11.
Advertencias: angst, drama, temas de género.
Soy el único que camina sin rumbo cuando el resto
Parece conocer el lugar al que pertenecen.
Pero me siento mejor cuando me mezclo con la gente de aquí.
~Reflection, BTS~
Stitch:
¡Hora de presentarse, monstruitos!
Y para que vean que soy un buen líder
Comenzaré yo
EunYoung, 20 años, transexual.
Jenny:
Hola, EunYoung...
Stitch:
Joder, que esto no es como esos grupos, Jenny, no es necesario que saludes a todo el mundo
Jenny:
Parece que alguien no tuvo sexo anoche
Hyerin, 19 años, lesbiana
Im:
¡Pero que cosita más mona!
Junghoon, 18 años, andrógino.
Nochu:
¡Mi novio me va a golpear, pero Im, estás buenísimo!
Delfín:
Yujin, 21 años, pangénero
Nochu:
¡Bu, me tocaba a mí!
Delfín:
Tardas un montón, Nochu
Nochu:
Jungkook, 19 años, género fluido
¡Es porque lo bueno se hace esperar!
Im:
Nochu, termina con tu novio y ven conmigo, podemos pasarla bien ;)
Nochu:
JAJAJAJA, no jodas Im, que pasivo y pasivo no van
Im:
¡Eh, para eso están los dobles dildos!
Stitch:
¡Oigan, par de raros, todavía falta que se presente gente!
Nochu:
Aim sory :c
Goldfish:
Gracias, Amber, eres un encanto <3
Amy Lee, 22 años, género fluido
Stitch:
¡Pero qué chica más guapa, ah!
D_Boy:
Yoongi, 17 años, transexual...
Stitch:
Goldfish, olvida que te coquetee, he visto a alguien más guapo ;)
Goldfish:
¡Mala persona, Eun!
Yoonji soltó una carcajada al leer la última frase, sintiéndose avergonzada por los piropos que empezaron a llegar. Todos allí le trataron como un chico, diciéndole lo bien que se veía, y pasó una mano por su cabello corto. Nunca antes se sintió tan cómoda con un corte de cabello, nunca antes pudo respirar con tanta calma en ese sentido, y aunque no fuera mucho, se sentía bien y feliz de tenerlo así, a pesar de que el resto la mirara mal.
A pesar de que su papá la hubiera vuelto a golpear cuando se negó a acompañar a la peluquería a su mamá.
Acarició su mejilla roja e hinchada. Afortunadamente, el golpe no fue tan fuerte como para romperle el labio como la otra vez.
Suspirando, se desconectó del blog teniendo cuidado de borrar el historial para así no ser descubierta, y luego apagó la computadora, buscando una chaqueta que ponerse. Quedó con sus amigos en el centro del pueblo para comenzar a comprar los regalos navideños, ya que la fiesta sería dentro de una semana, y ese día nevó en la mañana, por lo que fuera hacía frío y no quería congelarse.
Abrió el armario, sacando un abrigo viejo de Jimin que ya no usaba, largo y de color negro. Masculino por completo.
Sonriendo, se lo puso y miró al espejo.
‹‹Como chico soy guapo››, pensó, sonriendo de lado.
Al salir de su cuarto lo hizo de forma silenciosa, oyendo a su mamá en la cocina mientras su papá estaba en el comedor. Se encontraban viendo la televisión, así que tan rápido como pudo, bajó las escaleras y agarró las llaves de la casa de paso.
—¡Saldré con Hoseok! —dijo, antes de salir para que no la vieran vestida así.
—¡Yoonji–!
Cerró la puerta con rapidez para que su mamá no pudiera decirle algo más y se marchó corriendo, sintiendo el frío aire de invierno golpear contra su rostro, pero no le importó demasiado. No quería permanecer en la misma casa de sus padres durante tanto tiempo, no luego de que las cosas se hubieran puesto tan tensas y frías entre ellos.
Jimin la llamó el día anterior, preguntándole si estaba bien, cómo se sentía, y Yoonji tuvo que mentirle para así no alarmarlo. Sin embargo, se sintió satisfecha al ver que su hermano mayor estaba haciendo un esfuerzo por llamarlo Yoongi, a pesar de que no hubiera adoptado por completo esa identidad.
Minutos más tarde llegó al centro de la ciudad, dirigiéndose fuera de la cafetería donde quedó con sus amigos. Vio a Jin primero, apoyado en el ventanal de una tienda, y se acercó haciéndole un gesto con la cabeza.
—¿Cómo estás? —le preguntó tranquilamente.
—Bien —Jin observó su rostro—. ¿Qué te pasó?
Yoonji acarició su mejilla hinchada, encogiéndose de hombros.
—Me pegué con la puerta —mintió como si nada.
La mirada profunda de Jin la estaba haciendo sentir incómoda, y se revolvió en su lugar, tratando de lucir relajada.
—Sabes, Yoonji —comentó Jin, sin perder la calma—, reconozco cuando alguien te da un golpe, porque mi papá igual me pegaba cuando le dije que era gay.
Un escalofrío recorrió su espina dorsal y balbuceó unas palabras inentendibles, negando que eso hubiera pasado.
—Pero si quieres contarme más adelante, está bien —Jin le sonrió suavemente—. Para algo están los amigos, ¿no?
Yoonji asintió en silencio, nerviosa, desviando la vista.
—Ah, ahí viene mi novio —dijo Jin, cambiando de tema—. Me vino a visitar este fin de semana y quería presentártelo. ¡Kyunggie, por aquí!
Yoonji se giró, chocando con un chico un poco más alto que ella, aunque era más pequeño que Jin. Sin embargo, no era tan delgado, su rostro lucía un poco duro, y Yoonji se preguntó cómo Jin podía estar con un chico como él. Sin embargo, cuando su novio le sonrió, Yoonji se fijó que era muy guapo, y sus ojos lucían dulces y amables.
—Hola, cariño —saludó el recién llegado, tomando la mano de Jin—. Hola, me llamo Do Kyungsoo, un placer.
Yoonji le hizo una pequeña inclinación.
—Min Yoonji —la chica lo observó una vez más—. ¿No eres de aquí, oppa?
Kyungsoo negó con la cabeza, atrayendo a Jin y pasando un brazo por su cintura.
—No, soy estudiante en Daegu, voy a cumplir los veinte el mes que viene —contestó el novio de Jin.
Yoonji iba a preguntar algo más, pero de forma repentina alguien se aclaró la garganta detrás suyo, y al voltearse se encontró con Hoseok, que llegaba con Taehyung y Lisa, con Tae pellizcándole las mejillas a la chica que venía quejándose, aunque no alejaba a su novio.
Yoonji le tomó la mano a Hoseok, atrayéndolo a su lado.
—Hoseokie, él es Kyungsoo, el novio de Jin —presentó, diciéndole con la mirada que se comportara.
Hoseok lucía como un cachorro regañado, pero aun así le sonrió a Kyungsoo y le hizo una reverencia, seguidos de Lisa y Taehyung.
—¿Estás usando el abrigo de Jimin? —le preguntó Hoseok cuando empezaron a caminar.
Yoonji se encogió de hombros.
—No encontré mi chaqueta —mintió cuidadosamente.
Jin la observó también.
—Me gusta como luce en ti —aprobó Jin, sonriendo—. Tienes un estilo rudo y sexy.
—Con el cabello corto y un abrigo así luces como un chico —comentó Lisa también—, pero te queda bien —luego, le guiñó un ojo de forma juguetona—. Yo sí saldría contigo si fueras chico, Yoonji.
—¿Debería preocuparme? —preguntó Tae, confundido.
—¡Claro que no, bebé! —chilló Lisa, pellizcándole las mejillas.
Hoseok, a su lado, iba en silencio.
—Pues a mí me gustaba tu cabello como antes —dijo de pronto como si nada.
Yoonji rodó los ojos, deteniéndose a ver un escaparate.
—Una lástima que ahora lo llevaré así para siempre —le dijo a Hoseok con cierta ironía en su voz. Por un instante, recordó esa horrible cena en la casa de su novio, con sus padres refiriéndose a su cabello, y sabía que esas palabras eran las de ellos en la boca de Hoseok.
El muchacho se limitó a suspirar, cansado de buscar una pelea que sabía que no llevaría a ningún lado. Yoonji le dio un apretón en la mano, besándole la puntilla para así calmarlo también.
Sabía que para Hoseok debía ser difícil, pero no se echaría atrás con su decisión. No si quería que Hoseok entendiera algún día.
Minutos más tarde entraron al pequeño centro comercial de Chongdae, yendo al patio de comida para saciar el hambre, ya que más tarde buscarían los regalos que pensaban hacer a sus familiares. Tae y Lisa no tardaron en empezar a jugar con las alitas de pollo que compraron, fingiendo ser una familia a punto de ser asesinada, en tanto Yoonji se recostaba contra Hoseok.
—¿Cuánto llevan juntos? —les preguntó Hoseok a Jin y Kyungsoo.
Yoonji miró a su novio un tanto aliviada al verlo interactuar sin problema alguno con Jin, pareciendo comprender que era una estupidez tratarlo mal o hacerle el quite. Hoseok no era una mala persona, se repitió, eso Yoonji lo sabía muy bien. Era sólo un poco torpe y distraído, pero en el fondo tenía un buen corazón.
Aunque un corazón fácil de influenciar, eso lo tenía claro. Más aún cuando el padre de Hoseok era el cabecilla de la iglesia de Chongdae.
A Yoonji nunca le terminó de gustar ese hombre, y cada vez que lo veía, siempre terminaba más enojada de lo normal.
—Vamos a cumplir los seis meses el siguiente mes —contestó Jin con expresión enamorada—. Nos conocimos en verano, cuando fui a pasar mis vacaciones a Daegu. Supongo que ustedes dos llevan más tiempo.
Hoseok asintió, mirando a Yoonji con orgullo en sus ojos, y le pellizcó la mejilla. La chica soltó un bufido, manoteando sus dedos, pero Hoseok sólo se rió, acostumbrado a eso.
—Llevamos un año y dos meses, pero antes fuimos amigos —respondió Yoonji—. Nos conocemos desde pequeños.
Porque mamá me llevaba todos los domingos a la iglesia e insistía en que pasara tiempo con Hoseok. Mamá sabía que eras un buen partido para su hija, Hoseok, por eso trataba de que estuviéramos juntos todo el tiempo. Te odiaba al principio, sólo porque quería ir contra ella, pero con el tiempo llegué a amarte, y sé que tú también me amas, Hoseokie.
Pero esto nunca te lo diré.
—Jin —dijo Yoonji, llamando su atención, queriendo que esos pensamientos se evaporaran antes de que le diera más vueltas de lo debido—, ¿cómo supiste que te gustaban los chicos?
Hoseok la observó en silencio, desviando la vista, viéndose un poco incómodo, pero mantuvo la boca cerrada. Incluso Tae y Lisa dejaron de juguetear, con la boca llena de kétchup al tratar de alimentarse con los ojos cerrados, pendientes de la conversación.
—Uno lo sabe —dijo Jin, tranquilo—, uno lo tiene claro desde el principio, es sólo que... —Jin le tomó la mano a Kyungsoo, sonriendo levemente—. Recuerdo que cuando era más pequeño creí que había algo mal conmigo, algo sucio, y ese algo no me dejaba vivir en paz, me hacía sentir culpable y me odiaba a mí mismo. Me miraba al espejo, tratando de auto-convencerme que me gustaban las chicas, que los chicos no me atraían, pero al final del día... bueno, sólo me estaba mintiendo a mí mismo.
Yoonji lo podía entender bien. Podía comprenderlo muy claramente, porque esa misma sensación vivía cada día en ella, desde que despertaba hasta que el sueño la vencía por completo. Esa sensación de repulsión, de rechazo, de asco, que consumaba cada parte de su alma cada segundo que pasaba.
Se miraba al espejo y se odiaba por completo.
—Entonces, el año pasado, cuando estaba pasando por esta etapa, me metí a un blog de gente que vivía lo mismo que yo, y de a poco fui comprendiendo que no había nada malo conmigo, que nada de lo que sentía era un error. Y en muchas de nuestras juntas, conocí a Kyungsoo —su novio le sonrió también, acariciándole la nuca—. Kyungsoo me enseñó que todo esto que sentía, lo que sentía por él, no era algo malo o un error. Que, a veces, las almas nacen para estar juntas sin importar el cuerpo en el que estén, porque eso es al final lo que importa.
Yoonji se estremeció al ver tanto amor y cariño en sus palabras, tanta ternura dirigida hacia otra persona, y pensó que quería eso alguna vez. No para ella, sino para Yoongi. No importaba si no era Hoseok quien lo mirara alguna vez así, lo que importaba realmente era que alguien quisiera a ese niño por completo, sin juzgarlo, sin tacharlo de sucio o enfermo. Alguien que fuera incondicional a él.
—Eso es tan romántico —dijo Lisa antes de mirar a Tae—. Bebé, tengo que decirte algo importante. En realidad, me gustan las chicas.
Tae escupió la bebida que estaba tomando.
—¡¿Estás de joda?! —gritó, incrédulo.
Lisa comenzó a reírse.
—¡Claro que sí, pero tuviste que haber visto tu cara!
Con esa tonta broma, el ambiente pareció relajarse por completo en la mesa.
Más tarde, cuando ya se estaba haciendo de noche, y Hoseok la fue a dejar a su casa, se quedaron un momento fuera, abrazados.
—¿Ocurre algo? —le preguntó Hoseok con preocupación—. Te he notado un poco callada. Más de lo normal.
—Es sólo que pienso lo que ocurrirá cuando la escuela acabe y nos marchemos a la universidad —dijo, mintiendo a medias y mirando a Hoseok—. No vamos a pasar tiempo juntos, tendremos nuevas juntas, vamos a cambiar...
—No digas eso —dijo Hoseok, besándole la frente—, no importa eso, porque te voy a seguir queriendo. Sé que somos todavía jóvenes, pero estoy seguro de que tú eres la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida.
Persona. Se sintió tan bien que Hoseok usara esa palabra en lugar de chica.
—¿Me vas a querer a pesar de todo? —le preguntó Yoonji.
—Claro que sí —Hoseok le besó ahora la nariz, sacándole una risa—. No importa si tienes el cabello corto o seas ruda o grosera. A mí me gustas así —Hoseok le sostuvo la mirada—. Jin tiene razón, algunas almas nacen para estar juntas y creo que nosotros estamos destinados a eso.
Yoonji permitió que Hoseok le diera un beso ahora en los labios, profundo e intenso, y fue como si algo se activara en él.
Cuando se separaron, Yoongi ya tomó una decisión, y no iba a cambiarla por nada en el mundo.
gracias por leer!
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