195. invariable (Misty, Shun x Afrodita)
Su fría y blanca piel suplica por aquella boca francesa que se ha detenido solo para apreciar la privilegiada vista que tienen sus ojos en este preciso momento: un sueco de piel pálida marcada por todos lados, con cada fibra de su ser perlada en sudor, con los ojos cerrados y con las mejillas rojas, con el cabello alborotado y esos labios pidiendo, exigiendo que siga con aquellas lujuriosas caricias, con ese cuerpo rogando que no pare ni un segundo, ni un minuto, ni un instante.
Y sus pensamientos exigen que aquellas pequeñas manos japonesas le recorran una vez más desde el más pequeño de sus cabellos hasta la punta de sus pies, anhela que esas falanges se vuelvan a perder en su interior probando su cordura, desgarrando su garganta en una sinfonía de placer que llena aquella habitación donde solo hay olor a perversa inocencia y a inocencia perversa, esos eróticos gritos llenan cada rincón de la habitación destilante de sudor, amor y sexo.
¡...Por favor...!
Suplica a sus tan adorados torturadores viéndoles con los ojos inundados de aquellas lágrimas de deleite, Afrodita no puede pensar en otra cosa que no sea recibirlos a ambos, al mismo tiempo o por separado, en esa o en otra posición; Misty no deja de pensar en aquellos ojos que le miran expectantes de su siguiente movimiento, quizá el más anhelado para los tres; Shun no puede contener su pequeño y efímero deseo por poseerlo, por sentirse rodeado de calor, por hacer que pida más.
Y su deseo se cumple, primero el francés: le toma de la cadera y se hunde en su interior sin aviso y sin preparación pero la reacción es invariable, la sensación es inmutable, la euforia del momento es inalterable, aquel grito sale de su boca invitando al menor de los tres a seguir con aquella erótica escena, a continuar con el segundo acto y no espera invitación, de un momento a otro está rodeado de ese cálido interior, de ese pequeño paraíso que a menudo se vuelve su delirio.
¡... más...!
Ahí está, el pedido, la súplica, la exigencia que más les gusta escuchar, aquella imploración es complacida con más velocidad, ambos moviéndose a su ritmo, entrando y saliendo sin pudor alguno, con fuerza, con aquel ímpetu que recorre sus jóvenes cuerpos y justo ahí, en la cúspide de aquel acto, hay algo más, el punto dulce de aquel delicado sueco es masacrado dulcemente una y otra vez... y él se deshace en gritos, en gemidos, en pedidos y suplicas... y ellos le complacen porque están ahí, tocando el cielo con los dedos con los pies atados al infierno.
¡...Más... ya... no... puedo...!
Y la invariable está ahí, inmutable, inalterable, como siempre, la cúspide de aquella dulce constante llega al punto máximo, un orgasmo compartido anunciado por sus nombres y las marcas en la espalda y en el cuello que dejan sus uñas y sus dientes, la esencia sueca se libera, ubérrima en la tibia humedad que le compone y luego la francesa se extiende en su interior siendo seguida, casi al mismo instante por la japonesa que arremete en aquel pequeño paraíso ahora ahogado en la invariable que no desaparece ni un segundo.
🌹🐇🐍
Mi trio favorito.
ufff este también me gusto un buen.
Mi querida:Vhope533 este va para ti, espero te haya gustado.
Dan R
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