Para Taehyung la aflicción no tardó en llegar. Apenas estuvo en casa, tomó un baño y se metió a la cama, arropándose y, por último, abrazando una almohada tanto como pudo... Quizá ese fue su consuelo. Ahora, en la mañana, es consciente de lo extraño que debe haberle parecido su comportamiento a Hoseok. Ni siquiera se había despedido adecuadamente, solo dijo "descansa bien" y se marchó. No permitió que Hoseok hablara antes de que se esfumara. Sabía que, si escuchaba a Hoseok, solo se sentiría más hundido. Más tonto.

No mentiría; esto, todo... le ha afectado. Anoche, en el auto de Hoseok, cuando su orgasmo le había elevado al cielo del que tanto hablan, se sintió tan bien. Tan incorrectamente bien, si le preguntan. Solo bastaron unos minutos para que lo notara, para que lo tuviera en todos sus pensamientos, para que algo hiciera clic o crac: le gustaba Hoseok. Le gustaba mucho, muy probable.

Inicialmente la idea le había hecho sonreír, casi divertido. Y luego, luego... Dios, él se había asustado. La realidad le golpeó cuando analizó la situación, cuando aceptó que era verdad y nada más que eso. Entonces decidió que no tenía que darle importancia, que se le pasaría. Sabía que estaba mintiéndose a sí mismo, pero... no quería otra cosa. No quería aceptar que Hoseok se había robado gran parte de su corazón en solo y casi tres meses. Maldición, ¿cómo era posible? Se sentía tan iluso, tan pero tan iluso. 23 años y habían robado su corazón así de 'sencillo'. 23 años y gusta mucho de un chico que, seguramente, no va a corresponderle. Está perdido.

Hoseok... es Hoseok. Había sido la última persona en quien debió interesarse, considerando los parámetros. Hoseok ni siquiera es gay, y él no se sentía como alguien para causar que se lo cuestione. Incluso si el tonto hubiera decidido que no era tan heterosexual como pensaba, las probabilidades de que le corresponda no son muy altas, ¿o sí? Hoseok no le necesitaba en su vida. Hoseok era un hombre con un camino casi hecho, con estabilidad, con una familia extraordinaria, atractivo, interesante y todos los buenos adjetivos que se le puedan agregar... Y Tae, Taehyung no se sentía al nivel.

Taehyung apenas está terminando el techo de su casa llamada 'vida'. Con sus 23 años probablemente tenía mucho que vivir, no se sentía a la altura. Él no se considera tan interesante, siempre va de casa a universidad y el trabajo (aunque ahora solo las prácticas). Vive en un departamento mediano, tiene solo dos amistades sinceras, y la relación con su familia está... un poco jodida. Si es que Hoseok estuviera buscando una relación, él no era un buen candidato. Vamos, Hoseok seguro buscaba alguien estable, alguien con quien pudiera casarse y formar un hogar sólido. Hoseok ya estaba en sus 27, edad en donde... sí, se suele formalizar. Taehyung no podría darle algo así. Sería una enredadera.

Y ahora se siente solo más absurdo por estar pensando en esas cosas y adelantándose a los hechos. Hoseok ni siquiera gustaba de él, es lo más seguro. Y él aquí, pensando hasta en bodas.

Este domingo decide pasarlo sentado en su mueble, viendo CMBYN y preguntándose si es que su corazón se rompería tanto como el de Elio.

Puede soportar esto, puede.

Para el lunes no tiene ganas de hacer absolutamente nada. Su alarma se le ha pasado por haberse quedado despierto hasta altas horas de la madrugada, sus ojos están un poco rojizos porque, sí, ayer lloró al término de la maratón de películas que tuvo (todas románticas y con final triste, como para adecuarse a su ánimo). Y solo con eso, lo de la alarma, se ha desanimado y no tiene intenciones de ir a clases ni a ningún lado. Hoseok le ha enviado mensajes, pero... no está seguro de querer responder. Todavía.

Solo unos 20 minutos después, su celular vibra insistente. Taehyung siente opresión en la boca del estómago, hasta que nota el contacto. "Jimin". ¿Jimin?, ¿su mismo Jimin?

—¡Hola! —dice apenas contesta, su voz un poco ronca gracias a no haber bebido mucha agua. Entonces carraspea para que pase—. Wow, no me has llamado desde que te fuiste.

—Puedo llamarte ahora porque estoy libre, dejé a mamá en casa de una tía. —Su amigo comenta—. Y hola... lamento no haber llamado y casi no haber respondido los mensajes, pero sabes que estoy tan ocupado aquí. Cielos, me siento más anciano.

—Anciano. —Taehyung suelta una risita, sintiéndose más animado—. Extrañaba hablar contigo.

—No es como si hubiera desaparecido de la faz de la tierra, a veces envío mensajes al grupo.

—Claro, cada tres horas —dice. Suena como un reproche, pero no lo es—. Aunque eso no importa, sé que estás muy ocupado. ¿Cómo está tía Yang?

—Mejor, mucho mejor. —Jimin contesta, él parece estar haciendo otra cosa mientras habla—. Estoy viendo algunos cuantos tratamientos y he podido contactar con un buen abogado para recuperar su terreno. Mañana hablaré mejor con el abogado, solo espero que no rechace el caso: conseguir uno es realmente difícil. Más por el lugar y la situación, además que tengo que buscar algo que pueda costear.

—Me alegra tanto escuchar eso, Jiminie. —Aunque en serio está feliz por oír las noticias, tal vez hay algo que le delata en su voz, porque su amigo carraspea.

—¿Qué hay de ti? Suenas apagado.

Apagado, ¿en serio sonaba así?

—No es eso, solo estoy cansado... —Intenta excusarse, pero Jimin es Jimin... Este chico le conoce desde que estaban en secundaria—. En realidad, sí, estoy en un mal momento. Es ridículo, no se supone que esto debería afectarme tanto, pero...

—Hey. —Jimin como que le regaña, pero sigue sonando cariñoso y comprensivo—. ¿Quieres hablar de eso?

Taehyung no lo piensa siquiera dos veces antes de decir —: Sí, por favor.

Unos largos y bien contados minutos pasan mientras él le cuenta toda la situación a su amigo. Hay detalles que se ha saltado, por supuesto. Sabe que no son realmente relevantes para el relato, además, cree que es algo personal... algo que quiere guardar solo en sus memorias. Jimin le ha escuchado muy paciente, enfocado por la cámara (porque decidieron hacer una videollamada). Jimin asintió en cada pausa, le comprendió bien. Taehyung se siente mucho mejor ahora que ha podido contarlo por completo.

Claramente también pudo contárselo a Yeonbi, pero cuando se trata de consejos... Jimin siempre es el indicado y Yeonbi concuerda en ello. Al final, los tres llegan a enterarse de todo. Es así como funciona. Ahora, mientras ve la expresión de Jimin, Taehyung no puede sentirse más observado y frágil. Incluso si Jimin no le juzgaría, se pregunta si fue demasiado transparente o intenso respecto a explicar lo que siente.

—¿Lo quieres? —pregunta, al fin, Jimin. Su sonrisa es tranquilizante.

—¿No es muy pronto?

—Taehyung, soy tu mejor amigo, puedo saberlo con solo verte... —dice, su voz muy suave—. Eres muy querendón, ¿por qué ahora dudas?

—No se supone que deba quererlo en solo tres meses.

—Solo nos conocíamos un mes cuando dijiste que me querías "mucho mucho". —Le recuerda, soltando una risita.

—Esto es diferente.

—Sí, y creo que esa es tu respuesta, Tae. —Jimin llega al punto, suspirando antes de continuar—. Tienes 23, eres joven y tu corazón se acelerará por diversas cosas, por diversas personas. Quién sabe si Hoseok es la persona. Creo que sabes a lo que me refiero... ¿qué podría pasar si te arriesgas? —pregunta al aire, mirando a su amigo afectuosamente—. Sí, tal vez termines con el corazón roto... pero ¿no está rompiéndose ahora mismo también mientras callas y reprimes tus sentimientos?

Hay silencio por unos segundos antes de que Jimin siga.

—Tú sabes... sí, si te rechaza, sería difícil que vuelvas a hablar con él o la amistad se vea en dilema. Pero no es imposible que se solucione y pase, Tae. Por lo que me dices, creo, realmente, que tienes una gran oportunidad. A menos que Hoseok esté acostumbrado a decir cosas tan románticas sin sentirlas, entonces... no te convendría llevar algo así. Pero no lo creo: él luce como una persona firme en lo que quiere. Como toda persona, podría estar confundido, tiene el derecho. Recuerda que antes de conocerte se declaraba como heterosexual y, aunque puede haber tenido experiencia con chicos, la situación aún le debe hacer pensar. Tiene el derecho.

Para este momento Taehyung cree que podría llorar. Siente nostalgia al recibir este tipo de palabras de Jimin, de sentirse como ese chiquillo que le buscaba en busca de consejo. Aditivo a eso... el tema le provoca tantas dudas. Es complicado aunque no lo parezca.

—Deberías hablar con él, Tae. —Jimin parece concluir—. Creo que lo necesitas, lo necesitan. ¿O es que tienes más inseguridades?

—Podría ser muy pronto, nos conocemos tres meses, y...

—Tae —dice, no permitiéndole divagar más en esa duda—. El amor funciona de tantas maneras, taaantas. —El alargo de la letra "a" provoca que Taehyung ría cortamente—. Personas gustan de otras en meses o en años, pero pasa. Personas se conocen por un año y apenas han podido reunirse unas 4 veces. Personas se conocen 2 meses y han podido reunirse 15 veces. Hoseok y tú se conocen 3 meses y han podido reunirse tantas más... muchas veces.

Taehyung sonríe, asintiendo. La sonrisa y voz de Jimin realmente tiene un gran efecto, tan tranquilizante. Su amigo vuelve a hablar unos segundos después.

—Se trata de calidad. Puedes haber visto tantas veces a una persona, pero nada pasa de lo superficial. Todo va de preguntas simples —explica, expresión pensativa y mirada cálida—. En cambio, con otra persona puedes haber hablado de tantas cosas, haber pasado tiempo que te hace saber que es especial en tu vida. ¿Que si te estás apresurando? Por lo que me has contado, yo creo que no, Tae. Hoseok ha confiado en ti y tú en él. 3 meses o un año, ¿qué tanto importa, uhm?

—Por Daegu, Jiminie. Te adoro. —Taehyung intenta no llorar, pero su voz probablemente le delata.

—Sep, así como yo a ti —responde, sus ojos llorosos—. No llores o me harás llorar.

—Ya cállate, no iba a llorar.

—Ajá —Jimin balbucea, no creyéndole—. Habla con él, es primordial.

—Lo haré, solo espera a que me arme de valentía, ¿sí?

—¡Ese es mi chico valiente! —Jimin le anima, aunque también intenta "molestar".

Taehyung lo haría, Jimin tenía razón: esto es necesario. No podía dejar que el sentimiento se ahogue en él, debía solo decirlo en voz alta. Al menos una vez. Una inevitable vez. Incluso si se teñía de azul en el proceso.

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¿Qué tal?, ¿están bien? Espero que sí y se mantengan saludables. Este capítulo ha sido curioso de escribir, espero que les agrade. Nos estamos leyendo, espero que pronto.