Un día más había comenzado, el tiempo se volvía eterno dentro del hospital. El cielo se llenaba de nubes cada vez más, eso indicaba que el huracán y su imparable tormenta se acercaban con rapidez a Texas.
Jensen bebía café, mientras miraba su teléfono, se aproximaba la hora de que le permitieran ver a Arizona, así que estaba muy ansioso.

Escucho unos pasos acercarce.— Señor Ackles, buenos días— saludo la enfermera— ¿No quiere ir a comer algo?

— No gracias, estoy bien— sonrió amable

— Pero se ve muy mal, si no come tendremos que administrarle suero— explicó la mujer

Jensen la miro serio.— ¿Habla enserio?

— Se lo pido amablemente, sólo vaya y coma algo, la Señorita Wesley está en buenas manos— la enferma se alejó sin esperar respuesta

Jensen sabía que tenía que obedecer, así que sin muchos ánimos, se levantó de la silla y camino en dirección a la cafetería.
Se sentó en otra silla, frente a la barra, esperando a que el mesero se acercará a el.

[...]

Brad había llegado al hospital, llevaba una mochila con algo de ropa, tanto para él y el Arizona, además de un cambio que Marion le había mandado a Jensen.
El hombre se iba a sentar en la silla, pero la enfermera lo llamo, la hora de visitas a Zona ya había comenzado.

— ¿Puedo llevar la mochila conmigo?— pregunto Brad antes de alejarse atraves del pasillo

— Claro señor— asintió la enfermera

Brad también repitió la acción de la mujer y se adentró por el pasillo. Se le vi a hecho raro no ver al joven Ackles sentado en la sala de espera, pero talvez ya yacia junto a Zona.
El hombre entro a la habitación de su hija y se sentó en el sillón que se encontraba en un costado.

— Bien Zona, es hora de despertar cariño— hablo mirándola— Yo estare aquí cuando decidas hacerlo— tomo un libro y se dispuso a leer

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Arizona caminaba entre los cultivos de trigo, su madre miraba con una sonrisa, ambas disfrutaban el momento.

— ¿Aún no es hora de volver?— pregunto Emelia atenta

— Sólo necesito un poco más de tiempo aquí, nunca sueño de este modo, no desde que me fui de casa— confesó girandoce para ver a su madre

— Entiendo que quieras disfrutar esto, cielo. Pero se aproximan cosas importantes y tu tienes que estar lúcida— explicó Emelia borrando rastro de su sonrisa

La mirada de la mujer se poso en el cielo, Zona giró para ver lo que su madre veía. Una gran cantidad de nubes grises se acercaban a ellas, relámpagos se hacían notar y un viento muy fuerte también.

— Me temo que debes de decidir rápido— aseguró Emelia— Los sueños sensibles no son eternos, lo sabes Arizona

— Sabré cuando despertar— dijo la rubia con un tono calmado

— Bien, es mejor que vayamos a casa a resguardarnos— la mujer tomó la mano de su hija y caminaron de regreso a el rancho Wesley

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Jensen había terminado su desayuno, había disfrutado cada bocado, pues no había comido lo suficiente en estos días.
Volvió a la sala de espera, a cual estaba vacía, le pareció extraño, pues alguien de sus círculo de amigos siempre estaba ahi, listo para ver a Arizona.
El vaquero camino hasta la secretaria del lugar, atrayendo la atención de la joven.

— El padre de la paciente ya está con ella — informó, pues la secretaria ya sabía lo que Jensen preguntaría— Puedes pasar, al Doctor no le molestará

— Gracias— sonrió a medias y se adentró en el pasillo

Conforme Jensen se acercaba a la habitación, sus nervios incrementaban, siempre era así, pero el no sabía porque. Al llegar, la puerta estaba abierta, lo cual le permitió ver a Brad leyendo en el sillón.

— Buen día, Brad— sonrió Jensen de manera decaida— ¿Nada aún?

— Ella sigue igual, mantengo mi esperanza, es lo único que nos queda por hacer— comentó Brad mirando a su hija— Toma asiento, sólo nos dan unos minutos y hay que aprovechar

Jensen asintió, canino hasta una de las sillas y la movio hasta quedar junto a Arizona. Le gustaba tomar la mano de la rubia y hablar con ella, él creía que podía escucharlo y eso la haría despertar.

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Ya en casa Arizona se encontraba comiendo con su madre, pero el momento fue interrumpido por el teléfono de la casa. Zona se levantó y camino hasta la sala, tomo el teléfono y lo acercó a su oreja.

— No se que decir, Zona— hablo Jensen— Fui un idiota por imaginar cosas que no eran, por dejar de hablarte. Sólo pido una cosa y esa es que vuelvas, que todo lo hagamos bien...—soltó un suspiro— Es vergonzoso decirte estas cosas cuando tu padre está frente a mi, pero no importa, te quiero y debes saberlo

— Jensen— lo llamo con un sollozo

— Te esperaré, siempre lo haré— siguió el vaquero

— Ackles, no digas tonterías, estoy aquí— dijo riendo, evitando no llorar— ¿Jensen? ¿Jen?

— El no te puede escuchar, cariño— comentó su madre sentadoce en el sillón frente a ella

— Pero... yo puedo escucharlo a él— aseguró Zona

— Lo sé, pero recuerda que estas en un sueño, si quieres estar con él, debes de volver, despertar— explicó Emelia con una mirada amable

— No quiero dejarte mamá, pero papá está allá, no puedo dejarlo sólo

— Se que tomaras una buena decisión, pero sólo recuerda...— su madre miro hacia la ventana— No queda mucho tiempo, la tormenta se acerca