Piezas de un rompecabezas - Parte 11: Caos familiar

STEVE ROGERS X LECTORA (AU)
PROMEDIO DE PALABRAS: 2600+
ADVERTENCIAS: Adultos actuando aún como niños, Steve siendo el mas dulce del mundo. ¡Leanlo hasta el final!
ESCRITO POR: PomeloVillano
N/A: Vamos dándole los toques finales para poder hacer que esto tenga un bello final.

#PomeloAmaASteve
#StevePapito
#SiQueresTeLlamoPapeh

~•~

~Un mes después~

La mañana había arrancado con su ritmo habitual; Steve se despertó temprano, salió a correr con Bucky, volvió a su casa y, luego de una ducha, preparó el desayuno para su hija y para él.

Todo era normal.

Steve y su hija se encontraban en medio de una charla sobre películas y sobre planes para ese viernes -noche de padre e hija, como decidieron llamarlo- cuando su teléfono sonó. Steve rodó los ojos ya que odiaba ser interrumpido cuando pasaba tiempo con su ella.
Observó la pantalla un momento y, al reconocer aquel número, escupió su café para evitar ahogarse con este. Diablos. No estaba pasando. No, no y no. ¿Era posible? Quizá estaba soñando.
La risa de su hija lo sacó de su momentáneo trance.
Imposible. Una y mil veces imposible.

Inhaló profundo antes de antender.

-Rogers.- Dijo en un intento de fingir compostura.
Luego quiso auto patearse por no decir otra cosa.
-Hola Steve.- Steve cerró los ojos al oír la voz de t/n. Había pasado tanto tiempo desde que la había escuchado.
-Ho-hola... T/n...- Los ojos de Alice se abrieron de par en par. El trozo de fruta que masticaba salió expulsado de su boca.
-¿A qué debo el placer de tu llamado?- Cuestionó en la voz mas calmada que logró manejar.
Por dentro gritaba.
-El momento llegó. Debemos hablar de algo sumamente importante. Y es urgente.- La voz de t/n se mantenía neutral.
-¿Sucedió algo? ¿Necesitan ayuda?- La preocupación comenzó a crecer en Steve.
-No y no. Sólo creo que es hora de que comencemos a... Hacer las paces. Por el bien de ellas.- Aseguró t/n.
Steve oyó un suspiro escaparse de ella.
-Ok, me parece una buena idea.- Dijo Steve.
-Genial. ¿Podemos reunirnos este sábado? Hay alguien que debes conocer.- Dijo t/n.
-Si, este sábado suena bien. ¿Dónde y a que hora?- Cuestionó Steve.
-En "Vers" a las 7. Y trae a nuestra hija.- Dijo t/n en tono calmado.
-¿Segura que es una buena idea?- Cuestionó preocupado.
-No... pero es importante que ella también esté aquí.- Dijo ella.
-Ok, Vers, este sábado a las 7.- Confirmó Steve.
-No llegues tarde. Adiós.- Dijo ella y sin esperar respuesta colgó.

Steve dejó su teléfono a un lado y comenzó a pensar en lo que había ocurrido; T/n, su ex esposa, madre de sus hijas, amor indiscutido de su vida y la única que aún le robaba el sueño... Quiere verlo.
Quiere verme. Pensó.
Y también a nuestra hija.
Una sonrisa victoriosa se formó en su rostro.

-¿A qué se debe esa cara?- Cuestionó Alice señalando el rostro de Steve con su cuchara.
-A que ocurrió algo inesperado...- Dijo Steve aún sonriendo.
-¿Qué puede ser inesperado hoy en día?- Dijo Alice.
Steve exhaló con calma.
-Bien, este sábado tengo una cita. Mejor dicho, tenemos una cita.- Dijo Steve.
-¿Y eso que tiene de inesperado?- Alice arqueó una ceja.
-Lo inesperado no es la cita sino la persona que irá. Mas bien, personas que irán.- Agregó.
-Ok, sigue siendo algo sumamente común. Cita, reunión, lo que sea.- Dijo Alice.
-Bien, esto es algo complicado... Iremos a una cita con... tu madre...- Dijo Steve.
Alice abrió los ojos de par en par.
-Ok... Ok... ¿Dd-debo preocuparme?- Cuestionó.
-De hecho, no. T/n es la mujer mas dulce y gentil del planeta... Además de ser la persona mas hermosa por dentro y por fuera que he tenido el placer de conocer.- Una pequeña sonrisa se formó en el rostro de Steve.
Alice sonrió ante las palabras de Steve.
-¿Cómo es ella?- Cuestionó.
Steve sonrió. Un suspiro se escapó de él.
-Magnífica en todo el amplio sentido de la palabra. Sencilla, carismática, inteligente, divertida... Todo.- Steve suspiró ante sus propias palabras.
-Suena a que es genial...- Dijo Alice.
Steve asintió.
-Lo es... Siempre lo fue y siempre lo será.- Agregó aun sonriendo.
-¿Cómo se conocieron?- Cuestionó ella.
El rostro de Steve se iluminó ante la pregunta.
-Fue hace mucho tiempo, en el '98...- Alice sonrió ampliamente mientras su padre relataba como él y t/n se conocieron.

~•~

El resto de la semana transcurrió con una lentitud y tranquilidad agónica para Steve. Intentó enfocarse en su trabajo, en sus actividades, en los quehaceres pero nada parecía salir bien; Perdió algunos archivos por los que tuvo que empezar de cero, olvidó todas sus citas programadas, rompió su taza favorita, quemó los waffles de su hija tres días seguidos, quemó la cena y casi choca su auto...
Era evidente de que la idea de volver a ver a t/n lo tenía al borde de un ataque de histeria, pero por su hija intentó hacer lo posible por sobrevivir y llegar entero al sábado. Aunque le estaba costando horrores.

~

~Sábado, 5:30 pm~

Steve llevaba horas intentando buscar un atuendo digno de ese reencuentro con el que soñó por los últimos doce largos y tortuosos años.
Bucky rodó los ojos al escuchar a Steve quejarse una vez mas.
-Elige algo casual, ponle una chaqueta de cuero y deja de entrar y salir de ese maldito armario, Rogers.- Espetó Bucky.
-¿Y que tal si no le gusta como me veo?- Cuestionó él.
Bucky resopló.
-Ya de por si no le gustas, así que no eleves demasiado la vara de tu esperanza.- Aseguró el castaño.
Steve le lanzó un zapato a Bucky, llevándose una carcajada de su parte.
-Hermano, termina de vestirte y largate de aquí. Amber te está esperando. Por cierto, ¿Cuándo fue la última vez que usó un vestido?- Cuestionó Bucky.
-No lo sé, creo que está entusiasmada por esta cena.- Dijo Steve.
-¿Cómo para usar un vestido?- Cuestionó Bucky.
-Si, hermano, como para usar un vestido...- Dijo mientras se observaba una vez más. -¿Qué tal esto? ¿Demasiado?- Cuestionó el rubio.
Bucky arqueó una ceja. Steve llevaba un jean azul oscuro, zapatillas negras y una camisa negra.
-Te ves bien. La barba le da el toque. Quizá le guste el hipster que salió de ti.- Dijo Bucky.
Steve rodó los ojos.
-¿Hipster? Lo dice el señor comida orgánica, café de starbucks, instagram famous y sticker de "salven a las tortugas" en su auto.- Espetó Steve.
Bucky soltó una carcajada.
-Hey, ¡no te metas con ese sticker ni con mi instagram!- Dijo Bucky.
Ahora fue el turno de Steve de reír.
-Como sea. Atuendo, bien, actitud, bien...- Bucky lo interrumpió.
-Estupidez, bien.- Murmuró.
Steve resopló.
-¿De que lado estás?- Cuestionó Steve.
-Del de ella, por supuesto. No pienso comentar el error de ponerme del lado perdedor otra vez.- Dijo sonriendo.
-Buen punto. Aún así, ya pasó un largo tiempo y es momento de dejar de lado todo eso.- Agregó Steve.
-Ok, lleva tu trasero a Vers, no digas nada estúpido, no menciones a Sharon a menos que t/n pregunte y no te enojes con ella si menciona que sale con alguien. ¿Está claro, Rogers?- Dijo Bucky en tono serio.

-Si, está claro... ¿Por qué no puedo enojarme?- Cuestionó él.
B

ucky rodó los ojos. Se puso de pie y se paró frente a Steve. Posó sus manos sobre los hombros del rubio y lo observó fijamente.
-No puedes porque ella no es tu esposa. Ella es una mujer soltera, joven y puede salir con quien se le antoja.- Aseguró el castaño. Steve asintió. -Además, si te atreves a enojarte, ella te pateará el trasero. Y luego lo haré yo.- Agregó.
Steve asintió una vez mas.
-Tienes razón.- Dijo caminando rumbo a la puerta.
Salió de la habitación y se dirigió a la sala donde su hija lo esperaba.

Al verla, Steve sonrió.
-Te ves genial, cariño.- Dijo sonriendo.
Alice bajó levemente la mirada en un intento de ocultar que comenzaba a ruborizarse.
-Gracias, papá. Tu también te ves genial.- Aseguró ella.
Steve sonrió.
-¿Segura?- Cuestionó. Alice asintió. -¿Estás lista?- Dijo él.
Alice asintió una vez mas.
-Estoy lista.- Dijo con seguridad.
-Ok, nos espera un no tan largo viaje.- Dijo caminando hacia la puerta. Tomó la chaqueta de su hija y la sostuvo hasta que ella se la puso.

~

El camino de Brooklyn hasta Manhattan le sirvió a Steve para prepararse mentalmente.
Habían pasado doce años, T/n siempre fue una persona que sabía exactamente lo que quería en su vida y lo que no, ella no era demasiado buena para perdonar a quien la decepcionaba y él había sido un total y completo imbécil con ella...
Pero, mas allá de tener todo en su contra, él iba decidido a rogar hasta que ella lo perdone.

Al llegar al restaurante, sus nervios se hicieron presentes una vez mas. Observó a su hija un momento. Esta sonrió.
-Tranquilo, papá, todo va a estar bien.- Aseguró la adolescente.
-Dios, ¿Cuándo creciste tanto? ¿Dónde quedó mi pequeña?- Cuestionó.
-Creció y quiere ir a comer unas buenas papas con bacon.- Dijo Alice.
Steve rió.
-Ok, vamos por esas papas...- Dijo mientras bajaba del auto.

Steve y Alice entraron al restaurante, llenos de nervios.
Se acercaron a la Host y esta rápidamente reconoció a Alice.
-Hola linda, su mesa está lista.- Dijo Lucie.
La morena los guió hasta la mesa donde los esperaban t/n y Amber.

Al verlos, los ojos de t/n se abrieron de par en par. Rápidamente se puso de pie y se acercó a Alice. Ambas se observaron un momento para luego unirse en un abrazo.
-Hola cariño.- Dijo t/n intentando combatir sus lágrimas.
-Hola mamá...- Murmuró Alice.
T/n se separó y observó a Alice.
-Te ves hermosa cariño. Ese vestido te queda genial.- Aseguró.
El sonido de alguien aclarando la garganta las hizo voltear.
Amber las observó.
-¿Qué hay, hermana?- Alice y Amber se abrazaron y celebraron juntas.
Steve frunció el ceño.
-Ok, ¿De que me perdí?- Cuestionó confundido.
T/n volteó a verlo y ambos se quedaron pasmados. Una sonrisa tímida se formó en el rostro de Steve.
-Hola t/n. Te ves bien.- Dijo con timidez.
-Hola Steve. Tu no te ves nada mal...- Respondió ella.
Steve se acercó dudando. Una vez mas, se observaron.
-¿Es demasiado si te pido un...?- t/n lo interrumpió rodeándolo con los brazos.
-Jamás sería demasiado...- Dijo en su abrazo.
Steve la rodeó con sus brazos y la estrujó levemente.
Diablos, llevaba tanto tiempo deseando esto que no quería que se termine.

Ambos se quedaron abrazados hasta que las risas de sus hijas los sacaron de su momento.
Rápidamente se separaron.
T/n tomó asiento e hizo una seña para que Steve hiciera lo mismo.

Steve observó a t/n, a sus hijas y luego los dos lugares extra en la mesa.
-¿Vendrá alguien mas? Momento... Qué alguien me explique que diablos está pasando. Por favor.- Dijo Steve. T/n soltó una pequeña risa.
-¿Se lo digo yo o se lo dicen ustedes?- Cuestionó t/n en dirección a sus hijas.
Ambas asintieron.
-Verás, viejo, Alice y yo nos conocimos en el campamento.- Comenzó Amber.
-Y decidimos que era buena idea hacer un intercambio para poder conocerlos a ustedes. Ella a mamá y yo a ti.- Agregó Alice.
-Y digamos que ninguna esperaba que ustedes fueran tan geniales. Al menos yo esperaba una mamá mas estricta o que me reprendiera por hacerme un tatuaje.- Dijo Amber.
Los ojos de Steve se abrieron de par en par.
-¿Un tatuaje?- Dijo sorprendido.
-Y yo no esperaba un papá con el cual pudiera hablar de todo, al cual le gustan las películas animadas de Disney, y al que no le molestara mi piercing bajo la lengua.- Dijo Alice.
-¡Diablos hija!- Dijo t/n para luego guiñarle un ojo a Alice.
-Ok, entonces ustedes dos se conocen, hacen este intercambio para que cada una conozca al padre y madre que no conoció... ¿Y tu lo sabias?- Cuestionó observando a t/n.
-No me culpes, yo me di cuenta a la semana de esto. Soy su madre, ¡con un demonio!- Agregó t/n.
-Ok, eso es cierto y debo admitir que jamás me hubiera enterado.- Hizo una leve pausa. -Aún así, eso no explica por que hay dos lugares mas en la mesa. ¿Acaso viene a cenar con nosotros tu novio rico?- Dijo en tono casi despreocupado.
T/n rodó los ojos.
-No, no viene mi "novio rico", Steve. Vienen Gabrielle y su padre.- Dijo t/n.
-Ohh... ¿Quién es Gabrielle?- Cuestionó Steve.
-Es... Mi novia.- Dijo Amber.
Los ojos de Steve se abrieron de par en par. Dio un lento suspiro.
-Eso es genial, cariño.- Dijo para luego sonreír.
-¿No te molesta?- Cuestionó Amber algo sorprendida.
-Cariño, no me lo tomes a mal, pero sé que te gustan las chicas desde que tienes cómo cinco años.- Aseguró Steve.
Una sonrisa de felicidad se formó en el rostro de t/n ante las palabras de Steve.
-Es excelente que apoyes a tu hija en todo esto.- Dijo t/n.
Steve sonrió.
-Soy su padre, la amo inmensamente, si no la apoyara en cada paso que da sería un imbécil.- Aseguró él.
T/n asintió. Un suspiro se escapó de ella.

~

Algunos minutos después, Gabrielle y Logan se unieron a la cena.
La noche transcurrió con calma, con una charla fluida, llena de anécdotas y recuerdos de las gemelas cuando eran pequeñas, con Gabrielle y Amber intercambiando miradas y sonrisas, Logan diciendo lo mucho que le alegraba que Amber tuviera padres tan positivos para con sus hijas,  t/n y Steve observándose cuando el otro no estaba mirando.
Era extraño para ambos ver como el tiempo había pasado en el otro y a la vez no; Steve mantenía esa sonrisa cálida y sus ojos tenían aún ese brillo que enloquecía a t/n una y otra vez. T/n Aún conservaba esa dulzura y calidez que la hacían única, esa sonrisa que derretía hasta el último centímetro de Steve... Era imposible no preguntarse como sería todo si no se hubieran separado.

~

Al finalizar la noche, Logan y Gabrielle se dispusieron a partir, no sin antes prometer reunirse lo mas pronto posible. Tanto Steve como t/n dijeron que seria genial cenar todos juntos al menos una vez al mes.

Aún coincidían en todo...

Amber y Gabrielle se despidieron con un pequeño beso el cual se llevó las lágrimas de Steve y t/n. Lágrimas de felicidad.

Una vez que Logan y Gabrielle partieron, los cuatro quedaron solos.
-Bien, ¿Cómo sigue esto?- Cuestionó Steve.
-No lo sé. Que las niñas decidan...- Propuso t/n.
Alice y Amber se observaron un momento.
-¿Podemos pasar esta noche, las dos juntas, con mamá?- Cuestionó Alice.
Steve fruncio levemente los labios para luego asentir.
-Por supuesto cariño. Lo que ustedes quieran.- Aseguró Steve.
T/n suspiró de alivio.
-¿Estarás bien sin ellas hasta el lunes?- Cuestionó t/n.
Steve asintió.
-Solo porque sé que estarán en muy buena manos. No existe lugar mas seguro para ellas que a tu lado.- Dijo Steve.
T/n sonrió.
-También estarán más que a salvo a tu lado, Steve.- Dijo t/n con una pequeña sonrisa en su rostro.
La respiración de Steve casi se agita al escuchar a t/n hablarle con esa dulzura.
-Bien demonios, portence bien y no vuelvan loca a su madre. Ella no se merece que le hagan la vida difícil... En lo absoluto.- Dijo Steve con su mirada aun fija en t/n. -Ella es buena y ustedes deberían agradecerle al universo que son hijas de alguien tan gentil, dulce, cariñosa, inteligente y hermosa como ella.-
Las mejillas de t/n ardían ante las palabras de Steve.
-Ok, ok, ¿vas a seguir intentando coquetear aquí, viejo? ¡Esto es una acera, no tinder!- Dijo Amber.
T/n rió.
-Ok, me llevaré a los demonios a descansar. Quizá el no dormir las pone peor y se vuelvan Gremlins.- Bromeó t/n.
-Nah, ella son Criters.- Dijo Steve.
T/n asintió.
-Bien, Steve, maneja con cuidado y nos vemos en unos días.- Se despidió t/n.
Al acercarse a Steve y lo abrazó con fuerza. Este no tardo en corresponder al abrazo.
-Nos vemos en unos días, t/n.- Dijo sonriendo.
Unos instantes después, se separaron y t/n subió a su auto.
Las gemelas abrazaron a Steve.
-Nos vemos papá.- Dijo Alice.
-Nos vemos... Papá.- Dijo Amber.
-Nos vemos, mis amores.- Dijo Steve.

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