"Cuando dos enamorados pasan por el Callejón del Beso, deben besarse en el tercer escalón para que su amor perdure por siempre" o eso dice las voces ancestrales de Guanajuato, quizá sea verdad o quizá no, pero lo que sí es verdad, es que, en cuestiones del amor no se manda, no decides, simplemente sucede y ya, sin aviso, sin advertencia, sin un instructivo que te diga como amar o como besar, simplemente pasa y ya...

Se cuenta que Albafica era el único hijo de un padre avaricioso, recto y exigente, buscaba, como todo padre de aquella época un exitoso comerciante o un profesionista de buena familia para poder ceder la mano de su amado hijo y por ello le tenía en casa "donde sus ojos pudiesen verlo" para evitar así que conociera a alguien 'común y corriente', pensaba en su desgracia y deshonra si acaso su pequeño se llegase a enamorar de alguien del pueblo, sin embargo, he aquí lo que ya he dicho, en el amor no se manda y simplemente pasa.

Aquel jovencito, una de aquellas tardes en las que se ha escapado de su cautiverio, conoce a Asmita, un minero honrado y muy bien parecido con el que, despues de conocerse a profundidad se veía en un templo cercano a su hogar, a escondidas de su padre; y he aquí también que algo en estas historias siempre ha de salir mal y es que así era, un día aquel par de tortolos fue descubierto por el padre de Albafica, su padre lo encerró en casa y lo amenazó de casarlo en España con un noble, con el que su fortuna se haría mucho más grande.

El bello joven, no tuvo más remedio que aceptar su triste destino y vivió su encierro en compañía de su paje: Perfklo y su doncella: Agasha; la tristeza se anido en sus ojos y a menudo lloraba sin consuelo, aquellos dos acompañantes le consolaban diciendo que no permitirían que se lo llevaran a España; Asmita no supo en un principio qué hacer ya que no le era permitido hablar con su amado, pero al pasar cerca de su casa, notó que la ventana de la recámara daba exactamente a la ventana de la casa vecina, y estaban a escasos centímetros de distancia.

Se abría la posibilidad de poder estar en contacto con su amante si compraba aquella casa vecina, sugirió al dueño de aquella casa, un precio para comprarla, pero recibió constantes negativas hasta fijarlo en un costo tan alto que tuvo que dar todo su patrimonio de años a cambio, el precio valió la pena cuando al asomarse por la ventana y extender su mano pudo tocar con sus nudillos la ventana del cuarto de su amado, la sorpresa de Albafica fue mayúscula cuando, asomado a su balcón, encontró a tan corta distancia al hombre de sus sueños.

No hicieron más que jurarse amor eterno y planear como se verían todas las noches a través de esos balcones tan cercanos, cuando más abstraídos se encontraban los amantes, arropados en un cálido beso, del fondo de la pieza se escucharon frases violentas, era el padre de Albafica reprendiendo a los acompañantes, el padre con una daga en la mano y de un solo golpe, la clavó en el pecho de su hija lleno de rabia y coraje, Asmita enmudeció de espanto...la mano de Albafica seguía entre las suyas, pero cada vez más fría y sin movimiento, ante lo inevitable, Asmita dejó un tierno beso sobre aquella mano tersa y pálida, ya sin vida y no pudo soportar vivir sin su amado y desesperado se suicidó, tirándose desde el brocal del tiro principal de La Mina de la Valenciana.

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este esta basado en la leyenda Mexicana del mismo nombre.

Dedicado a las fans de esta parejita y a Eri, por darme la idea, tanto de la leyenda como de la pareja.

Dan R