⸙ 。CHAPTER ELEVEN;

nueva vida ་ ، ˖ ࣪

La mayor parte de su vida Kiara había estado huyendo de las grandes multitudes de gente. Pero ahí estaba en medio de una multitud, oliendo a hamburguesa y papas fritas con los brazos cansados de cargar bandejas e ir de un lado a otro atendiendo a clientes descorteses, malhumorados y unos pocos amables. Y bueno, no es que lo hiciera por gusto, había tenido una necesidad para buscar empleo.

En un principio había vendido varias de sus pinturas, pero su padre tuvo razón en algo: no podía vivir totalmente del arte, y el dinero que sacaba de sus pinturas no alcanzaba para pagar los gastos que tenía. Fue un milagro que Valery bromeara sobre irse a vivir con ella pues al final lo habían tomado en serio y ahora se repartían los pagos teniendo menos presión sobre ellos.

Es por eso que en cuanto el centro comercial Star Court abrió sus puertas al público, Kiara comenzó a buscar trabajo en los múltiples locales, su primera opción había sido una tienda de arte, por supuesto, pero le habían negado la plaza debido a su edad, una excusa sumamente ridícula según Kiara.

No tenía el lujo de rechazar las ofertas de trabajo que le ofrecían, sin embargo, optó por no firmar contrato con varios locales debido a sus comportamientos desagradables con respecto al género femenino, no quería trabajar en un ambiente donde la humillaran. Pero no le quedó otra opción, si seguía negándose se quedaría sin empleo.

─ Hey tú, muchacha─ Un hombre exigió desde una mesa─. Apúrate a traer mi orden, llevo horas esperando

─ Ni siquiera lleva quince minutos aquí─ Murmuró para ella misma poniendo los ojos en blanco y dándose media vuelta a la cocina.

Miró el reloj, estaba por terminar la jornada laboral, solo tenía que aguantar un poco más.

De inmediato el aire caliente golpeó su cuerpo al igual que el olor a comida rápida, las conversaciones aceleradas de los cocineros, meseros y demás gente llegó a sus oídos. Se acercó a la barra donde colocaban los platillos listos para ser entregados, pero la barra se encontraba vacía lo que significaba que los pedidos aún no salían.

Decidió recargarse un momento en la pared soltando un suspiro cansado. En un instante, los focos se apagaron, desde la otra habitación se pudo escuchar a los clientes quejarse ante la oscuridad.

─ Kiara, ve a checar que los generadores no se hayan dañado─ Ordenó su jefe

─ En seguida voy─ Habló con cansancio

Tomó una linterna y caminó hacia la habitación trasera alumbrando el lugar, se acercó a los generadores y abrió la puerta de metal. Pegó un brinco cuando alguien llegó por detrás asustándola.

─ ¡Santo cielo! ─ Exclamó colocando una mano en su pecho─ ¡Logan no vuelvas a hacer eso! ─ Se quejó dándole un golpe

El chico rubio soltaba carcajadas mientras intentaba decir algo, pero el aire escapando de sus pulmones no le permitían completar las palabras, Kiara negó con su cabeza mientras una ligera sonrisa se formaba en su rostro.

─ Debiste ver tu rostro─ Dijo una vez que pudo recuperarse de su ataque de risa

Los focos se encendieron y ambos salieron de la sala de electricidad, pudieron ver a un trío de sus compañeros meseros, señalándolos y juzgando, Kiara soltó un suspiro pesado cuando comenzaron a hacer señas obscenas. Logan intentó detener a la chica cuando la vio acercarse furiosa hacia aquel trío.

Se plantó frente a ellos alzando el mentón y cruzando sus brazos sobre su pecho.

─ ¿Se les ofrece algo? ─ Cuestionó con firmeza

─ No sabíamos que te gustaba hacerlo con menores─ Dijo uno de ellos─. Me preguntaba si tenías tiempo para un round conmigo─ Le guiñó un ojo

─ Eres un maldito cerdo─ Bramó conteniendo sus ganas de darle un buen puñetazo.

No podía arriesgarse a hacer eso y perder su trabajo.

─ ¿Están aquí para trabajar o para conversar? ─ Su jefe llegó a dónde se encontraban─ La luz llegó, a trabajar

Kiara le dio una mirada fulminante a Jaeden, el chico molesto, antes de seguir con su trabajo.

Para Kiara, su parte favorita del día era cuando la jornada laboral se terminaba y se encontraba con su novio en el área común de Star Court.

A pesar del cansancio, sonrió al ver a Steve recargado sobre un pilar mirando en su dirección con una sonrisa, mientras ambos creían que se sentían ridículos con su uniforme de trabajo, a los ojos del otro se veían con el brillo especial que aparece cada que se miraban pensando que se veían lindos en esos uniformes.

─ Te traje helado─ Dijo estirando un cono bien servido de helado de choco menta.

Kiara lo miró con ternura mientras lo aceptaba, Steve aún cumplía su palabra sobre regalarle un helado de distinto sabor cada día hasta terminar todos. Sin duda, se esforzaba por seguir enamorándola cada día y aquello le parecía lindo.

Arrastrando sus pies se acercó a él quien pasó sus brazos alrededor de ella envolviéndola en un abrazo cálido.

─ Yo te traje papas fritas─ sonrió extendiendo el plato hacia el─, además de muchas quejas sobre clientes y mis compañeros─ Bromeó, pero él se mantuvo serio.

─ ¿Te volvieron a decir algo? ─ preguntó cruzando sus brazos

─ Al parecer jamás se les quitará lo idiotas─ Se separó de él y caminó hacia una banca

Él se sentó a su lado así que Kiara recargó su cabeza sobre su hombro para que Steve repartiera caricias en su cabello y espalda. La morena cerró los ojos mientras disfrutaba de las suaves caricias de su novio y sabor cremoso del helado en sus manos.

No necesitaban hablar para crear un lindo momento. Nada se comparaba con la tranquilidad que le transmitía el estar en sus brazos, aquello era todo lo que Kiara necesitaba para sentirse mejor.

─ Vamos, tenemos que irnos a casa, ya es tarde─ Dijo el chico moviendo a Kiara con delicadeza al notar que su cuerpo se volvía más pesado

─ Estoy muy cansada, podría quedarme a dormir aquí─ Balbuceó

─ Kia, no puedes quedarte aquí─ avisó─ Ven, sube

La morena alzó su vista para ver que Steve señalaba su espalda, no importaba cuan cansado él estuviera, la llevaría cargando al estacionamiento donde se encontraba su carro.

Con una sonrisa ella se subió a la espalda del chico mientras lo abrazaba por el cuello para sostenerse y cuando menos se di cuenta ya estaba dormida

El cuerpo de Kiara se levantó de golpe, su pecho subía y bajaba mientras su respiración ruidosa se escuchaba en la habitación, el sudor escurría por su rostro y sus manos las llevó hacia su garganta como si eso le ayudará a recuperar aire.

Hacía mucho que no tenía pesadillas, meses en realidad, pero por alguna extraña ocasión esa noche había vuelto a soñar con los demo-dogos.

Unos golpes en su puerta la hicieron sobresaltarse, su respiración se calmó al escuchar la voz de su mejor amiga avisando que tenía una llamada de su madre. Frotó sus manos sobre su rostro para despabilarse, apartó las sábanas, saludo a Valery que hacía el desayuno, en realidad era fruta pues ella odiaba cocinar y de eso se encargaba Kiara, pero estaría ocupada en el teléfono y tenían que estar puntuales en sus trabajos.

─ Hola, mamá─ Saludó alegre

─ Hola, cariño, ¿Qué tal el verano? ─ Preguntó con su especial entusiasmo

─ La vida de adulto apesta─ bufó, al otro lado escuchó la voz de su madre─. Pero estoy feliz porque en unos días estaré contigo en California, ¡Oh dios! Extraño demasiado el mar y el sonido de las olas y...

─ Cariño, sobre eso...─ A Kiara no le gustó aquel tono el cual hizo que borrara su sonrisa─... mi amiga Corcel White me invitó a su boda, será fuera del estado, lamento no poder recibirte

Aquello decepcionó a Kiara, le hubiera encantado pasar unos días en California y relajarse un poco de todo. Reaccionó cuando escuchó a su mamá llamarla.

─ ¿Alguien puede llamarme Corcel? ─ Cuestionó frunciendo su entrecejo

─ La gente de antes ponía nombres tan extraños─ Respondió soltando una risa─. Prometo que nos veremos pronto, te quiero

─ Yo más, nos vemos─ Colgó

Quedó mirando el teléfono en la pared por unos segundos antes de que sintiera unos brazos rodear su cintura, Valery estaba abrazándola, había notado como el rostro de Kiara había cambiado radicalmente durante la llamada.

─ El lado bueno es que vamos a poder celebrar el 04 de julio juntas─ La rubia comentó recargando su mejilla sobre la espalda de su amiga.

─ Espero que Larry el bobo haga algo memorable para esa fecha─ Dijo poniendo sus manos sobre las de su amiga.

Kiara estaba agradecida de tener a Valery en su vida, pues sin su ayuda, ella no habría podido sostener ese lindo departamento que ahora habían mantenido juntas, tampoco habría podido dormir por las noches cuando no podía hacerlo. Valery era un gran soporte para ella.

Y es por eso que no le agradaba que estuviera involucrada con Billy Hargrove, a pesar de haberle contado sobre cómo casi mataba a Steve a golpes (omitiendo los monstruos de otras dimensiones, niñas con poderes y demás) ella seguía insistiendo que era buena persona y excusándose con que era realmente sexy. Pero Kiara tenía miedo de que Billy le hiciera algo a su amiga, sin embargo, ella no podía prohibirle verlo o manejarla a su antojo para que se alejara de él.

─ Volveré temprano, lo prometo─ Dijo sonriéndole─. Solo iré a divertirme un rato

─ Prométeme que tendrás cuidado─ Habló con seriedad

Valery le dio una mirada incrédula pero la morena se mantuvo firme así que no quedó otra opción más que afirmar.

─ Y por favor, si traes a Harrington aléjense de mi sillón sagrado─ Señaló el sofá más grande de la sala

─ Oh, tú tranquila, esta vez utilizaremos la mesa─ Bromeó utilizando un tono coqueto

─ ¡Son tan desagradables! ─ Gimoteo corriendo al baño