Capítulo 02

Narradora

- Hola, soy Jade Harrington, secretaria y tesorera del club de imagen y sonido, ¿coméis canguros para desayunar?- Los chicos e incluso el profesor Clarke, ríen.

- Disculpen la interrupción, pero, ¿puedo llevarme a Michael, Lucas, Dustin y Jade?- Dice el Director señalándolos a cada uno de ellos. 

[...]

Dustin, Lucas y Mike hablaban a la vez, provocando una sensación de molestia en todos los presentes. Jade incluida, claro. A veces, ser la más callada tenía sus ventajas.

- Está bien, vale. Silencio.- Dice el oficial Jim Hopper cansado de los chillones adolescentes.- Vamos por turnos, ¿entendido?- Él mira a la única niña de la sala.- Tú. ¿Dices que va por dónde?-

- Mirkwood.- Dice ella.

- ¿Mirkwood?- Jade asiente.- ¿Conoces Mirkwood?- Le pregunta al oficial que tenía a su lado.

- Pues no, me parece que se lo han inventado.-

- Es del Señor de los Anillos.- Dice Lucas.

- No, es del Hobbit.- Rectifica Dustin.

Mike y Jade ruedan los ojos.

- ¿Qué más da?-

- ¡Callaos, joder!- Grita Jade harta de la estúpida discusión.- Mirkwood es una calle real, el nombre es inventado. Es en el cruce de Cornwallis y Kerley.-

- Sé donde es...- Dice reclinándose en la silla.

- Podemos llevarle.- Comenta Mike.

- Ya dijo que sabe donde es.- Dice Jade con fastidio. Realmente, no estaba de muy buen humor hoy.- ¿Podemos ayudar a buscar, oficial?- Pregunta.

En cuando tuvieron ocasión, los cuatro chicos callados comenzaron a apoyar la idea de Jade entre murmuros.

- No. Después de las clases, volverán a sus casas de inmediato. Nada de investigaciones ni búsquedas por el bosque, esto no es el Señor de Los Anillos.-

- El Hobbit...- Rectificó Dustin llevándose un manotazo de Lucas.

Mike y Jade se miraron entre ellos.

- ¿Quedó claro?- Pregunta Hopper viéndose algo intimidante.

Se levantó de la silla y Dustin y Lucas dejaron de pegarse entre ellos.

- ¿Quedó... claro?- Pregunta más serio aún.

- Sí, señor.-

- Sí.-

[...]

Unas horas más tarde

- Ah... es aquí.- Dice Lucas aliviado de haber llegado.

Dustin largó un suspiro pesado y miró hacia el cielo. Unas gotas de lluvia cayeron en su rostro.

- Chicos, será mejor volver.-

- No, no vamos a volver. Y no os alejéis.- Dice Mike iniciando la entrada hacia el bosque.- Poned el canal seis. Vamos.-

Jade se colocó la capucha de su sudadera morada y encendió la linterna. Ella también tenía miedo, pero no iba a demostrarlo delante de sus amigos. No por vergüenza, tan solo no quería ser una molestia para ellos.
 La lluvia se intensificó en cuestión de segundos, mojando por completo a los adolescentes. La capucha de la chica se cayó hacia atrás. No le interesaba. Su mente estaba fija en Will.

- ¡Will!- Gritó Mike.

- ¡William!-

- ¡Byers!-

- ¡Tengo tu patrulla X ciento treinta y cuatro!- Exclama Henderson.- Tíos, creo que deberíamos volver.

- Va en serio, Dustin. Si vas a seguir quejándote, vete de una vez.- Espeta Lucas.

- Estoy siento realista, Lucas.- Reclama él.

- No, estás siendo un gallina.-

Jade comenzó a escuchar algo. Parecía no ser la única, ya que Mike la había mirado y asintió dándole a entender que él también escuchaba algo.

- ¿No creeis que Will desapareció porque se topó con algo malo?- Sugiere Dustin nuevamente.- Y vamos por el mismo lugar en el que desapareció él. Y no llevamos ni armas ni nada.-

- Dustin, calla un momento...- Dice Jade caminando más lento.

- Lo que digo es que seamos inteligentes.-

- No, va en serio. Calla, Dust.- Harrington detuvo a sus amigos.- ¿Lo habéis oído?-

Unas pisadas sonaron detrás de ellos. El grupo de cuatro se giró asustado.
De nuevo, las pisadas sonaron más cerca aún. Cuando apuntaron con la linterna hacia el ruido, una niña de cabeza rapada y una gran camisa simple de color amarilla. Estaba el doble de asustada que ellos y tenía mucho frío.

Mike y Jade se miraron.

- H-hola...- Dice la adolescente.- ¿Estás perdida?- Trató de acercarse un poco, pero la niña de nombre desconocido, dio un paso hacia atrás.

- Está bien. No te haremos daño...- Dice Mike poniéndose a su lado.

La castaña se quitó su mochila lentamente. Se quitó también su chaqueta. Dejó su linterna en el suelo y se acercó a la niña sin hacer ningún movimiento brusco.

- Ven.- 

La niña, dudó. Al analizar a Jade con la mirada, decidió acercarse hacia ella. Le transmitía algo de confianza y comprensión. 

- ¿Ves? No te haremos daños.- Dice Jade mientras rodea con su abrigo a la pequeña.

La ojimiel miró a su amigo Mike preocupada. Ambos parecían leerse la mente con solo mirarse.

[...]

- ¿Podemos llamar a alguien? ¿A tus padres, quizás?- Pregunta Mike.

- ¿Qué te pasa en el pelo? ¿¡Tienes cáncer!?- Dice Dustin exclamando lo último.

- ¿Te has escapado?- Pregunta ahora Lucas.

- ¿Estás metida en un lío?- 

- ¿Eso es sangre?- Dice Lucas estirando su mano para tocarla.

Jade apartó su brazo de un manotazo y miró mal a sus amigos.

- Ya basta, la asustas.- Habla ella algo molesta.

- ¡Ella me asusta!- Se excusa el moreno.

- Seguro que está sorda.- Dustin dio una palmada en frente de su rostro, haciendo que la pequeña se sobresaltase.- No está sorda.-

- Bueno, ya vale. Solo está asustada y tiene frío.- Dijo Mike ahora.

El chico fue a buscar algo de ropa para la nueva inquilina. En el pequeño periodo que se había alejado, un rayo retumbó en todo el sótano. La menor cerró con fuerza sus ojos y jadeó de miedo que tenía.

Jade se sentó a su lado y poco a poco posó su mano en su hombro. La contraria no hizo nada.

- Tranquila. Estamos aquí.- Ella la miró sin decir nada.

- Toma, está limpia.- Dijo Mike volviendo al sitio.

La niña la tomó. Los chicos (y chica) miraban atentos a sus acciones. La desconocida se levantó, a la vez que se le caía la chaqueta de Jade y sin pensarlo, tomó los extremos de su camiseta con intención de quitársela.

- ¡No, no, no, no, no!- Los presentes se giraron horrorizados, mientras que la castaña agarró sus manos rápidamente, impidiendo que se sacase la camisa.

- Dios santo, Dios santo, Dios santo...- Murmuraba Dustin horrorizado sin girarse.

Jade señaló al fondo de la habitación.- Allí, ese es el baño; intimidad, ¿lo entiendes?- Explica lo más calmada posible. Aunque en el fondo, estaba muriendo de vergüenza.

La niña había entendido.
Tomó la ropa de Mike y fue en dirección al baño. Jade y Mike fueron con ella.

Cuando Michael estaba dispuesto a cerrar la puerta, ella lo detuvo parándola con la mano.

- ¿No quieres que la cierre?- Pregunta Mike.

La niña duda en responder, pero al final lo hace.- No.-

- Hey, sabes hablar.- Dice Jade con una leve sonrisa.- Está bien, no la cerraremos, ¿vale?- Mike la miró imitando su sonrisa.

- Entonces, ¿puedo dejar la puerta...?- Comenzó a cerrarla un poco. Dejó la puerta medio abierta.- ¿... así?-

- Sí.- Contestó la niña.

[...]

N/A: No pondré todas y cada una de las escenas, porque se supone que es una fanfic con Max lmao. Y por supuesto, cambiaré algunas.

- ¿Quieres que me quede a dormir, Mike?- Pregunta Jade.

- Sí. Necesito tu ayuda con ella.- Dice mirando a la niña.

Dustin y Lucas se fueron de la casa de los Wheeler muy dudosos con el plan que Mike ideó, pero no rechistaron más.

- Bien...- Jade y Michael se sentaron en frente de la niña.- No sabemos como te llamas.-

La pequeña llamada Eleven, alzó su manga y mostró su tatuaje en el brazo izquierdo. Un pequeño 011 en su piel llamó la atención de ambos.

- ¿Es de verdad?- Pregunta Mike emocionado. Estiró su brazo para intentar tocarlo, pero Eleven tan solo apartó su extremidad y miró un poco mal a Mike.
Jade tan solo se carcajeó por lo bajo, causando que Eleven la mirara curiosa y sonriendo mínimamente.

- Perdón, es que... Nunca vi a una niña con un tatuaje de verdad.- Dice él disculpándose.- ¿Qué significa el once?-

La niña se señaló varias veces.

- ¿Es tu nombre?- Pregunta ahora Jade. La contraria asintió.- ¿Eleven? Vale. Pues yo me llamo Ede, más corto que Jade y él es Mike, el diminutivo de Michael.-

- Nosotros podemos llamarte El, el diminutivo de Eleven.- Eleven asintió y Mike mordió su labio nervioso.- Bueno, pues... Buenas noches, El.- Le dijo.

- Buenas noches, Mike.- El nombrado le sonrió y subió a su habitación.

Una vez que Mike había desaparecido del lugar, Jade miró a Eleven. Le volvió a sonreír y tomó su mano con cautela de no hacerla sentir mal. 

- ¿Puedo ver tu tatuaje de nuevo?- Pregunta amable.

Eleven lo pensó dos veces.

- Sí.- Alzó de nuevo su manga enseñando el número once de su muñeca.

Jade sin soltar su mano, dirigió su mano libre para acariciar con sus dedos la muñeca de Eleven. Esta última no la apartó. Tenía curiosidad por ver las intenciones de su nueva amiga. Ahora, se sentía segura y a salvo con Jade a su lado, más que con Mike, Dustin y Lucas. Probablemente, porque ambas tenían el mismo género y Jade la entendía lo mejor que podía.

- ¿Tienes padres, El?- La nombrada se encogió de hombros sin dejar de mirar la mano de Jade.

La castaña se confundió mucho luego de esa respuesta.

- Bueno... Te sientes... ¿te sientes bien con nosotros?- Eleven asintió.- Creo que es mejor que te deje descansar, ¿no?- El volvió a encogerse de hombros.- Yo dormiré allí. Si necesitas algo, no dudes en despertarme, ¿vale, El?- Eleven asintió una segunda vez.

Jade dejó su brazo y se levantó del sitio. 

- Buenas noches, El.- Dijo mirándola.

- Buenas noches, Ede.- Respondió en un susurro que Jade escuchó.

Jade sonrió sin mirar a Eleven. Se dirigió al sofá y se acostó, dispuesta a dormir de una vez por todas.

[...]

- Malos...- Susurra Eleven.

Mike y Jade se miraron algo temerosos.

- ¿Malas personas, El?- Pregunta Jade.

Eleven bajó la mirada y su piel se erizó con tan solo pensar en aquellas personas. Su mano se formó como si fuese una pistola; se apuntó en la cabeza y luego apuntó a sus dos amigos.

- ¿Entendido?- Murmura Eleven observando a ambos.

- Mike...- Susurra la morena rompiendo el silencio que se había quedado.- Debemos ir a clases...-

[...]

Jade abrió su taquilla y de este cayó una nota. Alzó su ceja confundida y la tomó del suelo. La abrió y leyó curiosa. Lo que ponía a continuación, no le hizo ningún tipo de gracia.

"Maricona tortillera"

-yort

Harrington cerró la puerta de su taquilla de golpe, provocando que algunos de sus compañeros y alumnos que no conocía, se giraren a verla extrañada.

- ¿Quién hizo esta mierda?- Pregunta furiosa enseñando la nota.- ¿Ya no tienes huevos de dar la cara, imbécil?- Las personas a su alrededor se mantuvieron calladas y expectantes.- Jódanse. Son una panda de idiotas descerebrados.- Escupe comenzando a irse de allí.

- Fui yo.- Dice su hermano mayor, Troy.- ¿Qué pasa, Jade? ¿Tanto te avergüenza lo que eres?- Espeta burlón. Jade abrió su boca sin creerlo.

Troy, su propio hermano.
Un secreto íntimo para ella, había salido a la luz por alguien que confiaba plenamente. ¿Por qué? ¿Qué hizo ella para que él hiciese eso?

Los alumnos comenzaron a hablarse entre ellos mientras la miraban con disgusto. Jade por su parte se sintió pequeña ante tantas miradas de asco. De pronto sentía que el mundo la odiaba.

- Yo no soy lesbiana. A mi me gustan los chicos.- Miente tratando de convencerlos a todas aquellas personas que hablaban barbaridades.- ¡No soy lesbiana!- Grita a punto de estallar en llanto.- ¿¡Por qué dices eso!?- Le grita a su hermano empujándole.

- Porque lo eres. Recuerdo cuando viniste a mi cuarto y me contaste todo. Y lo peor, es que me dijiste que si me parecía bien.- Troy mostró una mueca de asco y todos a su alrededor se rieron un poco.- Mi propia hermana está enferma.-

- No estoy enferma; No soy lesbiana...- Dice ya desesperada.

- ¡Maricona!- Grita alguien entre la multitud. Eso fue un buen incentivo para que casi toda aquella multitud se uniese a ese extraño cántico que degradaba cada vez más su imagen.

Entre los alumnos, cuatro chicos aparecieron confundidos.
Jade comenzó a llorar y con rabia acumulada, le dio otro empujón a Troy.

- ¡Tú te masturbas mientras escuchas Bethoven o miras Mazinger Z!- La gente dejó de llamar a la chica por aquel despectivo nombre y de pronto miraron al mayor.- ¿O acaso miento?-

- ¡Mentira!- Dice el chico todo rojo de vergüenza.

Jade se acercó peligrosamente a su hermano. A su vez, agarró fuertemente su camiseta, acercándolo más a ella.

- A tú juego se pueden jugar dos, Troy Harrington.- Susurra con lágrimas en sus mejillas y una intimidante mirada. Luego de esto lo soltó y se dirigió a su clase de artes plásticas, la que menos le gustaba.

Entró a la clase la primera y simplemente hundió su cabeza entre sus brazos, dejando salir toda la frustración y enfado que tenía encima. 
Una de sus recientes amigas, Rebeca, entró a la clase casi corriendo al oír por lo que Jade había pasado hace unos minutos atrás por culpa de su hermano.

- ¿Jade?- La nombrada alzó un poco su cabeza y limpió lo mejor que pudo sus lágrimas. Tragó sintiendo algo de dolor en su garganta debido al llanto interrumpido. Se acomodó en su sitio.

- ¿Qué quieres, Beca?- Pregunta algo cansada mirando ahora hacia sus manos.

- Yo... Venía a asegurarme de como estás.- Se agachó para apoyarse en la mesa de la contraria y la miró fijamente.- Siento que la gente no lo haya tomado tan bien. Aunque, yo tampoco me lo esperaba, no me importa lo que seas. Es decir, no me parece bien que la gente vaya a "odiarte" por ser... eso... lesbiana.- Jade sorbió su nariz.

- Sí. Gracias.- Dice sin ganas.

La morena iba a decir algo más, pero los alumnos comenzaron a entrar en el aula, sin quitarle el ojo a la castaña. Esta se removió incómoda en su asiento. Su mirada se dirigió hacia su mano, pues Rebeca había tomado su mano con fuerza. Beca se acercó a su rostro, plantando un suave beso en su mejilla.

- ¿Qué haces?- Pregunta Jade confundida y levemente sonrojada.

- ¿No puedo darle un beso a una amiga?-  Pregunta inocentemente.

- Sí, pero...-

- Bien, niños, buenos días y siéntense de una vez.- Dice el profesor Lemay llegando a la clase y sentándose en su pupitre.

[...]

Jade tiró su mochila al suelo y se largó a llorar.
Jenny escuchó a su hija y fue corriendo a socorrerla a su habitación. Por suerte, estaban solas las dos en la casa. Steve, en una fiesta, Troy, con sus amigos, y su padre, Oliver, trabajando.

- Cariño, ¿qué pasa?- Pregunta la mujer sentándose en la cama.

-Estoy enferma, mami.- Solloza como si volviese a tener dos años.- Estoy enferma, todos me odian, no quiero que me odien, mamá.-

Era muy complicado ver a su hija llorar, piensa la adulta acariciando su espalda. Hacía bastante tiempo que no veía a Jade en ese estado tan vulnerable

- ¿Por qué estás enferma? ¿Qué ha pasado?-

- Creo que soy lesbiana.- Dice volviendo a estallar en llanto, como si hubiese matado a alguien.- Y Troy se lo ha revelado a todo el instituto y-y... a-ahora todos me odian, me llaman maricona y...- Sorbió su nariz.- Me odio.-

- ¿Te gustan las chicas?-

- Sí, creo...- Contesta sin mirarla.

Jennifer se queda pensativa unos momentos. Miró a su hija totalmente devastada. Sonrió y suspiró suavemente. La mujer se acostó al lado de su hija y la abrazó por la espalda. 
Jade no se lo esperaba, pero en fueron unos escasos segundos los que pasaron para que la pequeña se girase y se acurrucase en los brazos de su madre. Jenny comenzó a acariciar con dulzura su cabello y a tararear una canción para lograr calmar a Jade.

- Mami...- Susurra Jade cerrando sus ojos. La adulta le responde con un "mmh".- ¿Tú me odias?- Su madre golpeó su trasero y Jade se quejó.

- Claro que no. ¿Yo di a luz a una tonta o a una niña?- Pregunta irónica haciéndola sonreír.- Yo solo quiero que tengas cuidado con las personas, pueden ser crueles.-

Jade dudó en decirle. Tomó algo de aire entre abrió sus ojos.- ¿Tú crees que Troy es cruel?-

- Lo que hizo fue muy mezquino. Tranquila, mi pequeña, Troy no va a salir de rositas esta vez.- La niña abrazó fuerte a su madre.

- Gracias, mamá.-

- No es nada, cariño. Super mamá Jennifer siempre aquí.- Dice entre risas.

- ¿Crees que a papá le importe?- 

La mujer la miró y suspiró profundamente. Miró a su hija y mostró una sonrisa extraña.

- Es mejor que papá no lo sepa.- 

---

-Deli

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top