Capítulo XXIV "Últimos días"

Esas palabras hicieron que Maurice se enfureciera por mucho. Lo miró totalmente molesto por el efecto de las drogas y le gritó con todas sus fuerzas:

—¿AH SI? SI LO VEREMOS, TE RESTREGARE EN LA MALDITA CARA ESTOS MOMENTOS YA CUANDO ESTES EN UNA JODIDA CELDA, ENCADENADO, VIEJO, MORIBUNDO Y FRUSTRADO DE QUE NO VOLVERAS A VER LA LUZ DEL DIA A PARTIR DE MAÑANA ¡Tu vida se convertirá en una sátira de dolor en donde preferirás estar muerto a seguir sufriendo! ¡TE LO JURO POR LYDIA! ¡Imbécil, bastardo!—

—Te equivocas y tienes razón a la vez Maurice— dijo pacíficamente — Mi vida ya es una sátira de dolor y a pesar de eso nunca prefirió estar muerto, porque sé que vendrán tiempos mejores. No planees días que jamás vendrán, nunca me veras en una jodida celda, ni viejo, ni moribundo y mucho menos encadenado, eso te lo juro... ¡POR MI MADRE!—respondió con más firmeza.

—Bien, no me importa—respondió tranquilamente— disfruta el último día en que podrás dormir, porque mañana será el día en que te abre destruido... Me voy, tengo que ir con Kelly, futura Señora de McElFatrick... nos vemos mañana—se fue mientras reía a carcajadas.

Sherlock no pudo dormir en toda la madrugada, creía que Hailee lo había abandonado, no volvería a ver la luz del sol con normalidad, ya se encontraba en su cama totalmente fatigado y destruido. Pero al cuarto para las siete lo despertaron muy bruscamente.

—¡¡Despierta!!—Gritó el guardia— Y ponte esto— le aventó un uniforme naranja— Me darás toda tu ropa y la llevaremos para el tribunal para que "te la den el día que salgas libre", día que jamás llegara ¡Vámonos ahora!

No había llegado Hailee, estaba rendido, solo tenía que aceptar su destino, se puso el uniforme lo más rápido posible y le dijo a los guardias que se fueran ahora mismo.

—Espera— dijo el guardia— Oficial McElFatrick quiere verte.

—Pues yo no a él, vámonos.

—¡No, iremos con él!

Tan solo salió de la celda y ya se encontraba Maurice ahí, esperándolo, con una mirada llena de rabia y una satisfacción enteramente aterradora. Ambos estaban frente a frente y el corrupto policía dijo:

—Solo quiero que escuches mis últimas palabras. ¡Gane! Te gane de esta lucha psicológica entre el bien y el mal ¡TE GANE! No puedes contra mí, a decir verdad nadie puede, y cuando haya pasado tu condena dictada, hare que "asesines a alguien" para que te encierren más tiempo—hizo una sonrisa muy malévola que iba entre lo divertido a lo realmente aterrador.

—Nunca pasare eso, terminare mi condena y saldré—respondió inseguro.

—Eso jamás pasara, ahora iras preso para siempre, te lo prometo. No sabes cómo es mi influencia y nunca debiste haberlo sabido.

Sin más que hacer. Sherlock aceptaría el costo de sus consecuencias y de pensar compulsivamente, pero de pronto y como si fuera un ángel que cayó del cielo: Hailee Gilmour llegó en el momento más adecuado:

—Maurice, yo creo que no pisara ni el reclusorio—apareció súbitamente—Sherlock, te dije que vendría—le guiñó el ojo.

—Gracias a dios.

—¿Qué mierdas están tramando?— preguntó Maurice confundido.

—Bueno, tú dices que veras a Sherlock en la cárcel, y si te creo porque tú también iras preso Maurice—Hailee respondió de una manera victoriosa.

—¿Qué? Nunca iré preso

—Si lo harás— dijo mientras abría su portafolio— Tengo un video para culparte de muchos cargos, el primero; CORRUPCION, el segundo PEDOFILIA, el tercero DROGADICCIÓN LIBREMENTE DECLARADA y el cuarto ATRACO A UNA MENOR DE EDAD, en este caso Kelly Milverton, en el video se marca perfectamente como tienes relaciones con ella, le declaras todo lo que has ingerido y todo lo malo que has hecho. Yo creo que con estos cargos, el que va salir más rápido del reclusorio será Sherlock, solo porque a él lo culpan de asesinato y ya, pero tú, capaz que de la cárcel te vas a un manicomio.

—Hailee... ¡NO LO HARIAS!—remarcó totalmente violento.

—Claro que sí, tú me juraste que no me engañabas con Lydia, y lo hiciste, como tú lo hiciste, yo también puedo hacer esto.

—Y... ¿Qué quieres a cambio?

—Que dejes libre a Sherlock y a Littzy.

—Y... ¿Si no lo hago?

—Sherlock será enviado a un tribunal para menores pero tú no saldrías ni en 20 años cuando les muestre esto.

—Y... ¿Si te quito el video?

—Tengo copias.

—Y... ¿Si te mando a matar?

—Ya hay un documento jurado en donde dice que si me pasa algo, la ley te responsabilizara a ti, solo a ti, y aparte verán el video.

—Jum...— dijo Maurice— Tu siempre tan lista, ¡Creí que éramos del mismo equipo! Pero tú estás a lado de los criminales.

—Yo apoyo lo que es correcto y lo que hicieron Littzy y Sherlock fue correcto.

—¿EN QUE SENTIDO?

—Deja de fingir Maurice, en el fondo estás agradecido con ellos, porque al fin te quitaron un peso encima. Sabes perfectamente lo que paso, Lydia hizo lo mismo con Sherlock y contigo, Drogas, Alcohol adulterado, beber sangre y demás porquerías, la diferencia es que— volteo a ver al detenido— él se está dando cuenta de su error y las palabras que me dijo ayer son las que espere que tú me dijeras pero... ¡Nunca lo hiciste!, por lo menos él está dejando esos vicios, pero ¿Tú? ¡Tú ya estas podrido Maurice! Ya no hay nada que puedas hacer para salvarte.

—Te equivocas, amo el alcohol adulterado y lo único bueno que me dejo Lydia fueron sus pastillas sabrosas, aparte ¿Estar salvado o aburrido? Sin mis juguetitos estaría tan aburrido, después de que empezaste a decir que yo ten engañaba con Lydia.

—¿Qué? ¡No me salgas con esas tonterías?,— Hailee no podía creer lo que escuchaba— ¡Tú me engañaste con Lydia!

—No... te equivocas, yo nunca te engañe con Lydia, antes de que nos casáramos, resulta que sí, nos besamos, pero le dije que te prefería mil veces a ti Hailee, entonces la deje y ella entendió, pero fue el día en que tú te "diste cuenta" de todo, quería decirte todo lo que había pasado, pero te cerraste tanto que preferí irme con ella... Ahora ¿Comprendes?

—Eres un idiota, porque si no te hubieras besado con Lydia jamás hubieras llegado lo que paso y los dos seguiríamos juntos—empezó a llorar compulsivamente.

Sherlock estaba en medio de todo ese escenario poco poético y nada profesional. Entonces Maurice cubrió a Hailee tiernamente mientras le dijo:

—Lastima, pero lo que paso ya paso, además no quiero regresar contigo— dijo y la soltó— Ahora Kelly Milverton será la suplente de Lydia, y si tienes razón, estoy podrido ella me convirtió así. Quiero que todos salgamos ganando entonces, así que tu ganas, pero necesito probar algo que diga que son inocentes.

—Puedes decir la verdad de que Lydia era una maldita loca o que si la asesinaron pero por auto defensa, ¿Qué dices Maurice?—río sarcásticamente.

—Emm....— refunfuño— Está bien, me ganaste esta vez Hailee, diré que fue auto defensa y te odio Sherlock Ravensdale, bien... hare que te quiten eso y podrás irte.

Finalmente ambos ganaron, Sherlock volvió a ponerse su ropa normal y estaba libre de toda culpa, el crimen había pasado por alto puesto que en verdad había sido por auto-defensa. Después de cambiarse, pasó a la oficina de su "viejo amigo" Maurice:

—¿Ya vio? Le dije que no inventara días que jamás llegara.

—Cállate y lárgate antes de que me arrepienta—reprochó enfadado.

—Maurice, tú y yo tenemos algo en común tenemos las mismas preguntas y solo hay una persona que nos puede responder, aparte necesito comprobarle a algo ¿Me haría un último favor?

—¿Qué demonios quieres?

—Huy bueno, primero agradecerle porque si usted dice que Kelly será la próxima Sra. McElFatrick se ira de la Universidad, eso me alegrara mucho, y en segunda...— Sherlock se acercó y le susurro a él su plan, Maurice accedió

(...)

Pero ¿Qué plan se necesitaba hacer? ¿Cuál era ese favor que necesitaban?

Fueron a las habitaciones de la Universidad, específicamente al cuarto de Littzy Forcé, los dos esperaban pacientes.

—¿Quién es?— pregunto ella.

—Littzy, soy yo Maurice, necesito hablar contigo, Sherlock esta conmigo.

Abrió la puerta con lentitud.

—¿Qué Maurice? ¿Ya vino a detenerme?, y ¿Qué mierdas haces tú aquí, Sherlock?

—Mira cálmate. Solo vine a hacerte unas preguntas.

—Sí y le diré toda la verdad.

—Eso espero, te escucho.

—Bien— suspiro con miedo y comenzó a hablar— Yo asesine a Lydia McElFatrick, si ¿Cómo descubrí que ellos eran amantes? Porque yo y mi amiga Melissa entramos a su cuarto y tenía cosas de brujería, cuadros aterradores, fotos de Sherlock, había asesinado a la profesora Mosshart con brujería y a mí me provocó un desmayo, así fue como me entere de su romance, Lydia quería matar a Sherlock y yo tenía otra arma entonces le dispare, solo que Sherlock quemó el cuerpo de su mujer.

Maurice no podía creerlo, quería golpear a Sherlock y le reprochó con todo el aire de sus pulmones:

—¡¡¿QUEMASTE SU CUERPO HIJO DE PUTA?!!

—Pues—río con nervios— Si...

—Y tiene las cenizas en su cuarto—complementó Littzy.

—Está Bien—Maurice tuvo que controlarse puesto que recordaba el plan—. Littzy no voy a detener a ninguno de los dos.

—¿Qué? —Littzy se impresionó completamente— ¿Por qué?

—Bien, los dejare en paz, pero con una condición.

—¿Cuál?— preguntaron ambos confundidos.

—Sherlock, devuélveme sus cenizas.

—De acuerdo—aceptó sin remedio.

Las cosas se suavizaron drásticamente. Sherlock fue a su habitación y le devolvió el resto de un cuerpo destruido a Maurice, él se las llevó sin hacer reproches o de más comentarios. Todo había vuelto a la normalidad.

Sherlock acompañó a Littzy, quién se encontraba sentada de bajo de un árbol, con muchos sentimientos encontrados y difíciles de entender.

—¿Sabes?—dijo ella— No creía que tu podrías hacer todo lo que me dijiste, creía que estabas delirando.

—Ya vez, te dije que ni tu ni yo íbamos a ir presos—sonrió mientras se sentaba a su lado.

—¿Cómo lo lograste?

—Pues, no preguntes como, debes de estar satisfecha de que otra vez y juntos logramos salir de esta, no dudo que vengan cosas peores pero si lo arreglamos entre los dos podremos salir adelante.

—Ja... no creo que podrá haber un "Bonnie and Clyde", y no quiero cosas peores.

—¿Sabes, Littz? Estuve pensando y descubrí quién era Lydia en realidad, entonces me dije "¿Por qué deje a una mujer tan bella, linda, cariñosa y sobre todo paciente como para no marcarme al hospital más cercano como Littzy por una mierda como Lydia?" Ahora me arrepiento.

—¿Y qué? ¿Crees que diciéndome esas palabras vamos a regresar?

—No, sé que por desgracia que no, pero me gustaría quedar como un amigo para tí.

—¿Cómo crees que tendré de amigo a alguien que amo tanto?

—Debemos intentarlo porque será muy difícil para mí también.

—Será complicado, pero tendremos que hacerlo—dijo decaída.

—Me voy, nos vemos después— dijo Sherlock y se fue rápidamente para no mostrar las lágrimas que tenía en su rostro.

Esos eran los Últimos Días del primer año de la Universidad, todos hacían planes para sus vacaciones, Sherlock debería irse solo a su casa, pero odiaba estar solo, entonces antes de eso estaba asistiendo a platicas que ofrecían de desintoxicación de drogas y prevención de otras enfermedades, era visto como algo "raro" sabiendo de la "fama inventada" que tenía pero no le importaba, después de todo no quería quedar como Maurice, estaba dando grandes avances, pero no dejo el alcohol, también prometió a Balmaceda visitar un psiquiatra durante las vacaciones.

Todo iba bien, excepto para Maurice que tendría algo de su merecido, llego Kelly un día a su oficina

—Maurice, ¿En verdad creíste que me iba a casar contigo?— preguntó extrañada.

—Pues... ¿No es así?

—¡NO!—gritó asqueada— En primera mi padre no me dejaría casar con un simple servidor público y mayor como tú, en seguida tengo novio, George Lestrade, más millonario y lo amo. Tú solo fuiste un juego ¡Olvida esa idea! ¡Hasta nunca!

Maurice se quedó atónico, pero le llegó un sorprendente karma instantáneo incapaz de asimilar. A él nunca lo habían rechazado ni mucho menos negado algo tan importante como un matrimonio. Ahora que lo vivía simplemente quería morir. Y para colmo le hicieron otra llamada.

Bueno... ¿Maurice McElFatrick?

—Sí, soy yo ¿Quién habla?

—Soy August Densmore, director de la casa hogar "Benny's House" para superdotados, tenemos a su hija, y su esposa Lydia nos pidió que en 5 meses se la dieran, ahora ella tiene 1 año de edad.

—¿TENGO UNA HIJA?— preguntó a punto de tener un paro cardiaco.

—Sí, es una niña muy linda.

—¡Voy para allá!

Maurice abandonó su cargo como policía y de inmediato tomó el primer vuelo a Nueva York. No podía creerlo ¿Él tenía una hija y jamás se dio cuenta? Imposible, no era capaz de asimilar semejante noticia.

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