zwölf

Como había sido acordado, HoSeok llegó a casa de Taehyung por la mañana. A pesar de que el clima en estos días les resulta frío, a veces el sol parece querer asomarse. Taehyung viste casual, como cuando va a la universidad. Había dejado su excusa para faltar a clases, también. Fue difícil, sobre todo porque la maestra que le atendió siempre le ha intimidado.

Pero ahora por fin está en el auto de HoSeok. El viaje es de, aproximadamente, cuarenta y cinco minutos si no hay tráfico. Para su suerte, no lo hay. El saludo entre él y HoSeok había sido torpe y, por poco, nulo: ellos realmente habían dicho "hola" y eso era todo. Habían estado demasiado nerviosos, tal vez. Aun más HoSeok. Los nervios le habían estado atormentando desde el día anterior, apenas pudo dormir bien. Se la había pasado pensando en si no sería extraño que llegara con Taehyung o si es que habría habitaciones con doble cama libres. No consideró estos detalles cuando invitó a Taehyung, y ahora, parecían complicaciones. 

Para cuando han llegado, Taehyung ya ha pasado un nivel de uno de los juegos que tiene en su celular y ha tomado fotos del camino (solo como recuerdo). HoSeok no le ha hablado más que dos veces durante el recorrido: la primera para preguntarle si no olvidaba nada y la segunda para preguntarle si quería hacer alguna parada para comprar algo.

Como Taehyung había esperado, el lugar es atractivo por fuera... pero por dentro esto incrementa. Él no está arrepintiéndose —para nada— de estar aquí. HoSeok se dedica a hablar con los trabajadores (recepcionistas, en general). Mientras lo hace, solo puede asentir recordando con claridad el lugar. Se pregunta si YoonGi vendría (había hablado con él por la noche y no estaba seguro de asistir). Cuando, quien está atendiéndole, termina de buscar, el gesto contrariado en su rostro le da a entender a HoSeok muchas cosas. Entonces espera lo peor.

—No hay habitaciones juntas, pero sí hay habitaciones con doble cama —dice el desconocido, luego de su árdua búsqueda—. Las habitaciones que quedan libres, están separadas mínimamente por ocho habitaciones más. 

Maldición. HoSeok sabía que debieron salir más temprano por eso: a veces son familias las que vienen y algunos socios son muy amigos o amigas y quieren estar lo más cerca posible. 

Taehyung ha estado escuchando. No tiene problema en compartir habitación con quien está de pie a su lado. Yendo al punto de que han compartido hasta cama... realmente no habría problema. Quiere reír cuando ve a HoSeok preocupado solo por ese detalle, así que él presiona el brazo contrario y hace un gesto indicando que no es de importancia.

—¿Las primera opción o la segunda? —pregunta HoSeok, luego de haber suspirado. Él espera que Taehyung escoja la segunda porque, ciertamente, no lo quiere muy lejos (la razón es que el rubio podría perderse o terminar siendo incomodado por otra persona).

—Podemos compartir habitación. —Taehyung afirma, la timidez le embarga unos segundos, así que decide encogerse de hombros para restarle importancia. 

HoSeok asiente, casi titubeando. Esto iba a ser un poco más difícil que lo que pensó. 

La habitación es espaciosa, tiene ventanales grandes y un balcón. Hay un solo baño, pero era de esperarse. Las camas son de plaza y media y están muy bien acomodadas, al igual que todo alrededor. Hay una mesa de centro, con dos sofás que lucen muy cómodos. A Taehyung le encanta. 

—Tomaré la cama de la izquierda porque es la más cercana al frigobar. —Se apura en decir, emocionado—. ¿Habrán dulces ahí? —pregunta al aire. 

—Deben haber algunos —responde HoSeok, agradeciendo luego al botones por la ayuda. 

Cuando ya están solos, HoSeok se apresura en terminar de colocar las maletas cerca a las camas. Puede ver que, aunque intente ocultarlo, Taehyung está cautivado por el lugar. Y que se ve bonito con esa camisa suelta de color blanco. Si algo ha notado HoSeok, es que a Taehyung le gusta la ropa muy suelta cuando se trata de estar cómodo. No tiene problema con eso. Pero tal vez sí: esa camisa hace que pueda ver las clavículas contrarias... La misma zona que ha besado en más de una ocasión. 

—La vista es asombrosa, ¿ya la conoces? —Taehyung ingresa de nuevo, luego de estar en el balcón—. Si no lo has hecho, no sé qué esperas. 

—La conozco desde hace un año, y tienes razón, es muy asombrosa. Pero no me atrevo a verla desde el último piso, la altura es mucha. 

—¿Tienes miedo a las alturas? 

HoSeok asiente y Taehyung sonríe radiante. 

—Ya tenemos algo en común —dice, tomando su maleta y colocándola sobre la cama—. ¿Vas a enseñarme el lugar? —pregunta luego. 

—¿Quieres verlo ahora? —HoSeok sonríe. Le gusta, demasiado, ver que Taehyung está muy feliz. 

—¿Puedo pedir eso? 

—Puedes pedir lo que quieras —responde, es seguro y sin dudas—, eres el invitado. 

Taehyung asiente lento. Si así son las cosas, a él le gustaría poder pedir un beso. Solo uno, porque no puede evitar quererlo. No es fácil cuando HoSeok se ve tan cálido, tan cómodo. Y Taehyung sabe que este es el chico que le derrite con solo un toque. 

—Entonces vamos a ver lo demás, por favor. —Sin embargo, dice, olvidando su idea—. Apuesto a que es igual de lindo que aquí. 

—Con esas altas expectativas... espero que sí lo sea —HoSeok ríe. Él siempre luce muy jovial y tiene ese aura que brinda confianza. A Taehyung le gusta eso. 

En unos minutos más, ellos están afuera. HoSeok palpa sus bolsillos una vez más, asegurándose de que tiene las llaves y lo necesario. Taehyung, en cambio, ríe por lo precavido de este hombre. 

—Yah, vamos —pide, poniendo ojos de cachorro—. No creo que falte nada. 

HoSeok hace un sonido, indicando afirmación. Taehyung podría saltar de la felicidad en ese momento. Mientras que caminan a la par, HoSeok recibe una llamada. Él la contesta, no sin antes avisarle a Taehyung y este asienta totalmente comprensivo. 

Estando en lo que parece ser solo un pasillo ancho, HoSeok se detiene un momento. Taehyung, entretanto, se distrae apreciando la vista. Es eso hasta que, luego de unos minutos, puede ver a una chica que se le hace muy conocida. Esta chica tiene algunos parecidos con quien está a su lado y, entonces, cae en cuenta de quién es. Intenta no ponerse nervioso, recuerda que ella fue muy amable la primera vez en que la conoció. Pero es en ese momento cuando puede apreciar a otra mujer, muy notable y con gesto... intimidante. 

Todo pasa en segundos rápidos. En un suspiro, HoSeok ya está a su lado y sin el celular a la vista. Parece estar tenso y Jiwoo, igual. 

—¿Así que me trajiste hasta aquí para encontrarme con él? —La primera en hablar es la mujer mayor. Taehyung puede notar que tiene algunos rasgos de las otras dos personas ahí. Se pregunta si acaso es la madre... 

—No. —Jiwoo responde al instante—. No sabía que estarías aquí —continúa, esta vez dirigiéndose a su hermano con voz más suave.

—¿Entonces qué haces en este lugar? —pregunta la señora, sin esperar una respuesta anterior—. ¿Fue a propósito? No te equivoques al verme aquí con ella. Esto no tiene nada que ver con las estúpidas ideas que tienes. 

—Madre... por favor —Jiwoo parece arrepentirse por el apelativo dicho. La señora le mira con enojo, como si fuera odio. 

Taehyung no puede entender la situación. Es demasiado incómodo estar ahí, se siente tan pesado. Por alguna razón él quiere decirle a HoSeok que pueden irse a las habitaciones ya. No cree que sea el momento. HoSeok luce demasiado tenso y Jiwoo le dirige una mirada afligida. 

—Si tu intención es venir a humillarme una vez más, te pido que no lo hagas delante de mi invitado. —Se apresura a decir HoSeok, antes de que la mujer vuelva a hablar. Parece que le ha costado decir esas palabras, demasiado. 

La mujer sonríe con poca gracia, casi burlándose, y calla. Taehyung no quiere irse, él se quedaría a defender a HoSeok si era necesario. Lo haría sin ningún problema. Aun así se va junto a Jiwoo, que indica que le siga. Sabe que no tiene el derecho de estar ahí, pero solo... no quiere ver a HoSeok tan abatido. Qué era toda esa situación. 

Mientras que camina junto a Jiwoo, va cabizbajo. Todo había estado tan bien hace solo unos minutos y, en cuestión de otros, se había arruinado. Eso parece y eso es. Aún no entiende por qué, ¿no se supone que HoSeok tenía una buena relación con su madre? Sino, ¿por qué le enviaba flores? Tantas dudas en su mente solo le marean y le recuerdan malos momentos de su vida. Esa mirada en la mujer adulta hizo que recordara el pasado tan cercanamente. Esos ojos parecían haber sido inyectados con odio.

Jiwoo se detiene en el bar que hay en el grande (muy grande) lugar. Ella se ve... tan por debajo. No hay ni rastro de la chica alegre que vio ese día en el departamento de HoSeok. Él toma asiento a su lado luego de que ella le haga señas para que le acompañe. 

El silencio reina por unos minutos y la pesadumbre es palpable. Es así hasta que Jiwoo se atreve a pedir un trago. Con la mirada le pregunta a Taehyung si quiere algo. 

—Solo un mojito... por favor —pide él. Entonces, otra vez, solo se oye el barullo del resto de personas. 

—Está enferma. —Al fin habla Jiwoo. Taehyung no dice nada, sabe que no hay necesidad—. Lo está desde hace tiempo, pero esta vez es diferente, por eso me reuní con ella —sigue, mirando a cualquier otro punto, menos a los ojos de Taehyung—. Creo que nos odia, a mí y a Hobi. 

Taehyung suspira apenas. Cielos.

—No nos acepta como hijos y detesta que la llamemos "madre". Y no deberíamos hacerlo, no deberíamos llamarla así, pero es... a veces es inconsciente. 

Ella se detiene en el momento exacto al ver que las bebidas llegan. Le da un largo trago a su ron antes de seguir. 

—No tengo que contarte esto... debo estar aburriéndote y no es indicado. No tengo muchas personas con las que hablar. Sé que eres amigo de HoSeok y tal vez no quiera que sepas esto, pero yo... 

Taehyung niega rápido, pero las palabras no salen. Aun así, trata de mostrarse lo más comprensivo posible. Jiwoo parece entenderlo. 

—Solo dos meses antes de que HoSeok naciera, mi verdadero padre decidió abandonarnos —cuenta, la tristeza y a la vez el enojo pueden percibirse en su voz—. Supongo que por un desliz del momento. Eso marcó mucho a Sook, mi madre. La marcó tanto que se descuidó por completo y no había día en que no me maldijera a mí y al bebé en su vientre. Yo era muy pequeña para recordarlo ahora, pero es de saberse. Mis abuelos me tuvieron un tiempo. Cuidaban, como podían, del niño que llevaba mi madre. 

Jiwoo se detiene un momento, pareciendo pensar... recordar. Taehyung le mira apenado, sabiendo lo difícil que debe estar siendo para ella. 

—HoSeok nació muy sano, a pesar de todo. En solo dos años él se volvió mi luz y alegría. Él era muy pequeño, no recuerda muchas cosas. Tal vez por eso siempre ha querido solucionar todo con ella. Yo, en cambio, entendí que no debía buscar amor en donde no me lo otorgarían. Ella me odiaba. Nos odiaba. Se había vuelto desquiciada. —Otra vez se detiene, para darle un sorbo más a su trago, tratando de ocultar sus ganas de llorar—. Nos culpaba por la marcha de quien fue mi padre. Sobre todo, culpaba a HoSeok.

Taehyung no hace más que ver a Jiwoo contenerse, intentando no romperse en ese instante. No es una vista agradable, pero no sabe qué hacer además de escuchar. 

—No nos quería cerca y luego comenzaron los maltratos. Mis abuelos no podían hacer mucho y no tenían porqué: ellos eran ancianos y mi abuela estaba muy enferma. La salvación fue nuestro ahora padre, el hermano de mi verdadero progenitor. Él se ofreció a llevarnos, y así fue. Obtuvo la tenencia luego de unos meses. Hay más que contar de todo esto, pero eso es lo principal. —Lo último lo murmura, sopesando los hechos—. Tú no tenías que ver lo que pasó allá, pero supongo que HoSeok hará como si nada hubiera pasado. Te pido disculpas por ella. 

Otra vez el silencio cae, esta vez es porque Jiwoo suspira temblorosamente. Se ve pequeña. 

—No tienes que disculparte, no ha sido tu culpa. —Taehyung habla, entretanto. Su voz ha salido un poco ahogada, entonces nota que no ha probado su mojito—. Yo no fui quien salió afectado. 

Jiwoo sonríe apenas, sintiéndose más reconfortada. Ella nota que el chico a su lado se ve realmente triste por la situación, y así, entiende que es una buena persona. Lo nota en sus ojos. 

—Me alegra que mi hermano te tenga como amigo —dice, ahora luce más calmada—. Estos dos años ha estado tan atrapado en el trabajo que realmente no tiene muchas amistades, excepcionando a YoonGi. Ese chico con ojos de gato y cara de póker... Ambos son como 2 por 1 si están en un mismo lugar. 

Taehyung ríe apenas por lo último dicho, imaginando cómo debe ser. Jiwoo se queda en silencio alrededor de un minuto. 

—Mi corazón ya no le pertenece, pero él de HoSeok, sí —agrega, Taehyung sabe a lo que se refiere—. Él cree que todavía hay solución, de hecho siempre está enviándole presentes o flores como para recordarle de su existencia. Para recordarle que tiene un hijo. Yo no puedo hacer que desista, ¿verdad? Así que no digo nada sobre eso. Pero me gustaría que en algún momento se detuviera por su bien. 

—En algún momento él dejará de hacerlo, es un poco cabeza de zanahoria... pero estoy seguro de que entenderá que solo le hace mal. —Taehyung responde, muy confiado. 

Jiwoo suelta una carcajada, por fin. Mira al chico frente a ella y sonríe más animada. —Me caes muy bien, Taehyung. ¿Es ese tu nombre, no? 

El susodicho asiente, sonriendo también. 

—Tal vez debas agendarme. —Jiwoo continúa, refiriéndose a los números de celular—. Pero creo que en otro momento, ya deberías ir a tu habitación... en donde estés. Creo que alguien puede necesitarte.

Taehyung por un momento duda, preguntándose si verdaderamente HoSeok quisiera verle en estos momentos. Pero ¿eran amigos, cierto? Tal vez él podía solo... ir. 

—Y no te preocupes, no verás más escenas como las de hoy. Estoy segura de que ella se va y yo también, prefiero estar en casa. 

—Uhm... te agendaré la próxima que te vea —dice él, sonriendo. 

—Pídele mi número a mi hermano. Y ve, los tragos van por mi cuenta. —Jiwoo concluye, sintiéndose mucho mejor que antes. 

—Muchas gracias, Jiwoo —Taehyung se levanta, acomodando la silla después. Jiwoo le mira sorprendida porque recuerde su nombre. 

Es así como se despiden, una sintiéndose menos decaída y otro sintiéndose bien consigo mismo. Pero, al final, Taehyung sabe que se encuentra nervioso. Se pregunta si HoSeok estará en la habitación, si ha terminado de hablar con la señora Jung, si ha sido demasiado malo... 

Él tiene todas esas dudas y más mientras camina a donde se aloja. Aun así, quiere llegar rápido.

Comentarios del capítulo en general, aquí. ¿Qué les ha parecido?, ¿se lo esperaban?

Lamento la tardanza, pero con las fiestas y que se acerca el cumpleaños de familiares míos, me ha sido difícil pasarme por aquí (lo expliqué en un anuncio). 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top