"El Castillo de Hielo"

-¿Cómo supiste la respuesta?

-Leo mucho.

El dragón, no muy convencido, le terminó obsequiando el contenido del cofre. Un retazo de un lienzo.

-¿De dónde pertenece esto? -preguntó la niña

-De la pared de enfrente. Una vez que salgas, agacha la cabeza porque derretiré el bloque de hielo que protege ese cuadro, con mi fuego.

-¿De quiénes?

-De los saqueadores ¿De quiénes creías? ... ¿O pensabas que el tesoro estaría al alcance de cualquiera?

Iris, cortesmente, le pidió disculpas. Se despidieron y salió del cuadro, aterrizando sin lastimarse. De repente, una gran bocanada de fuego ardiente había atravesado hacia el bloque congelado. La niña, cubriéndose la cabeza con sus brazos y estando protegida en posición fetal, se resguardó de los pedazos de hielo que se habían desprendido. Cuando había agudizado su oído, sin sentir nada caliente en el ambiente, se levantó despacio y fue caminando hacía el otro lienzo, teniendo en una de sus manos el tesoro del dragón. Como si fuera una figurita, lo colocó en la pintura y, gracias a su don, accedió a un nuevo mundo.

https://youtu.be/aZ63UY3xgVg

Nevaba, un castillo cubierto de escarcha y unos banderines de color verde anunciaba la bienvenida a un nuevo reino aunque una puerta de hierro bloqueaba parte de la vista. Custodiada por dos esculturas de leones alados, solo tres palabras se visualizaba sobre su obstáculo:

"¿Amigo o enemigo?" 

¿Dónde lo había oído antes? ¡Mediante Franklin! Él le había contado las viejas costumbres de la gente, sea en el pueblo que viviesen, que todos mantenían una vieja tradición. Dependiendo del tipo de choque que realizaban sus puños en las puertas, sabían sus habitantes si su visita era amistosa o no. En estos tiempos difíciles, Iris tenía que estar muy atenta si no quería ser capturada.

-¿Verde? ¿Es el color de la esperanza?

Esta deducción la hacía mientras investigaba la puerta de hierro. Solo se abriría si resolvía una especie de rompecabezas artístico. Eran cuatro bloques que debían formar una figura... pero ¿qué? Al escuchar un ruido, elevó su cabeza y observó que los ojos de un pájaro se habían iluminado del color de la esperanza. Ahora su visión no estaba obstaculizada y caminó cuidadosamente hasta la entrada del castillo nevado.

Una vez adentro, sorprendida y en plena oscuridad, se preguntaba cómo encontraría algo para iluminar el lugar. Sin embargo, la respuesta la había hallado utilizando la misma lógica de la puerta, anteriormente. 

-Soy amiga ¿Dónde puedo hallar algo de luz?

De repente, unos grabados sobre piedra macisa empezaron a iluminarse con su color anaranjado hasta poder vislumbrar una estatua voluminosa de un pájaro, parecido a la que estaba en la puerta.

-Muchas gracias

-De nada -respondió el animal que, por cierto, parecía un halcón aunque resultaría con quién se identificaría Iris en un futuro no tan lejano.

-¿Acaso... me hablaste? ¿Puedo preguntarte al menos cómo te llamas?

-Si, mi nombre es Fénix.

La niña conocía la leyenda de la famosa ave que resucitó de sus cenizas. Era una de las leyendas que mas admiraba leer.

-Pero ¿si tu eres el ave Fénix? ¿Porque nieva afuera?

-Un extraño me hechizó, dejándome inmovilizado ¿Podrías ayudarme? Si lo haces, el eterno invierno finalizará y obtendrás un valioso obsequio.

Iris estaba cansada que, hasta en los otros mundos, el equilibrio entre la bondad y la maldad se corrompa. Con sus once años su conocimiento era la de una joven adulto. Franklin también le enseñó la frase: DAR PARA RECIBIR. Así que mediante su sabiduría y valores adquiridos realizó una de las tareas que marcaría su vida para siempre.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top