a lo bruto con lo primero que tuvo a mano.
— Juradito que regreso temprano. —respondió y ella asintió.
El castaño se dió la vuelta y regreso por donde había llegado. Luego de cerrar la puerta de entrada bajo las graditas que habían y camino alrededor de unos quince pasos hasta que volvió a escuchar un grito de su madre quien había salido a la puerta con un abrigo en la mano derecha, una pierna de pollo en la izquierda y empanizador casero en el cabello.
— ¿Que diablos Jimin? ¿Por qué te vas sin tu abrigo? —Gritó mientras le aventaba el abrigo a su hijo— Temprano Jimin —le apunto una última vez con el pollo y regreso a su casa.
Un poco incomodo por la escena regreso la vista al camino y como dice por ahí "al mandado y al camino" al menos si no quería dormir en el patio otra vez. Camino por la calles solitarias, contando las líneas para matar el tiempo nuevamente. Era mas que seguro que Taehyung no estaría en su casa, bueno, en realidad él se estaba quedando en su casa desde hace unos dias, específicamente desde que la Orden lo dejo volver a la escuela. Lo mas probable es que estuviera ahí, en aquel lugar que ambos conocían bien y al cual ambos recurrían en momento de enfado, angustia o tristeza.
Era un camino un tantito largo hasta llegar al río Han, pero los beneficios de ser un vampiro rarito era que podía viajar a velocidades inhumanas con solo pensarlo. Solo fue cuestión de un par de segundos para que Jimin se encontrara en aquel lugar, aquel puente al que solían ir ambos. Hace años que no estaban en Seul, pero era probable que Taehyung hubiera a ese lugar. Se alejó un poco de puente y comenzó a caminar a la orillas del río hasta que lo vió. Taehyung estaba desparramado en el suelo, con los ojos cerrados y con los mechones de su cabello desordenados al ser impelidos por el viento.
Jimin sonrió nostálgico, eran unos niños cuando estuvieron en aquel lugar por última vez, ahora había crecido, estaban en la adolescencia y a unos pasos de ser adultos. Se acercó con cuidado y se sentó al lado de taehyung, en silencio, solo admirando como el caudal de agua frente a ellos yacía tranquila y seguía su curso con tranquilidad infinita.
— Lo siento —murmuró suave y despacio para el Rubio junto a él— Lamento no haber prestado atención y haber perdido de vista a Hee, lamento haberte metido en mi embrollo, tae. No sé que habrá pasado, quizá algo de lo que no hayamos hablado nunca, pero lamento si traje a tu memoria malos momentos. —Se disculpó observando al inerte cuerpo de Taehyung, con expresiones fresca y relajada, pensó que aun seguía molesto con el y que su disculpa no había servido de nada, eso hasta que escucho un ronquido y se dió cuanta de que taehyung dormía en lugar de escucharlo. — ¡Te estoy hablando idiota! —gritó dándole un sape al pelirrubio.
— Ya, ya, lo siento Jimin. Si escuche lo que dijiste, solo quería jugarte una broma por el susto de hoy. —contesto sonriendo cuadrado.
— Eres un idiota —murmuró cruzándose de brazos y reuniendo el entrecejo.
— Bueno, puede que tengas razón —sonrió por unos instantes hasta volver a adoptar sus facciones serias, propias de su persona— y sí, creo que hay algo de lo que nunca hablamos. Y ese algo es el hecho del motivo por el cual mis padres se encuentran bajo la custodia de la Orden y no han podido salir libres. — explicó con una sonrisa incomoda, mas bien parecía una mueca.
— ¿Qué no habían dicho que había sido un altercado con unos vecinos que tuvieron en Daegu?
Taehyung negó con la cabeza: — La verdad de todo esto va mucho mas allá de un simple altercado con vecinos, lo gracioso es que ni siquiera teníamos vecinos porque vivíamos en una zona aislada de la ciudad.
— ¿Y entonces? ¿qué fue lo que pasó realmente? —preguntó el castaño.
— Todo, —hizo una pausa para tomar aire— todo fue mi culpa. —confesó.
— ¿tu culpa? ¿Por qué tu culpa? —inquirió el castaño con curiosidad.
— Es muy amargo recordar cada detalle de ese día, como se llevaban a mis padres y me aislaban del mundo por aquella estupidez. —Hizo una pequeña pausa para tomar aire y continuar con su penoso e hiriente relato— La orden lo llamó negligencia, y es que por un pequeño descuido, por una pequeña distracción, todo se vino abajo aquella vez. Le rogué tanto a mis padres aquel día, en serio quería ir al parque y jugar en la resbalafilla como los niños que veía desde mi ventana, pero lastimosamente ellos casi no tenían mucho tiempo para estar conmigo y llevarme. Pero aquel día fue diferente, mis padres habían hecho un esfuerzo por tener el día libre y así poder tener un día en familia, pero luego de pasar tiempo en los juegos mis padres compraron helados, me dejaron sin supervisión por unos segundos y, —paro debido a que su lado mas frigio empezó a salir y se quebró ahí mismo haciendo que las lágrimas salieran de a poco por sus mejillas.
— No te fuerces a decirlo —Le dijo Jimin mientras sobaba la espalda del contrario y trababa de consolar un poco su dolorida alma.
— Los primeros años de un niño que ha nacido con dotes de vampiro son difíciles ya que mientras este no ha mudado sus dientes las ansias de morder se incrementan y los niños no tienen control de ello, es por eso que no puedes dejarlos sin supervisión en lugares públicos. Ese día yo ataque a varios humanos en el parque, era solo un niño pero aun así lastimé a muchas personas y mis padres. Mis padres fueron llevados por la Orden, les dieron los peores de los castigos y hasta el día de hoy siguen bajo su custodia por "traición a la raza humana" es tan injusto, pero simplemente aun sembramos el miedo en los humanos, y mientras nos tengan miedo seremos una amenaza y mientras seamos una amenaza siempre existirá la maldita Orden para controlar hasta el mas mínimo de nuestros errores.
Finalizó con aquellas crudas palabras, y las lágrimas por fin habían cesado. Ambos miraban el agua nuevamente, Jimin se sentía falta por la vida que había tenido que llevar su mejor amigo, ahora podía entender el enojo y la rabia que había manifestado mientras estaba con él en aquel parque. — Lamento mucho lo que sucedió, Tae. Y ahora entiendo mejor las cosas. Sabes que mis padres y yo te apoyaremos en lo que sea que necesites y cuando lo necesites, no eres solo un simple amigo, mi madre se preocupa por ti como si fueras su hijo y sabes que si tienes un problema puedes recurrir a nosotros. Sé que has pasado por mucho, también te has metido en problemas de comportamiento y la Orden daría lo que fuera para verte muerto y ambos lo sabemos, pero deberíad ver esta oportunidad como una forma de redimirte y comenzar de nuevo, ¿no crees? —le preguntó con una sonrisa a lo cual el Rubio asintió sin rechistar.
Era una noche estrellada, habían hablado tanto que no se habían dado cuenta de que el firmamento lucía cada vez mar hermoso y que la luna se reflejaba con esplendor sobre el agua del río Han. La corriente era tranquila, y el sonido de las aguas le transmitía tranquilidad al par de chicos que disfrutaban del silencio y tranquilidad de la noche. Todo era hermoso hasta que Jimin despertó de su pequeña burbuja y se fijo en la hora.
— ¡Maldita sea! ¡Mi mamá me va a matar! —Gritó al ver que el mejor marcaba las doce de la media noche— ¡No puede ser! ¡tanto me odias vida! —gritó para luego correr a su casa, era inminente el castigo que recibiría pero al menos se sentía más tranquilo de haber hecho las paces con su mejor amigo, su pilar y uno de sus motivos para sonreír.
"Un amigo verdadero ama en todo tiempo y es un hermano nacido para cuando hay angustia"
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Que dijeron ustedes esta loca se murió jajajajaj pos no, no me he muerto... Todavía 😁
En fin espero que disfruten el capítulo, muchas gracias por el 1k señoritxs son muy hermosos.
¿ya vieron la nueva portada? ¿Esta bella no? La hizo una chica extraordinaria y cuando la vi dije: wey esta genial.
En fin, como dice una amiga por ahí:
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Bye chiquitos
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