elf

HoSeok no llamó en dos días. Tal vez Taehyung ha estado un poco —muy— expectante: él ha revisado su celular cada vez que le es posible, tratando de asegurarse de si había o no una señal. 

Fue un poco difícil, en definitiva. Trató de distraerse como pudo, pero su mente siempre ponía una alarma para recordarle sobre la invitación que había hecho HoSeok. Incluso podía sentir la frustración al no saber de qué se trataba. Había pedido toda la semana libre en el trabajo, adelantando sus vacaciones. Se arriesgó a algo como eso, así que necesitaba realmente saber de qué iba toda esta situación.

Pero entonces, cuando la llamada llega, Taehyung no sabe qué hacer. Son las tres y unos minutos más de la tarde, esperaba que fuera más temprano. Baja el volumen de la televisión rápidamente, verificando que es lo que cree. El nombre de contacto lo dice todo, "El idiota" se muestra en su pantalla. Por fin se atreve a deslizar para contestar, tratando de sopesar lo que sucede.

—¿Hola? —Es lo primero que dice al contestar, intentando sonar casual. 

—Hola —responde HoSeok, su voz muy neutra y jovial—. Lamento no haber llamado hasta ahora, he estado ocupado en el trabajo. 

—Ah, no es nada. No lo noté, los días se fueron volando —miente, porque claro que lo había notado. Pero nadie tenía que saberlo—. ¿Ahora sí me dirás lo que debería saber? 

—Sí, estoy en eso. —Él ríe suave, aligerando el momento—. Es pasado mañana. Es en un apartado de un conglomerado de empresas, casi a las afueras de Seúl. La estadía es por tres días, pero podemos regresar antes, si así lo quieres. No sé qué es lo que llevarás, pero ropa para tres días es lo más necesario —explica, tratando de no olvidar nada—. Y un traje: siempre hacen una reunión de inicio, es algo formal. Hay piscinas temperadas, un club, saunas... 

—Woah, ustedes los millonarios sí que saben cómo divertirse —bromea Taehyung, sonriendo al imaginar el lugar. 

—No somos millonarios. Yo no lo soy, también cuido el dinero. Tengo que saber manejar la empresa, hay gustos que no puedo darme —HoSeok refuta y, aunque lo hace calmadamente, parece que el tema no es de su agrado. 

—Lo sé —Taehyung dice bajo y suave, queriendo expresar que verdaderamente lo sabe y solo era una broma—. Gracias por invitarme, Ho. 

HoSeok no dice nada, pero es claro que aún sigue ahí. —No es nada, Kim. 

Taehyung suelta una risita por esa manera formal de ser llamado. —¿Estás manejando? —Se le ocurre preguntar. Siempre ha sido un poco hablador. 

—Sí, estoy en el auto ahora mismo. 

—Concéntrate —recuerda, no suena como un mandato. Podría parecer preocupación, y lo es. 

—Estoy concentrado, no hay mucho tránsito. Las calles con tiendas no están muy llenas. 

—¿Estás por tiendas? Creí que esas zonas son las que más se llenan. 

—No cuando solo se pide y marchas. 

—Yah, no me digas que piensas entrar a una tienda y encargar al personal que escoja algo por ti —Taehyung está casi sorprendido. Pero la verdad es que, de algún modo, se lo esperaba. 

—Es más fácil así —HoSeok dice, como si fuera muy obvio. Antes solía quedarse en las tiendas, pero YoonGi le enseñó que, a falta de tiempo, mejor lo más rápido y ligero. Incluso si tenía minutos de sobra, terminó acostumbrándose a, prácticamente, entrar y salir. 

—Sí, seguro que lo es, pero... ¿y si no te gusta? —pregunta, total confusión manifestándose—. Aunque es una buena opción si estás ocupado, ¿lo estás? 

—No, pero sigo prefiriendo que escojan por mí. 

Taehyung tuerce los labios en desaprobación, incluso si HoSeok no lo ve. La idea llega rápido a él. Sabe que tal vez sea raro, que incluso podría recibir una negación. Pero si algo le enseñó muy bien su abuela, es que más vale intentar que lamentar (y ese dicho no era común, pero...)

—Entonces déjame escoger por ti. —Lo dice, totalmente—. Si quieres, digo... digo que puedo acompañarte. Además, también podría comprar algo para mí, no sé —continúa nervioso, dando razones que no son del todo ciertas. Cielos. 

—¿Harías eso por mí? —HoSeok pregunta. Se siente muy a gusto con la idea, ansioso porque suceda. Sí, extrañamente.

—Claro, sep, ¡cuenta conmigo! —responde animado, la euforia siendo la causa. 

—¿Quieres que pase por ti? 

—¿Pero no dijiste que ya estabas cerca a las tiendas? —inquiere al instante. 

—Sí, pero puedo ir. 

—O puedo tomar un taxi —concluye Taehyung—. Sería más simple, solo tienes que mandar la dirección. 

HoSeok ha tratado de mantener la calma mientras espera a Taehyung. Mas cuando lo ve a solo unos metros de él, acercándose... Maldición, él no sabe cómo reaccionar y parece perder la compostura. Taehyung viste un suéter amarillo y un pantalón oscuro. Se ve bien, por supuesto que lo hace.  Aun más con ese aura fresca que le envuelve. Y él solo lleva otro traje como los de siempre, gracias al trabajo. Además, ha vuelto al color negro respecto a su cabello. 

—Estoy aquí —dice, el rubio, apenas se ha detenido frente a HoSeok. Espera no lucir impactado, pero lo está. No puede creer que HoSeok haya cambiado el color de su cabello. Y aunque solo es oscuro como la noche, un color convencional, piensa que le queda muy bien—. ¿A cuál vas a entrar? 

—Pensé que tardarías más. —Él no responde a la cuestión hecha. 

—No, ya estaba casi listo para salir. Al taxi no le toma mucho llegar aquí. —Taehyung afirma, sin ningún problema. HoSeok no sabe cómo puede lucir tan tranquilo, pero tampoco sabe que en realidad Taehyung está esforzándose por actuar casual. 

—La tienda es esa de allá. —Señala HoSeok, él gira un poco para mostrar el lugar. 

—Oh —balbucea, un poco sorprendido con la buena apariencia del local—. Bueno, entremos. 

Cuando están adentro, el extraño nerviosismo aminora. La timidez se disipa sin que siquiera lo noten. Como es costumbre, una señorita del personal se acerca para atender, pero HoSeok le dice que no necesita ayuda antes de agradecer. Entonces vuelve a quedarse solo con Taehyung, caminando por algunos pasillos. 

—Yo no conozco tus gustos, pero creo que la mayoría de trajes que tienes son clásicos. ¿Has probado con un solo color, incluyendo la camisa?, ¿y qué tal sin corbata? —Taehyung va preguntando, para así buscar algo rápidamente. 

HoSeok lo piensa apenas y asiente. 

—Bueno... —balbucea, revisando los modelos—. Te advierto que te haré probarlos, solo quiero asegurarme de que te favorezca. 

Esta vez HoSeok ríe, pero vuelve a asentir sin dudar. Taehyung solo sonríe satisfecho. 

No son necesarios más de veinte minutos para que Taehyung haya logrado recopilar los cuatro trajes que más le han gustado. Presiente cuál ganará, pero no puede estar seguro, así que decide esperar a que HoSeok se los pruebe. Agradece que él haya aceptado hacerlo. 

En cuestión de minutos, HoSeok está saliendo. No luce intimidado, pero lo está. Sin embargo, el ambiente se torna más ameno cuando Taehyung aplaude y asiente más de una vez. 

—¡Te queda muy bien! —Casi exclama, emocionado—. Creí que el rojo no sería tu estilo, pero yo pienso que deberías llevarlo, aunque creo que el diseño pudo haber sido mejor. Sigue con el otro. 

HoSeok asiente, volviendo al vestidor, riendo por la reacción de Taehyung. Esta vez sale vistiendo un traje rojo, como el anterior, pero sin diseño incluido. 

—Oh, ese está mucho mejor —dice el espectador, muy seguro—. Woah, con ese traje estaría dispuesto a hacer de todo contigo —agrega, la vergüenza aparece casi al instante por haber soltado tales palabras. 

—Podrías hacerlo ahora. —Le molesta, HoSeok, bromeando. 

Taehyung podría asegurar que está sonrojado para ese momento. —Estamos de compras, HoSeok. Concéntrate —corta y reprocha, pero la diversión se percibe muy bien. 

Cuando el tercer traje llega, Taehyung quiere decir que ese es el definitivo, y lo hace. Ni siquiera quiere esperar a ver el último (además que, el sobrante, era uno azul que no le había convencido demasiado). 

—Quédate con este. Te hace ver muy bien. Es todo de color negro, pero... te queda muy bien —asegura—. Podría repetirlo más de una vez solo para que sea el escogido. 

—Vamos a llevarlo. —HoSeok asiente, otra vez—. No voy a probarme el que falta, ya tengo hambre. —Se excusa. La verdad era que el azul no le llamaba la atención. 

—Estoy de acuerdo, así que vámonos —dice feliz de que su favorito haya ganado. 

—¿Tú no pensabas comprar algo? —pregunta HoSeok, Taehyung niega. 

—Tengo algo que ponerme, creo que es suficiente. 

HoSeok sonríe, sabiendo que Taehyung había ido al lugar solo para escoger el traje. Y no sabe exactamente por qué, pero eso le ha hecho sentir una calidez cercana a lo indescriptible. 

—¿Vienes a comer conmigo? —invita, esperando una respuesta, una vez que ya está vestido como en un inicio y lleva lo que comprará en sus manos. 

—¿Estás invitándome? —Taehyung cuestiona, perplejo. HoSeok asiente, como vacilando—. ¿Y a dónde piensas ir? 

—Cualquier lugar. 

Taehyung suelta una risa. Con parsimonia, empieza a caminar para dirigirse a caja. HoSeok le sigue, preguntándose qué significaban esas acciones. 

—No seas cabeza de zanahoria, HoSeok. —Entonces vuelve a hablar Taehyung. Ambos ya están en caja, esperando a que su compra sea procesada—. Aunque ya no tienes el cabello color anaranjado. 

—¿El negro está mal? —HoSeok le pregunta, es en son de broma. 

—¡No, no! —Sin embargo, Taehyung se apresura en negar—. Te ves bien. Empiezo a pensar que todo te va bien. 

HoSeok debe admitir que esa es una respuesta que no esperaba. Es agradable, eso lo acepta totalmente. 

—Vamos por unos dulces —continúa Taehyung, intentando cambiar el tema rápidamente—. Conozco un buen lugar, venden los mejores dulces del mundo. Y no está muy lejos. 

—Sí, vamos, hace un tiempo que no como dulces —afirma él, terminando de pagar y hacer una venia en señal de agradecimiento al personal. 

—¿Qué tal un poco de tteok? —pregunta, haciendo una venia también, algunos de sus cabellos rubios moviéndose por ello. 

—Concuerdo. 

Ellos se marchan, el momento es muy ameno mientras están juntos. La alegría de compartir unos dulces que parecen caseros es muy buena, es como si las calles brillaran gracias a que ya todos están encendiendo las luces a causa de la noche. 

El tiempo pasa volando o como agua regada por grifo en función. Así lo sienten ambos, sobre todo porque, en un abrir y cerrar de ojos, ellos ya tienen que despedirse. Es apenas, bastante, dificultoso hacerlo. Algunas sonrisas escapan, la diversión es mutua. Entonces HoSeok no puede evitar pensar que Taehyung tiene la mirada más bonita que ha podido apreciar, él tiene una razón para pensarlo: esos ojos brillan más que los faros a su alrededor, su mirada atrapa y embelesa. Hasta emboba. 

—No tienes que llevarme, de veras —Taehyung vuelve a repetir, quisiera aceptar irse con HoSeok, pero tiene que ir a ver a Yeonbi. 

—Está bien, no insistiré —HoSeok lo deja ahí, con cierta pena. Cielos. 

—Sep, así que, adiós. Hasta pasado mañana, ese día sí puedes pasar por mí —dice, su tono suena coqueto sin querer. Ha sido inconsciente. 

HoSeok asiente, metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón. Él no sabe qué más sigue, pero en realidad... Al carajo. 

Taehyung se sobresalta cuando HoSeok le abraza. Es suave, algo que podría ser solo un toque sutil. Es una despedida, Taehyung lo sabe. Pero no puede evitar sentirse endulzado, solo un poco. A él le gustan los abrazos, a HoSeok también. Por eso no quieren soltarse, aun así, lo hacen rápido.

—Cuídate. —HoSeok pide. Su palabra es sincera—. Nos vemos. 

—Sí, nos vemos... —responde, por poco sin aliento. 

Es de noche ya, y ambos no pueden creer que hayan pasado horas, así de buenas, juntos. No está mal. Nada mal, de hecho. Si les preguntaran, ellos dirían que lo repetirían. Tal vez más de dos veces.

Felices fiestas, ¿la han pasado bien? Les agradezco por leer este fic. Aviso también que en palettevope ya está publicado el libro de Navidad, tengo un os ahí. Manténganse saludables<3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top