♦ ° XI ° ♦

Narradora

En cuanto estuvieron dentro del hogar , Tetsuko y su padre se sentaron junto a una pequeña mesa, frente a estos se encontraban Kyojuro y su hermano Senjuro.

No había rastro de su padre, Shinjuro.

-Bien permita me mostrarle su espada nichirin, Kyojuro-dono.

Tetsuko le peso la caja a su padre y este con cuidado saco el arma, para luego tenderla ante el rubio.

Cuando el joven tomo la espada, empuñando la, esta empezó a colorearse de negro seguido de un diseño de llamas de un rojo intenso.

-Asombroso, Rengoku-dono! Ese es un diseño asombroso!- exclamó Tetsuko mientras la admiraba con una gran sonrisa.

-Sin duda es un diseño acorde a su estilo, Kyojuro-dono- concordó Tetsumaru.

-Muchísimas gracias!- grito el rubio con una sonrisa radiante.

-Pruebela- aconsejo el mayor- así podrá decirme que tal la siente. Por mientras iré con su padre.

-Si!- con energía, el joven Rengoku salio al jardín y empezó a practicar con su nueva espada.

Mientras tanto el pequeño Senjuro y Tetsuko lo miraban desde la casa.

-Es increíble- dijo la chica- sus estocadas parecen ser muy fuertes y rápidas.

-Mi hermano entrena muy duro todos los días. Yo lo admiro mucho y quiero ser como él!- dijo con emoción y una sonrisa tímida, el pequeño.

-Seguro que lo lograras, si entrenas duro, Senjuro-dono- lo animo la chica- la clave esta en nunca rendirse.

Ellos se sonrieron y siguieron observando.

Después de un tiempo el padre de Tetsuko salio junto al señor Rengoku, la chica se levanto rápidamente e hizo una reverencia.

-Rengoku-dono, lamento no haber entrado a saludarlo como es debido- dijo la chica algo avergonzada- soy Tetsuko Kitaeru, es un honor conocerlo.

El hombre solo la miro junto a su padre, de brazos cruzados, para luego asentir mínimamente y mirar a su hijo, quien se encontraba con espada en mano y sonreía radiante como siempre.

Esto lo hizo fruncir mas el ceño.

-Pronto va a oscurecer- hablo el jefe de la casa- pueden quedarse hasta que salga el sol.

-No queremos ser una molestia- hablo Tetsumaru- Pero debido a las circunstancias, aceptaremos su amabilidad, gracias.

-Senjuro preparara sus habitaciones- dijo él hombre  y el niño asintió nervioso- Kyojuro preparara la cena.

-Ah! Si me permite, Rengoku- dono... Déjeme a mi preparar la cena, por favor!

-Como quieras- expreso sin importancia el mayor- Kyojuro te dirá donde esta todo.

-Si! Vamos, Kitaeru-chan!- el chico enfundo su espada y acompaño a la chica a la cocina, mostrándole todo lo que había en esta- segura estas bien haciendo la cena?

-Si, tome un baño. Al salir ya estará lista la cena- dijo la chica mientras se arreglaba las mangas de su yukata y se colocaba el delantal, haciendo sonrojar al chico- Ah! Que le gustaría cenar?

-Nada en especial! Por favor continúa!- su tono de voz fue mucho mas fuerte, además de que se noto un pequeño temblor en esta- Iré a tomar un baño!

El salio corriendo del lugar, dejando a la chica un poco confundida.

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CONTINUARA...