zwanzig
Había sido como un rabión, ciertamente. Puede recordar casi a detalle la expresión afligida de Taehyung, la confusión en su mirada, el temor en sus últimas palabras antes de desaparecer en el edificio en donde vive. Hoseok sintió que no estaba comprendiendo bien la situación, pero tal vez Taehyung quería marcar una 'línea separadora': estaban yendo muy lejos, al parecer. Los apelativos cariñosos, las caricias, tanta comodidad...
Hoseok quería maldecir. Es un hombre de casi 28 años y no se supone que la situación se le deba haber escapado de las manos. Pero, nuevamente, él recuerda que es humano y errores tiene muchos, aunque esto no se siente como uno. Esa misma noche, en el auto, notó muchas cosas. Notó, por ejemplo, que adoraba (y en serio lo hacía) el tener a Taehyung tan cerca. Esta buena sensación de saber que pudo oír la respiración acompasada de Taehyung por tanta cercanía, apreciar sus facciones, abrazarlo, tenerlo encima y sentir que encajaba en sus brazos... Le estaba volviendo loco.
Desde sus veinte había decidido que el amor era lo suyo, si dice la verdad. Incluso se lo había contado seriamente a Yoongi quien, entre miradas llenas de sorpresa, le dijo que, si eso quería, todo bien. A diferencia de Yoongi, Hoseok había estado esperando a que llegue alguien que le haga ver el mundo de sus colores favoritos, le vuelva un alma aun más libre, le haga creer que hasta momentos 'simples' son oro puro. Le gustaban algunas historias románticas y las muestras de amor. Desafortunadamente la universidad y el trabajo le consumieron tanto que no tuvo tiempo para el tema (al menos no como hubiera querido).
Tuvo citas casuales, pero no llegaba a una relación. Había suspirado por algunas personas, pero siempre como un joven enamoradizo y nunca realmente en serio. Incluso había salido con algunos chicos, unas cuantas citas y tal vez uno que otro beso. Tuvo la experiencia, sí. Es justamente por eso que, cuando notó su atracción por Taehyung, realmente no le había hecho pensar demasiado. Se convenció de que era algo momentáneo, que no era razón para alarmarse.
Ahora no puede sentirse más confundido. Es domingo por la noche, agradece que el trabajo haya hecho que se distraiga, al menos, hasta estas horas. Es de noche, está solo en su apartamento y no hay ruido. Mickey, su mascota, es muy tranquilo. Cero ladridos, solo el leve sonido del claxon de algunos autos que transitan por la avenida principal. Mickey se acomoda a su lado, mirándole con ojitos brillantes. Él le sonríe, el perrito lame su mano como respuesta.
—¿Sabes, amigo? Estoy preocupado —murmura, sabiendo que el can no entiende nada, pero... Es lo de menos—. ¿Qué voy a hacer si me gusta tanto?
Entonces lo dijo en voz alta y no había marcha atrás. Diablos, le gusta Taehyung. Lo había estado pensando desde que el chico bajó de su auto y se esfumó. Su mente había formulado tantas ideas que, por un momento, se sintió mareado. Pero lo principal fue que... se sintió como la mierda cuando se hizo una pregunta a sí mismo: ¿qué haría si Taehyung desaparecía de su vida, si perdía contacto con él en definitiva?
La sola idea le había atemorizado y provocó en él unas inmensas ganas de bajar de su auto y tocar la puerta de Taehyung para luego abrazarlo y no soltarlo en unos largos minutos. Pudo pensar que solo se trataba de amistad y aprecio, pero no iba a engañarse. Siempre fue sincero consigo mismo, o lo intentaba... Decir que no era nada, sería una mentira total.
Taehyung es como todo lo que quiere en su vida e, incluso si en el chico hay cosas que no esperaba encontrar en la próxima persona que le guste, sigue siendo como ideal. Taehyung le da más color a su vida, le da esa comodidad que le hacer olvidar del pasar de las horas... Taehyung puede lograr cosas magníficas con solo una sonrisa. No hay razón para negarlo: le gusta mucho Taehyung.
Pero eso no es suficiente para dar un gran paso, tal vez.
Hoseok quiere algo serio. Teniendo 27 lo que espera él (incluso quienes le rodean) es que se establezca. Tal vez suene demasiado formal, pero es algo que le gustaría. Él sabe que en una relación se va lento y se descubren cosas en el camino, le parece perfecto. No es como si quisiera casarse ya. Si deja de dar rodeos, lo que le preocupa es qué pasaría si es que Taehyung le correspondía y no funcionaba en solo unos días. No quería que todo lo bueno que había logrado con Taehyung se arruinara por algo así y, a eso, se suma el hecho de que sería otra relación fallida.
Sí, si lo considera, quizá ha empezado a dudar de su capacidad para llevar una relación. Por alguna razón estas siempre terminaban... no de muy buena manera. Era triste, si le preguntan. Sabe que debe arriesgarse, pero con 27 años las preocupaciones aumentan un poco y no es algo que piensa tomar a la ligera.
Y esto le lleva al punto que le deja totalmente sorprendido: que aun con mil y un cuestiones en mente, quiere tomar el riesgo.
Ni siquiera importaba si era rechazado o era correspondido y, antes de siquiera formalizar la relación, se acabara. Su gusto por Taehyung es tanto que... no está preocupándose por estas cosas que le llegan a parecer banales ahora. Banales.
No importaba siquiera que Taehyung fuera un chico, de hecho eso es lo de menos: él está queriendo sin leyes de por medio.
Siendo así...
Para el lunes en la noche ha tomado una decisión importante sin consultarlo en lo más mínimo. Sabe que esto es, en cierto punto, crucial en su vida. Aun con todos esos detalles... Lo quiere, así que lo hará.
Recuerda que Taehyung no ha respondido sus mensajes, pero sabe que está conectándose, pues Jiwoo le mencionó algo sobre una charla que estaban teniendo. Decidido marca el número, hará una llamada. Cuando Taehyung conteste, le citaría en algún lugar y le llevaría algo simbólico... entonces vería la oportunidad para sacar el tema y se confesaría. Si no funcionaba, lo habría intentado. Podría estar tranquilo y sin arrepentimientos, sería mejor y...
—Hola... —Escucha del otro lado de la línea. El nerviosismo le invade y hasta olvida lo que tenía en mente—. ¿Hoseok?
—Sí, yo... Digo, Hoseok. —Cielos, si hubiera sabido que se pondría así de nervioso, entonces habría practicado 100 veces lo que iría a decir.
—Lamento no haber respondido tus mensajes. —Taehyung dice, un poco bajo—. No he estado respondiendo muy seguido por la universidad y por algunas asignaciones.
Hoseok sabe que eso no es del todo verdad, pero no siente que deba cuestionar. No debe.
—Me tenías preocupado —confiesa. Oye una risa débil por parte de Taehyung.
—¿Creías que los extraterrestres me habían abducido?
Esta vez es turno de Hoseok para reír fuerte y claro, pero se detiene al recordar por qué hizo esta llamada. Carraspea un poco, intentando tomar algo de valor en esos segundos. Solo era una salida, solo eso. Más que eso.
—¿Cómo te ha ido estos días? —En cambio, pregunta: quiere romper este extraño hielo.
—Ahm, no estoy seguro —responde, verdaderamente dudando—. Un poquito cansado por la universidad, tú sabes. Mis amigos vinieron y me dijeron que necesito una buena salida y distraerme —comenta, sintiéndose tonto por revelar esos datos.
Yeonbi y Youngjae habían llegado a su departamento solo una hora después de la llamada que tuvo con Jimin (lo cual fue sospechoso, pero lo dejó pasar). Ellos le animaron y, cuando les dijo que su tristeza y pesadez era por la universidad y lo agotadora que resultaba, Youngjae decidió mencionar el tener una cita y conocer nuevas personas que le traigan buenos momentos. Eso le hizo sentir un poco mal, pero no podía culpar a su amigo: él no sabía mucho sobre la situación con Hoseok.
—¿Una buena salida? —Hoseok pregunta, entonces. Hay algo que se está perdiendo, lo sabe.
—Sí, algo así como una cita... ajam. —Decir eso había sido difícil, pero está hecho.
—Oh... —murmura, esas simples palabras le habían sentado mal. Como un balde de agua fría, eso fue.
—Pero exageran, no creo que lo haga... —Taehyung dice al instante, intentando reír como si solo hubiera sido una broma—. ¿Llamaste para decirme algo en especial?
—Sí, pero lo olvidé. —Es lo que se le ocurre responder. Maldita sea su cobardía, esta que apareció ahora mismo y por lo que oyó. Ni siquiera era serio, pero le había dejado sin palabras—. No era importante, de todos modos. Quizá lo recuerde más tarde y te lo diga.
—Son las ocho y veinticuatro —musita, casi para sí mismo—. Debo cenar y dormir. Y tú, Jung, deberías hacer lo mismo —continúa, sonando cariñoso. Ha sido inconsciente.
—Sí, justo... —Él se detiene, suspirando—. Descansa, me despido.
—Ajam, sueña con los angelitos.
Hoseok quiere volver a hablar, pero la llamada se ha cortado. "Vuelve" piensa cuando ya no oye la voz de Taehyung. La palabra se queda en el vacío y, lo que inicialmente iba a decir, también.
Esto no es bueno. Incluso si Taehyung había mencionado lo de las citas solo para tomarlo como algo gracioso... No pudo con ello. Pensó en Taehyung, con su atrayente mirada y adorable sonrisa, teniendo una cita... Interesándose en alguien, otorgándole sus besos tiernos y los alocados, sus comentarios interesantes y sus expresiones angelicales. No era agradable de imaginar, sinceramente. Taehyung podía hacerlo: salir con quien quisiera. Hoseok no podría decir nada. Incluso si ninguno de ellos tuvo citas con alguien durante este tiempo, Taehyung podría empezar ahora o cuando tuviera la intención.
Se siente idiota, ¿esto era celos? Pero, ¿a qué? A este paso iba a reírse de sí mismo sin escatimar. ¡Él ni siquiera solía pasar por esto!
No es momento de preocuparse por estas cosas, no ahora. Si Taehyung le gusta tanto como para poner su mundo de cabeza, entonces...
—Voy a decírselo —dice apenas la llamada ha sido tomada.
—Un carajo, hombre. Son más de las nueve, debo madrugar y llamas... —Yoongi contesta, parece fastidiado, pero Hoseok sabe que se le pasará en unos segundos—. ¿De qué hablas?
—Voy a decirle a Taehyung que lo invito a una cena, como una cita. Luego le diré que me gusta y lo quiero.
—Bien, te felicito —responde firme—. Ahora volveré a dormir y luego podrás contarme cómo te fue.
—Pensé que dirías más, ¿tienes tanto sueño? —pregunta, sorprendido por lo rápido que Yoongi quería concluir.
—Sí, pero no digo más porque pierdes tiempo aquí si quieres decírselo ahora —aclara, y es verdad—. Sé que se trata del chico, Taehyung. Me agrada y, además, esta es tu decisión... la cual ya tomaste: suenas determinado. Creo que lo único que me queda decirte es "suerte" y estoy haciéndolo ahora. Suerte, espero que salga bien. —Yoongi carraspea, al parecer por lo ronco que sonó por apenas haber despertado—. Me contarás todo después y entonces te diré lo que te espera en una relación y te felicitaré, si es que sale bien.
—Qué animador y reconfortante —Hoseok habla, sarcasmo en sus palabras gracias a lo último que dijo su amigo.
—Sabes que espero que salga bien, lo mejor para ti. Cuelga ahora y dilo de una vez o puede que pierdas la oportunidad —concluye, hay afecto en lo dicho si se presta atención.
Después él está haciendo otra llamada y su corazón late como si hubiera corrido diez calles, no exagera. Cuando oye la voz del dueño de sus suspiros y buenos sentires, sabe que está perdido.
—¿Recordaste lo que tenías que decirme? —Taehyung pregunta, suena risueño.
—No, pero hay otra cosa... cómo decirlo —Hoseok sabe que debe hablar, que es momento—. Quería invitarte a cenar mañana.
—Oh... —balbucea, la sorpresa no es necesariamente por la cena, sino porque Hoseok sonaba tan nervioso por invitarle. Es extraño, considerando que antes han cenado juntos—. Me gustaría.
—¿Paso por ti?
—Claro.
—Bien, estaré ahí —dice más aliviado, planea despedirse, pero...
—Hoseok, ¿quieres venir ahora? —Taehyung pregunta, se ha sonrojado al hacerlo, pero tiene ventaja: nadie está viéndolo—. Es que preparé algo para la cena, ni siquiera soy bueno en la cocina, pero lo intenté... —Lo que dice es cierto, pero hay algo más. "Te extraño", piensa—. Como soy nuevo en esto, preparé de más, y...
—Sí. —Hoseok responde antes de que continúe—. Sí, quiero ir, voy a ir... Dame unos minutos, llegaré lo más rápido que pueda.
Taehyung asiente, concordando en voz alta, antes de colgar. Entonces Hoseok se alista y, en un momento, está por irse. Toma sus llaves rápidamente y sale. Su acción será precipitada, pero con lo que dijo Yoongi, la confusión en su mente y Taehyung esperándole, no ha tenido oportunidad de pensarlo claramente. Mientras que está en su auto, manejando por calles que empiezan a vaciarse... lo piensa mejor y está a nada de decidir hacerlo en la cena de mañana; pero algo le impulsa a no desistir.
Compra un buen postre (helados artesanales, unos cuantos muffins y refresco). Hubiera llevado algo más, pero el tiempo no está necesariamente a su favor. Cielos, sabe que puede esperar, que mañana podría ser una mejor ocasión, que...
Habían tantos 'obstáculos', no puede decidirse. Al parecer Taehyung le estuvo esperando en el pequeño balcón de su departamento, lo puede ver desde su auto. El chico también ha notado que se trata de él, pues sonríe antes de saludar moviendo la mano.
Los nervios le invaden y una risa nerviosa escapa, él baja de su auto y puede ver la mirada llena de vida de Taehyung. Lo ve desaparecer unos segundos y corretear para volver de nuevo.
—Espera, voy a abrir la puerta principal. Entras y cierras —dice con señas y hablando 'silenciosamente' antes de desaparecer, otra vez, entre tropezones.
Lo único que Hoseok puede pensar ahora es que todo salga bien... o cercano a ello. Puede oír sus propios latidos. Esto es tan inesperado, tan repentino. Justo como sus sentimientos por Taehyung.
❒
Ah, el amor... jajaja. Vaya, no sé cómo quedó este capítulo, espero que bien. Tengan una buena noche, cuídense. <3 Si hay errores, pueden avisarme (escribí hoy y un poco a la volada).
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