Capítulo 04
Narradora
Max no lo pudo evitar. Mirar a Jade mientras dormía se había convertido en una costumbre cada vez que se quedaba en su casa. Observarla tan tranquila con sus gruesos labios entreabiertos tomando y soltando aire con tranquilidad y su pelo negro desordenado era lo mejor. Porque Max no podía ver nada malo en Jade. Solo veía lo perfecta que era. Y, wow, tenía muchas ganas de besarla como lo hacía hasta hace unos días, pero ya no podía.
Por alguna razón la sangre comenzó a brotar de la nariz de Jade, su respiración se estaba volviendo algo agitada y su gesto mostraba miedo. La pelirroja se paró sobre su brazo izquierdo y el otro se fue tímidamente hacia el hombro de Jade.
- Jade.- Llamó suavemente mientras la sacudía de la misma forma. - Jade, ¿estás bien?- Volvió a decir algo preocupada.
-...-
- ¡Jade!- Llamó un poco más alto.
Harrington se sentó en la cama dando un sollozo, casi un grito. Miró de nuevo hacia todos los lados, temblando muy asustada, sin embargo estaba demasiado oscuro como para saber qué estaba a salvo en la cama de Max con El y ella. Las lágrimas corrieron por sus mejillas y la sangre llegó rápidamente a sus labios. Lo único que hizo que se relajase medianamente fue la voz de la pelirroja diciendo que estaba bien y la luz de la lámpara que tenía a su izquierda encendiéndose.
- M-max.- Habla con la voz temblorosa, a punto de romperse.
- Estoy aquí. Estás bien.- Susurra agarrando sus hombros. - ¿Qué ha pasado? ¿Necesitas algo? ¿Quieres llamar a tu casa?-
La única reacción de Jade fue abrazarla como si su vida dependiese de ello. Escondiendo su cabeza en el cuello de la chica que tanto quería, rompió en llanto. Su nariz ensangrentada manchó a Max y sus lágrimas también.
El corazón de Mayfield se encogió al tenerla tan cerca, al volver a sentir sus brazos rodeando su torso y su rostro contra su cuello (sin importarle que estaba manchada de sangre). Pero a la vez le entristecía verla así de vulnerable y asustada, así que solo la rodeó delicadamente con sus brazos para que ambas volviesen a acostarse.
El se despertó aturdida al sentir tanto alboroto en esa habitación. Escuchó a su mejor amiga llorar y en seguida tomó consciencia de la realidad. Su mano se posó en la espalda de Jade y su carita se apoyó en el brazo de Max para observarla.
- Ede.- Llamó El. La chica se giró aún llorando para mirarlo. - ¿Qué pasó?- Pregunta a pesar de que Jade ya le había explicado lo que le había pasado la noche anterior.
Ella le había hecho prometer que no le dijese nada nadie y El a pesar de no estar muy de acuerdo accedió.
Harrington sonrió y luego rió por ver la pequeña cara de bebé de la pequeña Eleven. A pesar de tener sus catorce años El jamás dejaría de ser un pequeño bebé adorable para ella.
- Estoy bien. S-solo fue una pesadilla.- Dice ahora más tranquila de ver a El. - Lo siento.-
Las dos asintieron y El se encargó de apagar la luz con su mente.
Los minutos pasaron. El había caído profundamente dormida de nuevo, mientras tanto Max y Jade seguían despiertas en la profunda oscuridad. Max estaba en silencio al igual que la otra chica. Era un poco incómodo al fin y al cabo. Porque tener a la chica a la que habías dejado solo por un impulso durmiendo a tu lado no solía pasar todos los días de su vida. Pero a Mayfield no le interesaba lo incómodo que fuese, ahora le tocaba cuidarla aunque ni siquiera supiese lo que le había pasado a la pelinegra que tenía todavía entre sus brazos. Quizás hablando haría que se distraiga de lo que le había asustado tanto.
- ¿Jade?-
- ¿Si?-
- ¿Seguro que estás bien?-
- Sí, Maxie. No te preocupes.- Susurra dulcemente.
- En serio, si necesitas algo o estás incómoda podemos avisar a tu madre o a Steve. Y si no lo cogen estaré dispuesta a acompañarte de vuelta. No quiero que vayas sola, y no será una molestia y...-
- Max.- Corta ella con una leve sonrisa. - Estoy bien.-
- Pero...-
- Me haces sentir segura.- Confiesa desviando su mirada de los ojos azules de la pelirroja.
- ¿De verdad?- Se sintió emocionada.
Después de todo lo que había pasado entre ellas, Jade seguía siendo sincera y dulce con Max. No podía comprender por qué era de esa forma.
- Sí, Max. Siempre.- Vuelve a decir derritiendo el corazón de Mayfield.
Se quedaron unos momentos en silencio.
Jade aún descansaba sobre Max. Su oído estaba justo encima de su corazón. Los latidos descontrolados de la pelirroja le hicieron sonreír tímida.
- Lo siento, Ede.- Murmura Max. Y antes de que Jade pudiese contestar, Max prosiguió. - Lo siento. Nunca quise hablarte así y menos hacer lo que hice. Actué sin pensar, porque estaba enfadada y pensé que era lo correcto pero jamás me había arrepentido tanto con algo. Y... Dios, soy muy idiota.-
La pelinegra la observó unos segundos. Sus ojos eran suaves y comprensivos.
Agarró gentilmente la mano de la pelirroja y alzó su cabeza un poco no importándole lo que pasaría después. Max la bajó para observarla también. No se habían dado cuenta hasta ahora de lo cerca que estaban sus labios.
Jade sacó algo de valentía. Cada vez estaban más cerca. Sus labios rozaban, las respiraciones tuvieron tiempo de mezclarse, Max gritaba internamente con el corazón a punto de estallar, pero un estruendoso trueno causó a ambas separarse de inmediato del susto.
Harrington miró hacia la ventana y luego volvió a mirar a su amiga. Antes de hacer nada más, rompió en carcajadas silenciosas contagiando de inmediato a una adormecida y acalorada Maxine.
[...]
- Max, aquí Lucas. Esto es un código rojo, ¿me recibes?- Las tres chicas lo ignoraron con éxito, pero ante su insistencia, Max lo tomó maldiciéndose.
Max se movió sobre Jade dejándola a ella en el centro
- Cierra la boca.- Escupe antes de bajar la antena y apagar su walkie-talkie.-
- Jesucristo.- Dice Jade molesta.
El se apoyó sobre su brazo. Su pelo estaba desordenado pero no le interesaba, estaba demasiado aturdida. Jade estiró su mano hasta la mejilla de la pequeña mientras le decía que volviese a dormir.
Y ahora era el teléfono quien no estaba respetando el descanso de las tres adolescentes. Jade soltó un gruñido y se acurrucó en su mejor amiga. El hizo lo mismo sin embargo sintió que no estaba lo suficientemente cómoda. Su pierna ahora estaba encima del cuerpo de Jade pero esta no dijo nada.
- Tienes que estar jodiendo.- Farfulla Maxine levantándose de la cama. - Estoy durmiendo. Déjame.- Exclama colgando el aparato de inmediato.
De pronto jade sintió una punzada en su cabeza. Se levantó jadeando del dolor. Cuando el dolor parecicó disminuir miró a Max con sus labios entreabiertos y una mirada llena de pánico.
- Max.- La llama.
- ¿Qué?-
- Vistanse.-
- ¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué ocurre?-
Harrington puso sus pies descalzos sobre el suelo y corrió hacia el armario de la pelirroja. Eligió un conjunto para ella y para Max mientras ignoraba por completo los avisos de Mayfield. Cuando sintió una mano posarse sobre su hombro bruscamente se giró.
- ¡Jade!-
- Tenemos que ir a casa de Mike. Ya.- Exclama con una seriedad que intimidó a Max.
Eleven asintió sin desobedecer y uno de sus conjuntos nuevos que había comprado junto con sus amigas.
[...]
- Jade.- Llama Mike nada más llegar al sótano de aquel lugar. - Tu nariz...- La chica se limpió con el dorso de su mano y negó.
- No importa.- Miró a Will y este asintió para continuar.
- Al principio no le daba importancia. Bueno, más bien me negaba a creerlo.- Hizo una pausa. - Primero lo noté en El día de los muertos.
- Ese día se fue la luz.-
- Y luego lo noté en el campo cerca de la granja de los Nelson. Y también ayer en el Castillo Byers.-
- Yo también lo sentí.- Dice Jade mientras cerraba sus ojos al sentir las miradas sobre ella. Intimiada bajo la cabeza. - Lo ignoré. Pude. Pero cuando fui capaz de ver donde estaba Billy lo sentí más fuerte y entonces no pude obviarlo.- Por fin abrió sus ojos y miró a todos.
- ¿Por eso tu nariz...?- Jade asintió interrumpiendo a Max.
- ¿Cómo?- Pregunta ahora Mike confuso. - Solo El podía hacerlo.-
- Yo tampoco sé por qué, Mike.- Pero de pronto tuvo un flashback y entreabrió sus labios. - E-espera...-
- Esto es una locura.- Desespera Lucas.
- El año pasado. ¿Se acuerdan cuando estuvimos en los túneles?- Los demás asintieron lentamente exceptuando a Will y El. - Las enredaderas. Cuando ayudé a Mike una de esas se enganchó en mi pierna, pero no dolía. Pero unas horas después mi tobillo tenía como... no lo sé... Venas pero eran negras. Y me dolía. Mucho.- Finalizó y alzó la manga derecha de su pantalón.
- ¿Por qué no nos dijiste nada?- El tono de Michael sonó molesto pero también preocupado.
- No lo sé, ¿vale? Estaba asustada y no quería que ustedes lo volviesen a estar. Lo siento, Mike.- Se disculpa para evitar una discusión.
Mike suavizó su mirada y una de sus manos agarró su muñeca. Jade lo miró con los ojos cristalinos y asustados. No quería pensar que quizás pertenecía a ese monstruo.
- ¿Estás bien? ¿Sientes dolor o algo malo?-
- Estoy bien.- Contesta sonriéndole.
- Pero ¿cómo se siente?- Pregunta Max refiriéndose al monstruo que los estaba molestando un año más. Estaba hundida en la histeria. No supo que pensar de eso y menos de como sentirse.
- Cuando bajan en una montaña rusa, ¿entienden?- Responde ella mirándolos a todos.
- Sí.-
- Claro.-
- Obvio.-
- No.- Responde El.
- Es como... si todo dentro del cuerpo se te hundiera de repente, pero...-
- Es mucho peor.- termina Byers por ella. - El cuerpo se te enfría y no puedes respirar. Ya lo he sentido antes, cuando él estaba cerca.-
- ¿Cerca quién?- Vuelve a preguntar la pelirroja.
- El Mindflayer.-
- Cerré el portal.- Susurra El.
- Lo sé, pero...- Tragó saliva y miró a la castaña. - ¿Y si nunca se fue? ¿Y si lo atrapamos aquí con nosotros?-
[...]
Narra Jade
- Max.- Susurra Billy mirándola fijamente.
La miré a ella y sentí su dolor.
Max intentó endurecer su rostro. Luego miró a Will y este comprendió en que debía continuar. Se acercó al termostato de la sauna y lo puso al máximo. Se apartó de la puerta lentamente sin dejar de mirar a Billy. Me acerqué a Max y agarré gentilmente su mano dándole mi apoyo.
- ¡Max, sácame de aquí!- Grita su hermano pegándola un golpe a la puerta. - Déjame salir. ¿Esto os hace gracia? ¿Les parece una broma graciosa?- Justa al acabar escupió en la ventanilla y golpeó la puerta furioso. - ¡Abrid la puerta! ¡Abrid la puerta! ¡Abrid la puta puerta!- Le dio un estruendoso golpe provocando que diésemos un salto asustados.
Nos quedamos en silencio. Lo único que se empezó a escuchar fueron los sollozos de Billy.
¿Quién diría que el temido Billy Hargrove estaría llorando?
Sin embargo, estaría loco si no estuviera llorando en una situación como esta. Ahora yo me lanzaría al suelo a llorar como una niña.
- No es culpa mía, Max. Te juro que no es culpa mía.- Max se soltó suavemente de mi agarre y caminó hasta la puerta.
Simplemente la dejé ir.
- ¿El qué no es culpa tuya, Billy?-
- Hice cosas, Max. Realmente... cosas malas. No quería hacerlo.-
Miré por encima del hombro de Maxie. Billy estaba de rodillas, sollozando y con las manos juntas, súplicando comprensión. Mi corazón se encogió y aparté la mirada. Dolía, Dios.
- Él me hizo hacerlo.-
- ¿Quién te hizo hacerlo?-
- No lo sé. Es como una sombra. Una sombra gigante.- Contesta él. - Por favor, Max.- Solloza de nuevo.
- ¿Q-qué te hizo hacer?-
- No es culpa mía, ¿vale? Max, por favor.-
Una lágrima corrió por la mejillas de Max. Sus manos se cerraron en un puño para después alzar una de ellas y posarla en el cristal. Soltó un leve gemido ahogado y mordió su labio para intentar no romper en llanto. Decidí caminar hasta ponerme al menos a un metro de ella, dispuesta a ser la primera en estar ahí en caso de que las cosas se salgan de control. Porque, para que engañarnos. No teníamos un plan conciso luego de encerrar a Billy en la sauna. Ni siquiera sabíamos que iba a funcionar.
- Por favor, créeme, Max, no es mi culpa.- Vuelve a decir mientras lloriqueaba. - Por favor, Max.- Su voz era muy pequeña, como la de un niño asustado que en cualquier momento se rompería.
- Billy, todo va a salir bien. Está bien, Billy. Queremos ayudarte.- Dice con la voz temblorosa. - Solo tienes que hablar con nosotros, ¿vale? Tienes que hablarnos.- Suspira. - Te creo, Billy.-
Mi cuello se erizó. Sentí mi cuerpo hundirse y apenas pude respirar. Miré a Will y él me observó a mí igual de atemorizado.
- Lo estoy sintiendo.- Susurra causando que Mike lo mire. - Está activado.-
- Max, aléjate de la puerta.- Dice Mike sin dejar de mirar a Will.
- ¿Qué?-
- ¡Aléjate de la puerta!- Grita de nuevo.
Corrí hacia Max y sin dudar rodeé mis brazos sobre su cintura para apartarla. Billy rompió el cristal de la puerta con un trozo del piso. De pronto sentí un ardor en mi mejilla.
- Jade.- Jadea tocando mi mejilla.
Ambas nos volvimos hacia Billy. Este golpeaba con rabia la puerta mientras le gritaba a ella. Él tomó la vara que estaba bloqueando la puerta y la lanzó hacia nosotras. Lucas agarró su honda evitando que Billy saliese.
Tomé fuerte a Max por los brazos y fuimos detrás de El.
Mi corazón latía tan rápido que creí que iba a sufrir un ataque.
Por alguna razón sentí calor en mis manos. Las miré y noté una especie de aura roja oscura crecer en mis manos. Mi corazón fue incluso aún más rápido y cuando quise gritar no hubo voz disponible.
Cuando volví a la realidad, Billy estaba en la pared de ladrillos con una pesa en su garganta. Sus manos se apretaron contra la vara de la pesa. La apartó, siendo más fuerte que mi mejor amiga y lanzándola en su dirección. El cayó al piso y Billy la agarró del cabello mientras ella deja un grito ahogado. La mirada de el chico se dirigió hacia Max.
Narradora
- Mierda.- Susurró cuando Billy aferró su mano al rededor del cuello de El.
- No.- Dice El con la voz ahogada. - ¡No, no!- Golpeó los brazos de Billy y él simplemente lo ignoró apretando su agarre y asfixiando más rápido a El.
El rostro del El comenzó a ponerse morado. Su boca estaba abierta intentando tomar aire, pero al no poder desesperaba cada vez más. Entonce Jade se dio cuenta de que el Billy asustado había vuelto a irse y quizás para no volver.
Miró hacia todas partes buscando alguna solución rápida ante el problema. De ninguna manera su mejor amiga moriría. Luego, miró sus manos y tomó una larga bocanada de aire. Dio un gran paso al frente y el aura negra que estaba en sus manos tomó forma de una vara oscura sólida en segundos. La agarró fuerte con sus manos y apretó su mandíbula mientras la estrellaba contra la espalda de Billy. Dejó caer a la semi inconsciente Eleven a la vez que él caía.
- ¡Vete al infierno, pedazo de mierda!- Grita dispuesta a golpearle de nuevo mientras estaba en el suelo. Pero el chico logró tomarla y romperla fácilmente en un puño.
Jade sintió una dolorosa punzada en su corazón y retrocedió agarrándose el pecho jadeando. Billy se acercó a la joven Harrington con el único objetivo de matarla con sus propias manos.
"Estoy muerta". Pensó cuando se recompuso.
Sin embargo, ver a El en el piso dolorida tratando de respirar, hizo que su corazón palpitase envuelto en furia. Alzó su mirada prendida en llamas y miró al chico poseído. Mike iba a ponerse delante de ella para protegerla pero Lucas no lo dejó.
Sus manos volvieron a envolverse en el aura negra.
Billy lanzó un puñetazo directo al abdomen de la adolescente el cual fue detenido por los nuevos poderes. La ojiazul cerró lentamente su mano mientras escuchaba la mano de él crujir. Luego alzó otra mano y el aura se cerró sobre todo el cuerpo de Billy. Comenzó a gritar. Ambos lo hicieron. Y lo único que compartían era el dolor y la rabia.
Los músculos de la chica ardían. Sus ojos se estaban cansando. Sus piernas querían ceder. Pero siguió, como única razón para hacerlo; proteger a sus amigos y a su novia.
Lanzó un ensordecedor chillido mientras hacía que Billy levitase unos grandes centímetros sobre el piso. Jade rugió y Billy salió disparado hacía un lateral rompiendo la pared de ladrillo y saliendo del recinto.
Finalmente su cuerpo se relajó. Respiraba pesada y temblaba asustada frente a lo que había hecho. Su nariz jamás había sangrado tanto pero al menos eso la distraía del punzante y agudo dolor de cabeza. Dejó que todo su peso recayese de golpe sobre la pared que tenía detrás de ella. Entre sollozos de confusión y miedo se fue desvaneciendo.
- ¡Jade!- Max corrió hasta ella preocupada.
Intentó tomarle el rostro. Jade la apartó repetidas veces, asustada y llorando más fuerte. La pelirroja confusa lo volvió a intentar.
- ¡Jade! Jade, estás bien, solo...-
- ¡No!- Grita volviendo a apartarla. - No me toques. No quiero hacerte daño.- Dice abrazándose a sí misma, hiperventilando. - Por favor, no quiero hacerte daño. No quiero hacerte daño. Aléjate. Aléjate de mí.-
- No me harás daño. Está bien.- Susurra la chica acercándose delicadamente. - ¿Ves?- Dice cuando su mano pudo acariciar la mejilla cortada de la pelinegra.
Finalmente, Jade rompió en llanto entre los brazos de Max cuando esta la abrazó. Maxine le acariciaba el cabello y cerraba los ojos con fuerza, intentando aguantar sus lágrimas de nuevo.
Quería llorar. Ahora no por Billy. Porque Jade se preocupaba por los demás y no por ella misma. Y eso no le parecía justo. Ahora estaba pasando mucho dolor, y sin embargo todavía se preocupaba por ella.
Max se prometió cuidarla.
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el: *le rozan*
jade: dIE YOU SON OF A BITCH I'LL KILL YOU 🤬😡🔥👊🏻👊🏻
-
also jade: *respira*
max: 💘💕💗💓💖💞💘💕💓💝💖💘💓💝❣️💟💘💞💓💟💓💘💞♥️💟💓💘💓
- deli ⭐
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