neun
Si fuera sincero, los sábados no tiene mucho que hacer. A diferencia de lo que muchos creen, Taehyung no es de salir todos los fines de semana a divertirse en una discoteca o club. Él pasa de eso, en definitiva. Sus días libres se basan en avanzar algunos proyectos que tenga de la universidad o pasar el rato con Yeonbi y Jimin, también Youngjae (aunque hace un mes y algo más, no ha visto a Jimin). A veces hacía sesiones fotográficas para sus amigos, en otras ocasiones jugaba con pinturas junto a Yeonbi (que era la más hiperactiva, Jimin se unía de vez en cuando y Youngjae prefería unirse a los días de karaoke). Igual siempre había diversión de por medio y eso, de seguro, bastaba.
Esa es la razón por la que Yeonbi está en su departamento ese día. Comúnmente hacían eso entre ellos: el aparecerse en la casa de alguno sin avisar. Tenían mucha confianza, así que no habían problemas.
Por supuesto, Taehyung no hubiera imaginado que ahora fuera un poco diferente gracias a que llegó junto a HoSeok. Ahora tendría que dar al menos una explicación vaga para evitar malentendidos. No es como si fuera un problema, solo es un poco vergonzoso. Así que mientras termina de subir las escaleras, planea cómo explicárselo a Yeonbi. Cuando la ve de pie y apoyada sobre la puerta de su departamento, suspira y camina rápido hacia ella.
—Sí, me acosté con él. ¿Es un problema?, no lo sé, ¿tú que crees? —suelta de frente, al mismo tiempo, abre la puerta e invita a Yeonbi a pasar.
Ella le mira sorprendida y con una pizca de diversión.
—Hey, tranquilo —dice una vez que está dentro y Taehyung cierra la puerta—. Bueno, te acostaste con él, ¿y qué? —continúa, encogiéndose de hombros y lanzando su mochila al sofá.
—¿No crees que sea un error? —pregunta, sentándose en un sillón libre y lanzando sus pertenencias también.
—No, ¿por qué lo sería? —Yeonbi ríe apenas, negando—. Bueno, follaste con el ex de la chica que parece odiarte irracionalmente... Pero eso no es un problema, tú y él son adultos responsables y solteros.
—Creo que necesitaba oírlo de alguien más. —Aliviado y más relajado, dice.
—A veces no puedo creer que seas tan ingenuo para ciertas cosas, Tae —dice, riendo por lo bajo—. Pero creí que él era heterosexual, tiene esa imagen.
Taehyung cae en cuenta sobre eso apenas, luciendo perplejo.
—Ahm... creí lo mismo, pero supongo que es de mente libre...
—¿Vas a verlo de nuevo? —inquiere ella, tratando de ser cuidadosa con las palabras dichas. Lo que menos quisiera es incomodar a su mejor amigo.
—No, lo dudo. —Taehyung murmura pensativo, pero entonces recuerda lo que hizo hace tan solo unos minutos—. ¿No lo sé? —concluye, mirando dudoso a Yeonbi. Ella solo se encoge de hombros.
—Creo que esa es tu decisión, Tae. No hay problema.
Arduamente había decidido no verlo. No necesariamente porque estuviera mal o algo así, simplemente Taehyung no quería enrollarse con HoSeok porque temía que fuera a sentirse demasiado bien. HoSeok le parece atractivo y agradable. Y aunque no siente gusto en sí, es mejor no arriesgarse. Son temas de los que prefiere alejarse, si es directo. Un chico con la idea de que es heterosexual y con una ex un poco problemática, no podría tener buenos resultados. Taehyung prefiere vivir en su burbuja fantasiosa en donde el amor no le hace pasar malos momentos: la soltería.
No es como si hubiese tenido muchas relaciones, de hecho, apenas tuvo dos novios. Pero con eso y, con lo que le contaban otras personas, le bastaba.
HoSeok, por su lado, lo había pensado más de lo que quisiera confesar. En dos días, aún no hallaba la manera de buscar a Taehyung. Le resultaba incómodo el llamarle para preguntarle si podían reunirse, porque claramente, Taehyung sabría qué significaba. Incluso YoonGi había tenido su momento para reírse un poco de él y luego decirle que no habría nada raro en que lo llamase. Pero nuevamente, HoSeok no tiene demasiada experiencia en estos temas. Había tenido encuentros casuales en su etapa de estudiante universitario, pero casi siempre se habían dado por sí solos. Además, había una clara diferencia: Taehyung es un chico. Y HoSeok no está seguro de sus gustos, aún.
Bien, sí, en su juventud había tenido curiosidad por algunos chicos. Pero no había pasado de eso, realmente. Pudo hacerlo porque, a diferencia de él, YoonGi salía con quien le gustara (incluyendo chicos) y a veces le presentaba a algunos amigos de sus ligues. Sin embargo, las únicas relaciones que tuvo, habían sido con mujeres. El consejo de YoonGi se resumía en: "No es de mucha importancia". Y tal vez no lo era, solo no está del todo seguro.
Pero ya es lunes, su mente no coopera y le insta a moverse hacia donde no debería. Entonces, casi sin notarlo, termina merodeando por el local en donde vio a Taehyung por primera vez. Curiosamente, no lo ve por ningún lado. Lleno de confusión, revisa la hora en su celular, notando que aún faltan unos minutos para que comience el horario de quien busca. Mas, aún pasando el tiempo necesario y más, Taehyung no aparece. Ya impacientado, se dirige hacia el minibar del local, esperando encontrar al chico... del cual no recordaba el nombre por completo.
—¿Sujae? ¿Joonjae? —Se pregunta a sí mismo mientras camina.
Cuando llega, no halla al muchacho. Decide rendirse, pero entonces ve una figura tras las cortinas y luego sale quien buscaba.
—¿Deseas algún trago o coctel? —pregunta apenas lo ve, pasando una franela al vaso en sus manos.
—No... —responde HoSeok, ligeramente avergonzado por la razón de su presencia ahí—. Quería preguntarte si Taehyung viene hoy.
—Sabes su nombre... —Youngjae le mira dubitativo—. No puedo decirte mucho, pero no ha venido hoy. Probablemente justifique su falta después.
—Gracias por aclararlo... —dice, dejando un espacio para el nombre.
—Youngjae —afirma, sonriente. Y HoSeok cree que es una sonrisa muy tranquilizadora.
—Bueno, adiós.
Youngjae no vuelve a responder, solo se despide moviendo la mano de un lado a otro y luego se adentra al apartado en donde estaba inicialmente.
HoSeok se retira, suspirando cansinamente de a momentos. Mientras que maneja su auto, tan solo unas cuadras más allá del local, logra divisar a Taehyung. El de cabellos rubios está caminando por ahí, con un largo saco cubriéndolo y la mirada pegada al suelo. HoSeok trata de acercarse, acelerando un poco.
—Kim —llama cuando está lo suficientemente cerca y estacionándose. Taehyung se sobresalta al instante.
—Jung —dice cuando, después de la sorpresa, nota de quién se trata—. ¿Qué haces por aquí?
—Regresaba de cenar... —miente (es una mentira pequeña, piensa)—. ¿No se supone que trabajas hoy?
—Estoy indispuesto. —Taehyung se encoge de hombros—. No tengo ganas.
—No creo que así funcione el tener un trabajo —dice HoSeok, un poco de diversión en su tono.
—Bueno, será mi problema.
HoSeok asiente, entendiendo que Taehyung tal vez no quiere bromear. —¿Quieres que te lleve? —pregunta, intentando mejorar el ambiente.
Taehyung exhala con fuerza, mirándole serio por unos segundos antes de decir —: Está bien, gracias.
HoSeok destraba el seguro de las puertas, entonces Taehyung sube y se acomoda. El auto es puesto en marcha y, después, todo es casi silencio.
—¿Mal día? —Decide preguntar HoSeok.
—No es eso —responde, negando divertido—. Solo no estoy de ganas para estar allá hoy, creo que a todos les pasa alguna vez.
—Bueno, me ha pasado, así que tienes razón.
Taehyung sonríe más tranquilo y el resto del trayecto se mantiene callado, para su suerte.
Cuando están en su destino, nuevamente, no hay mucho que decir. Taehyung suelta el cinturón de seguridad y, de pronto, se siente cohibido por la mirada de Jung puesta en él.
—No llamaste. —Se le escapa, sin planearlo.
—¿Podía hacerlo? —pregunta HoSeok, desconcertado.
—Bueno, tú preguntaste si podíamos vernos de nuevo y yo te dije que ya tenías mi número. ¿Para qué crees que sirve un número telefónico, Jung? —Taehyung suelta una risita nerviosa al final de las oraciones, sintiéndose expuesto.
HoSeok suspira, queriendo reírse de sí mismo. Entonces Taehyung no soporta más y, alejando su control, toma de la camisa a HoSeok y lo atrae para besarle. Si HoSeok lo besó la vez pasada, él podía hacerlo también. Un empate, tal vez. Aunque eso solo es una excusa.
Y, de nuevo, están besándose en el auto. Esta vez HoSeok apoya sus manos sobre una puerta, casi encarcelando a Taehyung, que jadea cuando siente que el aire se le va. Posteriormente, HoSeok es vencido por el deseo y, con dificultad, una de sus manos se desliza para jugar con los botones del abrigo contrario. Desabrocha uno, dos y... cuando llega al tercero, Taehyung se separa un poco. HoSeok puede ver que está vestido como en un día de trabajo y, por eso, llevaba el largo gabán.
—No vamos a tener sexo en el auto —advierte Taehyung, respirando más agitado.
—No, tranquilo —niega rápidamente, exhalando más intenso de lo normal. Muy en el fondo, sintiendo un cinturón de fuego rodeándole; bien, él podía reprimirse.
—Pero quizá en mi departamento —invita tácitamente, sintiéndose avergonzado después.
HoSeok le mira entre sorprendido y confundido, pero no hace más que asentir lento. Taehyung pone ambas manos en el pecho contrario y, despacio, empuja para deslizarse fuera.
—Bueno, vamos. —Ahora un poco más nervioso, dice—. Solo... mi cama es menos espaciosa que la tuya, pero supongo que sabrás arreglártelas, ¿no?
—Eso creo.
El camino hasta el departamento de Taehyung, había sido un momento lleno de tensión. Taehyung se siente como un manojo de nervios mientras abre la puerta con movimientos inestables, maldiciendo porque tuviera tantas llaves (en realidad, llaveros). Cuando abre la puerta y está dentro, HoSeok no le deja siquiera cerrarla. Con desesperación mantienen otro beso y Taehyung se sostiene como puede, empujando la puerta con todo el peso de su cuerpo para, por fin, cerrarla. Qué importaba el ruido sordo que causó y que sus llaves cayeran por ahí.
Sus dedos se hunden en la ropa de HoSeok, arrugándola en el proceso. Caminan así: envueltos y besándose con necesidad. Cuando están en la habitación, cerca de donde quieren, Taehyung lanza a HoSeok a la cama, subiéndose sobre él al instante. Su respiración prácticamente entrecortada y sus mejillas sonrojadas, son una clara señal de su excitación. Solo entonces, el saco que lleva puesto, termina deslizándose por sus hombros y cayendo. El collar que adorna su cuello, por alguna razón, solo causa más calor en HoSeok. Su mirada parece contener llamaradas.
—Ven —pide HoSeok, haciendo que Taehyung se agache un poco para volver a besarle. Pudo sentir la clara fricción del culo de Taehyung sobre su entrepierna. Joder.
La paciencia se pierde, el ritmo aumenta y los cuerpos sudan. HoSeok está encerrando a Taehyung ahora, que le mira desde abajo con esa mirada tan suya y seductora. La camisa de HoSeok está desperdigada en algún lugar de la habitación, al igual que sus zapatos. Solo conserva su pantalón, el cual no tiene una correa fijándolo, pues también la ha lanzado por ahí. El top pegado y con un cierre plateado llamativo de Taehyung, toma su atención, y no está seguro de querer quitárselo. Pero lo demás está listo para desaparecer.
—Cielos, cielos... —murmura Taehyung, una vez que únicamente lleva el top. La boca de HoSeok está sobre su cuello, haciéndose camino y descendiendo—. No me desesperes —agrega bajito.
HoSeok asiente, besando parsimonioso sobre su cadera y deteniéndose. Sus manos vuelven a ascender.
—Libérame un rato. —Taehyung se mueve un poco sobre la cama, estirando su brazo a la mesita de noche y abriéndola torpemente, para obtener lo que quiere—. Bingo —dice cuando lo logra—. Creí que ya los había botado.
HoSeok sonríe porque le resulta gracioso. Toma el preservativo, exhalando de satisfacción cuando libera su polla erecta. Puede asegurar que Taehyung está igual de duro, pero parece paciente.
—¿Lubricante? —pregunta Taehyung, cuando nota que HoSeok no continúa. Su mirada se enfoca en el pene de quien está enfrente, teniendo ganas de... mucho. No mentiría—. Aquí.
HoSeok asiente firme y, tan solo unos segundos después, está lubricando su propio miembro para colocar el preservativo con más facilidad. Luego Taehyung puede sentir un dedo dentro suyo, estirándolo y haciéndole sentir lleno. Sus muslos cosquillean, sus hombros se contraen y se oye a sí mismo gemir fuerte cuando se añade otro más. El placer le embarga cuando HoSeok simula estocadas y logra tocar el punto que le hace lloriquear de placer. Sus uñas cortas se clavan en la espalda contraria, sintiéndose demasiado ido como para preocuparse. Siente cómo HoSeok está sosteniendo con fuerza su cadera con una de sus manos, mientras que la otra está en su espalda baja, levantándole un poco para una mejor posición (y colocar una almohada).
—Será más cómodo para ti —dice HoSeok, dificultosamente.
Taehyung no responde, solo asiente, ahora demasiado estimulado como para hablar claro. Entonces HoSeok embiste cuando se ha alineado, primero suave. Sisea cuando su polla está dentro de Taehyung, sintiendo los apretones. Su respiración es caliente y sus manos necesitan tocar, casi fuera de su control. Las coloca sobre el cuello de Taehyung, preguntándose si podría probar un poco.
—H-hazlo si quieres... —habla Taehyung, no sabe si dando permiso o pidiendo indirectamente—. Y muévete.
HoSeok lo hace, le da lo que necesita, empujando dentro. Una y otra vez, fuerte y seguido; sus manos aún en el lugar de sus fantasías y, siseando de nuevo, presiona con moderación. Taehyung jadea y exhala entrecortadamente, tomando el poco aire que puede.
—S-sí... ah, ah —gime, parpadeando lento y suave. No había pensado en que HoSeok podría tener ese apego, pero no es de importancia, no cuando es bueno.
HoSeok sigue con los movimientos, follándose a Taehyung con ritmo variado. Le quita el aire por unos segundos y luego lo suelta, la excitación aumentando cada vez que Taehyung busca respirar con un poco de desesperación y las marcas rojizas en su cuello se dan a ver. Las estocadas se vuelven más bruscas, más torpes y desmedidas. La habitación se llena del sonido de los golpes de la cabecera de la cama contra la pared y de los constantes gemidos y gruñidos. Parece surrealista.
El momento no había sido esperado, pero parecía haber sido planeado. Tan bien y perfecto, lujurioso.
—Ho... HoSeok... —murmura entre jadeos, como un aviso.
—Lo sé... —responde con dificultad, sus dientes casi presionados entre sí.
Taehyung suspira bajito cuando HoSeok suelta su cuello. Los espasmos empiezan a llegar, haciéndole arquearse en la cama, todo su ser cosquillea y sabe lo que significa. Pero primero puede sentir cómo HoSeok termina, deteniéndose de pronto y jadeando con fuerza. Luego una mano se envuelve en su erección, es HoSeok masturbándole para que llegue también. Tan solo unos suspiros pasan, cuando su orgasmo lo golpea, quitándole el aire una vez más y haciéndole soltar un gemido entrecortado. Demasiado. Húmedo.
Joder.
Espero que este smut no sea malo lol, este es el primer fanfic de este tipo que hago, entonces puedo joderla. No pude reprimir poner al menos un fetiche, jaja.
¿Vieron los MMA? La presentación de Jimin todavía me tiene mal. Amo la nueva portada del fic.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top