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14 de Octubre 2016

Lara se ha pasado las mañanas entrenando y las tardes recolectando. Solo le queda un día para las pruebas, los Vientos Azules estarán observando en la pista 4B el 15 de octubre a media tarde y todo aquel que quiera presentarse a la prueba deberá estar ahí. Irán todos los medios de comunicación de Oluja para trasmitir la noticia. Lara ya ha preparado su disfraz, unos pantalones anchos viejos de su padre y una sudadera gris que le queda grande le servirán como vestimenta para ocultar su cuerpo de mujer, el problema lo tendrá cuando quiera ocultar su pelo. No es muy largo, hace poco que se lo cortó por encima de los hombros, pero sigue siendo más largo de lo que cualquier chico lo tendría. Su idea es colocarse un gorro de lana y esperar que no se le caiga.

Esta mañana Lara ha decidido no entrenar, su padre siempre decía que los músculos deben estar relajados antes de un partido y las pruebas de los Vientos Azules ella lo consideraba un partido muy complicado, y se ha pasado por la pista 4B para ver el terreno. Como era de esperar no la han dejado entrar, pero se ha quedado por los alrededores intentando ver algo del circuito que se estaba montando en el interior. Había muchas chicas por los alrededores, pero Lara sospechaba que ellas querían ver a los componentes de los Vientos Azules.

-Me parece una injusticia- Oyó que alguien chillaba

Es una chica, o al menos por su voz lo parece. LLeva el pelo extremadamente corto para una chica, por encima de las orejas, con unas mechas azules. Zapatillas a rallas rojas, unas mallas y un top de manga larga negro equipada con rodilleras y coderas.

-Señorita, sabe perfectamente que no esta permitida la entrada de una mujer en la pista- Dijo uno de los dos guardias que están colocados en la puerta

-¿Por qué? ¿Teneis miedo?- Pregunta la chica con mirada desafiante- Es eso ¿no?, teneis miedo de que una chica resulte ser mejor que un corredor de tormentas

Lara disimula una risita y se acerca a la chica que se ha sentado en uno de los bancos dándose por vencida.

-No te han dejado entrar ¿Verdad? -Pregunta Lara sabiendo la respuesta

-No lo entiendo- Contesta la chica tras asentir- Tenemos derechos

-Eso a ellos no les importa, siempre quieren quedar por encima- Dice - Por cierto me llamo Lara

-Cristina- Contesta la chica

-Con tu aspecto podrías hacerte pasar por un chico fácilmente, Cristina

-Me niego- Dice ella- Me niego a tener que esconderme, si algún día consigo entrar en un equipo quiero que me conozcan por lo que soy. Una corredora de tormentas

Lara la mira con admiración, la gustaría ser igual de valiente que ella. Se pregunta qué habrá tenido que aguantar para tener ese carácter

-No voy a permitir que nadie me diga lo que puedo o no puedo hacer- Dice Cristina- Pienso colarme, no se cómo pero mañana pienso colarme.

Suerte con eso, pensó Lara, pero no dijo nada. Al rato Cristina se despidió con la excusa de idear su plan y la dejó sola sentada en ese banco.

Se quedó horas y horas hasta que por fin ve apartarse a los dos guardias de la puerta y los integrantes del equipo Vientos Azules salen. Son 4, todos muy altos salvo uno. Lara los ve unos minutos hasta que entran en la furgoneta con el logo del equipo, pero se ha quedado con detalles. El bajito llevaba un gorro verde y eso la dio fuerzas para usar un gorro y esconder su pelo en el. Unos minutos más tarde de ver la furgoneta marcharse Lara decide volver a casa, la conversación que ha tenido con Cristina la ha dado cosas en las que pensar. Quiere contarle a la abuela su decisión aún sabiendo que no le hará ninguna gracia.

Por el camino ve a muchachos de no más de 10 años equipados con sus protecciones entrenando con sus padres, le recuerda a todas aquellas tardes en las que ella entrenaba con su padre cuando era pequeña. A esa edad si está permitido que los niños y niñas se entretengan jugando en las calles con sus patines intentando imitar lo que veían en los torneos, es cuando cumples los 16 cuando ya no te permiten practicar el deporte si eres una chica, y si eres un chico hay familias en las que es obligatorio ser corredor de tormentas para ser aceptado.

Cuando Lara llega a casa se encuentra a su abuela ojeando el periódico, cosa rara en ella ya que normalmente se entera de las noticias escuchando la radio
-Hola abuela, ¿qué haces?- Pregunta Lara al verla
-Miraba las noticias hija- Contesta ella

Lara sube a ducharse, hoy no ha entrenado pero lo tiene como costumbre, y cuando sale de la ducha decide armarse de valor y decirle a su abuela lo que piensa hacer. " Abuela , voy a seguir los pasos de papa" piensa "No, no puedo decirla eso,pensará que voy a desaparecer"

-Abu..- Empieza a decir pero su abuela no la deja terminar
- Ya se lo que pretendes -Dice -Y también sé que no puedo hacer nada para impedirlo

Lara se queda en silencio, la abuela siempre ha tenido un sexto sentido para estas cosas pero aún le sorprende.

-Solo me gustaría que no hicieras como tu padre, no te lo guardes todo para ti - Dijo con la mirada perdida- No quiero que te pase como a él 

Era la primera vez que la abuela hablaba sobre la desaparición de Mitchell y Lara no sabía que decir.

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