Piezas de un rompecabezas - Parte 10: Sabia es mamá

STEVE ROGERS X LECTORA (AU)
PROMEDIO DE PALABRAS: 2400+
ADVERTENCIAS: Algunas maldiciones, una mamá que se las sabe todas. ¡Leanlo hasta el final!
ESCRITO POR: PomeloVillano
N/A: Aquí comienza el camino hacia el desenlace. No se pierdan de nada, plis!
¿Alguien dijo... Amor?

#PomeloAmaASteve
#StevePapito
#SiQueresTeLlamoPapeh

~•~

-Bucky, cuando veo tus ojos, recuerdo los hermosos ojos azules de ese tarado...- Dijo t/n sonriendo. -Sus ojos, su cabello, sus brazos, su pecho, su enorme y hermoso...- Bucky interrumpió a t/n.
-¡No lo digas! Ya lo vi y sé como es...- Dijo Bucky cubriendo sus oídos con sus manos.
-...¡Corazón! Barnes, pervertido, ¿Qué creíste que diría?- Dijo t/n antes de soltar una risita.
Bucky sacudió la cabeza para luego reír.
-Es curioso que te sigas acordando de él de esa manera...  Juro que Rogers es exactamente igual. "T/n es tan linda, incluso cuando se enoja" "La extraño demasiado."- Dijo imitando la voz de Steve.
T/n rió.
-Ay, si tu. No te creo.- Dijo t/n.
-En serio, muñeca. Él aún te recuerda... Y, como olvidarás esto... Él aún te ama.- Dijo Bucky.
T/n rodó los ojos.
-Pudrete Barnes, ya no caeré en tus bromas.- Dijo t/n algo ofendida.
-Ve a dormir, no te olvides de beber agua.- Agregó Bucky.
-Si mamá, prometo beber agua.- Dijo t/n antes de entrar al edificio.

~•~

Una suave, y casi constante, risa sacó a t/n de su sueño. La caída de regreso a la realidad comenzaba con un fuerte dolor de cabeza, el cual se intensificaba con cada accionar de sus sentidos; la luz que entraba por la ventana brillaba demasiado, el sonido del tráfico comenzaba a ser ensordecedor y su cama se sentía, por alguna extraña razón, humeda y pegajosa. Lentamente se sentó intentando recomponerse. Observó a su alrededor y vio junto a la puerta su chaqueta. Se acercó hasta esta y sacó del bolsillo su teléfono.

Veinte llamadas perdidas, veinte mensajes de texto, muchísimas notificaciones de instagram y facebook. Diablos.
Dejó su teléfono a un lado y decidió que se haría cargo de todo eso luego.

La resaca en t/n nunca era buena, pero nada que no se solucionara con larga ducha y un buen desayuno. En sus años de universidad lo llamaba "Remedio Rogers".

Tras salir de ducharse, se vistió con ropa cómoda y se dirigió a la cocina para preparar el desayuno.
Al pasar por la puerta de la habitación de Amber, pudo escuchar que reía. Quizá estaba conversando con alguna de sus amigas del campamento, quizá con Alice.
T/n no era buena para contener su curiosidad, por lo que se acercó a la puerta para escuchar un poco mas.

"Si, yo también te extraño." Dijo Amber. Los ojos de t/n se abrieron de par en par.
¿Estará hablando con Steve?
"Le diré a mamá, ella es cool y no creo que haya problema."
T/n sonrió. Definitivamente no hablaba con Steve y dijo que ella era cool.
"¿Tu padre dijo eso? Wow, eso si que es genial."
¿Padre de quién? Pensó t/n.
"Ok, Gabs, iré a ver si ya despertó..." T/n se dirigió hacia la cocina rápidamente pero sin hacer ruido para no alertar a su hija de que la estaba espiando.

~

¿Gabs? Dudo que ella hable o salga con algún chico llamado Gabriel, pensó t/n.
-¿Dónde oí mencionar ese nombre?- Murmuró t/n mientras cortaba frutas.
Entonces, el recuerdo vino a ella.
-Gabrielle...- Susurró.
Una amplia sonrisa se formó en su rostro. T/n era de las que creía firmemente que no se ama -coge o besa- a hombres o mujeres, sino a personas. Uno puede encontrar a esa persona especial y en el camino conocer a otras muchas personas. Después de todo, Emily, su hermana mayor, llevaba tantos años con Leila que t/n se crió sabiendo que no todos eligen el convencionalismo y que el apoyo de los padres es primordial.
La idea de que su hija haya encontrado a alguien especial a tan corta edad también la asustaba un poco. Ella y Steve se conocieron cuando tenían catorce y mas allá de que los primeros años estuvieron llenos de dulzura, al llegar a adultos las cosas cambiaron.

Pero su hija no era ella o Steve, sino alguien mejor. Muchísimo mejor.

Terminó de darle los toques finales a su desayuno y el de Amber cuando la escuchó entrar en la cocina.
-Excelente timing.- Señaló Amber.
-Bastante bien para alguien con resaca.- Bromeó t/n mientras tomaba asiento frente a su hija.
-¿Cómo te fue en tu noche de chicas?- Cuestionó Amber mientras llenaba su boca con fruta.
-Bien. Bebimos, peleamos, recordamos nuestros años de juventud, honramos a nuestros antepasados.- Dijo t/n.
Amber rió.
-Eso suena divertido.- Señaló Amber.
-Lo fue, aunque no recuerdo como es que llegué hasta mi cama.- Aseguró t/n antes de dar un sorbo a su café.
-Yo te llevé.- Amber hizo una pausa. -Estabas intentando meter la llave de tu auto en la cerradura de la puerta de entrada y por eso no podías entrar.- Dijo ella.
T/n abrió los ojos de par en par.
-Lamento mucho que me hayas visto de esa manera, cariño.- T/n suspiró lentamente. -Es que no me reunía con mis dos mejores amigas desde hace tiempo y supongo que me dejé llevar.- Agregó.
-¿Dos mejores amigas?- Cuestionó Amber.
-Sip, María y Natasha.- Dijo t/n.
La cuchara que Amber tenía en la mano cayó en su plato al oír el nombre de su madrina.
-¿Nn-Natasha?- Balbuceó.
-Si. Ella, Maria y yo somos amigas desde la primaria.- T/n dio un sorbo a su café mientras observaba a Amber. -Quizá no nos vemos tan seguido como antes, pero seguimos siendo buenas amigas.- Agregó.
-Eso suena genial.- Dijo Amber.
-¿Qué hay de ti? ¿Tienes una mejor amiga... Amber?- Tras oír esto, la adolescente casi se ahogó con su jugo.
T/n sonrió.
-Tranquila, respira cariño.- Dijo t/n con su voz mas calma.
Amber la observó un momento.
-¿Cco-Cómo... Cómo es que tu...?- Balbuceó.
-Cariño, me ofende que quieras preguntar eso.- La sonrisa en el rostro de t/n creció aún mas. -Pero mas aún, que tu y ese demonio hayan creído que podrían engañarme a mi. ¿A su padre? Seguro. ¿A mi? Lo dudo.- Aseguró.
Amber inhaló lentamente.
-Lo lamento mamá...- Dijo en tono calmado.
T/n negó con la cabeza.
-Cariño, no hay nada por que disculparse...- Los ojos de t/n se llenaron de lágrimas. -Yo debería pedir disculpas.- Aseguró.
Amber se puso de pie y se acercó a t/n. La adolescente rodeó a su madre con sus brazos.
-Tu tampoco debes disculparte, mamá.- Dijo en tono seguro.

Tras unos minutos, t/n se separó levemente del abrazo.
-Aún no puedo creer que estés aquí. Llevo tantos años deseando esto.- Dijo t/n entre sollozos.
-Y yo no puedo creer que seas tan genial.- Aseguró Amber.
-Dices eso ahora, pero cuando te quite tu teléfono por lanzarle comida al televisor me dirás que soy una vieja aburrida, ya verás.- Dijo t/n.
-¿Alice dijo eso?- T/n asintió. -Yo le dije lo mismo al viejo cuando me dijo que nada se arregla a golpes.- Dijo Amber.
-Si, suena como él. Pero, ¿Qué hiciste?- Cuestionó t/n.
Amber rió.
-Golpee a un tarado que se burló de mi por no tener mamá...- Dijo ella.
T/n abrazó a Amber.
-Oh, cariño, lo siento. Espero que ese idiota haya aprendido su lección.- Dijo en tono animado.
Una pequeña risa se escapó de Amber.
-Vaya que aprendió. O al menos su nariz rota se lo recordará siempre.- Dijo sacando una carcajada de t/n.
-Hay tanto por hablar, tanto que quiero saber de ti...- Dijo t/n sonriendo.
-Lo mismo digo.- Respondió Amber.

Ambas se sentaron una vez mas a desayunar.
-Dime, cariño, ¿De quién fue la idea?- Cuestionó t/n.
-Si en el fondo estás molesta y no me quieres decir, de Alice, pero si estás feliz, fue mi idea.- Aseguró.
T/n rió.
-No estoy molesta, cariño. Jamás podría estarlo.- Aseguró.
La cálida sonrisa en su rostro hizo sonreír a Amber.
-Fue idea de Alice.- Dijo Amber.
-Lo supuse. Quizá su intención era causar caos.- Dijo t/n en tono animado.
Amber rió ante las palabras de su madre.

Amber comenzó a recordar las semanas que pasó en el campamento, a sus nuevas amigas, a Alice, el encontrar la oportunidad de conocer a su madre, a Gabrielle... Gabrielle.
Inhaló profundo antes de mirar a su madre.

-Mamá... Ya que eres tan genial... Hay algo que quiero decirte...- Dijo con algo de timidez.
T/n la observó. Posó su mano sobre la de la su hija y asintió.
-Dime, cariño.- Dijo en tono calmado.
Dio un suave apretón a la mano de su hija.
-Emm, verás...- Hizo una leve pausa. -Conocí a alguien y este alguien me gusta mucho y yo también le gusto mucho y hace unas semanas no sabía que quería salir con alguien, y ahora salgo con alguien...- Dijo Amber sin pausa.
T/n la interrumpió.
-Cariño, cariño, respira por favor.- Dijo t/n.
-Y ahora salgo con alguien y ese alguien quiere conocerte...- Aseguró Amber.
Los ojos de t/n de abrieron de par en par.
-¿En serio?- Una amplia sonrisa sr formó en el rostro de t/n.
-Si... Y también quiere que conozca a su padre porque es súper cool.- Dijo la adolescente.
T/n asintió.
-Eso suena bien. ¿Tienes algo en mente? ¿Cena formal o familiar?- Cuestionó t/n.
-No lo sé. Con cenar pizza aquí estaría mas que feliz.- Dijo Amber con timidez.
-Entonces podría ser en lo de Carol.- Propuso t/n.
-Suena bien.- Confirmó Amber.
-¿Cuándo les gustaría hacer la reunión?- Dijo t/n.
-Hoy.- Respondió Amber de inmediato.
-¿Hoy? Dejame ver si no tengo nada agendado.- Dijo t/n mientras buscaba en la agenda de su teléfono. -Hoy estoy libre, así que hoy suena genial.- Aseguró.
-¡Genial! Le diré a Gabs que le diga a su padre que nos vemos esta noche.- Amber tomó su teléfono y comenzó a escribir con rapidez. Una amplia sonrisa se plasmó en su rostro.
-Ok, y yo le avisare a Carol que nos reserve una mesa para cuatro.- Dijo mientras escribía un mensaje de texto.
Carol respondió casi de inmediato.
-Bien, tenemos una mesa reservada para esta noche. ¿A las 7 suena bien?- Cuestionó t/n.
Amber asintió mientras escribía.
-Gabs dijo que esa hora es perfecta.- Aseguró.
T/n sonrió.
-Entonces...  ¿Conociste a Gabs en el campamento?- Dijo t/n.
Amber la observó un momento y asintió.
-Si... ¿No te... No te molesta?- Dijo casi dudando.
-¿Por qué me molestaría?- Agregó t/n.
-Pues, porque es una chica y quizá tu esperabas que salga con un chico...- Dijo ella.
T/n negó.
-En primera, estoy feliz de que te salgas de lo convencional, segundo, los chicos apestan.- Dijo t/n.
Amber asintió.
-Vaya que apestan... Estoy tan feliz de que seas mi mamá.- Dijo Amber.

~

Amber era un manojo de nervios. Sin importar cuantas veces t/n le aseguró que todo iba a salir bien, la adolescente seguía agitando su rodilla bajo la mesa.
-Cariño, tranquila. No hay nada de que preocuparse.- Aseguró t/n.
-¿Segura? ¿Y si no le agrado? ¿Y si cree que no soy buena para ella? ¿Y si no me deja verla nunca mas?- Cuestionó.
-Si no le agradas, es un idiota. Si cree esa idiotez, le pateare el trasero.- Amber rió. -Y si no te permite verla, hoy día existe skipe.- Agregó.
Amber asintió.
-Es cierto.- Dijo. Su mirada se posó en la entrada, donde Gabrielle y su padre se encontraban hablando con la host. -Oh, mierda.- Murmuró.
T/n siguió la mirada de Amber hasta toparse con quien supuso eran Gabrielle y su padre.
-Llegaron, ¿Verdad?- Amber asintió. -Bien, el sujeto se ve como que desayuna clavos.- Bromeó t/n.
Amber rió.
-Lo sé...-
La host llevó a Gabrielle y a su padre hasta la mesa. Al retirarse, saludó nuevamente a t/n.
-Gracias Lucie.- Dijo t/n.
Rápidamente se puso de pie para saludarlos.
-Tu debes ser Gabrielle.- Dijo t/n sonriendo. -Es un gusto conocerte.- Aseguró.
La adolescente sonrió.
-El gusto es mío, mamá de Amber.- Dijo en tono animado.
T/n sonrió ampliamente.
-Por favor, llámame t/n.- Dijo en tono calmado.
Gabrielle asintió.
-Él es mi padre.- Dijo señalando al hombre a su lado.
Alto, cabello castaño, ojos cafés adornados por un par de cejas pobladas. Su rostro se veía serio.
-James Howlett, encantado de conocerlas.- Dijo extendiendo su mano hacía t/n esta la tomó y le dio un firme apretón.
-Esta encantadora rubia junto a mi, es Amber.- Dijo t/n.

~

La cena fue agradable.
Logan, como dijo que lo llamen, mas allá de su aspecto serio resultó ser un sujeto agradable; Padre soltero, contratista, viudo, pero con un amplio sentido del humor.
Él y Gabrielle son muy unidos, lo cual t/n cree que es súper tierno. Además, él y t/n comparten que los padres deben apoyar a sus hijos en todas sus decisiones.
-Incluso si se hacen un tatuaje carcelario en un campamento.- Dijo Logan.
Los ojos de t/n se abrieron de par en par. Observó a Amber un momento. La adolescente comenzó a ruborizarse.
-Oh, eso no lo sabía...- Dijo arqueando una ceja. -Pero si, incluso hay que apoyarlos si se hacen un tatuaje carcelario en un campamento.- Aseguró.
Una pequeña sonrisa se formó en el rostro de Amber.
T/n extendió su brazo sobre la mesa. Amber la observó un momento para notar que le estaba mostrando un pequeño tatuaje en la base de la muñeca.
-¿Libélula?- Cuestionó.
-Supuse que se vería cool, así que le pedí a mi hermana que me acompañe a un salón de tatuajes. Ella dijo que si sólo porque yo la ayudé a escapar cuando la castigaron, irónicamente, por hacerse un tatuaje.- Recordó.
Una pequeña risa se escapó de Amber.

Carol se acercó, por tercera vez en la noche, hasta la mesa.
-¿Todo en orden? ¿Puedo ofrecerles la carta de postres?- Cuestionó sonriendo en dirección a Logan.
-Yo paso, pero aquí mi princesa dijo que quiere helado de arandanos...- Dijo Logan.
Una sonrisa cortes en su rostro.
-¿Qué hay de ti, mi niña?- Cuestionó Carol en dirección a Amber.
-Lo mismo que pidió ella.- Amber sonrió en dirección a Gabrielle.
-Enseguida.- Dijo Carol para luego retirarse.

~

Al finalizar la cena, todos se despidieron con la promesa de volverse a reunir pronto.

Amber abrazó a t/n antes de subir al auto.
-Gracias por esto, mamá. En serio, en serio eres la mas cool.- Aseguró.
T/n sonrió.
-Gracias por confiar en mi, cariño.- T/n depositó un beso en la frente de Amber. -Pero la próxima vez que quieras un tatuaje, avísame y vamos juntas.- Agregó.
Amber sonrió.
-¿En serio?- Dijo con entusiasmo.
T/n rió.
-No. Eres muy chica, seguirás creciendo y ese tatuaje quizá se estire... Tal vez en algunos años.- Aseguró t/n.
-¿Lo prometes?- Cuestionó Amber.
-Lo prometo.- Dijo t/n.

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