Piezas de un rompecabezas - Parte 14: Aqui y ahora (Final)
STEVE ROGERS X LECTORA (AU)
PROMEDIO DE PALABRAS: 2200+
ADVERTENCIAS: Sorpresas por montones, amor para revolear, Steve siendo el mas dulce... ¡Leanlo hasta el final!
ESCRITO POR: PomeloVillano
N/A: Yyyy llegamos al final...
Quiero agradecer a todos los que, noche a noche, se engancharon con esta bella historia.
¡Gracias, gracias y mil veces gracias por leerme!
#PomeloAmaASteve
#StevePapito
#SiQueresTeLlamoPapeh
~Tres meses después, Brooklyn~
Las insistentes voces de Steve y las gemelas estaban llevando a t/n al límite de su paciencia.
Se aferró con fuerza al escusado ante una nueva ola de nauseas.
-¡Abre la puerta, mamá! Si mueres encerrada ahí dentro no podremos sacarte, ¡Esta estúpida puerta se atasca!- Exclamó Amber del otro lado de la puerta.
-Malditos Rogers...- Murmuró t/n mientras limpiaba su boca con el dorso de su mano.
-Cariño, ¿Necesitas ayuda?- Cuestionó Steve.
-¡Vamos mamá, sal de ahí!- Exclamó Alice mientras golpeaba la puerta insistentemente.
T/n rodó los ojos.
Desde que Steve y t/n cenaron juntos en Happy, decidieron que se saltarían el paso de volver a empezar desde cero, ya que se conocían desde hace mucho tiempo. Habían pasado demasiadas cosas juntos como para querer un reinicio.
Eso y que ninguno de los dos tenía paciencia.
Alice decidió que mudarse a Brooklyn junto a Steve y Amber sería lo ideal, por lo que t/n no protestó y ambas se mudaron a la vieja casa.
T/n aún trabajaba para la firma de Tony, Rhodey y Strange, por lo que ahora los viajes en auto eran mas largos. Pero no renunciaría a su trabajo ni de chiste.
El grupo de amigos volvió a lo que solía ser antes del divorcio; Los fines de semana se reunían en casa de alguno para cenar, hablar de muchas cosas, y celebrar que pronto llegaría el pequeño Sammuel Grant Barnes. El nombre causó revuelo entre Natasha y Bucky, ya que ellos -Sam y Bucky- había apostado cuando iban a la universidad que el primero que tuviera un varón le pondría el nombre del otro.
Todo marchaba bien y con calma; Sólo hubo algunas peleas porque Sharon dejó algunas de sus pertenencias y t/n las encontró. Nada que una charla y mucho helado de chocolate no pudieran arreglar.
Helado de chocolate.
T/n se había vuelto adicta una vez mas a eso.
El último mes notó que se sentía mas agotada que de costumbre. Culpó a los largos viajes en auto al trabajo. También notó que, muy a su pesar, estaba mas sensible que nunca. Culpó a la reconciliación. Y por último, notó que quería comer helado de chocolate de a montones, por lo que las gemelas iban a la tienda por el todo el tiempo.
Culpó al estrés, por supuesto
T/n observó su reflejo en el espejo y suspiró.
-Quizá sea una leve coincidencia, no te espantes. Manten la calma, con un demonio.- Murmuró.
Entonces, la idea se hizo más clara... Y con esta llegó el miedo.
-No. No, no, no y no.- T/n tomó su teléfono y comenzó a observar el calendario.
Sus ojos se abrieron de par en par. -¡Maldita reconciliación!- Dijo entre dientes.
En un intento por calmarse, mojó su rostro con agua fría.
Steve golpeó una vez mas a la puerta.
-¿Segura que estás bien? Llevas quince minutos ahí dentro...- Señaló.
-Estoy bien, Steve. Solo necesitaba un momento para pensar lejos de ustedes. Pero claramente no es posible.- Respondió t/n.
Tras secar su rostro, t/n abrió la puerta.
Amber, Alice y Steve la esperaban fuera del baño.
T/n rodó los ojos.
-No sé si entiendan que, a veces, quiero estar lejos de ustedes tres. Son un dolor de trasero...- Señaló t/n.
Steve la rodeó con sus brazos y sonrió.
-Lo sé cariño, es sólo que tenemos que ir a casa de Bucky y Nat, tu corriste y te encerraste en el baño. Eso nos asustó un poco.- Aseguró Steve.
Las gemelas asintieron.
-Bien, ¿Y qué esperamos?- Dijo t/n abriéndose paso.
~
Camino hacia la casa de sus amigos, t/n combatió sus náuseas con todas sus fuerzas; Era evidente que no sería tan fácil.
Al llegar, T/n fue la primera en bajar del auto. El aire se sentía increíblemente denso en el interior del vehículo, sumado que Steve conduce como un desquiciado, ella sonrió que iba a vomitar todo. De nuevo.
Las gemelas corrieron a la entrada y tocaron insistentemente el timbre. Steve y t/n caminaron con mas calma.
-¿Segura que estás bien? Te ves como cuando te despidieron de ese trabajo que te gustaba.- Comentó Steve.
T/n se paró frente a él y se cruzó de brazos.
-¿Y eso que diablos significa?- Cuestionó claramente molesta.
Steve subió sus manos en señal de rendición.
-Tranquila, cariño. Sólo digo que luces exhausta, eso es todo.- Steve posó sus manos en los hombros de t/n. -Solo estoy preocupado.- Agregó.
T/n bajó la mirada intentando combatir sus lágrimas. Pero fracasó miserablemente.
-Lo siento, cariño. Es que me siento horrible y no quería venir pero tampoco quería quedar como una pésima amiga.- Tras decir esto comenzó a llorar.
Steve la abrazó en un intento por consolarla.
-Tranquila, hubieras dicho algo. Estoy seguro que ellos no se harán problema alguno si faltamos sólo una vez.- Aseguró Steve.
T/n elevó levemente la vista y lo observó.
-¿De qué estás hablando? ¿Crees que no puedo con esto?- Cuestionó.
Una vez mas, estaba molesta.
Steve sacudió la cabeza.
-No sé que tienes hoy, pero esos saltos de la alegría a la tristeza y luego al enojo me están asustando.- Observó.
T/n comenzó a llorar una vez mas.
-Es que no sé que diablos me sucede. Siento como que todo a mi al rededor esta mal y me da enojo, tristeza y alegría. Todo a la vez.- Dijo entre sollozos.
-¿Qué dices si en lugar de quedarnos dejamos a las gemelas con ellos y vamos a casa a que descanses un poco?- Ofreció Steve.
T/n asintió.
-¿Y podemos pasar por la tienda para comprar mas helado de chocolate?- Cuestionó.
-¿Ya lo terminaste?- Cuestionó Steve algo sorprendido.
T/n fruncio el ceño.
-¿Que intentas decirme? ¿Qué no tengo control de mi misma?- Una vez mas, estaba molesta.
-No, sólo digo que... lo compré esta mañana...- Agregó Steve.
-Lo sé, pero estaba delicioso que no pude parar...- Dijo t/n.
-Ok, sube al auto, pasaré a saludar y luego iremos por helado y a casa.- Dijo él en tono calmado.
T/n asintió y caminó hasta el auto. Una vez dentro, sus nauseas regresaron.
~•~
~Tres meses después~
-Si, Steve, justo ahí...- T/n dejó escapar un suave gemido.
-Te gusta, ¿verdad?- Cuestionó en tono bajo.
-Si, ¡por favor no pares!- T/n cerró los ojos con fuerza.
Steve la observó y no pudo evitar sonreír.
El sofá se había vuelto el lugar favorito para ambos; Al enterarse de que serían padres, de nuevo, nunca desperdiciaban una oportunidad de estar juntos.
-Steve, mas fuerte, por favor.- Dijo t/n casi rogando.
Steve obedeció casi de inmediato.
T/n tenía los pies posados en el regazo de Steve, las grandes manos de él los masajeaban lentamente.
-Eres el mejor, ¿Sabías?- Cuestionó t/n.
La sonrisa en el rostro de Steve se hizo mas grande.
-Solo para ti, cariño.- Dijo aún sonríendo.
T/n posó sus manos en su panza.
Al enterarse que estaba embarazada, el tiempo pasó demasiado rápido para su gusto. Ya estaba por el sexto mes y la panza comenzaba a notarse. Finalmente.
Si bien fue una sorpresa para ambos, tanto Steve como t/n estaban felices por la noticia.
Las gemelas, en cambio, no estaban demasiado alegres en un principio. Pero, al enterarse que sería un varón, las cosas cambiaron.
"Es que no queremos competencia, somos las únicas princesas de papá." Dijo Alice.
Steve observó a t/n por un momento; A veces, le era casi difícil creer que los últimos seis meses habían pasado y su vida había cambiado una vez mas.
Todo era felicidad absoluta.
Su casa volvió a tener eso que tanto le faltaba, sus hijas estaban a su lado otra vez y el amor de su vida estaba una vez mas con él y con la pronta llegada del pequeño James -Bucky lloró cuando le dijeron que lo nombrarían así por él- todo era perfecto.
Y esta vez no pensaba dejar que todo eso se le escapara.
-T/n, ¿Puedo pedirte algo?- Cuestionó Steve en tono calmado.
-Luego de esto, lo que quieras.- Respondió t/n.
Steve dejó su tarea por un momento y se acomodó para estar frente a t/n.
-Sabes, cuando te conocí en el pasillo de la escuela, lo primero que soñé fue que eras mi esposa.- Admitió Steve.
T/n rió levemente.
-Hey, no te rías, hablo en serio.- Dijo Steve.
-No me río porque crea que es divertido, sino porque es lo mas tierno que he escuchado en la vida.- Dijo t/n sonriendo.
-Si, soñé que eras mi esposa, que teníamos muchos hijos, que vivíamos en esta misma casa y eramos felices.- Hizo una leve pausa. -Y, un día, ese sueño se volvió realidad.- t/n asintió. -Si, ese sueño se cumplió... Y yo creí que todo eso no se arruinaría jamás. Claramente me equivoqué. Cometí muchos errores por los que no me alcanzará la vida para pedir perdón.- Un lento suspiro se escapó de él. -Pero la vida es extraña y, aunque me cuesta creer que es cierto, tuve mi segunda oportunidad y hoy estás aquí conmigo, de nuevo... Y esta vez no pienso dejarte ir.- Steve se arrodilló frente a t/n. Ella lo observó sonriendo.
-
Tranquilo, no pienso ir a ningún lado. No con esta panza.- Bromeó ella.
-Por eso, aquí y ahora, en nuestra casa, con nuestro hijo en construcción de testigo...- Steve metió una mano en su bolsillo. Sacó de este un delicado anillo. -¿Cometerías la locura de ser mi esposa una vez mas?- Cuestionó sostenediendo el anillo en alto.
Los ojos de t/n se llenaron de lágrimas. Posó sus manos en las mejillas de Steve. Fijó su mirada en la ajena y asintió levemente.
-Sonará a locura, pero... Si, acepto.- Dijo sonriendo.
Steve rodeó con los brazos a t/n.
-Te amo, t/n. Demasiado.- Dijo Steve.
-Y yo te amo a ti, súper cursi.- Dijo ella para luego reír.
El sonido de la puerta de entrada abriendose los interrumpió.
-¿Dijo que si?- La voz de Amber resonó.
Steve elevó la mirada y asintió.
Alice y Amber celebraron a gritos.
Steve tomó la mano de t/n y colocó en su dedo anular el anillo.
T/n observó su mano por un momento.
-¿Es... Es el anillo de... El anillo de Sarah?- Dijo balbuceando.
-Si, es el anillo de mi madre. Cuando nos conocimos yo le conté mi sueño y dijo que el día que se hiciera realidad, ella quería aportar su granito de arena. Años después, cuando se enteró de que nos habíamos casado en Las Vegas, ella me lo dio y dijo que a partir de ese momento te pertenecía a ti.- Steve se sentó junto a t/n. -Obviamente compré uno que fuera ideal para ti, pero supongo que ahora es momento de que lo que siempre te perteneció, pasé a ser tuyo.- Agregó. T/n sonrió ante las palabras de Steve. -Además, el anillo que dejaste lo encontró Sharon y lo usó. Me pareció inapropiado dartelo.- Admitió.
-Eso no importa. Este es perfecto.- Dijo t/n antes de besar los labios de Steve.
Tras un momento, las gemelas aclararon la garganta de manera dramática.
T/n rodó los ojos.
-Esas dos son tan dramáticas como tu, Rogers.- Dijo t/n.
-De hecho, queríamos cortar con tanta dulzura porque es hora de irnos...- Dijo Alice.
-¿Irnos a dónde?- Cuestionó t/n confundida.
Steve se puso de pie y ayudó a t/n a levantarse.
-Digamos que estabamos seguros de que aceptarías.- Dijo Steve.
-Yo no.- Dijo Amber.
Alice la observó. Una ceja arqueada.
-¿Qué? Existen demasiados escenarios en donde ella dijera que no.- Aseguró Amber.
-Bueno, Alice, Bucky, Nat, Sam, Maria, Rosie, mi madre, tus padres, Emily, Eric, Leila, Carol, Clint, Logan, Gabrielle, Tony, Rhodey, incluso Strange, y yo estabamos seguros de que dirías que si.- Hizo una leve pausa. -Por lo que, espero que no te moleste, Sam movió algunos de sus contactos, luego llamó a Stark y consiguió una licencia para matrimonio...- Los ojos de t/n se abrieron de par en par. -Así que, tenemos que ir al ayuntamiento ahora...- Finalizó.
T/n rió con ganas.
-¿Al menos puedo poner algo mas decente?- Cuestionó señalando su pijama.
Steve asintió.
~
Tras celebrar esa boda apresurada, Steve y t/n volvieron a su casa a descansar.
Al entrar, todos sus amigos y familia los estaban esperando; Natasha, Maria, Carol, Bucky, el pequeño Sam, Sam, Rosie, Clint y su esposa Laura, Tony, Rhodye, Logan y Gabrielle, Amber, Alice, Sarah Rogers, los padres y hermanos de t/n.
T/n observó a Steve y sonrió.
Luego le dio un golpe en el brazo.
-¿Por qué no me dijiste que vendrían invitados? ¡La casa es un desastre!- Exclamó.
Las risas de todos no tardaron.
-Eso es lo de menos. Lo que realmente importa es que estamos todos juntos.- Steve rodeó a t/n con sus brazos. -Te amo tanto, cariño. Gracias por hacer mi sueño realidad... Una vez mas.- Dijo sonriendo.
-Y yo te amo a ti, amor de mi vida. Gracias por hacerme inmensamente feliz... ¡Y por darme estos enormes dolores de cabeza!- Agregó t/n.
~~FIN~~
Dedicado a @moonstrang3 por siempre darme ese empujoncito que necesito para seguir escribiendo.
¡Te amo, mi cielo!
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