Piezas de un rompecabezas - Parte 4: De este lado del puente
STEVE ROGERS X LECTORA (AU)
PROMEDIO DE PALABRAS: 2900+
ADVERTENCIAS: Mención de algunos recuerdos, Steve siendo el mas dulce del mundo. ¡Leanlo hasta el final!
ESCRITO POR: PomeloVillano
N/A: Cuarta parte de esta bella serie.
Pd: La referencia de "El Rey León" la tuve que googlear porque jamas vi esa película.
#PomeloAmaASteve
#StevePapito #SiQueresTeLlamoPapeh
~•~
El viaje hasta Brooklyn fue tranquilo para Alice. Era la primera vez que cruzaba el puente hacia un lugar nuevo, por lo que se encontraba con una mezcla de nervios y felicidad.
Ella, Bucky y Natasha fueron a comer hamburguesas como solían hacer con Amber, hablaron de lo divertido del campamento, rieron bastante, pasaron un buen momento.
Al llegar a los suburbios, los nervios de Alice comenzaron a crecer. ¿Qué tal si Steve no era tan amable como Amber le había dicho? ¿Si Sharon era aún peor de lo que comentó? ¿Y si se daban cuenta de que ella no era Amber y todo se arruinaba?
En medio de su mar de preguntas, el vehículo se detuvo en el frente de una casa. Los ojos de Alice se abrieron de par en par al reconocerla de una vieja foto que t/n suele ocultar...
-Ok, problemática, esta es tu parada. Dile a tu padre que aún sigue en pie lo del próximo sábado y que no se olvide de llevar el vino.- Dijo Bucky con una pequeña sonrisa en su rostro.
Al ver que Alice aún seguía observando la casa, una mueca de preocupación se apoderó de su rostro.
-Todo está bien, él no está molesto y te puedo asegurar que te extrañó.- Aseguró Natasha.
Alice asintió y sonrió.
-Gracias por traerme y por llevarme, por las hamburguesas y por ser los mejores del mundo.- Dijo en tono animado.
Una amplia sonrisa invadió el rostro de Bucky y Natasha.
-Ese campamento si te cambio. Ahora hasta nos quieres...- Dijo Bucky.
-No hagas que me arrepienta.- Dijo Alice.
Los tres bajaron del auto y Bucky sacó las maletas de Alice.
Nat dio un abrazo a Alice antes de partir.
-Nos vemos, problemática. Y ya sabes, si el capitán pesado se pone pesado, nos llamas y vendremos de inmediato.- Nat guiñó un ojo a Alice
La adolescente asintió antes de dirigirse a la puerta de entrada e ingresar a la casa.
~
Natasha observó a Bucky por un momento mientras él conducía. Al notarlo, Bucky la observó.
-¿Qué?- Dijo para luego volver la vista al camino.
-Dime que tu también lo notaste.- Cuestionó la pelirroja.
Una pequeña sonrisa se formó en el rostro de Natasha.
-¿Notar qué?- Bucky frunció el ceño confundido.
-Tiene que ser una broma, Barnes. T/n tenía toda la razón cuando decía que eres un poco lento.- Dijo ella.
Nat soltó una pequeña risa.
-Ok, si soy lento y t/n tiene toda la razón en eso. Pero no tengo idea de que no noté esta vez.- Aseguró Bucky.
-Amber, ¡Eso es lo que no notaste! Actúa mas raro que de costumbre.- Aseguró Natasha.
-Ok, voy a necesitar que te expliques porque sigo sin entender.- Dijo el castaño.
Nat rodó los ojos.
-¿Cuándo fue la ultima vez que Amber nos abrazó o siquieras nos preguntó cómo estábamos?- Cuestionó la pelirroja.
Los ojos de Bucky se abrieron de par en par.
-Es cierto... ¿Crees que en ese campamento la trataron tan mal como para que nos extrañe?- Cuestionó Bucky con inocencia.
Nat le dio un golpe en el brazo.
-No, tarado. Ella rechaza nuestros abrazos desde aquella vez que nos vio en la casa del árbol.- Señaló ella.
Bucky asintió.
-Y ahora que lo pienso, suele rodar los ojos siempre que hago mis malos chistes de las hamburguesas...- Dijo Bucky.
-Además, miró la casa como si fuera la primera vez que la ve...- Dijo Natasha.
-Tu crees que... No, ¡es imposible!- Dijo Bucky.
-Si, creo que, después de tanto tiempo, el tarado de Rogers y T/N aún coinciden en todo...- Natasha abrió los ojos de par en par. -Y finalmente encontró el camino de regreso...- Agregó.
-¿Eso significa que... pasé un agradable almuerzo con... mi otra pequeña?- Dijo él.
Los ojos de Bucky se llenaron de lágrimas. Nat asintió mientras sus ojos comenzaban a llorar.
-Si... Al fin está en casa.- Dijo la pelirroja.
Bucky frenó el auto en medio de la calle y abrazó a Natasha. Algunos bocinazos se hicieron escuchar.
-Sabía que esas dos algún día se encontrarían y harían algo así.- Dijo Nat.
-¡Increíble que no me haya dado cuenta antes!- Agregó Bucky.
Tras un momento, ambos se observaron.
-Supongo que ellas lograrán lo que nosotros en todos estos años no pudimos...- Dijo Bucky.
-Hacer que esos dos vuelvan a estar juntos.- Dijeron al unísono.
Ambos rieron.
-Y está vez, nosotros sólo ayudaremos desde la clandestinidad...- Una amplia sonrisa se formó en el rostro de Bucky.
Nat fruncio el ceño.
-No los vamos a encerrar en una cabaña en el medio de la nada, Barnes. ¡Eso es absurdo!- Dijo ella.
Bucky rodó los ojos.
-No, genio. Vamos a dejar que esas dos hagan de las suyas y fingiremos no saber nada.- Aseguró Bucky.
-Es una buena idea pero, sabiendo que hay ADN Rogers en ellas, van a necesitar de nosotros... Y del equipo Wilson.- Señaló Natasha.
Bucky asintió.
-Creo que es hora de otra noche de juegos.- Dijo mientras ponía el auto en marcha.
~•~
Steve estaba hecho un mar de nervios. Era la primera vez que pasaba tanto tiempo lejos de su hija y temía que ella aún estuviera molesta por haberla enviado a ese campamento.
En su intento por calmarse, Steve limpió la casa de punta a punta, organizó su oficina, lavó toda la ropa que había por lavar, las camas de las mascotas, incluso les dio un baño, fue a la tienda y compró todo lo necesario para hacer una noche de pizzas solo para su adorada pequeña y buscó algunas películas para ver con ella si se daba la oportunidad.
Al terminar, se sentó en el sofá de la sala y suspiro. "Todo va a estar bien." Se repitió una y otra vez.
El sonido de la puerta de entrada lo sacó de su momentáneo trance. Rápidamente se puso de pie y se dirigió hasta la entrada.
Una amplia sonrisa se formó en su rostro al ver a su hija.
-Hola cariño, ¿Qué tal estuvo el campamento?- Cuestionó Steve. Alice lo observó con una pequeña sonrisa.
Al no obtener respuesta, Steve bajó la mirada.
-Realmente lamento el haberte enviado a ese lugar, es que creí que sería lo mejor para ti y...- Su discurso se vio interrumpido al notar que Alice estaba frente a él.
Lentamente, ella rodeó la cintura de Steve con sus brazos. Rápidamente, él rodeó a la pequeña con los suyos.
-No pasa nada, papá, sólo... Te extrañe demasiado...- Aseguró Alice.
Una amplia sonrisa se formó en el rostro de Steve ante sus palabras.
-Yo también te extrañe demasiado, cariño.- Dijo para luego depositar un beso en la frente de la adolescente. -¿Adivina que? Compré todo para hacer pizzas y ver algunas películas.- Aseguró Steve con entusiasmo.
Alice lo observó y sonrió.
-Eso suena genial.- Dijo aún sonriendo.
-Entonces, es una cita. Esta noche, sólo tu, yo, cuatro tipos de pizza y algunos clásicos. ¿Qué dices?- Cuestionó él.
Alice asintió con entusiasmo.
-Digo que, primero una ducha, una siesta y estaré lista.- Dijo ella en tono animado.
Steve sonrió una vez mas.
~
Steve dio tres golpes suaves a la puerta de la habitación de su hija, ese siempre fue su anuncio antes de irrumpir.
Unos instantes después, la puerta se abrio. Steve se recargó en el marco y sonrió al ver a su hija.
-Hey, estaba pensando que seria una buena idea si hacemos las pizzas juntos. ¿Qué dices?- Cuestionó Steve.
Alice asintió sonriendo.
-Suena como una excelente idea.- Aseguró ella.
Rápidamente, salió de la habitación rumbo a la cocina seguida de cerca por Steve. Él la observó y sonrió.
Al llegar a la cocina, un sin fin de productos cubría la mesa.
Steve rió nervioso.
-Si, quizá me pasé un poco con la lista de compras y traje medio supermercado a casa.- Dijo para luego reír.
Alice sacudió la cabeza.
-Supongo que puede funcionar. ¿Con que empezamos?- Cuestionó ella.
-Con la masa. Quizá no tenga mucha practica con eso, pero aún hago las mejores pizzas en esta casa.- Bromeó Steve sacando una pequeña risa de su hija. -Si, sé que todos recuerdan el fiasco de tu fiesta de cumpleaños, pero en mi defensa Bucky estaba a cargo del horno y fue su culpa.- Admitió.
Alice soltó una carcajada.
-Bucky es una amenaza.- Dijo haciendo reír a Steve.
-¡Lo sé! Cuando estábamos en la universidad casi incendia mi departamento intentando hacer huevos fritos, ¿Quién puede fallar en algo así de sencillo?- Dijo Steve sonriendo ante el recuerdo.
-Quizá él.- Agregó Alice.
Una amplia sonrisa se formó en su rostro al recordar la ocasión en la que t/n quemó su pastel de cumpleaños.
Era extraño comenzar a extrañarla...
~
Internet es útil, mas si eres un padre soltero sin media idea de como alimentar a una niña.
Algunos vídeos de youtube, paginas de recetas y chequear que todos los artículos estuvieran disponibles, Steve y Alice comenzaron a mezclar los ingredientes para la masa.
Quizá no fue la mejor idea que ambos intentaran mezclar con las manos a la vez, pero el resultado fue un poco de harina por aquí y allá.
Steve observó a su hija y sonrió. Era un poco extraño tener buenos momentos con ella, al menos desde que Sharon había entrado en la ecuación, ya que Amber comenzó a ignorarlo.
Al principio le costó la idea, pero luego pensó que después de todos esos años era momento de seguir adelante. T/n dejó muy en claro que no lo quería en su vida el día que decidió cruzar aquel puente... Y cada vez que él imploró perdón de rodillas.
La risa de Alice lo sacó de su momentáneo trance. Steve la observó y frunció el ceño confundido.
-¿Qué?- Cuestionó confundido.
-Tienes algo aquí.- Dijo su hija señalando a un lado de su rostro.
Steve pasó su mano en donde Alice señalaba sacando una carcajada de ella.
-¿Se fue?- Cuestionó.
Alice negó. Rápidamente, con su mano aun llena de harina, pasó esta por el rostro de Steve.
-Ahora no se nota.- Dijo para luego reír.
Steve sacudió la cabeza y lanzó algo de harina hacia su hija.
-Esto es guerra.- Dijo antes de reír.
Harina, pedazos de masa e incluso algo de aceite comenzaron a cubrir a ambos.
Las risas de Steve y Alice resonaron por toda la casa.
Tras una guerra de ingredientes, ambos terminaron cubiertos de lo que se suponía iba a ser la cena. Al verse el uno al otro, ambos rieron.
-Creo que no salió como pensé...- Dijo Steve.
-Si, adiós a las pizzas.- Dijo Alice.
-¿Y que tal si en vez de hacerlas simplemente las pedimos?- Propuso Steve.
-Eso suena aún mejor.- Dijo Alice con entusiasmo.
-¿Las de siempre?- Cuestionó Steve.
Alice asintió mientras comenzaba a limpiar el desastre.
-Sabes que si.- Dijo mientras se deshacía de los restos de masa a medio hacer.
Steve tomó el teléfono y suspiró feliz al ver a su hija limpiando por primera vez en mucho tiempo...
Momento. ¿Desde cuando limpia Amber? ¿Será que en el campamento fueron tan estrictos? ¿Habrán quebrantado la parte mala de ella llevándose también lo bueno?
Al escuchar la voz del otro lado del teléfono, prefirió hacer a un lado aquellas ideas por un momento.
Tras terminar de limpiar, Alice dijo que iría a darse una ducha y volvería cuando lleguen las pizzas. Steve sólo asintió aún perdido en su torbellino de pensamientos.
~
Varios minutos, una ducha y un cambio de ropa después, Alice salió de su habitación rumbo a la cocina. Allí se encontró a un pensativo Steve. Este tenía su mirada fija en una fotografía.
Alice aclaró levemente la garganta sacando a Steve de su trance. Él también se había duchado y cambiado.
Al notar que su hija lo observaba, dibujó una pequeña sonrisa en su rostro y ocultó la foto.
-La pizza llegará en un momento. ¿Qué tal si eliges una película y la vemos en la sala?- Cuestionó él.
Alice sonrió y asintió.
-¿Alguna preferencia?- Cuestionó ella.
-Lo que elijas estará perfecto, cariño.- Aseguró Steve sonriendo.
Tras ver que su hija salió de la cocina, sacó nuevamente la fotografía. Esta era de él y t/n fuera de su casa el día en que se mudaron. T/n lucía un vestido floreado que apenas sostenía su enorme vientre de embarazada. Ambos lucían felices. Una sonrisa se formó en su rostro al recordar cuando se enteró que sería padre. Eso representaba un nuevo reto en su vida, uno que estaba mas que feliz de afrontar junto a su gran amor.
Acarició el rostro de t/n en la fotografía y suspiró. Una vez más, guardó la foto al escuchar el timbre.
Rápidamente se dirigió a la entrada, recibió y pagó por las pizzas.
Al entrar en la sala, sus ojos se abrieron de par en par al reconocer -aún pausada- la película que su hija había elegido. Sin dudas, era su película favorita de todos los tiempos.
Dejó las pizzas en la mesa de café y fue a la cocina por sodas y vasos.
Al regresar, su hija estaba sentada en el sofá. Una amplia sonrisa en su rostro.
-Espero te guste la película que elegí. Supuse que sería apropiada...- Dijo ella.
Steve sonrió.
-De hecho, y no te rías, sigue siendo mi favorita.- Aseguró él.
Alice sonrió, ya que era su favorita también aunque jamás lo admitiera. Al menos era de las cosas que había arraigado de t/n; El gusto indiscutido por las películas animadas de Disney. Incluyendo los clásicos.
Ambos comieron pizza y rieron ante algunas escenas de la película. Steve no fallaba en llorar siempre en la escena en la que Simba encuentra a Mufasa muerto. Desde la primera vez que había visto la película cuando era un niño, aquella emoción se quedó en él para siempre y no podía evitar que las lágrimas fluyeran con esa escena.
Secaba sus lágrimas levemente en un intento por que su hija no se burle como hacía normalmente, cuando algo captó su atención. Al observarla noto que ella también lloraba.
Posó su brazo sobre los hombros de ella y la acercó a él. Ella se acurrucó a su lado.
-Siempre lloro con esta parte.- Dijo ella casi entre sollozos.
-Yo también. Desde que tengo diez años...- Dijo para luego sonreír levemente.
Su mente viajó momentáneamente a aquella primera vez en la que él y t/n vieron la película y lloraron juntos. Aunque eran adolescentes, ambos disfrutaron de esa película una y otra vez... Y los años siguientes.
Entonces, un sin fin de preguntas golpeó su cabeza. ¿Cuándo fue la última vez que Amber aceptó ver películas con los él? Habían pasado años.
¿Desde cuando deja los bordes de la pizza? "De esta obra maestra culinaria no se desperdicia nada" es lo que suele decir.
¿No es que ella odiaba El Rey León porque un león que habla era "demasiado absurdo"? Aunque sabía los diálogos de memoria, cada vez que él proponía verla ella se negaba.
¿Cuándo fue la ultima vez que ella lloró frente a él? Sin dudas eso fue cuando él tiró accidentalmente su libro favorito a la basura... El cual pertenecía a t/n y Amber no lo sabía pero atesoraba.
¿Qué diablos pasó con la insolente que se burló de él por llorar en la oscuridad de la sala al notar que, una vez mas, veía esa película? "Eres un adulto, con un demonio, actúa como tal. ¡Y deja de ver esa película estúpida!" fue lo que le dijo la ultima vez.
En su torbellino de pensamientos, una vez mas se preguntó que diablos pasó en ese campamento. Aunque era absurdo pensar que algo había pasado, las posibilidades siempre son muchísimas.
Pero, ¿Por qué arruinar este bello momento con preguntas cuando podía simplemente disfrutarlo?
Abrazó a su hija y sonrió.
-Esta siempre fue mi película favorita. Desde que salió hasta la fecha, siempre lo será.- Dijo Steve.
Alice lo observó y sonrió de igual manera. Ella sabía que también es la película favorita de t/n. Después de todo, sus padres tenían muchas cosas En común.
~
Tras finalizar la película, ambos limpiaron el desorden que habían dejado en la sala.
Alice lavó los vasos y Steve los secó.
Un lento suspiro se escapó de él.
-Gracias por ver esta película conmigo. Sé que es algo absurda, pero significa mucho para mi.- Dijo él algo avergonzado.
Alice asintió.
-Gracias a ti por este día. Realmente la pasé genial... Y esa película me gusta mucho. Aunque no suela admitirlo.- Dijo ella.
Steve la rodeó con sus brazos y deposito un beso en su frente.
-Lo que sea que te haga feliz, cariño.- Aseguró él.
-Tu me haces feliz...- Murmuró Alice.
Los ojos de Steve de llenaron de lágrimas al oírla.
-Te amo mucho, cariño. Jamás lo olvides.- Dijo Steve.
-Y yo te amo a ti, papá.- Dijo Alice aún abrazándolo.
Tras un momento, ambos se separaron.
-Creo que es momento de que vaya a dormir.- Dijo Alice.
-Claro. Pero si quieres quedarte hasta tarde, sabes que no hay problema.- Aseguró Steve.
-Nah, aún estoy cansada por haber estado tanto tiempo lejos de mi cama.- Aseguró ella.
-Entonces, buenas noches cariño.- Depositó otro beso en la frente de su hija.
Ella sonrió.
-Buenas noches, papá.- Dijo antes de salir rumbo a su habitación.
Al escuchar la puerta de la habitación de su hija cerrarse, Steve se dirigió a la suya.
Algo que solía hacer antes de dormir, era espiar en la página de facebook de t/n. Era su manera de estar al tanto de los eventos en la vida de su ex esposa.
Si bien t/n aún lo mantenía actualizado de lo que pasaba en la vida de Alice, ella jamás aceptaba sus llamados, mensajes o mails. Eso quizá era lo que mas le dolía.
Una amplia sonrisa se formó en su rostro al ver la ultima actualización. Era una foto de t/n y "Alice" cenando juntas. La sonrisa en ambas llenaron de alegría su ser.
-Dulces sueños, mis amores.- Susurró antes de hacer a un lado su teléfono y perderse una vez mas en el silencio de la noche.
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