sechs
Lo siguiente que HoSeok recordaría es la manera en que Taehyung caminó hacia él para continuar con sus movimientos sensuales, esos que le dejan sin habla. El chico parecía un poco tímido al inicio, pero luego solo sacó al aire su descarez y se inclinó para susurrarle que apenas empezaba. Entonces, mientras Taehyung termina enderezándose; HoSeok, casi confuso por el calor en su mente, le jala y lo sienta sobre su regazo. Taehyung no hace más que quedarse quieto, su respiración está enganchada y sus piernas a cada lado de las de HoSeok. Le ha tomado desprevenido por completo.
—¿Qué haces? —pregunta, tratando de marcar un poco de distancia entre su rostro y el de Jung—. No tienes que tocarme.
—Lo sé. ¿No puedes hacerlo así?
—No —dice rápido, sus mejillas han de estar sonrojadas y lo sabe—. Nunca he dejado que nadie me toque, por eso... ¿Quieres esto?, ¿que lo haga sobre ti? Puedo hacerlo, pero tú no tienes que tocarme.
Taehyung razona, él está recibiendo más de la mitad de dinero de lo que gana en un mes por solo un día. Hacer un buen trabajo no es su obligación, pero sabe que, a diferencia de su lugar de labor, aquí hay solo un espectador y eso cambia la situación. No le desagrada la idea de tener que juguetear un poco, actuar más seductor e incluso tocar con sutileza a HoSeok; así que estarían bien, ¿no? Es un adulto ya, sabe que solo hará que Jung disfrute más del momento.
HoSeok frunce el ceño porque eso solo haría que se le complique el no tocar y solo mirar. Pero una parte de él insiste en que acepte, que podrá soportarlo y obtener algo bueno al mismo tiempo.
—Hazlo —acepta, sintiendo cómo Taehyung se tensa. Él trata de guardar la compostura, es ahora cuando toma conciencia de lo que está haciendo.
—Escucha, no puede ir más allá de eso, ¿bien?—Con tono inestable es lo que dice, no sabiendo si para sí mismo o para HoSeok—. Hablo en serio.
—Si es que llegara a pasar, tú siempre puedes negarlo, Kim. Cálmate.
Taehyung se avergüenza. Claramente puede detener las cosas si no está de acuerdo, pero ni siquiera confía en él mismo. No confía en que podrá decir que se estaría pasando límites si es que HoSeok lo tocara. Contrariamente, sabe que su cuerpo parece reaccionar rápidamente a cada toque e, incluso, mirada del pelinaranja. El sentir que tiene es chispeante, quema de buena manera, se siente deseado en serio. Y este es un deseo que estaría dispuesto aceptar, quizá. Sabe que tiene que mantenerse en sus sentidos, no puede dejarse llevar tan fácilmente. Es mortificante saber que al parecer no es solo HoSeok el que está con la cabeza caliente.
Se levanta y queda de pie frente y a escasos centímetros de HoSeok. No hace más que quedarse quieto por un momento, tratando de asimilar lo que sea que haya pasado hace unos minutos. Tiene que pensar bien las cosas, recuerda. Con sutileza y como si todo estuviera igual que antes, él continúa (esta vez manteniéndose cerca de HoSeok). Por razón que ya conoce pero no quiere aceptar, sus piernas parecen flaquear. Es calentura, sí.
Alejando sus pensamientos, decide ir en serio. El ambiente y la sola presencia de Jung hacen que se sienta mareado, con ganas de tocar, con ganas de ser tocado. Tal vez no debió aceptar nada, ni siquiera desde un inicio. Muy en el fondo sabe que, incluso tratando de negarlo, hay una clara tensión sexual entre él y el idiota. Dadas las circunstancias, parece ir en aumento. Cuando vuelve a caer en el regazo de HoSeok (tanto porque quiso como por deber), sabe que su ultimátum ya no tiene mucha valencia.
HoSeok se tensa al instante, puesto que no se había esperado que Taehyung volviera a estar encima suyo. Él maldijo mentalmente porque justamente estaba obteniendo una erección. Pero se obliga a mantenerse calmado, esto era una reacción normal del cuerpo. A pesar de eso, sabe que el deseo puede más que su voluntad. Quiere llevarse a este chico de sonrisa curiosa a la cama. Quiere ir rápido, quiere ir lento, quiere devorarlo y estar muy dentro suyo. Carajo, ¿en qué estaba pensando? No debería estar anticipando nada, pero lo hace. Aun si no sabe cuáles son las preferencias de Taehyung.
—¿Qué es lo que te gusta? —pregunta de pronto, haciendo que Taehyung detenga sus movimientos y le mire confundido.
—¿A qué te refieres? —Su tono se siente íntimo por la situación.
—Sexualmente.
—No creo que tenga que responder esa pregunta, pero ya que quieres saber... —comienza, sonriendo travieso aunque en realidad se siente avergonzado por lo que dirá. ¿Pero qué si provocaba un poquito a HoSeok? Estos juegos logran encenderle también y, mientras no pase a más, no habría problema—. Me gusta ser follado, que sean un poco insolentes conmigo...
—¿Dominación? —cuestiona, no sabe si incómodo o no por la revelación.
—Nop —Taehyung murmura—. Tal vez podría intentar eso algún día, pero me refiero a la intensidad.
Bien, jodidamente bien. Taehyung prácticamente había dejado todo en claro con eso, entonces, el deseo de HoSeok parece ir en un aumento que le parece indescriptible. Pero no cree que deba ni siquiera tratar de probar suerte en esto. Definitivamente sería extraño tener sexo con otro chico, habría ausencia de lo que acostumbra. No es como si fuera un santo, por supuesto que no (y tampoco tiene problemas respecto a las diversas preferencias). Pero no estaba en sus planes interesarse (sexualmente) por un hombre. Maldita sea, si su amigo se enterara de esto se reiría de él... O le diría que simplemente lo haga, después de todo, es satisfacer sus ganas. No quiere parecer patán, pero el sexo sin compromiso no es novedad en estos días, se dice.
—Sabes, creo que mejor me quito de encima tuyo —La voz de Taehyung hace que detenga sus pensamientos un momento—. Uh, acabo de sentirte... —agrega, al parecer avergonzado y un poco divertido.
Claramente HoSeok sabe a lo que se refiere: el bulto entre sus pantalones. Antes de que Taehyung intente levantarse, él sostiene sus caderas. El sopor parece ser la neblina que aparta la realidad.
—No tienes que tocarme —dice Taehyung, pero no suena como un regaño (solo intentó). Contrario a eso, su tono sale más suave de lo que quisiera—. HoSeok... —trata de advertir.
Taehyung exhala fuerte, sintiendo su respiración caliente. HoSeok analiza su rostro, notando que no es el único excitado. Perdiendo a su poca conciencia, él acerca más su rostro al de Taehyung. Las respiraciones se entremezclan, caluroso como el infierno (si es que hay uno).
Ellos no podrían asegurar quién dio la iniciativa en el beso fogoso que están dándose unos segundos después: solo pasó. No había manera de detenerse, no cuando Taehyung se aferra a HoSeok como si de una regla estricta se tratara. Ambos totalmente envueltos y perdidos en cómo quema. Las manos de HoSeok siguen sobre las caderas de Taehyung, estas cosquillean por avanzar y tocar más, pero él se retiene. Taehyung jadea entre el beso, este es intenso y húmedo. "Por fin", piensa.
Cuando Taehyung se mueve suave por puro instinto, HoSeok opta por contener la respiración unos segundos e ignorar la fricción. Entonces parece reaccionar, deteniéndose y otra vez marcando distancia.
—¿Fin? —murmura Taehyung, relamiendo sus labios—. Cielos, por fin rompiste con esa estúpida tensión.
—Tensión... —dice con duda, casi queriéndose reír de él mismo.
—Sí, es obvio, Jung. Te gusto, no trates de negarlo —Sin saber exactamente por qué, afirma. Quizá justamente por eso: necesita que HoSeok lo acepte.
—Gusto puede ser mucho.
—Me refiero a gusto de deseo —aclara Taehyung, riendo cortamente.
HoSeok suspira. —Creo que debemos dejarlo ahí.
—Sí, ya te lo había dicho. Nada más, eso es todo —asegura, pero una pizca de decepción se percibe en sus palabras (por supuesto, todavía está caliente).
—No lo digas así, haces que parezca que quieres lo contrario.
—Tú lo has dicho: lujuria.
HoSeok le mira con enojo y a la vez no, y antes de que Taehyung se lo espere, ellos están besándose de nuevo. Y al demonio, ellos lo están haciendo. Esta vez es más atrevido porque sus lenguas tienen más participación, Taehyung ya no reprime mucho y se permite jadear más sonoramente e incluso gemir despacio. La luz en la habitación es, prácticamente, escasa y muy tenue (lo cual ayuda a que pierda la timidez más rápido), no se siente tan observado.
HoSeok piensa en llevárselo a un lugar más cómodo: la cama. Así que, esta vez atreviéndose a probar su suerte, se levanta con Taehyung encima suyo y espera a que este se aferre a él y sea más fácil movilizarse. Es lo que pasa, Taehyung se envuelve como un koala, y por un momento le causa gracia. Sus manos se posicionan debajo del trasero de Taehyung (y eso está bien, bueno).
Para cuando están en la cama, besándose con toda la necesidad acumulada que tenían, Taehyung empieza a asustarse cuando se vuelve demasiado real. Joder, ¿hace cuánto no había tenido sexo? Casi dos años y medio. Sus nervios son entendibles, trata de pensar mientras HoSeok besa su cuello lentamente y desliza su mano por debajo de su top. Bien, podía hacerlo. Tiene 23 años, y tiene entendido que el sexo casual es normal. Vamos, él no estaba en esa etapa en donde creía que disfrutar de su sexualidad era malo, ¿no? Él lo hará, listo.
—Diablos... —murmura HoSeok, hastiado por no poder sentir lo suficientemente bien la piel de Taehyung a causa de la ropa.
—Desesperado —bromea el rubio, ayudándole a quitar su top. No quiere mostrar su nerviosismo, pero sabe que este es obvio por cómo sus dedos se mueven inestables al desabrochar luego la camisa que lleva HoSeok.
—Lo detendremos si es demasiado para alguno, puedes calmarte.
—No es el punto —niega Taehyung, riendo bajo y nervioso—. Es solo que... no he hecho esto desde hace un largo tiempo. Pero en algún momento tenía que volver a pasar.
—Iremos a tu ritmo —asegura, respirando más intenso y apoyando sus brazos en la cama.
Estando sin nada de ropa encima, totalmente desnudos y piel con piel; el sentir chispeante y las ganas de apresurarse son cada vez más vivas. Taehyung gime entrecortado cuando HoSeok deja besos húmedos sobre su pecho y caricias lentas sobre su abdomen, necesitando de más. El calor dejándolo perlado por el sudor, sus manos presionando la espalda de HoSeok y aferrándose ahí, en busca de reprimir sus movimientos bruscos. La música se escucha muy poco desde el living, pero las maldiciones de HoSeok son suficiente estimulante.
—Hazlo ya —pide y a la vez ordena, sintiéndose ligeramente abochornado por su atrevimiento. Pero lo necesitaba, ya estaba muy encendido para el momento.
—Necesitamos el lubricante —murmura HoSeok, con sus manos acariciando zonas ocultas.
—Estamos en tu casa, idiota.
HoSeok gruñe apenas, incorporándose muy poco y estirando su brazo a la mesita de noche de al lado para tantear y buscar lo que quiere. Cuando lo halla ni siquiera se preocupa por cerrar el cajón, él solo continúa con su labor. Necesita enterrarse en Taehyung, olvidarse de todo y sumirse en el placer. Quería, muy en serio, besar a este chico como si hubiera venido a este mundo para eso. Taehyung es guapo, demasiado. HoSeok sabe que sus ojos azules diamantado son solo una de las tantas cosas que le seducen, porque luego están sus curvas. Como un buen y excitante plus, Taehyung tenía los gestos eróticos hermosos. Y bueno, él quería follárselo.
—¿Tienes condones? —pregunta Taehyung, algunos mechones de su cabello están enmarcando su bonito rostro.
HoSeok asiente antes de colocárselo con rapidez (su paciencia ya es poca).
—Bien, adelante —Taehyung extiende sus piernas un poco más, sintiéndose expuesto pero a la vez deseoso.
El primer dígito está dentro. HoSeok quiere avanzar y Taehyung trata de relajarse para acostumbrarse. Después de unos minutos, otro dedo está dentro suyo y él solo puede jadear y gemir en modo de queja y, a la vez, de placer. Pero cuando HoSeok toca ese punto que le hace temblar, decide que es suficiente. Y HoSeok también.
HoSeok es amable, o eso intenta. Mientras su dura polla está dentro de Taehyung y él está quieto y rígido para darle su tiempo, las gotas de sudor recorren su cuello porque no es tarea fácil. Además, recuerda que no es un muchacho de apenas 20; ya tiene 27 y considera que mantener la compostura es lo indicado. Eso hasta que Taehyung se remueve y tensa su cuerpo, y él está sintiendo el apretón en su pene.
—Oh, sí... —gime el rubio debajo suyo, en donde se ve ya perdido, con la vista empañada y los labios rosas. Su expresión llena de disfrute, sus clavículas bien marcadas—. Sí, sí... muévete.
HoSeok se encarga de cumplir su deseo, todo libre, todo suyo, todo a su manera. Lo que comienza como suave, termina en una constante serie de gemidos, gruñidos, algunos gritos y lloriqueos (estos últimos por parte de Taehyung). Taehyung puede sentirse fuera del mundo, totalmente desconectado solo dedicándose a recibir y gemir y gritar incoherencias mientras siente cómo HoSeok no se reprime y lo folla duro dejando atrás la precaución. Y HoSeok solo puede pensar en lo jodidamente bien que se siente dar en el clavo, su polla sintiendo la presión, y los labios de Taehyung siempre dispuestos a ser besados.
—Agh, ¡sí! Eres... increíble, más duro, más —Taehyung no habría creído que esas palabras salieran de su boca, pero eso era. Su voz está un poco más aguda de lo que suele ser por estar siendo jodido de la manera más excitante. Culparía a lo mucho que necesitaba una buena sesión de sexo, pero la verdad es que HoSeok es muy bueno en esto. Todo certero, como si fuera calculado—. M-más, necesito más.
—Oh... —jadea HoSeok, enterrándose una vez más en Taehyung, antes de deslizarse fuera—. Ponte en cuatro, pega el pecho en la cama.
Taehyung acató la orden lo más rápido que pudo porque, al demonio, lo quiere. Quiere que HoSeok lo tome con fuerza y le haga olvidar su nombre, con su polla golpeando ese punto que le hace removerse con frenesí y le deja sin aire por unos segundos. Quiere sentirse jugar en la red de lo malo, y quiere besar la mandíbula cincelada del hombre encima suyo. No importaba cuán vergonzoso podía sonar si fuera dicho en voz alta. No importa si se sentía intimidado en la posición, porque en realidad le gusta.
HoSeok queda atónito por un momento. La curva del trasero de Taehyung logra dejarle boquiabierto. Taehyung está con el pecho sobre la cama, su rostro apoyado ahí también, levantando el culo y dejándolo a disposición suya. Y, pensando lo mismo por milésima vez, comprueba que Taehyung tiene curvas para ser apreciadas y piel con toques oro. Embistiendo dentro de una vez, él puede oír el claro grito-gemido que suelta Taehyung. Algo que no esperó fue que el chico empezara a retroceder en ocasiones para encontrarse con las estocadas de su polla, prolongando la satisfacción. La sensación es asombrosa por cómo puede acariciar con más libertad la cintura, vientre y caderas de Taehyung. Y por cómo puede ver a Taehyung arqueándose en necesidad de más, en respuesta a la estimulación (y él es sincero, eso alimenta su ego sexual).
—¡Ah, ah, sí...! Cielos, a-ah —gime Taehyung, importándole ya muy poco cómo puede verse ante HoSeok. El idiota sabe cómo tocarlo y parece haber descubierto sus zonas erógenas—. N-no te detengas.
Todo es rápido y desmesurado, fuerte y penetrante. El ambiente es pesado, sexual. Entonces, cuando Taehyung decide masturbarse, siente que no podrá más. Siente su cuerpo débil y el primer espasmo viene, haciéndole contraerse y lloriquear de placer. Cuando más espasmos vienen, no se contiene y está corriéndose sobre las sábanas y gimiendo algo inentendible en voz alta. Le gustaría decir que está lo suficientemente cansado como para dejarlo ahí, pero se siente cosquilleante dentro suyo mientras HoSeok aún se mueve para llegar a su orgasmo, sosteniendo sus caderas con fuerza y en movimientos casi exactos. Después de unos minutos, HoSeok llega (y no sabe si al infierno o al cielo, pero es sensacional).
Cansado y aturdido por todas las sensaciones recientes, él se toma la libertad de apoyar un poco de su peso en Taehyung, que jadea cansado por la actividad y por los espasmos que aún van disminuyendo. Se desliza fuera, se quita el preservativo para anudarlo y dejarlo en el piso (acaba de tener un buen orgasmo y se siente demasiado cansado como para ir hasta el tacho).
—Eso fue... —murmura Taehyung, cansado luego de tomarse un largo respiro—, promedio.
—¿Promedio? —pregunta HoSeok con burla, sonriendo ladino e incorporándose un poco para dejar que quien está debajo suyo se acomode y pueda dar la cara.
Taehyung se voltea a duras penas, con HoSeok aún encima suyo y acorralándole.
—¿Querías que diga que fue bueno? —sigue, intentando molestarle.
—No, pero tus constantes "más" no concuerdan.
Taehyung suelta una carcajada, mirándole somnoliento y asintiendo. —Sep, fue bueno. Muy bueno. Pero si quieres que siga calificando cómo eres en la cama, primero quiero dormir.
—¿Vas a dormir?
—Ugh, sí —refunfuña, tomando lo que puede de la sábana y tapándose.
—Las sábanas son un desastre gracias a ti. No seas sucio.
—Al carajo, Jung. —Con voz pausada (a causa del sueño), responde—. Voy a dormir, quítate de encima.
HoSeok carcajea suave, negando con la cabeza y acomodándose al lado. Y pensar que había follado a este chico hace unos minutos.
—No sé qué es gracioso —murmura Taehyung, como un niño enfadado—. Me siento molido y, por eso, dormiré...
HoSeok está a punto de responder, pero entonces ve el gesto relajado de Taehyung con los ojos cerrados y su respiración calma. Entiende que está dormido y, sinceramente, él también está cansado. Se sorprende de no sentir la situación extraña, pero después de todo, ya estaba hecho. Y fue bueno, más de lo que hubiera pensado. Dejando a un lado el tema, el sueño le invade y la música desde el living se oye insignificantemente, así que le resta importancia a que se quede así y cede a descansar.
▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔
Es la primera vez que escribo smut "atrevido". Shit dude... en fin, espero que les agrade. Lamento estar actualizando recién, pero cosas pasan. Voy a tratar de avanzar más rápido.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top