𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟏
¡𝐕𝐚𝐜𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐜𝐮𝐫𝐚!
Jimin estaba cansado de descansar, les habían dado dos días de descanso, a penas estaba empezando el primero y ya no sabía que hacer con su vida. Estaba echado en el sofá, con una pierna en el suelo y la otra en la pared, parecía una horqueta lo vieras por donde lo vieras.
— ¿Por qué no sales a caminar, Jimin? A veces me estresa verte de esa manera.— Le dijo su madre quien lo veía desde el otro extremo de la sala.— ¿O acaso piensas quedarte ahí todo el día? Te vas a echar a perder hijo.
— No suena mala idea, después de todo yo debería estar dentro de un bote de basura.— Le contestó riendo para si mismo, pero a su madre no le dio gracia. Tomó un cojín y empezó a darle zapes hasta que logro hacer que Jimin se pusiera de pie.
— En primera, ningún hijo mío es basura. En segunda, ve y toma aire fresco, tu madre es sabia y sabe que te gustará, solo date una vuelta por el parque.— Dijo dando la media vuelta para irse, pero paró en seco para decir algunas palabras más. — ¿Sabes qué? Deberías llevar a Sunhee al parque, —Poso su mano bajo su barbilla y luego terminó— sí, llevala.— Dijo para darse la vuelta y continuar por su camino. Mientras que Jimin enfadado quería ahorcarse y que lo tragara la tierra. No es que no quisiera salir con su hermanita, solo no quería salir de casa y explorar el mundo exterior. Y mucho menos con los 40 grados que hacían afuera, hacia demasiado calor para su gusto.
Pataleó en su mismo puesto y se resignó a hacer lo que su madre le había pedido. Fue a su habitación y se vistió con unos pantaloncillos cortos de olor azul y una camisa de mangas cortas y rayas rojas, se veía bastante old navy según él. Salió de su habitación y vio a su pequeña hermana sentada en el piso, esperando a que su hermano mayor se dignara a salir de una vez por todas de su habitación.
— ¿Nos vamos, Sunhee?— Le preguntó a la pequeña de ojos soñadores. Ella asintió y se levantó del piso alfombrado y así tomar la mano de su hermano mayor.
Mientras salían de casa Jimin aprovechó y sacó su teléfono para enviar un mensaje. "Tae, no regresaste anoche a casa, estamos en el parque con Sun, ¿Quieres venir?" Tecleó el mensaje y luego guardo su móvil en su bolsillo derecho.
Tras cinco mimos de caminata llegaron al pequeño parque. Jimin buscó la zona para niños y se sentó en una banca de color blanco que había por ahí. — ¿A cuál juego quieres subiré primero, eh? ¿Que Te parece si subes a la resbaladilla y yo te observo desde aquí? — Preguntó a la pequeña con una sonrisa. Ya que su madre lo había obligado a salir de su casa, debía aprovechar todo el tiempo oportuno para disfrutar aún sea de la poca brisa que movía las hojas de los árboles.
Cerró los ojos por un momento dejando que la poca brisa chocará con su rostro. Se podría decir que casi logra quedarse dormido, pero su subconsciente lo hizo reaccionar al darse cuenta de que su hermano ha esta jugando en la resbaladilla y él estaba ahí para cuidarla. abrió los ojos y se encontró con la imagen de su hermanita en unos de los columpios y siendo empujada por un chico que estaba fuera de su alcance visual.
Contristado y curioso se levantó del asiento para pillar mejor a esa persona. Cuando se acercó miro a su hermana sonriendo alegremente mientras su cabello se móvil con el mismo movimiento del columpio, y entonces lo vió. Min Yoongi estaba parado frente a él, era una total coincidencia que estuviera usando unos pantaloncillos cortos iguales a los suyos pero de color rojo, y una camiseta a rayas color azul. Si claro, una hermosa coincidencia que aquello pareciera ropa de pareja a juego.
— Hola Jimin —Saludó con una sonrisa, una gummy smile que simplemente lo volvía loco. Se sentía tentado a volver a besar eso labios de color y sabor a fresa. Pero eso no era posible, no podía darse el lujo de volver a hacer eso nuevamente.
— Hola — Saludó levemente y con una sonrisa un tanto nerviosa, no se sentía el Jimin seguro de si mismo y que había tomado el valor de probar los labios de la persona frente a él.
— Oppa, Yoongi oppa es muy amable y dice que son compañeros. Yoongi oppa es muy lindo, ¿no lo crees? —Sintió tiernamente mientras veía a ambos mayores frente a ella.
Jimin y Yoongi se miraron cómplices y rieron al escuchar lo que la chiquilla decía entre risas. — Sí, si lo es — Respondió mientras veía a Yoongi tratando de un ocultar un leve sonrojo bajo una de sus manos.
Ambos chicos dejaron que la pequeña jugara un poco más en los juegos del lugar mientras ellos se sentaban en la banca en la cual anteriormente Jimin había sido víctima de su somnolencia.
Se sentaron a una distancia prudente y bajo un silencio que por alguna razón pasaba de ser una incomodo a una reconfortante. Sus acciones y miradas debían mas que mil palabras, pero sus heridos corazones los obligaban a permanecer en un gélido silencio.
— ¿A que hora has decidido usar ese atuendo?— Preguntó Min sin siquiera mirar a los ojos del contrario.
— Ha sido esta tarde antes de salir, a eso de las tres con quince, fue cuestión otra quienes minutos que llegáramos hasta aquí con SunHee.
— Pues ahora ya se quien ha copiado a quien, yo he usado esto desde el mediodía.— Dijo y en un intento de darle un pequeño golpe a Jimin, terminó cayendo sobre su regazo e impactando su cara sobre el pequeño mini Jimin.
— Lo siento tanto, lo siento no era mi intención. — Soltó Yoongi con nerviosismo y con alta vergüenza.
— No te proocupes no es tu culpa, no lo hiciste con mala intención. Solo olvida que eso pasó. — Esas palabras salieron mecánicamente de la boca de Jimin, pero su mente le decía que semejante episodio sería difícil de borrar. Y aunque Jimin no solía tener una mente podrida, se podría decir que la imagen mental de Yoongi en su entrepierna no le hacia tener los mas puros de los pensamientos.
El silencio seguía siendo calmado, Yoongi había cerrado ѕuѕ ojos y algunas flores pequeñas Calderón adornando su cabello, se veía tan precioso que Jimin se sintió rentado a tomarle una foto para el recuerdo, pero tuvo que reprimir ese deseo y lo hizo tratando de despejarse y romper la escarcha que se había formado entre ellos.
— Y... ¿Ya sabes a dónde iremos para el viaje escolar? — Preguntó mientras jugaba con los dedos de sus manos y miraba a Sunhee de reojo.
— En realidad no lo sé, ¿Por qué preguntas? — Devolvió otra pregunta como respuesta.
— Bueno, pensé que como eres el presidente del concejo estudiantil sabrías la respuesta. — Hizo una breve pausa, tomó un poco de aire entre sus pulmones y terminó con falso: — No es que me interese mucho saber.
— Ya veo. La verdad es un tema del cual no estoy muy al tanto, hay cosas que prefiero dejar en manos de Hoseok, así puedo desligarme un poco y pensar en mis cosas. — Respondió con una sonrisa de media luna, una sonrisa que había aparecido en sus labios al ver a la pequeña hermana de Jimin correteando por todo el lugar mientras reía con emoción. Lo cierto era que Min siempre había amado a los niños, verlos jugar le recordaba que eran seres preciosos a los cuales se tenía que amar y proteger, en su interior algo hacía que no quisiera que ningún niño pasara por los terribles achaques que él había sufrido en su niñez.
— Deberías tomarte un descanso más seguido, llevar las mejores notas del colegio y ser el presidente de tu clase y dl concejo estudiantil debe agotador, incluso puedo decir que me ha dado una jaqueca de solo pensarlo. — Exclamó mientras ponía una mano en su cabeza y fingía sentirse adolorido, siempre había sido el rey del drama según su madre.
— En realidad no es tan agotador como parece, pero aún así trató de tomarme un tiempo libre de vez en cuando. — Confesó mientras le miraba con ternura.
— Es mejor así. Si te soy sincero, nunca he sido de esas personas que se toman las cosas muy en serio en esta vida, o sea, soy una mezcla de responsabilidad e irresponsabilidad bastante rara. —Soltó entre risas, era un forma bastante peculiar y refinada de decir "soy un holgazán y me esfuerzo lo suficiente para pasar el año y ya" sí, esa era su forma de pensar.
— ¿Ah si? Suena bastante complejo, ¿me explicas? — Le preguntó Yoongi mientras reía y evitaba mostrar en demasía lo loco que estaba porqué Jimin algún día llegara a cortejarle. Solo habían pasado unos minutos pero sus expresiones faciales y su forma de hablar demostraban lo bien que se sentía al lado de Jimin, sentía calidez, se sentía protegido.
— O sea, soy muy responsable e irresponsable a la vez. Siempre dejo las cosas para última hora, pero las hago. — Dice divertido.
— Eres todo un caso, Jimin. —Habló con ironía— Cuando era pequeño solía ser como tú, pero cuando fui creciendo mi madre se sentó y habló conmigo. Fue una tarde, habíamos Estado juntos, yo aun iba a preescolar y ella me enseñó algo importante. — Habló mientras se remontaba a viejos recuerdos de su madre con una sonrisa. — Cuando debas hacer algo, hazlo pronto, mientras mas rápido lo hagas, mas rápido podrás jugar con mamá y tendrás tiempo de hacer todo lo que tú quieras. — Sonrió inconscientemente mientras Jimin le miraba atentó, suspiro y continuó— Desde ese día le prometí a mi madre cumplir con eso, y la verdad es que ella tenía razón.
— Se ve que tu madre era una hermosa persona. — Aprovechó a decir Jimin, sabía -desde la última vez que hablaron- que a Yoongi le incomodaba un pico hablar de su madre por alguna razón desconocida, así que no ahondaba mas y solo dejaba que Yoon soltara todo de a poco.
— Lo era, se preocupaba mucho por los demás. Lastimosamente ella murió hace mucho, era muy pequeño y no tengo mucho recuerdos de ella, pero los pocos recuerdos que me quedan son los de una mujer vivaz, luchadora y muy educada. En serio amaba a su familia. —Confesó con cierta nostalgia, hablar de su madre era algo que no solía hacer con nadie. Normalmente se encerraba a oscuras en su habitación y lloraba horas y horas hasta que le doliera la cabeza o se quedara dormido, lo que pasara primero.
— Lamento mucho escuchar eso, debe ser terrible perder a tu madre que tanto amas. Seguramente deseas verla. — Dice y Yoongi asiente en respuesta. No llora, ni deja caer una lágrima, pero su interior, su alma llora en total desconsuelo.
— Claro que deseo verla, volver a ver su sonrisa es lo que más quiero en este mundo, y sé y tengo la convicción de que la veré de nuevo.— Confiesa con lágrimas mudas, su habla esta un poco quebrada, pero trata de ocultarla bajo una sonrisa herida.
— Claro, yo sé que así será.— Contestó Jimin.
Volvieron a estar en silencio hasta que Sunhee se acercó a ellos para pedir algo.
— Jiminnie, jiminnie, ¿podemos comprar un helado?— Preguntó mientras señalaba al hombre de los helados a unos escasos metros de donde se encontraban.
— Supongo que sí, ¿Que sabor prefieres? — Le preguntó, era extraño que Sunhee quisiera helado, después de todo la comida humana no era parte de su dieta y su madre había dejado muy claro que estaba prohibida en casa. Pero aun así no creía que un helado pudiera hacerle daño a nadie.
— ¡Sangre! — Gritó la chiquita a todo pulmón.
— ¡¿Qué dijo?! — Preguntó Yoongi confundido y alarmado.
— Pequeña graciosa —Habló mientras revolvía el cabello de su hermana con nerviosismo, casi la riegan y en grande— Se refiere a que quiere un helado de fresa, lo que pasa es que a veces espía a mi madre mientras ve series de investigación y yo creo que ya se enloqueció — Rió nervioso y Yoongi asintió no muy convencido del raro argumento de Jimin.
Ambos chicos se levantaron y fueron donde estaba el carrito de los helados mientras se volteaban para vigilar a la pequeña Sunhee quien estaba balanceándose en uno de los columpios.
— Buenas tardes, puede darnos tres helados, por favor. — Pidió Jimin con amabilidad.
— Claro, —Contestó con alegría el hombre de mostacho castaño y espeso— ¿Que sabor les apetece?
— Uno de fresa, uno de chocolate y... — Miró a Yoongi para tratar de saber que sabor le apetecía probar.
— Uno de fresa estará bien, Jimin.— Respondió y el castaño asistió.
— Entonces serán dos de fresa y unos de chocolate. — El hombre asistió y con gran habilidad preparó los tres conos con sus respectivas bolas de helado con el topping de la preferencia de los chicos.
Cuando todo estuvo listo Jimin pagó y le entregó el helado a Yoongi mientras el llevaba el suyo propio y el de su querida hermana. Caminaron hasta llegar al pequeño parque de niños en donde Sunhee se había quedado y desde donde el había estado tratando de vigilarla.
— ¡Sunhee! —Llamó en un grito, pero no hubo respuesta por parte de la niña. Ambos chicos se miraron preocupados.
— Quizá este dentro de la resbaladilla, —Dijo Yoongi mientras de aproximaba a la mima y se agachaba para corroborar que la pequeña estuviera ahí, pero no, no había rastro de Sunhee. — Lo siento, no esta aquí.
— Por Dios, ¡Sunhee no puede ser! — Gritó preocupado, su pequeña hermana se había perdido y esa no era buena señal, un vampiro tan joven como ella no podía pasear por el parque ni por ningún otro lugar sin ninguna clase de supervisión. Estaban metidos en una problema, uno demasiado grande.
"Corazones invencibles, corazones indomables, corazones heridos y cerrados, quizá un poco desgarrados, corazones que se dan una segunda oportunidad, corazones que se abren igual que las flores al amanecer, así son los corazones de las dos almas unidas por sufrimientos pero por amor eterno"
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Volví de mi pequeño descanso, espero actualizar un poco más seguido de ahora en adelante y espero que disfruten el capituló, feliz noche, tarde o día.
Aquí noches por cierto ❤️🥰
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