3-Entrando en la boca del Hutt
Steven se soba la sien con su mano, hay una leve inflamación y un poco de sangre por el ataque uno de aquellos moradores del desierto -¿Cuan lejos pudieron haber ido aquellas cosas bárbaras?- Peridot pregunta con molestia viendo las dunas frente a ella, extendiéndose por kilómetros y kilómetros.
-No son bárbaros, ellos son los nativos de aquí. En cuanto a cuan lejos pudieron ir, bueno, ellos son nómades y tienen mascotas en las que cabalgan, y creo que algunos de ellos tienen vehículos para viajar, así que...muy lejos- Steven explica con comprensión y calma al explicar a la gema verde sobre su planeta natal.
-Cualquier especie que no hable el básico galáctico, ataque a un oficial imperial y no respete la ley en un planeta del Imperio Galáctico es bárbara Steven- Peridot responde con simpleza, para ella era algo obvio.
El híbrido no ofrece respuesta -¿De donde vienes Peridot?- Steven pregunta con curiosidad, Arturito parece querer explicar con emoción al híbrido, pero él sigue sin entender la lengua del droide.
-No le creas Steven, ese droide es un exagerado- Peridot exclama con indiferencia e incluso una pizca de molestia, Steven esta sorprendido de que ella si entienda como Arturito habla -Yo vengo de los sistemas centrales de la galaxia, lo mejor de lo mejor, naturalmente- La gema verde presume con orgullo.
-¡Increíble!- Steven exclama con emoción, sus ojos parecen estrellas. Al principió Peridot esta sorprendida, pero entonces sus ojos se abren.
-Por supuesto, tú eres simplemente un campesino de los sistemas exteriores. Tienes suerte de haber conocido a la gran Peridot- La gema verde exclama con arrogancia y una pequeña sonrisa mientras ella desestima al inocente híbrido -Pero podemos hablar de mi luego, ahora mismo quiero ir a recuperar mi insignia- Peridot rápidamente vuelve a concentrarse y ella aleja al empalagoso Steven de encima de su brazo.
La caminata solo se vuelve más lenta para Peridot debido a los intentos de conversación de Steven, y el hecho de que él también habla bastante con Arturito. Las estrellas binarias del cielo empiezan a descender hacía el horizonte pasado el medio día pero entonces a la lejanía a unas cuantas decenas de metros, el grupo puede observar algo.
Era como una especie de punto rosado en el que muchas antorchas se congregaban alrededor, también se veían en gran número los animales conocidos como Bantha, estrechamente relacionados con los moradores de las arenas. También habían algunos pequeños deslizadores mecánicos -¿Esto es alguna especie de ritual o algo así?- Peridot pregunta aterrada.
-No tengo idea- Steven responde con un sentimiento similar -...Debemos entrar sigilosamente- El híbrido señala con precaución.
-¿Cómo?- La gema verde pregunta con preocupación.
-...Tengo una idea- Steven exclama mientras empieza a caminar agachado hacía el lugar de la reunión de los moradores junto a Arturito. Peridot duda pero entonces ella decide que su insignia es demasiado importante para perderla.
-Tengo un mal presentimiento- La gema verde declara en un susurro de molestia. Los moradores de las arenas pueden contarse entre cientos, quizás miles, en aquel pequeño punto. El grupo espera ente las dunas, la arena los recubre y es incómodo para ellos pero tienen que aguantar.
Un Bantha pasa cerca, las criaturas son muy lanudas y bastante grandes, entonces Steven al ver la más cercana sale lo más sigilosamente y se pega al bello de la barriga de un Bantha junto con Arturito, Peridot rápidamente imitan esto. El animal hace algunos ruidos pero cuando su dueño no ve ningún peligro frente al Bantha este calma a su mascota, continuando el avance hasta el punto de reunión de los moradores.
-Se esta metiendo pelo en mi boca- El híbrido menciona en un murmuro mientras escupe pelo de Bantha, Peridot por su parte se mantiene callada y con la boca cerrada, pero ella no tolera el olor de aquel animal. El morador deja a su mascota fiel con otros Bantha mientras él se dirige hacia donde están los otros moradores de las arenas.
Steven, Arturito y Peridot bajan sigilosamente, el híbrido palmea amigablemente al animal que dirige sus ojos hacía el híbrido, entre tanto pelo y Banthas, para los moradores de las arenas es difícil ver a los intrusos. El Bantha no reacciona muy enojado contra los intrusos, en parte por el extraño apego que el híbrido tuvo rápidamente con la criatura.
Peridot rápidamente aparta a Steven y Arturito de allí, ahora escondiéndose detrás de otro Bantha mientras ella mira el lugar donde el grupo se encuentra. Los moradores están adorando una gigantesca estatua enmascarada, la estatua es muy extraña, no se parece a un morador en su estilo, pero es una figura rosada cuyo rostro es cubierto por una mascara que no deja distinguir ningún rastro.
La figura de la estatua es alta, aparentemente delgada pero con cierta corpulencia, con un gran pelo rosado que parece como una nube o algodón de azúcar -No tengo ni idea de que sea eso, quizás sea la diosa de los moradores de las arenas- Steven señala con desconcierto jutno a Peridot.
-Espera...- La gema verde silencia al callado híbrido y al droide, ella mira como un morador se acerca, con una especie de decorados tribales sobre su mascara, una especie de chamán que alimenta con un sacrificio unas llamas alrededor de la estatua. Entonces repentinamente de una especie de recipiente (que esta en la parte baja de las escaleras que llevan a la base de la estatua), el chamán saca el sable laser de Steven, sorprendiendo a todos los presentes cuando de un movimiento lateral el sable saca una luz de color rosado.
Los moradores al instante están en ovación y cánticos extraños para los forasteros -Tú insignia debe estar en ese balde también- Steven exclama preocupado por su sable, pero Peridot esta sudando.
-¿Que hacemos ahora?- La gema verde pregunta con nerviosismo en su voz, el híbrido la mira confundido.
-Pensé que tú sabrías que hacer, tú eres la gran Peridot- Steven recalca con emoción inocente, mientras que el rostro de Peridot palidece como nunca antes en su vida. Arturito hace un pequeño ruido que la gema verde identifica como una burla hacía ella, pero entonces Peridot traga saliva.
-...Te delego la responsabilidad Steven, por supuesto si algo sale mal yo te ayudaré- La gema verde exclama con aparente magnanimidad, sorprendiendo a Steven. El droide deja salir un sonido de decepción.
-Entendido- El híbrido acepta con emoción, el se pone a pensar, tanto que su frente duele y esto es notable para Peridot.
-Si tuviera papel y un bolígrafo escribiría mi testamento- La gema verde murmura con molestia, los sonidos de los moradores envían un extraño escalofrío por la columna de Peridot. Pero entonces Steven tiene una idea.
-Voy a utilizar la fuerza- El híbrido exclama sonriente.
-¿La que? No creo que ningún concepto extraño con el que vengas nos sea de utilidad ahora- La gema verde recalca con decepción, pero Steven se da la vuelta y levanta su mano, intentando utilizar la fuerza para atraer su sable laser y la insignia de rango de Peridot.
-Confía en mi, la fuerza existe- El híbrido reclama pero el sable no se mueve de los dedos de aquel chamán, Peridot esta extrañada. Steven continua sudando, no es por el calor o los Bantha o el miedo, el simple esfuerzo lo agota -Relájate Steven, recuerda tú entrenamiento- Steven suspira y cierra sus ojos, intentando recordar como Perla le había aconsejado a utilizar la fuerza.
Pero Arturito se aburre y el droide salta del hombro del híbrido, Peridot intenta detener al droide pero este sale corriendo y salta contra un morador de las arenas, enviando un pulso eléctrico contra uno de ellos y atrayendo la atención del resto, ellos intentan golpear a Arturito pero el salta sobe uno de los bastones de los moradores y ataca a las mascaras.
-¡Nos vamos ahora!- Peridot grita atarreda e intenta tomar a Steven del brazo para irse de allí pero el híbrido salta para dar una voltereta y sacar a Arturito de la maraña de moradores de las arenas. La presencia de la gema verde es detectada, y sin la presencia de Steven los Bantha se alteran con Peridot.
La gema verde entonces da un grito aterrada y salta sobre el Bantha más cercano, el animal se mueve en frenesí intentnado tumbar a Peridot pero ella se aferra a la silla de montar del Bantha tomando el rifle blaster de uno de los moradores. Los moradores están aterrados de disparar al Bantha en movimiento, la postura de Peridot es tan baja que es difícil darle con el frenético animal.
Con su boca Peridot se aferra a las riendas del animal mientras ella usa sus dos manos para disparar contra los moradores, hay poco tiempo.
Por su parte Steven esta siendo rodeado por los moradores que no dudan en intentar golpearlo con sus bastones, pero el híbrido intenta cargar contra ellos para ir hacía el chamán. El morador de las arenas no parece muy impresionado y balancea el sable laser para atacar a Steven con un corte descendiente.
Los moradores de más atrás no cargaron sus blaster suficientemente rápido por la sorpresa y los más cercanos a Steven y el chamán creían que ese era el fin seguro para el híbrido. Pero Steven es mucho más listo de lo que aquellos moradores esperaban, el pensamiento de los moradores era que ellos eran superiores a otros pobladores del planeta, y parte de esa arrogancia es lo que hace que el chamán no se dio cuenta del recipiente cerca de las manos del híbrido.
Steven con fuerza arroja el recipiente lleno de objetos metálicos contra la mascara del chamán, rompiendo el recipiente en el proceso, hace que el morador de un paso en falso y caiga mientras que el híbrido esquiva el ataque de este chamán. El sable laser rosa se desliza de los dedos del morador y Steven lo atrapa con rapidez.
Entonces el híbrido recoge con rapidez la insignia y la pistola blaster de Peridot, obviamente es entonces que los moradores de atrás se abalanzan a intentar golpearlo pero Steven corre por las escaleras hacía arriba, amenazando a los moradores con el terreno alto, como Perla siempre le había enseñado.
Los moradores de los bastones se mantienen firmes, ellos mantienen la posición y repentinamente se agachan, los moradores disparan sus rifles blaster contra Steven. El híbrido esta aterrado pero repentinamente un grito de Peridot aterrada y un sonido de animo de Arturito lo golpean con fuerza.
Los puños de Steven se ciernen con tenacidad en el mango del sable laser, el cuerpo del híbrido siente pequeños impulsos que le dan aviso, los disparos se acercan a gran velocidad y entonces con una serie de movimientos Steven desvía el ataque de los blaster en otras direcciones, principalmente chocando contra la estatua detrás de el.
Los moradores están aterrados contra tal movimiento pero entonces Steven da un salto desde las escaleras hasta el costado -¡Peridot!- Steven llama preocupado a la gema verde, la cual entonces dispara al rebaño de Banthas y salta desde el animal en el que ella esta. Los Bantha se enojan y empiezan a moverse de forma errática, con los moradores corriendo a intentar calmar a sus animales.
-¡Steven, ahora yo tengo una idea!- La gema verde exclama molesta y ella entonces salta en una pequeña nave de los moradores, disparando al dueño sin compasión, Peridot toma el control, atropellando moradores para llegar rápidamente al sorprendido híbrido y el droide -Suban- La gema verde ordena autoritaria.
Steven salta al vehículo con dificultad pero él ni siquiera esta sentado cuando Peridot sale rápidamente en una dirección aleatoria, los moradores en el suelo disparan contra ellos mientras que otros empiezan a perseguir al grupo con sus propias naves.
-Aquí tienes Peridot- Steven exclama amablemente sentándose, poniéndose seguro y mostrando el blaster y la insignia a la gema verde. Peridot primero toma el blaster y ella de reojo dispara contra los moradores, ella no acierta muchos disparos pero servirá para distraerlos durante unos momentos mientras intentaban esquivar los disparos más certeros.
-Guarda mi insignia por ahora- Peridot ordena con terror mientras ella continua intentando disparar contra los moradores en naves. El grupo solo se esta metiendo aun más en el interior desértico del planeta.
Las gemas son seres con cuerpos hechos de luz, pero incluso en momentos así Peridot solo puede describir el sentimiento que ella siente como adrenalina pura atravesando su cerebro por el miedo de ser atrapada por aquellos alienígenas de un planeta alejado del centro de la galaxia.
Steven se sienta agachado en su asiento para proteger a Arturito mientras disparos vuelan en contra de ellos, la persecución parece eterna a pesar de solo ser minutos -¿Puedes repetir el truco con la espada?- Peridot pregunta con rapidez.
El híbrido por su parte no responde -Lo intentaré- Steven acepta activando una vez más su sable laser, la visión de aquella arma distrae a los moradores, los trae de regreso a la tierra evitando su ira. Los conductores miran alrededor y ellos dan repentinamente una vuelta.
-¡Perdedores idiotas y bárbaros!- Peridot se burla sin mirar hacía en frente, ella continua conduciendo hacía la dirección que los moradores intentan evitar.
-¡Lo hicimos Peridot!- Steven exclama con emoción sonriendo a su compañera, la gema verde imita el gesto con arrogancia.
-¿Acaso dudaste de mi?- Peridot pregunta fingiendo estar ofendida, la tarde continua avanzando dándole al cielo un color un poco más oscuro con cada minuto. No muy lejos de allí hay un castillo, elevándose entre las dunas.
******
-Iré a buscar a Steven- Perla sentencia con rapidez, ella esta por salir de la casa para buscar al pequeño adolescente, hay un pequeño escalofrío recorriendo la espalda de la gema blanca.
-Voy a acompañarte- Amatista exclama con seriedad, pero una mano de Garnet se coloca sobre su hombro.
-No, Perla es suficiente. Ir todas llamaría la atención- La líder menciona, sorprendiendo y molestando a la gema morada por esto -Que la fuerza te acompañe- Garnet se despide de Perla, quien no tarda en dirigirse hacia donde ella puede sentir con más fuerza la única presencia del híbrido.
******
En otro lugar del mundo desértico, un grupo de moradores se reúne en una base de extraño aspecto, era una base subterránea que a simple vista parecería un chatarrero y en muchos aspectos lo era. Pero sentado en un trono un hombre recibe al grupo de moradores de las arenas -¿Que sucede?- El humano pregunta, un tono sereno y amable, utilizando el idioma de los moradores.
-...Hemos tenido problemas con un grupo, entre ellos había un niño humano, un droide y una gema- Uno de los moradores explica, acercándose cortesmente hacía el trono, algunos de los soldados alrededor del hombre miran con precaución por la seguridad de su líder pero de un movimiento de su mano el relaja a sus hombres.
-¿Un escuadrón del Imperio?- El hombre pregunta con curiosidad, queriendo asegurarse.
-No estamos seguros, la gema sin duda pertenecía al Imperio, nosotros...le arrebatamos su insignia de rango. Ella ahora la a recuperado. No podemos decir nada sobre el droide o el niño...- El morador explica con sinceridad -Pero había algo particular, el niño tenía un objeto importante para nosotros...un sable laser rosa, cómo- El morador intenta continuar explicando pero repentinamente le hombre se levanta de su trono.
-¿Un sable laser?- El hombre pregunta con seriedad, el ambiente repentinamente aterra a los moradores de las arenas cuando el hombre desenvaina un sable laser de un color verde -...Yo me encargaré de ahora en adelante. Respeten nuestro pacto- El hombre señala, su voz dejo de ser calmada y se torno mucho más furiosa.
Los moradores se arquean respetuosamente hacía aquel hombre -Lo sentimos, por supuesto, aquellos que dañaron al niño y obtuvieron el sable laser solo querían parte del botín de la gema. Nos disculpamos en nombre de los diversos clanes de nuestra gente- Los moradores intentan excusarse, el hombre suspira, él recupera su compostura.
-Lamento mi enojo, por favor, pasen a comer algo- El hombre exclama con calma. Los moradores aceptan la cortesía.
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