Poco a poco mis ojos se fueron abriendo. Mi cuerpo no respondía a lo que mi cerebro mandaba. Todo a mi alrededor era fuego y ceniza.

¿Qué fue lo que pasó?

Lo último que recuerdo es que Cristóbal y yo, estábamos en el bosque, tomandonos unas cervezas...un momento y...
¿Mi amigo?

Como si mi cuerpo hubiera recibido una descarga eléctrica me levanté de un salto, provocando un malestar en mi estómago. Con dificultad, miré confundido lo que estaba ocurriendo, todos los árboles o estaban hechos polvo o envuelto en llamas.

Empecé a caminar, despacio y con dolor en mi costado derecho, coloque mi mano en ese lugar, presionando levemente, al retirarla, esta estaba cubierta de sangre. Mi sangre.

Caí al suelo sintiéndome exhausto, adolorido y   confundido. Mi cabeza comenzó a palpitar e imágenes recorrieron mi mente como una película enfragmentada. Podía ver a mi novia sonriendo mientras sacaba fotos a un halcón, luego ella venía a mis brazos, me abrazaba y me daba un tímido beso en los labios. La siguiente imagen era borrosa y muy confusa. Ella estaba gritando pero no entiendo el porque ni a quien van dirigidos esos gritos. Después de eso no había nada, solo una oscuridad incierta e infinita.

—¡Por favor, amor mío! ¡Perdóname!¡Resiste, no te mueras!-

Esa voz...

La reconocería en cualquier lado, a pesar de que mi mente quiere arrancarla de mi corazón, este se aferra a su recuerdo, uno que no trae más que dolor y sufrimiento.

Mis ojos vuelven a cerrarce, mi mente me lleva al lugar y al momento más doloroso de mi vida, donde fui traicionado por quien ahora me llama con todas sus fuerzas. Por quien le di todo y me pago ocultandome la verdad. Por quien hubiera dado la vida con tal de que fuese feliz. Fui cruelmente golpeado por la realidad. Esa mujer con quien soñé pasar el resto de mi vida se caso conmigo sabiendo quien era el asesino de mi hermanita y decidió ocultarlo ya que el culpable era nada menos que su padre.

Siento como mi corazón se para, como mi vida depende de hilo, podía sentir que yo tenia la decisión de seguir adelante o dejarme llevar por la paz de la muerte.

—¡Estupido! ¿Por qué te atravesaste? ¡¿Me escuchas?!  ¡No te atrevas a irte! ¿Me oíste? ¡Hector! Por la...

Amigo mío, ahora lo recuerdo, esta bala que me esta matando era para tí. Un hombre loco comenzó a disparar en el bosque y al ver que la bala loca iba en tu dirección te protegí, así como no pude hacerlo con mi hermanita.

Lo siento mucho querido hermano, sé que me lo advertiste, me dijiste que ella era mala pero no te preste atención, me deje llevar por lo que sentía. Fui cegado por un amor envenenado, falso y sin sabor.

—¡nano! ¡ven! ¡Mamo a fubar!

Alexia...¿Eres tú?

Mi mente juega con mis sentimientos, la realidad y la ilusión ya no tienen distinción.

De pronto el escenario cambia, ya no estoy en un bosque, ahora me encontraba en un cementerio que tenía grabado en mi memoria.

"Aqui yace Alexia Anderson, una guerrera"

Mi pequeña, mi mundo entero, te fallé. No debí haberte dejado sola en aquel parque. Me lo merezco, todo este dolor me lo merezco. Debo pagar por mis errores, por no haber sido capaz de salvarte.

—¡Hijo!...¡Tu no!...¡ahora, tu no! Perdóname hijo mío...

Papá...lo lamento pero ya no resisto. Te amo y te perdono por haberme abandonado y aparecido cuando mamá murió, como si fuese una obligación.

—Bebe...ven con nosotras...

Si mamá, ya voy... 

Entre la vida y la muerte, gana la paz; y solo en la segunda puedo encontrarla.