T3. Capítulo 01

Narradora

Una preciosa chica de cabello negro con las manos alzadas al cielo respiraba hondo, sintiendo el agradable olor a perfume de las preciosas flores de todas las casas de Hawkins. El aire suave y cálido del aterdecer de verano le daba en el rostro debido a la velocidad que llevaba con sus patines, pero por ella, podría sentir esa sensación de comodidad durante toda su vida.

No había pasado ni un año desde que todo había vuelto a la normalidad, y aún así ella se había convertido en una adolescente de catorce años más madura de lo normal, y con un cuerpo que muchas envidiaban. Incluso a muchas personas les encantaría ser Max Mayfield solo para poder tocarla, e incluso besarla. Y no necesariamente eran solo chicos los que querían.
La pelinegra no pudo evitar sonreír ante en pensamiento algo egocéntrico. No supo exactamente como es que había llegado a gustar tanto de una persona. Y aunque eran sentimientos nuevos, le gustaba.

- ¡Te tengo!- Grita una pelirroja haciendo que por poco pierda el equilibrio.

- ¡Max!- Exclama parándose en seco. Al sentir como su corazón iba a toda velocidad, puso su mano en su pecho y comenzó a tomar aire. - Dios santo, ¿me quieres matar?-

La pelirroja rió cortamente, y se bajó de su bicicleta amarilla sin dejar de mirarla. Sus manos se guiaron delicadamente hacia la cintura de Jade. Ella rodeó su cuello y le hizo un gesto gracioso al darse cuenta de que la superaba en altura gracias a su patines.

- Oh, no. ¿Por qué iba a querer matar a mi novia?- Dice con una preciosa sonrisa.

- No sé. Quizá para que mi madre te dé toda mi herencia, ¿verdad?- Su dedo tocó la punta de la pecosa nariz de Maxina, haciéndola reír tiernamente. - Porque sabes que le caes bien.-

- Descubriste mis planes malvados. ¿Cómo me detendrás?- Dice mientras miraba los labios de Jade.

Inconscientemente el vello de ambas se puso de puntas y sus corazones latían con fuerza. Es que era surrealista. Porque pasaron de ser amigas inseguras, con miedo a lo que el pueblo en el que vivían pudiesen opinar, a ser dos chicas que habían decidido dar vía libre a una relación sana y sin más miedo a mostrar lo que son. Y todo, gracias a ellas mismas, que se apoyaron cuando nadie más estaba ahí para apoyarlas y se sujetarse fuerte la una de la otra.

- Mmm... ¿Un beso, quizás?- Susurra acercándose despacio a los rojizos labios de su novia.

Max no dijo nada más. Dejó de sonreír. Ahora, lo único en mente que tenía ahora mismo era besarla. 
Apenas faltaban unos escasos milímetros para que las emociones de las chicas rebotaran por todos lados como locas, de no haber sido por los dos mejores amigos que tenían en común, Will y Lucas. Se dedicaron a gritar como idiotas, rompiendo por completo el increíble ambiente que se había creado. Se pararon frente a ellas. Que suerte que ellos no notaron el color rojo de sus mejillas.

- ¿Sabían ya lo idiotas que son?- Farfulla Harrington separando su rostro de la pelirroja.

- Tienen todo un verano por delante para andar besuqueándose por ahí, pero ahora tenemos una película que ver, a la que por cierto, también vamos con retraso, así que, ¡vamos!- Dice le moreno pedaleando de nuevo.
Will fue tras él, y luego Jade y Max. Y para su desgracia, no era el único beso que ya había sido interrumpido.

[...]

- Llegas tarde. Otra vez.- Reprocha Jade cuando Mike aparca la bicicleta frente al grupo.

- Perdón.-

- Nos perderemos el principio.- Habla con fastidio Will mientras obervaba como Wheeler ponía la cadena de la bici.

- Pues dejad de quejaros.-

- "Pues dejad de quejaros".- Imita Jade con una voz aguda.

- Déjame adivinar. Estabas liado.- Lucas comenzó a hacer sonidos de besos para molestar a Mike.

- Qué maduros.-

- "Oh, El, ojalá pudiésemos seguir besándonos y pasar de nuestros amigos".- Dice el moreno mientras simulaba picos con sus manos.

- Jade, Lucas, paren.- Dice Max rodándo sus ojos.

Jade miró divertida a su novia y luego miró a Will mientras este se reía. - A Will le hace gracia.-

- Bueno, es normal que quiera dedicarle momentos románticos a mi novia.- La pelinegra observó a Mike con una ceja alzada. Bajó un poco el ritmo para alcanzar a Max y sin que ella lo esperase rodeó su cuello con su brazo.

- Yo también paso momentos románticos con mi novia, y además, estoy con mis amigos.- Dice provocando carcajadas divertidas de Maxine.- ¿Sabes la definición de espacio personal, Michael? Es algo muy esencial en las parejas y que si no se respeta van a haber problemas a la larga.-

- Cállate.- Refunfuña Mike.

- ¿Qué? Es la verdad.-

Los cinco bajaron las escaleras mecánicas lo más rápido posible, esquivando y golpeando a la mayoría de clientes que bajaban tranquilamente la escalera. Jade fue la encargada de disculparse con cada persona a la que chocaban, ya que parecía que sus amigos estaban muy ocupados para hacerlo.

- ¡Cuidado!- Exclaman un grupo de chicas que pasaban de compras.

- ¡Eso! ¡Cuidado, nerd!- Grita la pequeña hermana de Lucas, Erica.

- ¿No se ha pasado tu hora de estar en la cama?- Responde arrugando el gesto.

- ¿No se ha pasado tu hora de que te mueras?-

- ¡Tarada!-

- ¡Caraculo!-

- ¡Rata!-

- ¡Pedorro!-

Lucas ofendido le sacó la lengua e hizo un sonido de pedo con su boca. Max y Jade rodaron los ojos, y la pelinegra lo agarró de un brazo para jalarlo hacia la heladería en la que trabajaba su hermano.

- Eso sí que es maduro.- Dice Max rondando sus ojos

Jade le soltó y se puso frente al mostrador. No dejó de mirar en ningún momento el rostro de la compañera de Steve, Robin, a la vez que tocaba el timbre para que este saliese de ahí detrás.

- Eh, dingus, están aquí tus niños.-

- ¿Otra vez? ¿En serio?- Dice algo cansado. - Ya saben, como alguien sepa de esto...-

- Estamos muertos.- Finalizan todos a la vez.-

[...]

- ¡Ahora!- Susurra Mike a Eleven para que dejase de usar sus poderes.

La chica abrió sus ojos y los juguetes de Dustin dejaron de funcionar. Él confundido corrió hasta ellos, intentando averiguar que es lo que había pasado. Jade, quién agarraba el enorme cartel en el que ponía 'Welcome, Dustin' iba primera y los demás le seguían sin hacer ningún ruido. Max contó con sus dedos mirándolos a todos, y cuando llegó a tres todos hicieron sonar sus matasuegras. Dustin saltó del susto y en menos de un segundo estaba gritando y lanzando el spray de cabello contra la primera persona que tenía en frente. Exacto, Jade.
Dustin y ella gritaban. Uno del susto y la otra del dolor. Y luego de unos segundos más, Dustin pareció reaccionar al ver que tan solo eran sus amigos.

- ¡Ah! ¡Mierda, Dustin!- Exclama sobando sus ojos.

- Ups.-

- Ven aquí. No, aquí.- Dice Max agarrando sus manos.

- No veo nada, y me arde.- Dice sin abrir los ojos.- Mierda. Max, ayúdame.- Se queja.

- Vale, está bien. No parece tan malo.-

- Apenas puedo ver nada.-

Max tomó la cabeza de su novia delicadamente y la guío justo debajo del grifo, abrió la llave y de repente el agua fría cayó justo encima de sus ojos. Jade se limpió lo mejor que pudo y la pelirroja simplemente la observaba como frotaba sus ojos azules con sus manos.

- ¿Mejor?- Pregunto Mayfield una vez que Jade sacó su cabeza del grifo.

- Aún me pican un poco.- Dice intentando abrirlos. Miró hacia la frente de Max y sin evitarlo sonrió divertida.- ¿Eso es un nuevo grano?-

Max la miró incrédula y entreabrió sus labios ofendida. — ¿Cuál es tu problema?- Y antes de que Harrington pudiese contestar, su cabeza estaba de nuevo bajo el grifo.

- ¡Lo siento, lo siento!- Exclama intentando quitarse de ahí.

Maxine observó a sus amigos salir de la habitación e irse de la puerta. Se asomó curiosa al ver la enorme bolsa que tenía Dustin con él y tocó el hombro de Jade. Esta, volvió a levantar su cabeza del agua y observó detrás de ella.

- ¿A dónde van?- Pregunta Max.

- A llamar a la novia de Dustin.- Contesta Will.

Las chicas se miraron sorprendidas y ambas dijeron, — ¿Novia?- y fueron tras sus amigos.

[...]

- Estoy segura de que en Utah existen los teléfonos.- Se queja Max cargando con una de las bolsas.

- Sí, pero Suzie es mormona.-

- ¿No tiene corriente?- Habla Jade confusa.

- Esos son los amish.-

- ¿Qué son los mormones?-

- Blancos superreligiosos. Tienen corriente, coches y eso, pero como no soy un mormón, sus padres no me aceptaran nunca.- Dice entre jadeos.- Es todo muy... shakespeariano.-

- ¿Shakespeariano?-

- Sí, como Romeo y Julieta. Un amor imposible.-

- Lo pillo.- Dice Max igual de cansada que Dustin.

Jade no hacía caso. Tan solo observaba como la pareja más melosa de los siete no paraban de ser extremadamente cariñosos y de reírse como idiotas. No se confundan, Jade amaba a Mike y a El con todo su corazón, pero a ella (realmente a casi nadie del grupo) le costaba tolerar que estuviesen las 24/7 juntos, besándose, porque cuando eso pasaba parecía que sus amigos no existían.
Desde que Mike y Jade discutieron la primera vez por Max (cuando Mike no queria a nadie más en el grupo), las discusiones entre ellos eran sucesos frecuentes pero que al fin y al cabo se hacían daño. Max era la que detenía a su novia la mayoría de veces, mientras que Eleven miraba sin saber cómo parar la discusión estúpida de ambos.

- ¡Hey, chicos!- Jade salió de sus pensamientos y luego se giró a mirar de nuevo a la pareja, al igual que todo su grupo de amigos.- Esto es genial y divertido, pero...-

- Me tengo que ir a casa.- Dice El mientras que Michael señalaba su reloj.

- Ya llegamos.- Dustin señaló el lugar mirándolos a ambos intentando convencerlos. Vamos, llevaban un mes sin verse.

- Lo siento, Dust. Toque de queda.- Dicho eso, la pareja fue colina abajo de mano, riendo e ignorando a sus amigos, como siempre.

- ¿A las 16:00?-

- Están mintiendo.-

- Así todo el verano.-

- Es romántico.- Intenta excusar Maxine.

- Es un asco.- Ataca Will sin dejar de mirar a Mike y a El.

- Es una mierda. Acabo de volver a casa.-

- Bueno, ya está bien. Allá ellos. Se lo perderán. ¡Vamos, Dustin! Quiero conocer a esa Suzie.- Exclama rodeando a su amigo con un brazo. Este le sonrió sincero y juntos fueron hasta arriba. - Te extrañe mucho, Dust.- Susurra mirándolo.

Cuando todos llegaron a la cima, Dustin sacó todas las piezas de las bolsas. Se dedicó a liderar a sus amigos. Tardaron aproximadamente una hora más en montarlo, pero según Henderson había valido totalmente la pena tardar tanto tiempo.
Dustin agarró su radio, se sentó en el centro y miró emocionado a sus amigos que estaban alrededor de él.

- Suzie, aquí Dustin. ¿Me recibes? Cambio.- Se quedó callado unos instantes. Miró de nuevo a sus amigos algo confundido y avergonzado por haber fallado su primer intento.- Un segundo, seguro que está. Suzie, soy Dustin. ¿Me recibes? Cambio.- De nuevo no hubo nada más que ese sonido blanco de fondo.- Estoy seguro de que está. Estará ocupada o...-

- Está bien. Inténtalo de nuevo.- Jade se mostró con una leve sonrisa triste por su amigo.

Dustin siguió intentándolo durante al menos dos horas más. Jade llevaba casi una hora y media acostada en el pasto, observando el cielo claro hasta que se convirtió en un precioso cielo estrellado con una luna llena. De fondo se oía nada más que Dustin y su: Suzie, soy Dustin. ¿Me recibes? Cambio. Pero hacía ya un buen rato que su mente lo había silenciado. Por alguna razón mirar las estrellas le recordaba a aquellas imperfecciones (como Max le solía decir) favoritas de Harrington. Las pecas de la pelirroja. Había veces que agarraba su rostro entre sus manos y se quedaba un buen rato mirándola, hasta que Maxine se sonrojaba, se apartaba y se quejaba. Aunque por increíble que parezca, Max adoraba la forma en la que Jade miraba sus pecas, como si fuesen estrellas de verdad, pero claro, jamás lo admitiría.

- Dustin, vamos. ¡No está!- Exclama Mayfield acostada al lado de Jade.

- Sí que está. Contestará.-

- Puede que Cerebro no funcione.- Excusa Will mirando a Dustin.

- O que Suzie no exista.- Dice Lucas.

- ¡Sí que existe!-

- ¿Un genio que está más buena que Phoebe Cates? Esa chica perfecta no existe.-

- Claro que sí. ¿No has visto a Brooke Shields?- Dice Jade de repente.- Igualmente, creo que tienes razón.-

Max se sentó y miró a su novia, fingiendo molestia
— Ah, ¿perdón?-

- Es decir... Tú eres perfecta.- Jade habló rápidamente y sentándose a la misma altura que ella.- Perfecta a tu manera. Tú eres especial... No especial malo, sino, especial bueno. Me gustas así como eres y... eh...- Max de mantuvo seria, luego observó el rostro apurado y avergonzado de la pelinegra y comenzó a reír.

- Relájate, es una broma. Está claro que soy perfecta y está claro que Dustin miente.-

Jade frunció el ceño y dejó de mirarla molesta.
— Tengo que irme... Es tarde.- Dice Harrington levantándose.- Steve y mi madre me mataran como llegue más tarde aún.- Miró a su novia nuevamente y está estaba sonriendo divertida.- Vamos, doña perfecta.-

- Pero...-

- Es genial que hayas vuelto, Dust.- Jade se despidió y Max tomó su mano. Instantes más tarde comenzaron a correr colina abajo.

Hacia frío. Vaya que hace frío en esta noche de verano. Las mejillas pálidas de Jade se estaban enrojeciendo igual que su nariz, pero eso no evitaba que sus carcajadas saliesen con libertad por lo bien que se lo pasaba. Max la mira y también ríe, las risas de Jade son contagiosas. Había empezado a echar de menos los momentos a solas con ella, sin amigos al alrededor.
Jade. Su Jade. No supo que había hecho para tener a la chicas más fuerte, inteligente y madura con ella a su lado, si ella solo era una pelirroja con pecas.
Sin avisar Max agarró la cintura de Jade con delicadeza, deteniéndola en medio de la colina oscura.

- ¿Qué?- Pregunta Harrington con una sonrisa y jadeos del cansancio de tanto correr. - ¿Estás bien, Maxie?- Guió su mano despacio hasta su mejilla derecha y la dejó descansar en ese lugar. Estaba algo preocupada.

Max cambió su semblante alegre a uno neutro y completamente sonrojada agarró la mano que se encontraba en su mejilla. Jade sentía las pupilas dilatadas de la pelirroja leyéndola profundamente pero no dijo nada más. A veces Max actuaba extraño, como ahora, pero de verdad que no le molestaba, es más, le causaba curiosidad poder descubrir las emociones o comportamientos inexplorados de su pelirroja.
La pelirroja se acercó unos centímetros a ella hasta juntar sus frentes gentilmente. Ahora sus ojos estaban clavados en los labios gruesos de la pelinegra. El corazón de la nombraba estaba a punto de salirse por la boca si Max seguía comportándose así, incluso su cerebro que pedía a gritos que esa muchacha la besase de una buena vez.

- Yo... solo...- Max balbuceaba, cosa que muy rara vez pasaba. - Te quiero.-
Listo, Max Mayfield quería matar a Jade de un ataque al corazón. Jade sabía lo complicado que era para la pelirroja mostrar sus sentimientos, pero no tenía problema. Ella es paciente por Max.

- Oh...- Pausa y luego lanza una diminutas carcajadas algo atontada. - Maxie, yo también te quiero.- Su otra mano libre se posó encima de la de Max que seguía en su cintura.

En un abrir y cerrar de ojos, los labios de Mayfield se acoplaron perfectamente a los de Harrington sin problemas. Ahí fue donde el corazón de dicha pelinegra dejó de latir, donde lo único que pudo hacer fue dejar escapar un largo y pesado suspiro mientras que sus ojitos azules se entrecerraban, disfrutando al máximo ese beso. Sintió a Max abrazarla de nuevo por la cintura con fuerza, como si estuviese asustada de algo en especial. Al menos esa fue especulación de Jade. Finalmente Jade se dejó llevar entre los labios de la pecosa. Dejó que Max la guiase al paraíso.

Pero ¿de qué estaba asustada su novia para que la agarrase tan fuerte?

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yA ALCANCÉ LAS 1.2k OMG

p.d: me vi la temporada entera el mismo día y me levanté a las 7:30 pORQUE EN DONDE VIVO SALIA A LAS 8 A.M jaja k kreisi

- deli 💘

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