Una noche y para siempre - Parte 6 [FINAL]

STEVE ROGERS X LECTORA
PROMEDIO DE PALABRAS: 4400+
ADVERTENCIAS: Algo de tristeza, algunas maldiciones, final feliz. ¡Leanlo hasta el final!
ESCRITO POR: PomeloVillano
N/A: Basado en la película "What Happen in Vegas" (Locura de amor en Las Vegas en Latinoamérica)

#PomeloAmaASteve
#SteveRogersPasión
#PomeloProcrastinador

~♠~

Aquella mañana había sido una inmensa sorpresa para Steve el despertar abrazado a t/n; El rostro pacífico de ella mientras dormía era una imagen completamente opuesta a la de la noche anterior. Observar con detenimiento cada detalle del rostro de ella, desde su adorable mentón hasta sus encantadoras pestañas fue, sin lugar a duda, una manera genial de despertar.
Al oír vibrar su teléfono, con sumo cuidado de no despertar a t/n, se sentó a un lado en la cama y tomó el dispositivo. El nombre de la persona que llamaba hizo que frunciera el ceño. Lentamente, se aventuró al baño y cerró la puerta con suavidad antes de atender.
-¿Hola?- Dijo él en tono calmado.
-Hola, Steve.- La voz de Peggy hizo que el rubio tragara con fuerza. -Disculpa si es algo temprano, pero...- Un lento sollozo se escuchó del otro lado.
-¿Estás bien?- Cuestionó él.
-Si, sólo que... ésta mañana desperté y, por alguna estúpida razón, me di cuenta de que cometí un grave error...- Dijo ella.
Steve cerró los ojos un momento y suspiró lentamente.

A pesar de que llevaba un tiempo queriendo una oportunidad de que todo aquello que solía ser su vida se arreglara, quizá ya no existían motivos para ello.
-Pegg, lamento mucho que esto sea así, pero...- Peggy interrumpió a Steve.
-Lo sé, fui yo quien te dijo que ya no quería estar a tu lado... pero aún podemos reparar esto.- Aseguró ella.
-Ese es el problema, quizá ya no quede nada por reparar.- Dijo él en tono seguro.
-Steve, por favor... ¿Podrías, al menos, considerarlo? Fueron muchos años y sería una pena que todo lo que vivimos juntos se pierda por algo tan estúpido como haberte dejado.- Señaló ella.
Un lento suspiro se escapó de él; Si bien había hecho a un lado aquella humillación, quizá aún había algo de todo eso que atormentaba su cabeza.
-Margaret, admitiste engañarme frente a todo el mundo, ¿No crees que esa humillación fue suficiente?- Cuestionó él en tono serio.
-¡Lo sé y lo siento!- Exclamó ella. -Por eso estoy intentando hacer algo bien y recuperarte sería un buen comienzo...- Agregó.

Steve rodó los ojos ante aquellas palabras.
-¿Sabes qué? No creo que sea buena idea el intentarlo.- Espetó él. -Ese día dejaste en claro que todo aquello que vivimos juntos en realidad no significó nada para ti.- Agregó. -Yo seguí adelante, quizá tu deberías hacer lo mismo.- Admitió.
Su mirada se enfocó en la bañera de t/n; Restos de glitter cubrían el fondo recordando, una vez mas, los eventos de la noche anterior.
-Entonces, ¿Podrías pasar por la galería? Alguien compró la colección de Sarah y aún debo darte el pago por ello...- Dijo Peggy.
Los ojos de Steve se abrieron de par en par ante aquellas palabras; La colección de pinturas de su madre llevaba varios años en aquella galería esperando por ser vendidas.
Steve suspiró lentamente.
-Bien, te veo en una hora.- Dijo él antes de colgar.

Tras salir del baño, dejó el teléfono sobre la mesa de luz y comenzó a buscar ropa para vestirse. Intentó no ir por nada formal ya que no era la impresión que quería dar.
Luego de vestirse a toda prisa, cepillar sus dientes y ordenar sus ideas, salió del baño y se topó con que t/n ya estaba despierta.
-¿Adonde vas?- Cuestionó ella en tono calmado.
Steve volteó levemente mientras acomodaba su camisa.
-Emm... Algo surgió y debo resolverlo.- Dijo él.
-Oh, creí que dijiste anoche que iríamos juntos a casa de Roy para su brunch pos cumpleaños.- Dijo ella.
Un lento suspiro se escapó de Steve.
-Lo sé, pero esto es importante y si no lo resuelvo ahora quizá no tenga otra chance.- Dijo él antes de entrar al baño una vez más.

A pesar de que era preferible admitir que iba a ver a su ex-prometida sólo por negocios, quizá era mejor no decir nada.
Al salir del baño, Steve tomó su teléfono y desbloqueo la pantalla. Contuvo sus ganas de reír ante el desesperado intento de Peggy por sonar amable.
Observó a t/n buscando su ropa y suspiró lentamente.
-¿Qué te gustaría cenar ésta noche?- Cuestionó él.
T/n, sin voltear, se encogió de hombros un momento.
-Lo que sea que elijas está bien.- Dijo ella.
-Ok, veré que se me ocurre. Saluda a Roy de mi parte.- Dijo él antes de salir del departamento.

Steve suspiró lentamente antes de abrir la puerta del departamento; A pesar de lo incómodo de haber tenido que ver a Peggy para que la transacción se llevase a cabo, fue un alivio poder hacer todo ese tedioso papeleo y regresar a Brooklyn una vez mas.
Cargando dos cajas de pizza y un six pack de cerveza, entró esperando encontrar a t/n viendo uno de sus programas favoritos, pero en lugar de eso se encontró con Natasha.
-Hola.- Dijo él en tono calmado.
La pelirroja volteo y observó al rubio con un gesto despreocupado.
-Hola.- Dijo ella en el mismo tono antes de cambiar de canal.
Steve dejó las pizzas sobre la mesa de la cocina y resopló.
-¿Tienes idea de a que hora vuelve t/n?- Cuestionó Natasha. -La llamé para pedirle un vestido pero no me respondió y cuando vine aquí la puerta estaba sin llave.- Agregó.
Steve se encogió de hombros un momento.
-No estoy seguro.- Dijo él. -¿Cómo que la puerta estaba sin llave?- Cuestionó.
La pelirroja asintió levemente.
-Si, cuando llegué golpee a su puerta y probé suerte. Ella suele dejarla sin llave cuando tengo que buscar algo, pero debe ser un oráculo porque se me ocurrió pedirle el vestido al mediodía y no le había dicho.- Admitió ella.

Steve frunció los labios antes de tomar su teléfono. Tras marcar el número de t/n, posó el dispositivo junto a su oído y esperó. El mensaje pre-grabado hizo que frunciera el ceño.
-Tampoco responde.- Dijo él. -Busca el vestido. Yo le diré que tu lo llevaste.- Agregó.

Steve observó una vez más la hora en su teléfono; La noche había llegado y aún no había ninguna señal de t/n. Sostuvo el dispositivo junto a su oído y escuchó una vez más el mensaje pre-grabado y suspiró lentamente.

"Hola, soy T/n, probablemente perdí mi teléfono en alguna parte. Deja un mensaje..."

~♠~

~Una semana después~

Steve enfocó su mirada en un punto en las notas frente a él; Tras una semana sin señal alguna de t/n, el día en que el divorcio o anulación se llevaría a cabo finalmente había llegado.
Esperanzado de que al menos la podría ver en el juzgado, el rubio se despertó temprano y preparó una larga lista de motivos para que le dieran una anulación o, en su defecto, poder extender el período para poder demostrarle a ella que en realidad divorciarse era una locura.
En lugar de t/n, junto a Natasha se encontraba un sujeto canoso con una mirada algo maliciosa y un gesto de disgusto que parecía ser parte de su rostro.
-Veo que la señora Rogers no se encuentra presente.- Señaló el juez. -¿Las partes llegaron a algún acuerdo?- Cuestionó.
El sujeto junto a Natasha se  puso de pie.
-Su señoría, como abogado y represente de la familia T/A se me ha conferido la tarea de sólo dar a conocer la decisión de mi clienta.- Dijo él en tono serio.
-Proceda.- Dijo el juez.
El abogado sacó de su portafolios un papel y aclaró la garganta.
-Las palabras citadas a continuación son provenientes de un mail enviado por mi clienta hace dos días y dice: "Dado a que no estaré presente, concedo la responsabilidad legal del papeleo correspondiente a usted, Thaddeus E. Ross, y que de esta manera ceda la suma total del premio a Steven Grant Rogers. Sólo quiero el divorcio."- Dijo él en tono serio.
Steve cerró los ojos un momento ante aquellas palabras.

-Bien, entonces concedo la suma total de cinco millones a Steven Grant Rogers y el cese legal de su unión con la señorita T/N T/A. Se levanta la sesión.- Dijo el juez.
El golpe del mazo hizo que Steve se estremeciera.
Un golpe en la mesa frente a él captó su atención. Al elevar la mirada, el rostro furioso de Natasha lo observaba.
-Espero que estés satisfecho, terminaste por romper a mi amiga.- Dijo ella antes de comenzar a alejarse.
-Señor Rogers, creo que esto es suyo.- Dijo el abogado posando un anillo frente a Steve.
El rubio observó la reina de corazones plasmada en aquella joyería fantasía. Un lento suspiro se escapó de él.

~♠~

~Una semana después~

-¿Ésta es la última?- Cuestionó Bucky.
Steve asintió levemente mientras cerraba la última caja. Un lento suspiro se escapó de él al ver el armario que ocupó por seis meses casi vacío.
-Si, esa es la última.- Dijo él en tono calmado.
-Bien, dile adiós a este lugar y te veo abajo.- Dijo el castaño antes de salir del departamento.
Steve observó a su alrededor un momento y tragó con fuerza; Tras el divorcio y sabiendo que ella no regresaría hasta que él se fuera del lugar, decidió que quizá era mejor marcharse.

¿Era posible renunciar así sin más? Se preguntó una vez mas.

Sin señal alguna por parte de  ella, parecía lo correcto.
El rubio comenzó a recorrer el departamento intentando capturar en su memoria cada detalle. Al detenerse frente al mural de fotos, comenzó a observarlas con atención. Muchas eran escenas vibrantes y extrañas de diferentes cosas; Desde un par de manos tomadas, un atardecer sobre el mar, hasta un grupo de personas desnudas.
La que más destacaba de todas era una de una t/n más joven abrazada a su hermano. La sonrisa en esa foto era genuina, despreocupada y cálida... como ella.
Sin dudarlo Steve tomó la foto la cual, a diferencia del resto, estaba envuelta en un film transparente que la protegía de dañarse. Recorrió con sus dedos la imagen y pudo sentir un leve relieve en ésta. Al voltearla se topó con una corta dedicatoria.

"Hermanita:
Buena suerte en el mundo de los adultos.

-J
Pd: Espero puedas quitar la arena de tu maleta."

Steve volteó la fotografía y la observó una vez mas. Entonces, algo captó su atención; Algo distintiva, una campanilla de viento hecha de caracolas de mar colgaba cerca de una puerta.
El rubio guardó la foto y tomó su teléfono rápidamente. Marcó en éste y lo sostuvo junto a su oído.
-¿Qué quieres?- Dijo una molesta Natasha.
-¿Tienes idea de donde es la casa de playa de las fotos?- Cuestionó él con torpeza.
-¿De qué hablas?- Cuestionó la pelirroja.
-Las fotos en el mural, hay varias de una casa de playa.- Dijo él. -¿Tienes idea de donde es?- Insistió.
-Lo siento, pero no tengo idea...- Admitió ella. -Pero quizá sé de alguien que si sabe.- Agregó.

Steve golpeó a la puerta una vez y esperó. Pero su impaciencia comenzó a llevarse lo mejor de él, por lo que golpeó a la puerta repetidas veces hasta que ésta se abrio. El rostro del otro lado hizo que frunciera el ceño.
-No.- Dijo Wade antes de cerrar la puerta.
Steve suspiró lentamente.
-Necesito tu ayuda.- Dijo el rubio en tono calmado. -Hay algo que ella debe saber y todos dicen que tu eres el único que puede tener una idea de donde está.- Agregó.
-¿Por qué debería ayudarte? Ella era feliz antes de conocerte y ahora ni siquiera responde mis divertidos y ocurrentes chistes.- Espetó Wade desde el otro lado de la puerta.
-Porque ella confía en ti y es probable que te haya dicho a donde iba... o donde está la casa de playa de su hermano.- Dijo Steve.
La puerta se abrió lentamente. Wade observó a Steve cruzado de brazos.
-Tu no me agrada, eso no es novedad.- Dijo Wade. -Ella es mi mejor amiga y como mejor amigo no debería decirte esto, pero desde que entraste en su vida mucho cambió; Los llamados a media noche para que vaya a su departamento disfrazado de policía, o los domingos a la mañana para ver ese programa de detectives que a ella le gusta, se terminaron.- Señaló. -Y lo que más cambio es que ya no tenía ese comportamiento auto-destructivo tan propio de ella... tu lograste eso.- Agregó.
Wade observó el rostro sorprendido de Steve y rió.
-Relajate, lo único que hacía de malo era arruinar sus oportunidades de ser reconocida en cualquier cosa, sus relaciones y su cuenta bancaria.- Dijo en tono animado. -Quisiera poder ayudarte a encontrarla, pero no tengo idea de donde es esa casa... pero quizá haya alguien que si.- Aseguró.

Tras ir de casa de Trish, quien le dio un puñetazo certero y fuerte en el pene dejándolo en el suelo por unos minutos, a casa de Roy donde Sophie le dijo con ojos llorosos que ella tampoco sabían donde estaba esa casa y que su esposo no estaba disponible para hablar, Steve se encontró con su última esperanza.
Ojos grandes y llamativos y un gesto de absoluto desdén dominaban el rostro de Judy.
-¿En qué puedo ayudarte, querido?- Cuestionó Judy en tono serio. -Quizá no lo sepas pero es un día muy importante y no tengo tiempo para perder.- Dijo ella.
Steve suspiró lentamente antes de sacar la fotografía del bolsillo de su chaqueta. Tras posarla sobre el escritorio, la deslizó hacia Judy.
-Ella me habló sobre esa casa una vez. Necesito saber donde está y sé que eres la única que lo sabe.- Dijo él en tono serio.
Judy cubrió la fotografía con su mano antes de deslizarla hacia Steve nuevamente.
-Lo siento, eso fue hace mucho tiempo y mi memoria ya no es la de antes.- Dijo ella.
Steve arqueo una ceja y se puso de pie.

-Sabes, cuando t/n me dijo porqué tenía tan mala relación contigo sentí que quizá exageraba porque no es normal en lo absoluto que una madre sea tan PERRA de vender todas las pertenencias de su hijo y ser tan distante con su hija, pero veo que me equivocaba.- Espetó Steve. -Ella es volátil y difícil... desordenada, impaciente, desesperante, y suele ser una pésima ganadora cuando gana en UNO aún sabiendo que hace trampa... pero es talentosa, inteligente, divertida y la mujer más increíble que conocí en mi maldita vida,- El rubio hizo una leve pausa. -Quizá tu no puedas ver eso porque no quieres ver más allá de lo que consideras malo en ella, pero todo eso es lo que la hace única... y tiene razón cuando dice que no lamenta nunca el ser tan diferente a ti.- Agregó antes de dar media vuelta y dirigirse hacia la puerta.
-Brighton Beach.- Dijo Judy.
Steve se detuvo y volteó. Observó a Judy anotar en un papel y extenderlo en dirección a él. Al acercarse, ella sostuvo el papel con fuerza.
-No la aleje porque no fuese lo que esperaba, sino porque tenía más chances de no ser como yo...- Dijo ella sin mirar a Steve.
Tras tomar el papel, un lento suspiro se escapó de él.
-Quiźa deberías intentar acercarte un poco más a t/n; Ella es una persona increíble.- Aseguró él.
-Lo sé, pero ella no va a aceptarme luego de todo lo que hice... Sé que me odia por haber intentado deshacerme de los recuerdos de John, pero en ese momento parecía mejor si hacía de cuenta que no existió en lugar de aceptar que había fracasado como madre y había perdido a mi hijo para siempre.- Dijo ella.

-Aún estás a tiempo de enmendar las cosas con ella, Judy... Con intentarlo no pierdes nada.- Dijo él antes de salir de la oficina.

~♠~

La mañana había comenzado con la misma calma de las últimas dos semanas; Despertar en la solitaria habitación, ducharse, vestirse con ropa cómoda, desayunar, caminar por la playa, regresar, confeccionar algún diseño, cenar e ir a la cama.
La rutina parecía aquello que necesitaba para concentrarse en su nuevo comienzo. Uno que no incluía a un extraño que la dejaría de un día para el otro por una castaña elegante que hablaba con propiedad y era "excepcional".
Tras desayunar, prefirió posponer su caminata por la playa para llegada la tarde, que era cuando las olas eran menos calmadas y su sonido la relajada aún mas.
Sin más, se dirigió hacia su taller y encendió la luz; Alineados contra una pared, en sus respectivos plásticos protectores, varias docenas de vestidos terminados. Todos diseñados y confeccionados por ella.
A pesar de que nunca quiso seguir los pasos de su madre, en el diseño el control era solamente suyo y todo tomaba la forma que ella deseaba. 
-Buenos días, señoritas.- Dijo en dirección a sus maniquíes. -Veo que Verónica y Lorie siguen sin hablarse.- Agregó mientras medía la tela para su siguiente diseño.
Tomó las tijeras y comenzó a cortar cuando el sonido del timbre la hizo hacer un corte torcido. Un lento suspiro se escapó de ella al ver que aún podía usar ese pedazo de tela. El timbre sonó una vez más haciendo que resoplara y dejara las tijeras a un lado.
T/n abrió la puerta levemente y sin mirar espetó.
-No quiero comprar aspiradoras, galletas de exploradoras, rifas ni nada similar.- Dijo ella.
-¿Y ver a tu ex-esposo?- La voz de Steve hizo que sus ojos se abrieran de par en par.

Un lento y tembloroso exhalo se escapó de ella.
-¿Qué haces aquí?- Cuestionó en el tono más calmado que logró manejar.
-Estaba dando un paseo por el vecindario y pensé que sería buena idea traerte esto.- Dijo Steve sosteniendo la fotografía de ella y su hermano.
T/n frunció el ceño ante aquellas palabras y abrió la puerta encontrándose con una imagen diferente del extremadamente alineado sujeto que vivió en su departamento por seis meses.
-¿Viniste a darme una fotografía que estaba en MI departamento el cual sigue siendo mío y del cual no me mudé?- Cuestionó ella en tono serio.
Steve rodó los ojos antes de responder.
-No tenía idea de si volvería a verte y pasearme fuera de tu edificio hasta que regresaras se vería muy mal.- Señaló él.
-Se ve mal que estés en el único lugar donde me escondo del mundo y del que nadie sabe, Steve.- Dijo ella.
Una leve risa se escapó de él.
-¿Tienes idea de lo que tuve que hacer para encontrar ésta dirección?- Cuestionó él. -Trish me golpeó en el pene, Wade me amenazó con cortarme a la mitad y Roy se negó a hablarme, pero me gritó que estará gustoso de matarme y usar mi cadáver como composta para su huerto de tomates.- Agregó.

Una leve risa se escapó de t/n. Se cruzó de brazos y se recargó contra el marco de la puerta.
-¿Trish te golpeó?- Cuestionó ella.
Steve asintió enérgicamente.
-Tuve que ver a un doctor por eso... todo está en orden, pero dolió como la mierda.- Admitió. -¿Piensas dejarme entrar o tendré que rogar?- Cuestionó él.
T/n fruncio levemente los labios.
-Aunque la idea de verte rogar es genial,- Hizo una pausa mientras abría la puerta por completo. -Aún me quedan modales.- Agregó antes de dar media vuelta y alejarse de la puerta.
Steve entró sin dudarlo y cerró la puerta tras de si antes de seguir a t/n hasta que algo captó su atención; El rubio de detuvo en la entrada del living y se aventuró a este. Se paró frente a una pintura y la observó con detenimiento.
-Es maravillosa, ¿No crees?- Dijo t/n. -Aún recuerdo cuando expusieron la colección de ésta artista; Tenía como trece o catorce, John me llevó a una galería en Manhattan y vimos la exhibición juntos.- Agregó. -Ese día me di cuenta de que existen muchas maneras de enamorarse... yo me enamoré perdidamente de ésta pieza.- Admitió.

-¿E-en serio?- Cuestionó él casi en un hilo de voz.
T/n asintió enérgicamente.
-No soy experta en arte, ese sin duda era Johnny, pero la forma en la que ella capturaba emociones opuestas en una sola pintura me fascinó desde el primer momento.- Dijo ella. -Ésta, particularmente, es de un grado de naturalidad increíble, como si ese niño que llora y ríe fuese parte de si vida...- Agregó.
Steve tragó con fuerza ante aquellas palabras. Era la primera vez en más de diez años que veía aquella pintura; Un lado mostraba a un niño con un cono de helado en la mano, algunas manchas sobre una camisa blanca, una amplia sonrisa a la cual le faltaban algunos dientes, por el otro lado, el mismo niño llorando, sosteniendo en sus manos un oso de felpa al que le faltaba la cabeza.
-...Cuando supe que aún tenían la colección no pude evitar comprarla.- Dijo t/n sacando a Steve de su momentáneo trance.
El rubio volteó y observó la cálida sonrisa de t/n mientras ella se enfocaba en la pintura frente a ellos. Un lento suspiro se escapó de él.
-T/n.- Dijo él captando la atención de ella. -Llevo dos semanas sin dejar de pensar en que cometí un error, pero no me importa cual haya sido ni cuanto tiempo me lleve el poder repararlo, quiero intentar desde ahora y cada día del resto de mi vida que me perdones para que veas que creo eres el ser más maravilloso que tuve el placer de conocer brevemente y casarme en Las Vegas... y fue lo mejor que me pasó en la vida.- Admitió.

Los ojos de t/n se abrieron de par en par en sorpresa.
-Pero... yo no soy ordenada, educada o visto de manera elegante para trabajar.- Señaló ella. -Mi idea de diversión es ir a un club de strippers y beb...- Steve la interrumpió.
-Y eso te hace única.- Aseguró él. -No necesitas hacer nada para captar la atención del resto; Eres lista, divertida, puedes beber sin vomitar o desmayarte y eres la única con la que me siento seguro de ser yo mismo... a pesar de que creas que soy un nerd.- Agregó sacando una risita por parte de t/n.
El rubio posó una mano en cada lado del rostro de t/n y sonrió.
-¿Qué hay de Peggy? Yo no soy ella...- Dijo t/n.
Steve sacudió la cabeza.
-Tu no necesitas ser como nadie porque eres perfecta siendo TU.- Aseguró él.
Una amplia sonrisa se formó en el rostro de t/n.
-Así que, aquí y ahora, frente al primer cuadro que mi madre pintó en el que me retrató hace casi treinta años...- El rubio se arrodilló frente a t/n y sostuvo sus manos. -¿Me harías el honor de casarte conmigo? De nuevo y sobrios ésta vez...- Dijo él.
T/n tragó con fuerza ante aquellas palabras. A pesar de que nunca esperó escuchar algo similar hacia ella, que Steve pronunciara esas palabras era como un sueño hecho realidad.
-¿Acaso dijiste que tu madre pintó mi pieza de arte favorito en todo el mundo?- Cuestionó ella.
Steve sonrió y asintió levemente.
-¿Eso es un "SI"?- Cuestionó él sacando una risa por parte de t/n.
Ella, sin dudarlo, rodeó los hombros del rubio y posó un corto beso sobre los labios de él.
-Es un "debo pensarlo"... Hay un chico insoportable por la limpieza que aún me gusta.- Bromeó.
Steve rodó los ojos antes de  ponerse de pie; Se aferró a la cintura de t/n y la sostuvo contra su cuerpo. Observó el rostro de ella y sonrió.

-No eres graciosa.- Dijo él.
-Tu tampoco.- Dijo ella.
Steve se encogió de hombros un momento.
-Tengo dinero, no necesito ser gracioso.- Aseguró él.
T/n soltó una carcajada sin humor antes de llevar sus labios hasta los ajenos y unirlos en un beso.

~♠~

~Seis meses después~

Wade acomodó las cajas frente a t/n y resopló.
-Para ser tela, pesan como un maldito cadáver.- Dijo él.
-En eso tienes toda la razón.- Dijo t/n.
Tomó su billetera y sacó de ésta algunos billetes.
-No es necesaria la propina, la bruja me pagó triple por no decirte que ella envía las cajas pero ya sabes, yo no le hago caso a Judy.- Admitió él.
-¿En serio vas a dejar ir trescientos en propina?- Cuestionó t/n.
Wade asintió levemente.
-¿Qué clase de amigo sería?- Cuestionó él antes de rodearla con sus brazos.

T/n abrió la primera caja y dejó a un lado la tapa. El cartón que rodeaba la estructura cayó al suelo revelando un vestido de novia; Color blanco, mangas cortas, escote amplio, corsé bordado, faldon largo hasta el suelo y de varias capas con una última de encaje bordado con micro perlas.
T/n sacudió la cabeza ante el modelo frente a ella. Abrió la segunda caja y una pequeña sonrisa se formó en su rostro; También color blanco, corsé ajustado, breteles medianos y falda tipo tutu de varias capas largo hasta las rodillas, este sin dudas era ideal.
T/n tomó la nota que tenía la tapa de la primera caja y leyó, en la prolija letra de Judy.

"Querida hija:

Un pajarito llamado Roy me confesó que vas a casarte, ésta vez sobria, y pensé que sería buena idea enviar está ofrenda de paz.
Sé que no fui buena contigo y estás en tu sano derecho de no invitarme, pero sería un verdadero honor que vistas un vestido hecho enteramente por mi.

Envíe la primera opción por si quieres ir por algo clásico y elegante, pero sé que el segundo diseño es más fiel a ti. El que elijas te hará ver como la novia más hermosa del mundo, no lo dudes.

Con cariño.

Judy."

T/n hizo a un lado la nota y observó ambos vestidos; Si bien Judy estaba en lo cierto, era difícil elegir en un momento así.
El sonido de la puerta abriéndose la sacó de su momentáneo trance.
-Creo que alguien tendrá que decirle...- Dijo t/n antes de voltear y observar a Steve.
El rubio rodeó la cintura de t/n y sonrió.
-¿Decirle qué?- Cuestionó él.
-Que ninguno de los dos vestidos me va a entrar.- Aseguró ella.
Steve soltó una leve risa. Posó sus manos sobre el vientre de t/n y asintió.
-Probablemente tengas que usar mi ropa ese día.- Bromeó él llevándose un leve golpe en el brazo por parte de t/n.
-No eres gracioso.- Dijo ella mientras acariciaba su vientre.
-No necesito serlo... te tengo a ti.- Aseguró él antes de posar un corto beso en los labios de ella.
-Aún así, tu perdiste al UNO y debes decirle a Judy que será abuela.- Dijo t/n haciendo que Steve rodara los ojos.

♠♠♠

N/A: Yyyyyy llegamos al final de ésta mini-serie.
Debo agradecer a todos los que votaron, comentaron y disfrutaron de ésta historia.

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