El día (final)

Wei Wuxian no pudo sacarse de la cabeza el hecho tan significativo de haber escuchado accidentalmente las primeras palabras de su bebé. Mientras su novio estaba en el trabajo y él se ocupaba tanto de A-Yuan como de hacer algunos tatuajes para amigos, no dejaba de molestar a su pequeñito para que hablara de nuevo. No iba a perder la apuesta bajo ninguna circunstancia.

Dado que no tenían una trona para bebés, se arreglaban perfectamente en su sillón pequeño para alimentar a A-Yuan.

— Come toda la sopa de letras, cariño~ Así capaz se te pasan al cerebro y te vuelves hablador como yo~

— ¡Baaah! — golpeó levemente la almohada.

— ¿Cómo qué "Bah"? ¿Me estás amenazando en dialecto bebé? — río — ¡Puedes hacerlo mejor que eso, hazlo por el amor que me tienes! Tu papá Lan no tiene porqué saberlo, esto será un secreto entre nosotros~ 

A-Yuan lo miró curioso aunque entendiendo el mensaje, entonces tomó impulso apretando sus labios durante unos segundos, y finalmente dijo:

— ¡Papá Wei! — aplaudió con sus manitos entre risitas — ¡Papá Wei!

Wei Wuxian sintió su corazón explotar por la impresión de escuchar con claridad la melodiosa voz de su bebé bendecir sus oídos.

— ¡Sí, yo soy tu papá Wei! — acarició su cabeza — Mi sopa es mágica, y decían que no sé cocinar-

El timbre sonó interrumpiendo cualquier comentario sin sentido que diría el castaño. 

«Seguramente es Wen Ning, aunque es algo temprano para que llegue a su sesión de hoy..» pensó, así que antes de ponerse de pie acomodó bien a su bebé asegurandolo con muchas almohadas, y abrió la puerta entre risillas.

— Hey amigo, pensé que vendrías más tarde como siempre. Acomódate mientras termino de atender a mi-.. — su frase se vió interrumpida por lo que sus ojos estaban presenciando. 

Existían dos individuos que se asemejaban a él de manera asombrosa, como si ocurriera un reflejo en un espejo, solo que presentaban un aspecto más descuidado y descubrían un aroma distintivo a hierba que él sabía que no auguraba nada bueno.

— No tengo interés en adquirir nada, adiós — expresó con prontitud.

Intentó cerrar la puerta velozmente, pero la mujer se anticipó y se abalanzó sobre él, envolviéndolo en un apretado abrazo.

— ¿Qué-?

— ¡Hijo! ¡No puedo creer lo grande que estás! — le dió un beso en la mejilla esperando por una respuesta — ¿No vas a saludar a tu mamá, A-Ying?

Wei Ying se quedó inmóvil, sin poder creer lo que estaba presenciando. Su mirada se clavó en la mujer que tenía frente a él, intentando asimilar la impactante revelación que acababa de escuchar. En medio de su shock emocional, finalmente logró articular algunas palabras entrecortadas.

— ¿Ma.. mamá?

— ¡Aún conservas el nombre que te pusimos! ¡Tan lindo, eres idéntico a mí~! Aunque sacaste los ojos de tu padre~ Imposible negar que eres nuestro pequeño.

A-Yuan de fondo empezó a llorar llamando a su papá porque había derramado la comida sobre el sillón, lo que captó la atención de la pareja, que entró sin permiso en dirección al pequeño.

— No puede ser.. ¡¿Ya tienes un hijo?!  — lo cargó con toda la confianza del mundo — ¡Hola pequeñín, soy Cangse Sanren y él es Wei Changze, somos tus-

Antes de que pudiera terminar, en un arrebato de pura desesperación, Wei Ying arrancó a su hijo de los brazos de su madre, consumiendo a todos en un estado de pánico absoluto. El aire se volvió denso y cargado de tensión.

— Váyanse de mi casa, por favor.

— Pero.. hijo.. — la voz de la mujer sonaba lamentable — ¿Sabes lo que nos costó encontrarte? Estuvimos mucho tiempo buscándote para poder conversar contigo.

— ¿Querían encontrarme? ¿Estás bromeando? Yo no soy su hijo, no se confundan. Mis padres están muertos — retrocedió varios pasos y encerró a A-Yuan en una habitación para alejarlo de cualquier peligro — Fuera de mi casa o llamaré a la policía.

La mujer analizó a su hijo y se acercó con una sonrisa burlona al ver que estaba temblando.

— ¿Cómo puedes negarnos así si somos idénticos? No nos trates así, sólo queremos formar parte de tu vida y remidir los errores del pasado, A-Ying — miró a su alrededor — Vemos que ya tienes casa propia.. bueno, rentada que es casi lo mismo. Y además ya tienes un bebé, podrás querer ayuda con su crianza. Eres joven, no necesitas cargar con tanta responsabilidad a esta edad. Apenas tienes unos 16.. o 17... ¿no? Igual que nosotros cuando te tuvimos. y mira que sorpresa, ya somos abuelos.

— FUERA. DE. MI. CASA. Ustedes no son los abuelos de mi hijo — remarcó cada palabra. De fondo se podía escuchar los golpeteos de las pequeñas manos de A-Yuan sobre la puerta, mientras entre sollozos llamaba a su papá — Y lo que yo haga con mi vida no les interesa a ustedes.

Cangse Sanren hizo oídos sordos.

— Por cierto ¿Acaso te estás ocupando de todo tú solo o eres alguna especie de amo de casa? ¿Dónde está tu esposa?

— Yo soy la "esposa" de Wei Ying — inesperadamente respondió una voz profunda tras ellos — ¿Quiénes son ustedes? 

La pareja giró en dirección a la puerta. En ella se encontraba un hombre alto de una contextura regular y mirada desafiante que esperaba por una respuesta.

— Oh.. ¡Pero qué guapo es! — la mujer se acercó a WangJi para elogiarlo — No me esperaba esto, pero seguramente es el padrastro favorito del pequeño.

Lan Zhan no respondió, pero al ver que Wei Ying estaba con miedo en su mirar los hizo a un lado para socorrerlo.

— Wei Ying ¿Estás bien? ¿Qué te sucedió? — preguntó mientras revisaba su cuerpo — ¿Estás herido? 

— No le hicimos nada, A-Ying desde que nació ha sido muy llorón — respondió la mujer entre risas — Sólo queríamos conocer a nuestro nieto y arreglar las cosas con nuestro hijo.

Sólo le bastaron unas cuantas palabras para que Lan WangJi lo entendiera rápidamente. Puso a su pareja detrás de él para cubrirlo y encargarse del asunto.

— Tienen 10 segundos para salir de nuestra casa.

— ¿Cómo puedes decir algo así yerno, si no nos conoces aún? No pienses que me voy a oponer a su relación, yo apoyo mucho a los ¿LGXYZ..? Gays, eso. Aunque nunca creí que nuestro hijo lo sería… — miró al castaño con cierta confusión y sin delicadeza preguntó — Ay no.. ¿Acaso te violaron de pequeño, A-Ying?

WangJi no iba a tolerarlo más, tomó del brazo a su "suegra" para que se detuviera.

— No voy a permitir que le dirijas la palabra a mi hombre de nuevo.

Sus dedos se cerraron con firmeza alrededor de sus desesperados cuellos, arrancándolos de ese refugio. El pasadizo se desplegó ante ellos, un camino oscuro mientras los empujaba hacia abajo, estrellándose brutalmente contra el barandal. La puerta se cernía frente a ellos con su indiferente cerradura. La mujer, poseída por una ira desenfrenada, se abalanzó sobre ella con furia. 

—¡Escucha! — su voz temblaba entre sollozos y súplicas — ¡Ten piedad, A-Ying! Te rogamos, ¡necesitamos dinero! ¡Ayuda a tus padres! No tenemos un techo donde vivir, por favor… Tenemos muchas deudas..

No hubo respuesta. El silencio se adueñó del ambiente, aplastando su malicioso plan.

— ¡Nosotros te dimos la vida, maldito malagradecido! ¡Ayúdanos! — empezó a patear la puerta con más fuerza por lo disgustada que estaba — ¡¡Yerno, si no fuera por nosotros no te lo podrías coger!! ¡¡¡Al menos danos algo de dinero por poder follarte a nuestro hijo!!! ¡¿Crees que ese puto no cobra?! ¡¡¡Mete hombres a tu casa cuando no estás, tenemos videos!! ¡¡Sólo abre y te los enseñaré!!

La pareja sentía la tensión dentro de esas cuatro paredes que eran testigos de tal aberrante acto. Pero, repentinamente, el ruido del golpeteo cesó cuando las sirenas de la policía empezaron a sonar, aliviando a la pareja. 

— Lan Zhan, nunca más volvamos a hablar de esto, que sea un secreto para A-Yuan — apretó su mano — No quiero que sepa que él y yo somos iguales, quiero que piense que es mucho mejor que yo.

Su novio asintió y se aseguró de que estuvieran a salvo revisando a los alrededores, mientras que Wei Ying corría hacia la puerta del baño. Allí, en medio de aquel abismo, encontró a su hijo. Sus lágrimas fluían sin control, el miedo y el temor habían hecho presa de su alma.

— Oh, mi bebé — susurro con voz entrecortada, mientras lo envolvía en sus brazos con ternura — Papá está aquí.

Sin embargo, las dulces palabras apenas lograron calmar la angustia que desgarraba el corazón de A-Yuan. Con determinación, lo llevó hasta su refugio seguro, la habitación que los resguardaba de los horrores del mundo exterior. Antes de acomodarse sobre la cama, sacó algo especial debajo de su escritorio: una plancha blanca de aspecto modesto. A simple vista, no parecía más que eso, pero al voltearla, una explosión de colores y amor destellaban fugazmente, cautivando la mirada del pequeño. 

— Aquí tienes, A-Yuan. Papá Wei se inspiró y creó estos diseños especialmente para ti. Cada uno de ellos tiene un significado único y una historia detrás que solo nosotros podremos entender, nadie más que nosotros tres — despegó uno con el diseño de tres conejitos acurrucados y lo colocó con cuidado en el corazón de su pequeño.

— Papá... — los ojos de A-Yuan se llenaron de lágrimas mientras miraba hacia su pecho — Papá Wei... Papá Lan...

— Quiero que recuerdes esto para siempre, mi amor: "Cuando lleves puesto uno de estos, llevarás una parte de mí y una parte de tu papá Lan contigo. Estemos donde estemos, siempre te acompañaremos para protegerte. Estaremos a tu lado hasta el día en que te conviertas en alguien lo suficientemente fuerte como para protegerte a ti mismo, mi amado bebé".

Los ojos de Lan Yuan se encendieron en un fulgor desgarrador, mientras las lágrimas, luchando por salir, se encontraron en una sonrisa radiante que desafiaba al dolor.

Aquellas palabras se grabaron con una fuerza abrumadora en lo más profundo de su mente y en las fibras más sensibles de su corazón, dejando una huella imborrable que se desgarraba con pasión en su ser.

Cuando se encontró ante obstáculos que se interponían en su camino, él no temblaba, sino que se erguía con valentía y determinación, dispuesto a enfrentar cualquier adversidad.

Incluso cuando, a sus tiernos seis años, fue interceptado en la escuela por sus compañeros, quienes, como de costumbre, amenazaban y ridiculizaban su "estilo de vida" en una familia homoparental. Lan Yuan solía ignorarlos, avanzando imperturbable. Pero la última gota que colmó el vaso fue cuando se atrevieron a atacar directamente a sus amados padres, amenazando su existencia con futuros atentados, presumiendo el poder que tenían sus propios padres con cargos importantes. 

Entonces, sin titubear, Lan Yuan canalizó la furia que bullía dentro de él, emulando los gestos de valentía de su padre, y se defendió de los golpes que amenazaban con su bienestar golpeando a uno de ellos. Con pesar en su mirada, preguntó una y otra vez: «¿Por qué?! ¡¿Por qué nos odian tanto?! ¡¿Qué fue lo que hicimos para que no nos dejen tranquilos?!»

Aunque el silencio fue su única respuesta, Lan Yuan no se rindió: «Ustedes no saben nada de ellos, no los conocen en lo más mínimo. Por eso, no pueden hablar mal... Puedo soportarlo todo, menos que lastimen a mis queridos padres. Les suplico... ¡les ruego que no les hagan daño! Ellos son mi todo en este mundo...»

«¡Lo que está mal, simplemente está mal! ¡Y eso no puedes cambiarlo, idiota! ¡Tu familia es anormal y asquerosa que sólo te aceptaron por pena, y eso no va a cambiar!»

Aunque esperaba una respuesta tan despiadada, Lan Yuan ansiaba desesperadamente comprender más.

«¿Por qué está mal? ¡Dime por qué!» Sacudió al mundo con desesperación, sintiendo cómo su alma se desgarraba en el proceso. «¡Respóndeme! ¡¿Por qué?!»

Sin obtener ninguna respuesta, ahora A-Yuan se encontraba sentado fuera de la imponente puerta del despacho del director, junto a su padre, esperando ser llamado a enfrentar el castigo que le deparaba. Wei Wuxian, ocultando su propia inquietud, aparentaba una calma engañosa frente al tormento interno. Mientras tanto, el pequeño A-Yuan, consumido por la vergüenza y la pena, sintiéndose profundamente abrumado por ser la primera vez que se veía arrastrado hacia un abismo de problemas.

— No estés nervioso, papá Lan no está enojado contigo, y yo tampoco lo estoy — apretó su mejilla — Hoy no llevas tus stickers puestos, ¿por qué?

— Las pegué en mi carpeta.. — miró hacía un lado — Necesitaba ayuda.

Wei Ying elevó las cejas y esbozó una sonrisa curiosa.

— ¿Y tú no necesitabas ayuda?

Con la cabeza en alto, el joven se negó. Ya no quería ser una carga para sus padres; anhelaba ser su protector, el héroe de su propio cuento. El amor y la pasión le guiaban hacia la independencia, deseando velar por ellos con devoción y entrega.

— A-Yuan, te has vuelto un niño muy fuerte, ¿no es así? 

— Papá Wei.. 

— ¿Te cuento un secreto no tan secreto? — acarició la cabeza de su pequeño — Yo solía meterme en problemas en la escuela a cada rato. A veces era porque me escapaba para ver a Lan Zhan, otras veces porque no me gustaba estar ahí. Estoy seguro que si ahora estuviera en la universidad, haría lo mismo, la verdad me hubiera gustado molestar al Lan Zhan universitario~ él hubiera sido todo un ratón de biblioteca ahora mismo jajajaja.

— Papá Wei.. ¿No fueron a la universidad por mi culpa..?

— ¿Qué? ¡No, no! ¡Por supuesto que no A-Yuan! No lo decía por eso.. — sonrió — Papá Lan quiso convertirse en un hombre fuerte y demostrarles a todos que somos intocables. Y yo quería convertir a las personas en obras de arte~ además, si no me gustaba la escuela, ¿por qué debería pasar otros años escuchando a un viejo chivo parlotear? — río — Así que no saques conclusiones sin pensarlo dos veces, niño tonto. Yo no tendría por qué mentirte. Jamás te he mentido. Fue nuestra decisión.

— Sus decisiones.. — susurró.

— Todo lo que hemos hecho hasta ahora han sido nuestras propias decisiones, A-Yuan — se relajó un poco en el asiento — Siempre respeté las decisiones que tomó tu papá Lan, y él respetó las mías, siempre.. Por eso somos una pareja que se ama, ¿lo entiendes? 

El más joven frunció el ceño con confusión, su curiosidad ansiosa por descubrir más. Sacó un pequeño trozo de su hoja de pegatinas del bolsillo y lo examinó durante unos momentos, perdido en sus pensamientos. Luego, levantó la vista directamente hacia los ojos de su padre.

— Papá Wei... ¿Te arrepientes de las decisiones que has tomado hasta ahora?

Wei Ying se vio sorprendido por aquella pregunta tan repentina, sus labios temblaron durante unos segundos mientras intentaba articular una respuesta, pero solo surgieron recuerdos de forma abrumadora.

¿Cuándo exactamente sus decisiones se volvieron un pilar tan importante en su vida?

¿Desde cuándo había dejado de ser ese chico revoltoso y despreocupado al que no le importaba su futuro?

No podía recordarlo.

O, tal vez, sí lo recordaba, pero prefería dejarlo en el olvido.

Pero en ese momento su mente solo revivía aquellos días en los que iba a la escuela a perder el tiempo junto a su hermano. Incluso aquella tarde en la que su vida cambió por completo.

Después de haber salido de la escuela, aliviado por haber sobrevivido otro día de clases, él y su hermano se empujaban juguetonamente como solían hacerlo. En la entrada, frente a ellos, pasó un chico de otra escuela, con la piel tan blanca como la nieve, una postura perfecta y unos ojos tan gélidos que parecían cortar con solo mirar. Jiang Cheng lo observó por unos instantes y se sorprendió al ver la reacción de su hermano, que no dejaba de seguirlo con la mirada, como hipnotizado.

— ¡A-Cheng, me iré primero! ¡Nos vemos más tarde en la casa!

— No te metas en problemas, idiota — palmeó su hombro — Sino esta vez no iré a salvar tu culo apestoso.

— No lo haré, sólo iré a saludar a alguien~

Jiang Cheng suspiró.

— A-Li se pondrá celosa si descubre que tienes novia.

— ¡¿Eh-?! — su expresión cambió a una leve vergüenza mezclada con asombro — Yo no-.. bueno.. 

— Estoy bromeando, ya lárgate — lo pateó y Wei Ying salió disparado en dirección contraria a su hogar — No llegues tarde.

— ¡Sólo un poquiiiiiito tarde!

Jiang Cheng lo vió alejarse corriendo tras aquel chico misterioso que aceleraba el paso intentando huir de él.

"Ah… nunca había visto esa expresión en su rostro.. sus ojos brillaban, ¿no es así?" Pensó mientras sentía un escalofrío recorrer su cuerpo "Ese idiota.. bueno, no es asunto mío hasta que él me lo diga.. Aún así.. tendrá mucho por enfrentar en un futuro"

Los minutos se desvanecieron, y ambos jóvenes seguían separados por una considerable distancia en medio de una carretera solitaria rodeada de arbustos y maleza. El castaño no podía comprender cómo era posible que esa brecha persistiera, a pesar de que él corría y el otro avanzaba a paso rápido.

— ¡Lan Zhan! — gritaba con dulzura, pero sus llamados eran completamente ignorados — ¡Lan WangJi!

En su afán por captar la atención del pelinegro, una pareja que se acercaba en dirección opuesta tropezó accidentalmente con él. Wei Ying alzó la mirada para disculparse, pero la chica fue rápidamente jaloneada por su compañero, y sus miradas se cruzaron apenas por unos instantes.

— Sigue caminando derecho y no me hagas enfadar más.

La chica asintió en respuesta y acomodó el vestido que llevaba, avanzando lentamente mientras sostenía el brazo de su pareja. Su rostro aparentaba tener la misma edad que él, quizás incluso menos, lo cual desconcertó a Wei Ying por la forma en que intentaba aparentar verse mayor.

Cuando se alejaron, la voz del hombre, resonó en los oídos de Wei Ying.

— No debiste haber mentido, MianMian. Las mentiras salen a la luz tarde o temprano.

El castaño giró hacia su dirección nuevamente al escuchar aquel "nombre" que se le hacía familiar, pero ya no estaban allí. Buscó con la mirada durante unos segundos, pensando en las palabras que resonaban en su mente: "¿Mentiras...?" Luego, recordó por quién estaba allí y, sin darle más importancia, siguió persiguiendo a aquel chico.

— ¡Lan Zhan! ¡Lan WangJi! — volvió a llamarlo — ¡Lan Er-gege! ¡Mírame! ¡Aquí estoy!

Finalmente se detuvo y con discreción volteó a mirarlo.

— Wei Ying..

— Al fin me haces caso. Llevo tanto llamándote.. ¿Por qué me ignoras? Actúas como si no nos conociéramos.. — hizo un puchero inconforme — No estamos en la escuela y no hay ni un conocido cerca. No necesitas actuar como si yo no existiera.

— Te estoy escuchando, Wei Ying. Siempre lo hago.

El castaño sonrió satisfecho, y entonces se le ocurrió una idea. 

— Lan Zhan, por aquí no pasan muchas personas. Quizás podríamos.. tú sabes.. 

Lan WangJi captó el mensaje al instante, así que le estiró la mano con algo de timidez y el castaño la tomó entusiasmado para entrelazarla con la de él. Ambos estaban con las mejillas hirviendo por tal acto tan inocente. Aprovechó para apoyar su cabeza contra el hombro de aquel chico al cuál orgullosamente podía llamar su novio.

— ¿Alguna vez pensaste que llegaríamos a estar así~?

— Mmh.. en mis sueños — respondió con sinceridad.

— ¡Y nunca me diste señales de nada! ¿Cómo podría saber que gustabas de mi? 

— No preguntaste.

— ¡Eres muy cruel! ¡Si yo no me hubiera confesado a ti aquella noche en la biblioteca, nunca me lo hubieras dicho! ¡Yo creía que me odiabas! — se acercó más a él — Durante estos siete años siempre buscaba tu atención, y aún así no conseguía que me miraras.. era obvio que pensara que me odiabas si sólo me rechazabas.. 

Lan WangJi suspiró porque ya había escuchado suficiente. Se dió media vuelta para  tomar de la cintura a aquel chico de ojos grises para así atraparlo en un cálido y tierno beso que parecía nunca querer acabar. Dándole una mordida atrevida como advertencia antes de separarse. 

— ¿Todavía crees que te odio?

— Lan Zhan, eres muy cruel.. — se cubrió el rostro — Eres demasiado cruel con tu novio..

— ¿Por qué?

— Nuestro primer beso.. en un lugar como este.. — estaba intentando no reír porque la situación lo ameritaba — Mejor me hubieras llevado a tu casa para tener más privacidad y no hubieran sido sólo besos~

— ¡Desvergonzado!

— Así te enamoraste de mí~

— ... — aceleró el paso — Vamos, se hará tarde y debo llevarte a tu casa. 

Ante los ojos de Wei Ying, el hombre que tenía delante suyo era su alma gemela, su ángel protector y sin duda, el amor de su vida.

— ¿Nos casaremos cuando entremos a la universidad, verdad? — preguntó sin pensar, con sus ojos llenos de amor y asombro.

Lan Zhan sintió cómo un frío intenso se apoderaba de su cuerpo. Sin embargo, el castaño continuó hablando, emocionado.

— ¡Oh, espera! Será cuando terminemos la universidad, ¿verdad? ¡Para ese momento, estaremos listos para contarle a todos sobre nosotros! Me encantaría ver la sorpresa en el rostro de mis hermanos, o tal vez ya se lo imaginan, pero quiero que nuestras familias estén ahí, apoyándonos. 

— …

— A-Cheng podría ser el padrino junto con tu hermano. Y tu tío-

— Wei Ying — lo interrumpió y su puño lo apretó con nerviosismo — Yo entraré a la universidad de Columbia, igual que mi hermano.

— ¿Qué...? — sintió su corazón detenerse mientras que gotas de lluvia empezaron a caer con fuerza desde el cielo — ¡Pero, Lan Zhan, eso está en otro país! ¿No puedes elegir una universidad aquí en Gusu? ¡Hay tantas opciones! Y tú eres tan inteligente, podrías ingresar en cualquier parte. Y-yo no tengo suficiente dinero para acompañarte fuera del país, podría sacar una beca pero ni siquiera sé lo que quiero estudiar aún-

— Mi tío ya ha decidido — evitó su mirada, sintiendo un nudo en la garganta — No puedo hacer nada al respecto.

— Lan Zhan... ¿Por eso estabas tan distante? ¿Pero qué pasará con nosotros ahora? ¿Vas a dejarme...?

— No, no quiero eso...

— Entonces, ¿qué haremos? Pensé que iríamos a la misma universidad... Si es por tu tío, puedo hablar con él — entrelazó sus dedos con los de su novio — No tengo miedo, Lan Zhan. No soy un cobarde, no permitiré que nos separe.

Antes de que WangJi pudiera articular una respuesta, detrás de ellos, en medio del terreno baldío con grandes bolsas de basura, apareció un perro enorme que rebuscaba entre los escombros mientras gruñía. No habría sido relevante para la pareja si no fuera porque, a medida que el animal cavaba más y más, se escuchaba un llanto peculiar.

Wei Wuxian giró en dirección al sonido, sintiendo cómo los nervios se apoderaban de su cuerpo.

— Lan Zhan, ¿lo escuchaste?

— Mmh...

Sin pensarlo dos veces, dio varios pasos hacia el origen del lamento. Sin embargo, Lan WangJi lo sujetó del brazo, intentando detenerlo. Wuxian, sin obedecer, se liberó de su agarre.

— Es...

Se acercó a donde provenía aquel sonido. No lo pensó dos veces, su cuerpo actuó impulsado por una fuerza irracional, sin prestar atención a los llamados de su pareja. Arrojó su mochila y se abalanzó sobre los escombros, apartando frenéticamente la basura que lo cubría, sin importarle el desagradable olor, hasta encontrarse con una bolsa de plástico celeste que se movía.

Al abrir la bolsa, su corazón se detuvo.

Era un bebé.

Un recién nacido que luchaba por respirar.

Su piel desnuda estaba húmeda y enrojecida. Su cuerpecito era tan diminuto que parecía haber nacido prematuro hacía apenas poco tiempo. Lloraba con desesperación, evidenciando su miedo y sufrimiento.

Junto al bebé había una pequeña carta mal escrita y manchada de sangre, con un mensaje desgarrador:

"Perdóname por no poder ser tu madre, pero no quiero que arruines mi vida".
— M

Miró hacía su alrededor, buscando desesperadamente a aquella chica, aún si sabía que jamás la volvería a ver, su instinto lo guiaba.

Sus manos temblaban y su garganta dolía por aguantar las ganas de llorar, quiso tomar al pequeño entre sus brazos y sacarlo de ahí, de ese miserable lugar. Pero cuando quiso tomar al bebé en sus brazos, una mordida certera dió justo sobre su muñeca izquierda sin intención de soltarlo.

Por la adrenalina del momento tomó al bebé con el otro brazo y lo cubrió para que no le pasara nada, mientras intentaba zafarse de la mordida de ese perro que lo estaba arrastrando de un lado a otro. Ante sus ojos se deformaba a una bestia enorme que lo dejó paralizado y jamás podría olvidar.

Miró a su novio, quién se quedó de pie congelado observando. "Lan Zhan.." Su imagen era borrosa, dejó de escuchar por unos segundos hasta golpear su cabeza contra el suelo y no poder recordar más que su cuerpo manchado de sangre.

Al abrir los ojos se encontraba en el suelo de un oscuro pasadizo de una madera vieja, se levantó con dificultad y se apoyó contra una de las paredes, pero al ver su mano se dió cuenta que está había tomado la complexión de una de un niño pequeño. Desconcertado avanzó por el camino hacia una luz que lo llamaba fervientemente, atravesando unas habitaciones en las que habían niños de diferentes edades haciendo la limpieza o jugando entre ellos. Wei Wuxian, a pesar de la confusión, reconocía ese lugar al que alguna vez llamó hogar.

Llegó hasta la puerta que alumbraba y vió a una chica de aproximadamente unos 12 años apoyada en el marco de la ventana mirando hacia la nada. 

Wei Ying se quedó con la boca entreabierta y los labios temblorosos, y entonces dijo:

— ¿MianMian..?

Ella al escucharlo volteó y sonrió.

— A-Ying, ya te dije que no me llames así — regresó su mirada hacia afuera — Luo, dime Luo. Ya tienes 6 años, creo que no es taaaaan difícil, ¿no? 

— Oh, sí.. 

Los pensamientos de Wei Wuxian eran un caos en ese momento.

— ¿Qué sucede? ¿Te comió la lengua el gato? Normalmente estarías molestándome a esta hora del día, bueno no, a todas horas del día. ¿Te sucedió algo?

— No.. 

— Es raro verte así, recuerdo que decías que las personas aburridas no te gustaban, y mírate actuando como uno — río — ¿Acaso te enamoraste de alguien aburrida y por eso actúas igual que ella? 

En realidad no estaba muy alejado de la realidad.

— Mmh..

— A-Ying, a eso se le llama infidelidad — hizo un puchero — Olvidaste nuestra promesa.

— ¿Promesa? 

— Prometiste que nos casaríamos en un futuro y formaríamos una familia cuando escapemos de este feo orfanato… ¿Ya lo olvidaste?

Wei Ying no sabía qué responder, recordaba que en ese momento él no entendía el concepto de una unión de ese estilo. Y ahora lo que estaba viviendo se sentía tan real y sus recuerdos lo estaban traicionando.

Ella sólo suspiró y sonrió.

— Cuando salgamos de aquí seré una gran bailarina, seré alumbrada bajo esos reflectores y seré amada por todos — dió varios giros delicados y elegantes sobre la pequeña habitación — ¡Y quiero que tú me acompañes!

— Luo.. 

— ¡Ven, baila conmigo! — exclamó emocionada, tomando la mano de Wei Ying y dando inicio a un torbellino de giros y risas que iluminaban su rostro. Sin embargo, en los ojos de Wei Ying había una mezcla de confusión y nostalgia mientras la observaba — ¡Seremos personas exitosas y muy felices, A-Ying! ¡Tendremos una vida hermosa fuera de esta prisión, y siempre estaremos juntos!

Wei Ying, de repente, como si una sombra hubiera nublado su ánimo, se soltó bruscamente de MianMian, disculpándose en el acto.

— ¿Qué sucede, A-Ying? — preguntó preocupada ella.

— Sólo perdóname — susurró él, como si luchara con sus propios pensamientos.

Antes de que pudieran retomar su conversación, un hombre alto vestido de negro apareció en el marco de la puerta, emanando una mirada aterradora que congeló la escena. Sin mediar palabra, se acercó con determinación y tomó a Wei Ying del brazo con rudeza, tomando por sorpresa al joven.

— Carne fresca por un precio justo — le susurró mientras pasaba su mano por su espalda — Nos iremos a casa.

Observó el rostro de aquél hombre y lo entendió. Era el mismo que había visto hace minutos antes de caer en ese sueño y también años atrás en ese mismo lugar ocurriendo la misma situación.

— No.. ¡No quiero! — Wei Ying retrocedió unos pasos —  ¡MianMian, vete de aquí!

Con determinación, ella se negó a obedecer las palabras de su amigo y, corriendo hacia ellos, empujó a Wei Ying lejos del hombre amenazante, sujetándolo por las piernas para evitar que se lo llevaran.

— ¡Nosotros no somos un producto! — gritó con furia, sus ojos ardiendo de rabia — ¡Ya se llevaron a muchos de mis hermanos, pero no permitiré que se lo lleven a él! ¡Llévame a mí en su lugar y no le hagan daño!

— No... ¡No me salves de nuevo, puedo arreglármelas solo…!

— A-Ying, escúchame, siempre habrá alguien que se preocupe por ti porque eres una buena persona. ¡Tú importas tanto como los demás!

Por un instante, logró tambalear la convicción del hombre, y aprovechó ese momento para abrazar a Wei Ying con desesperación.

— No todos tienen la misma suerte, pero si podemos hacer algo para cambiar la vida de alguien más necesitado, no hay que dudar en hacerlo. ¿Lo entiendes, verdad?

Antes de que pudiera responder, fue jalada hacia atrás y arrastrada fuera de la habitación como intercambio por Wei Ying, quien quedó desamparado en medio de la desgarradora escena.

— ¡Wei Ying, regresaré por ti! ¡Solo espérame! — gritó con lágrimas en los ojos, sin dejar de luchar contra quienes la alejaban de su amigo, aferrándose a la promesa de volver por él.

Él, negándose a revivir todo de nuevo, se levantó y corrió tras ellos, pero fue alcanzado por un golpe directo al rostro que lo regresó a la realidad. Fue tan rápido que no se percató de cuántos segundos habían pasado, hasta que al abrir los ojos ya se encontraba en los brazos de Lan WangJi. El castaño tenía la muñeca vendada con un pliego de la camisa de su novio para intentar parar la hemorragia con desesperación.

— Resiste, por favor. Encontraré ayuda..

Aunque no contaba con la fuerza ni el tamaño necesario para poder cargar a otro hombre, Lan WangJi hizo su mayor esfuerzo para poder salvarle la vida a ambos, a pesar de que también había sufrido varias heridas a causa de las mordidas del can. El lugar estaba alejado de algún hospital, por lo que aceleraba el paso intentando no resbalar por el piso mojado.

— Lan Zhan.. el bebé.. — balbuceaba Wuxian intentado no volver a desmayarse — ¿Lo.. salvé?

— Mmh — le indico con los ojos que mire entre sus brazos, y este obedeció. Ahí se encontraba el pequeño que se había quedado dormido entre el suéter de WangJi — Estarán bien.

— Ya escuchaste a mi novio.. Estarás bien, pequeño. Duerme.. no te pasará nada.. mi novio es muy fuerte.. — acarició con ternura su pequeña cabeza mientras algunas lágrimas brotaban de sus ojos — Tengo sueño.. Lan Zhan..

— No te duermas, Wei Ying.. por favor.

— Entonces habla conmigo.. cuéntame algo..

— Anoche leí un libro sobre cultivar rábanos, era interesante.

— Algo divertido, no eso.. jaja ¿Y sí mejor me cantas una canción?

Lan Zhan, sin oponer resistencia, empezó a tararear una bella melodía que había estado componiendo desde que conoció a Wei Ying. Era una canción dulce y encantadora que no solo encantó al castaño, sino también al pequeño que sostenía entre brazos.

— Parece que le gustó la canción... Podría ser especialmente para ti, pequeñito. Quizás con el tiempo, le añadiré una letra...

De repente, el suelo mojado traicionó a Lan Zhan, haciendo que resbalara y cayera de costado, pero en todo momento protegiendo a su novio y al pequeño en sus brazos.

— ¿Lan Zhan? ¿Estás bien? — preguntó Wei Ying, preocupado.

El pelinegro luchó por ponerse de pie con dificultad, sintiendo el dolor de sus heridas.

— Perdóname por no ser lo suficientemente fuerte... Aunque quizás siempre lo hayas creído así... — susurró Lan Zhan con un dejo de tristeza en sus ojos, mientras luchaba contra el dolor físico y emocional que lo abrumaba en ese momento.

— Lan Zhan... nos salvaste... — acarició su mejilla con ternura — Si eso no es ser alguien fuerte, entonces yo soy hetero...

— Wei Ying...

— Lan Zhan, ¿puedo contarte algo? Algo muy loco... más loco de lo que normalmente digo...

— Cuéntame.

— Siempre te estuve mintiendo. Todo el tiempo, Lan Zhan...

— ¿Wei Ying...?

— No quiero que pienses que estoy delirando... pero... una vez conocí a una chica... muy especial... a la que amé. La amé como si fuera una hermana para mí.. — susurró para sí mismo — ¿Cómo fue que me olvidé de ella?

— Oh...

— Hice creer a todos que venía de la familia Jiang, pero no es así — miró al pequeño — Una vez fui como él, estuve en la misma situación cuando nací. Pero ella me salvó la vida y descubrió cuál era mi nombre... y yo quiero hacer lo mismo por ella..

— Wei Ying... — Lan Zhan apretó su agarre, como si temiera dejarlo ir.

— Durante mucho tiempo me sentí como un desperdicio, como si no tuviera ningún valor. Me preguntaba por qué mis padres no me querían, por qué me desecharon a la basura como si no importara. Hay momentos en los que la tristeza me consumía y me sentía completamente perdido sin esperanza de encontrar un lugar al que pertenecer — volvió la mirada a su novio, quien lo escuchaba con total fascinación — Pero... yo tuve la suerte de encontrarme con A-Li, con A-Cheng... y contigo, Lan Zhan — sonrió débilmente — Me dieron una perspectiva de la vida que se veía tan lejana... cada uno, el cariño... la amistad... y el verdadero amor... ¿Cómo es que alguien como yo era capaz de recibir algo así? No lo entendía... durante mucho tiempo no lo entendía...

— Porque eres especial, Wei Ying.

El castaño sonrió, dejando que las emociones fluieran en ese momento de sinceridad, sabiendo que tenía a Lan Zhan a su lado, quien lo aceptaba tal y  como era.

— No quiero que nadie más pase lo mismo que yo.. Lan Zhan.. no quiero que la historia se repita de nuevo.. con nadie..

— No se repetirá, te lo prometo.

Sintió su corazón más tranquilo.

— Yo..— tomó la pequeña manita del bebé —  Te prometo que te voy a proteger, pequeño.. nadie.. Ahora nadie te hará daño.. Tu vida no será cómo la mía.. crecerás y tendrás una buena vida.. así que duerme tranquilo..

Sonrió ligeramente apoyando su cabeza contra el pecho de su novio al escuchar la vocecita de aquél hermoso ser que parecía estar feliz por aquella respuesta. 

— Y también te prometo que ya no seré un cobarde — sujetó con más fuerza a su pareja y enderezó su postura para finalmente darle un beso en la frente — Te lo prometo.

— Lan Zhan..

— Wei Ying, te amo. De verdad te amo — respondió con unas palabras que jamás se las había dicho, pero que siempre quiso decirlo en voz alta — Te amaré hasta el día en que me muera.

El joven de ojos grises sonrió complacido.

— Yo también te amo, Lan Zhan — cerró los ojos y se acomodó en los brazos de su novio con ternura — Espero podamos hacer una vida juntos.

Las decisiones pueden cambiar la vida de la gente. Para bien o para mal. Incluso si son cosas que nunca planeaste, incluso si te dejaste llevar por el corazón. Nunca podrás saber lo que la vida te depara en el futuro, pero ellos estaban dispuestos a enfrentar cualquier adversidad que se cruzara en su camino.

¿Decides ser un cobarde o el héroe de tu propia historia?

Wei Wuxian lo sabía, y dirigió su mirada hacia su hijo, quien esperaba ansioso por una respuesta.

Con una gran sonrisa llena de nostalgia, respondió:

— No, A-Yuan. No me arrepiento de nada — una pequeña lágrima brotó y se deslizó por su mejilla sonrosada — Estoy orgulloso de mis decisiones, y quiero que tú también lo estés.

— ¿Yo?

— Sí, tú. Quiero que estés orgulloso de quién eres, A-Yuan.

El pequeño tomó los stickers restantes y los colocó por todo su rostro y pecho.

— ¡Yo sé quién soy! — se puso de pie en el asiento y exclamó con determinación — ¡Soy A-Yuan, y tengo dos papás! ¡Papá Wei y papá Lan me aman muchísimo y estoy orgulloso de mi familia!

Wei Wuxian sonrió emocionado.


"Sí, mis padres mienten"


"¿Pero saben qué?"

"Estoy agradecido por eso"

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                                                 ✩

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[Un día, en la actualidad] 

La primavera, con su cálido abrazo y su tranquilidad relativa, solía pasar inadvertido para la mayoría de las personas. Sin embargo, todo cambió aquella tarde en particular, cuando un hombre de cuero negro, melena larga y cuerpo adornado con tatuajes cautivó las miradas de todos los que cruzaban las calles.

"¡Es mucho más atractivo en persona que en las pasarelas!", susurran emocionadas las voces femeninas entre la multitud.

Con un coqueto guiño de ojo hacia las admiradoras que se congregaban a su alrededor, él se disculpa: "Lo siento, preciosas, pero debo ir a comerme mi repollo"

El público queda rendido ante su encanto y lo ve partir rápidamente en su camioneta, dejando un rastro de admiración tras de sí.

Ahora, en medio de la mudanza, se encuentra revolviendo entre objetos antiguos guardados en cajas. No busca nada en particular, simplemente se deja llevar por la corriente de recuerdos que afloran en cada uno de esos tesoros olvidados.

Entre las cajas, se encuentran varias revistas que capturan su imagen a lo largo de los años. Pero en lo más profundo, halla algo especial: fotografías que inmortalizan el día en que él y su esposo se prometieron amor eterno en su ceremonia de boda.

Sus ojos brillan con nostalgia y emoción al rememorar aquellos momentos llenos de amor y felicidad. Cada instantánea trae consigo un torrente de emociones que lo envuelve por completo, recordándole la fuerza y la belleza del amor que compartieron en aquel mágico día.

Así, entre susurros de añoranza y una sonrisa que danza en sus labios, continúa explorando los tesoros de su pasado, permitiendo que los recuerdos y las emociones fluyan libremente, como si cada objeto fuera una llave hacia su alma y sus más profundos sentimientos.

— Maldita sea, me veía tan joven en ese tiempo..

Aún si pensaba que nadie lo había escuchado, Lan WangJi se acercó por detrás y lo tomó por la cintura.

— Yo te veo exactamente igual a cuándo tenías veintidós. 

— Ya tenemos cuarenta, Lan Zhan — hizo una mueca — Está claro que hemos envejecido, los años nos pasan factura~

— No me lo parece..

— ¡Mira, tenía piel de porcelana y unos ojos enormes!

Le mostró las fotografías en las que él posaba como modelo para prestigiosas marcas. Aunque a Lan Zhan le inquietaba la idea de que su amado esposo estuviera constantemente bajo los ojos del público, siempre respaldó cada elección suya. ¿Y cómo no hacerlo? Wei Wuxian era una obra maestra hecha persona, y Lan Zhan sabía que su belleza no debería estar limitada a ser solo suya.

Wei Wuxian era amado por su autenticidad, por su corazón bondadoso, por su actitud positiva, y simplemente por ser él mismo, tal y como una vez le había confesado que deseaba. Era un privilegio ser testigo de cómo el mundo descubría y celebraba el tesoro que él ya había encontrado en Wei Wuxian mucho antes de que los demás lo conocieran.

— ¡Ahora soy un hombre sexy que perfectamente podría ser un suggar daddy! — agregó el castaño — Aunque pensándolo bien, esto atraería a más gente..

— Atractivo y tentador, pero eres sólo mío.

Wei Ying río.

— Y tú cada día estás más fuerte y más bueno. Eres cómo el vino, "entre más viejo, mejor" — le susurró en el oído mientras pasaba sus manos por sus pectorales — Y sigues cogiendo como cuando tenías veinte. ¿Por qué hasta ahora no hemos grabado una película erótica juntos? Esto volvería loco a la audiencia.. "Un caliente tatuador y modelo seduce al sexy luchador en el gimnasio"

— Wei Ying.. ¿Qué cosas dices? — apretó su cintura.

El castaño río a carcajadas.

— Es broma, no necesitas poner tus orejas rojas. Eso sólo será en privado — acarició su mano — A pesar de tanto, nos seguimos amando como la primera vez que nos vimos~

— Mmh.. eso nunca cambiará.

— ¿Eso significa que tendré que verlos melosos durante muchos años más? 

Ambos hombres voltearon en dirección a la puerta. Bajo el marco se encontraba un chico alto, de hombros anchos y de una belleza inigualable que cargaba entre sus manos una enorme caja.

— Mi pequeño A-Yuan.. — sonrió — ¿Necesitas que papá Lan te ayude con eso?

— No, puedo con ello. No es muy pesado, sólo son algunas cosas que tenía en mi cuarto.

— ¡Sabes que siempre puedes volver a casa cuando quieras..! He mejorado en estos años mis dotes de cocina, sólo llámame y te haré de comer — sonrió — A tu prometida y a ti.

— Lo tendremos en cuenta, papá Wei. Pero no tienes que preocuparte-

— ¡Qué aburrido te has vuelto, A-Yuan! ¡Eres una copia exacta de tu papá Lan! — hizo un berrinche sonando lamentablemente divertido, cómo él mejor sabía hacerlo — ¿Por qué no me copiaste la personalidad a mí? ¡Yo soy el papá divertido! ¡Tanto que me esforcé para llevarte por el "mal" camino y terminaste queriendo ser un médico! ¡Ahhhhh vuelve a hablarme con "A-Yuan quiere esto y aquello"! ¡Extraño esa versión tuya!

SiZhui río a carcajadas. Era tan bello verlo sonreír, lo que calmaba el corazón de sus papás.

— A-Yuan.. quiere que papá Wei no se preocupe por él — dijo con una voz dulce y serena — A-Yuan estará bien.

Wei Ying no pudo evitar que una sonrisa se dibujara en su rostro, un sentimiento de triunfo y satisfacción lo invadía. Había logrado lo que se proponía y ahora disfrutaba de los resultados.

Los tres se esforzaron por acomodar con cuidado los objetos en la espaciosa y recién amueblada habitación. Ambos Lan se dirigieron a la sala, dejando a Wei Ying solo en la habitación de su amado hijo. Al observar el lugar, sus ojos se posaron en un papel brillante que sobresalía tímidamente debajo de unos libros. Lleno de curiosidad, Wei Wuxian tiró de él y reconoció al instante la primera plancha de stickers que había creado para su pequeño cuando era solo un niño. El latido de su corazón se aceleró y una oleada de recuerdos inundó su ser.

En la esquina de la plancha, apenas visible, estaba escrito con letra infantil: "Barrera protectora". Y justo al lado, había una carta.

Una carta escrita por A-Yuan.

El tiempo había pasado y Lan SiZhui volvió a la habitación buscando algo. Al entrar, se encontró con la conmovedora escena de su padre de espaldas, tratando de contener el torrente de emociones que lo embargaban. Los hombros de Wei Ying temblaban ligeramente y su mano cubría su conmovida boca.

Los lazos del amor y la nostalgia se entrelazaron en ese momento, llenando la habitación de un drama silencioso pero intenso. El pasado y el presente se fusionaron en un instante mágico y lleno de significado. Wei Ying sostenía en sus manos un tesoro invaluable: los recuerdos y afecto de su amado hijo, plasmados en esa carta llena de cariño.

— Papá Wei, ¿qué sucede?

— A-Yuan.. tú.. tú..

— ¿Papá?

Con sus manos temblorosas que sostenían con torpeza aquél trozo de papel ahora se encontraban rodeando a su hijo en un desesperado abrazo, con lágrimas agrias cayendo por sus mejillas.

 — ¿Por qué.. nunca nos dijiste nada..? — sus palabras apenas podían salir de su boca — Lo sabías todo.. A-Yuan.. 

— Porque no era necesario... — susurró mientras acariciaba con dulzura la cabeza de su padre — He aprendido tanto a lo largo de estos años. Cada día que pasaba, más claro veía todo. Con el tiempo, mi corazón se llenó de gratitud al comprender que ambos siempre se sacrificaron por mí. Ustedes me entregaron amor incondicional, incluso cuando no era su deber, y se esforzaron incansablemente para darme todo sin pedir nada a cambio. Han dejado atrás tantas cosas, personas y sueños, todo por mí... para protegerme, para salvar mi vida. Siempre estaré en deuda con ustedes por el enorme esfuerzo que hicieron — los labios rozan con ternura la frente de su padre — Fueron valientes, extraordinarios, hicieron un trabajo excepcional.

— A-Yuan.. — Wei Ying no aguantó más y se quebró en llanto. Nunca pensó que escucharía esas palabras, y sinceramente tampoco las esperaba escuchar — ¡Mi pequeño A-Yuan…!

— Ya no soy tan pequeño, papá Wei. Tengo 25 años ahora.

— ¡25 meses dirás! ¡Y aunque tengas 80 años y estés camino al cementerio, para mí siempre serás mi pequeño bebé!

Lan Zhan rápidamente se acercó al escuchar los lamentos de su esposo intrigado por la situación, pero no sorprendido ya que estaba acostumbrado a sus escenas dramáticas.

— Papá Wei, Papá Lan.. — los abrazó a ambos — Ustedes siempre serán mis superhéroes.

Una lágrima recorrió su mejilla, y como su papá, tampoco pudo contener los sentimientos que desbordan su pecho con locura.

"Gracias por todo, fui muy feliz"


Fin.

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