¡Huye! - Parte 4: Tan cerca y lejos a la vez [SMUT]
STEVE X LECTORA
PROMEDIO DE PALABRAS: 3300+
ADVERTENCIAS: ¡SMUT! Maldiciones, referencias sexuales, flashbacks. ¡Leanlo hasta el final!
ESCRITO POR: PomeloVillano
N/A: *No hay, vayan a casa*
#PomeloAmaASteve
#TeamCapipaleta
#DameConElEscudo
~•~
-¿No crees que es demasiado arriesgado seguir corriendo tras ella?- La voz de Bucky sonaba cargada de preocupación.
Steve inhaló lentamente.
-Si, sé que lo que piensas, pero es ella de quien hablamos. No alguien más, ELLA.- Aseguró Steve.
-Lo sé, pero piensa sólo un momento...- Steve interrumpió su discurso.
-¡No! ¡No pienso darme por vencido!- Exclamó en tono molesto. -Prometí llevarla a casa a salvo...- Dijo Steve.
-¿Y si ella no quiere regresar? ¡Piénsalo un maldito momento! Llevan dos meses buscándola y no están siquiera cerca.- Señaló Bucky.
Steve intentó contener su enojo;
Escuchar a su mejor amigo hablar de esa manera, intentar persuadirlo de abandonar su búsqueda señalando el constante fracaso de la misma sólo lo enfurecia mas y mas.
-¿Tienes idea de cuanto te busqué cuando estabas huyendo?- Cuestionó Steve.
Bucky rodó los ojos.
-Es diferente, yo no tenía idea de quien diablos era y huía de esos hijos de perra...- Bucky hizo una leve pausa. -En cambio ella sabe quien es y estoy seguro de que sabe lo que no quiere.- Agregó.
Steve resopló.
-Bien, ya que sólo llamaba para saber si hay alguna novedad por parte de ustedes... hablamos en otro momento.- Tras decir esto, Steve finalizó la llamada.
Bucky resopló antes de dejar su teléfono a un lado. Sé recortó en la cama y observó el techo una vez más antes de suspirar.
-¿Sabes lo mucho que me molesta tener que intentar persuadir a ese idiota?- Cuestionó sin apartar la vista del techo.
T/n rodó los ojos y se sentó en la cama junto a Bucky.
-Lo sé, James. Pero creo que es mejor si comienza a hacerse la idea de que no debe seguir con esta estupidez.- Dijo t/n.
Bucky la observó.
-¿Y por qué diablos me dices esto a mi?- Cuestionó.
-Porque estás aquí y porque tu sabes como fueron las cosas aquellos años. Él jamás va a comprender que no es igual, que todo cambió...- Agregó ella.
Bucky se sentó en la cama apoyando la espalda en el respaldo. Se cruzó de brazos y observó a t/n.
-Prefiero no recordar aquellos días, pero entiendo a qué te refieres.- Dijo Bucky. -Aún así, esto de seguir corriendo debería terminar en algún momento, ¿No crees?- Cuestionó.
-Será a su tiempo, él debe esperar...- Dijo ella.
Una leve risa se escapó de Bucky.
-Quizá no sepas esto, pero ese tarado es el hombre menos paciente del planeta.- t/n sacudió la cabeza. -Así que la llamada telefónica fue para nada.- Agregó él.
T/n frunció los labios ante las palabras de Bucky.
-Lo sé, pero no perdía nada con intentar.- Dijo ella en tono calmado.
T/n se puso de pie y caminó hasta la silla donde estaba su chaqueta.
-¿A donde irás esta vez?- Cuestionó Bucky.
-Eso, querido James, no pienso decírtelo.- Una pequeña sonrisa se formó en el rostro de ella. -Pero si puedo decir que fue bueno ver a un viejo amigo... uno mucho muy viejo...- Dijo en tono animado.
-Jah jah, muy graciosa.- Dijo él en tono sarcástico. -Tu también estás vieja.- Señaló Bucky.
T/n soltó una carcajada.
-En serio fue bueno verte, James.- Bucky salió de la cama y abrazó a t/n. -Cuida mucho de esa chica. ¿Cómo es su nombre?- Cuestionó ella.
Al apartarse, él la observó.
-Sharon.- Dijo él. -Cuidate mucho tu también.- Agregó.
T/n asintió. Dio algunos pasos alejándose de Bucky.
-Oh y ordena este maldito lugar, ¿Qué tienes? ¿Trece años?- Dijo ella sacando una risa por parte de él.
-Lo haré mamá... ¿O debo decir abuela?- Agregó él.
-Pudrete, anciano.- Dijo t/n antes de desaparecer.
Bucky se sentó en el borde de su cama aún sonriendo. Si bien el encontrarse con t/n fue una simple casualidad, el volver a verla después de tanto tiempo siempre sacaba una sonrisa de él. Después de todo, ambos sabían lo que era vivir bajo la tutela de Hydra.
El castaño rascó su mentón pensativo. Su cabeza se debatía si debía ser leal a su mejor amigo de toda la vida o a quien supo cuidar de la parte más rota de él en sus tiempos más oscuros.
-Me vas a odiar, muñeca, pero debo hacerlo...- Murmuró tomando su teléfono.
Tras marcar, apoyó el teléfono en su oído y esperó.
-¿Qué diablos quieres?- La exasperada voz de Steve lo hizo dudar una vez mas.
-Solo llamaba para decir que quizá hay algo que deberías tener en cuenta sobre ella.- Hizo una leve pausa. -Es nostálgica, hasta lo que sé aún visita a sus tíos en el cementerio...- Dijo en tono calmado.
Cerró los ojos con fuerza sintiendo un leve arrepentimiento por sus palabras.
Un suspiro se escuchó del otro lado de la línea.
-Ya sé a donde irá...- Dijo Steve. -Gracias, te debo una.- Tras decir aquellas palabras, Steve finalizó la llamada.
Bucky suspiró.
-Ambos deben al menos hablar. Son testarudos, pero suelen entrar en razón.- Dijo en tono calmado.
-Ambos se enojaran, pero valdrá la pena.- Sharon posó su mano en el hombro de Bucky.
-Espero que así sea...- Dijo él.
Una leve risa se escapó de la rubia. Bucky la observó.
-¿Qué?- Cuestionó confundido.
-¿Ella también cree que salimos?- Cuestionó.
Bucky asintió.
-Sip. Quizá la idea de ser "amigos" no entra en la cabeza anticuada de ella o del tarado...- Sharon rió.
~•~
-Desearía no extrañarte, tenerte siempre a mi lado...- La voz de él sonaba cargada de dulzura.
Una amplia sonrisa se formó en el rostro de t/n ante aquellas palabras. Elevó la mirada y se encontró con ese par de ojos azules que siempre lograban alegrar hasta los días más grises.
Dejó a un lado el libro que leía y se puso de pie. Lentamente se acercó hasta él y rodeó sus hombros con sus brazos.
-Yo desearía no tener que extrañarte, pero, ¿Dónde está la gracia?- Agregó ella.
Sus labios y los ajenos se encontraron en un cálido y cariñoso beso.
Al separarse, ambos se observaron y sonrieron.
-Bienvenido a casa, cariño.- Dijo t/n.
Una amplia sonrisa invadió el rostro de él. Rodeó la cintura de ella con sus brazos aferrándose a esta.
-Siempre es bueno volver a casa...- Murmuró mientras recorría lentamente con sus labios el cuello de t/n.
T/n cerró los ojos y suspiró. Sus manos se posaron en el pecho de él y comenzaron a desprender poco a poco la camisa que traía puesta.
Él deslizó sus manos bajo la blusa de t/n y recorrió suavemente la delicada piel de ella. Un lento suspiro se escapó de ella al sentir las manos ajenas recorrer su piel.
T/n lo guió lentamente hacía la habitación, descartando cada prenda de ropa que cubría sus cuerpos a cada paso.
Al toparse con la cama, t/n simplemente se dejó caer en las suaves sábanas.
Observó con una sonrisa pícara en su rostro al hombre frente a ella. Una sonrisa similar se formó en el rostro de él.
Lentamente, él acomodó su cuerpo sobre el de t/n. Llevó sus labios hacia los ajenos uniéndonos en un tierno beso.
Los besos se volvieron poco a poco más fervientes a medida que sus manos exploran la piel del otro, mapeando cada centímetro de estas.
Él comenzó a recorrer con sus labios el cuello de t/n, viajando por su pecho hasta su abdomen, continuando hasta llegar a su zona pubica donde hizo una parada corta, para empujar las piernas de t/n de par en par.
T/n hundió la cabeza entre las almohadas al sentir la cálida lengua de él recorrer su vulva. Un suave gemido se escapó de ella al sentir aquel accionar en su clítoris. Lamidas cortas, largas, lentas, rápidas comenzaban a encender por completo su ser. Se aferró a las sábanas al sentir aquella sensación recorrer su cuerpo entero.
La sensación de sus largos índice y medio entrando en ella dejaron escapar el aire de sus pulmones en un fuerte gemido. Él comenzó a moverlos lentamente mientras continuaba su accionar en el clítoris de ella.
T/n cerró los ojos con fuerza al sentir su orgasmo acercarse. Al notar esto él movió sus dedos dentro y fuera con mayor ritmo, consiguiendo finalmente aquel grito de placer de ella.
Él comenzó a subir dejando besos en ella a cada paso hasta llegar a su cuello.
T/n abrió los ojos y observó aquel par de ojos azules. Rodeó la cintura ajena con sus piernas, mientra él se posicionaba entre estas. Él tomó en su mano su miembro y acarició con este la, ahora, sensible vulva de ella. Posicionó el glande en la entrada y comenzó a empujar lentamente. Un suave jadeo surgió de ella ante el accionar ajeno. Posó sus manos en los hombros de él y su mirada en la ajena.
-Te amo, t/n...- Susurró antes de comenzar a embestir.
-Y yo te amo a ti, Calvin.- Dijo ella.
~•~
Los ojos de t/n se abrieron abruptamente. Observó el techo de la habitación antes de cerrarlos de frustración. Un lento quejido se escapó de ella.
Desde que había comenzado a tomar las píldoras que Max le había dado, los sueños habían vuelto a aparecer; Siempre vividos, siempre un pedazo de recuerdo de su vida, siempre frustrante.
Pero este, en particular, no le era extraño soñar; A pocos días de un nuevo aniversario, él se hizo presente en sus sueños una vez más, dejándole al despertar una leve sensación de vacío. Uno que llevaba años intentando llenar u olvidar.
-Jamás se olvida a quien se amó...- Murmuró.
Observó la hora en su reloj. 7:30 de la mañana.
-Hora de comenzar.- Susurró antes de salir de la cama.
A pesar de los sueños recurrentes en los que sólo veía partes de su pasado, el poder dormir por las noches era algo bueno para ella.
Ordenó la cama de manera impecable antes de buscar que ropa vestir para ese día.
Finalmente se decidió por un vestido solero hasta las rodillas color negro, borcegos, chaqueta y lentes de sol oscuros.
Ordenó las prendas sobre la cama y se dirigió hasta el baño para tomar una ducha.
Al salir de la ducha, observó su reflejo en el espejo. Si bien las bolsas comenzaban a disminuir, su rostro aún lucía cansado; Los años de huir sin pausa habían causado estragos en ella al punto de no poder dormir en paz por mucho tiempo. Siempre con un ojo abierto, siempre alerta.
El peligro no descansaba, al menos no para ella.
Tras dar los toques finales a su cabello, tomó su mochila y salió del departamento.
Si bien siempre intentaba dejar el menor indicio posible de su precensia en cada lugar en el que estaba, la idea de un viaje en uber para poder meditar no sonaba tan mal.
El recorrido no era tan largo pero si lo suficiente como para no querer hacerlo a pie o teletransportarse.
Una vez más su mente comenzó a viajar a los recuerdos de aquel par de ojos azules.
Apretó a su pecho el ramo de flores que llevaba.
~
-Sé lo mucho que odiarias estar en este lugar, pero mi egoísmo fue tan grande como para ir en contra de aquello que quizá hubieras querido.- T/n se arrodilló frente a la inscripción. El césped frío bajo sus rodillas.
Sacó de su mochila un pañuelo y quitó el polvillo de la inscripción; las letras doradas sobresalían una vez mas:
"Calvin Beaulieu
20/8/1984 - 13/6/2020"
-Yo también odio esto, pero este es el único lugar en el que puedo encontrarte... y es una mierda.- Los ojos de t/n se llenaron de lágrimas. -Yo debía protegerte y no lo hice. Fui egoísta al creer que podía ser feliz a tu lado y que no habría consecuencias.- Sus lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas. -La culpa de que tu estés aquí no la va a aliviar nadie... no hasta que ese monstruo pague por lo que te hizo.- Aseguró.
Secó levemente sus lágrimas con el dorso de su mano.
Observó la lápida frente a si. Una mezcla de dolor y rabia invadía su ser.
Calvin había sido, sin duda, una de las personas más importantes en su vida.
Acomodó el ramo de flores junto a la lápida. Una leve sonrisa se formó en su rostro.
-Jamás te olvidaré. Y va más allá del hecho de no poder olvidar nada.- Dijo casi sonriendo. -Eres difícil de olvidar, Calvin. Dulce, divertido, inteligente...- Agregó.
El silencio se hizo presente.
T/n inhalo lentamente mientras secaba sus lágrimas. Su mirada estaba fija en la inscripción.
La tranquilidad era palpable, casi que se podía oír absolutamente todo. Incluso los pensamientos.
"¿Qué digo? ¿Qué hago? ¿Cómo me acerco?"
Era difícil olvidar el sonido de una voz. En especial una que había escuchado durante tanto tiempo, dentro y fuera de su cabeza.
Un suspiro se escapó de ella. Cerró los ojos con fuerza.
-Maldito James.- Murmuró poniéndose de pie.
Dio un último vistazo a la inscripción antes de comenzar a caminar en dirección a la salida del cementerio. Sintió un par de pasos pesados tras ella por lo que aceleró los suyos. Continuó sin mirar atras.
-¿Por qué diablos está aquí?- Murmuró.
Al ver la salida, sintió algo de alivio. Salir, desaparecer, seguir adelante. El plan era siempre el mismo.
Pero todo se vio frustrado al sentir una mano rodear su brazo, deteniendo así su huída.
T/n cerró los ojos intentando evitar mirar a quien la había detenido.
-Por favor, déjame ir...- Dijo en un hilo de voz.
-Por favor, deja de huir.- La voz de Steve sonaba calmada.
Lentamente, t/n abrió los ojos. Observó con detenimiento al hombre frente a ella.
Su cabello había crecido y su rostro tenía una espesa barba. Sus ojos ya no eran tan inocentes como los recordaba.
-En serio, tienes que dejarme ir.- Dijo t/n en tono firme.
-En serio, tienes que dejar de huir.- Agregó él.
T/n rodó los ojos.
-¿Sólo vas a repetir las estupideces que digo?- Cuestionó t/n en tono molesto.
Steve asintió.
-Steve, por favor.- El tono de t/n cambio a uno más calmo. -Si no me sueltas no puedo irme y creo que sería mejor si me voy...- Finalizó.
-Entonces no te soltare.- Dijo Steve en tono serio.
T/n fruncio el ceño. Si bien sabía que Steve sería persistente, aún no estaba lista para confrontarlo.
-Lo siento...- Susurró.
Steve parpadeo rápidamente al sentir un cosquilleo en la nuca. Poco a poco este se transformó en un ardor que recorría todo su cuerpo.
Al observar la mano con la que rodeaba el brazo de t/n, vio como esta estaba envuelta en llamas al igual que su brazo. Rápidamente, dejó ir el brazo de ella.
T/n dio algunos pasos hacia atrás aún observando a Steve.
-Lo siento, Steve.- La voz de t/n se quebró.
Antes de desaparecer, Steve notó los ojos de ella llenos de lágrimas.
Las llamas se apagaron al momento en que t/n desaparecio.
Un suspiró de derrota se escapó de él.
-Tan cerca, maldita sea...- Murmuró antes de caminar hacia la salida.
~•~
-Dejame ver si entendí.- Dijo Wade con la boca llena de doritos. -Fuiste a buscarla, la atrapaste ¿Y ella uso uno de sus trucos telegraficos para que la dejes ir?- Cuestionó el mercenario.
Steve rodó los ojos, exasperado.
Una carcajada se escapó de Wade.
-¿Qué es tan divertido, imbécil?- Cuestionó Steve.
Wade lo señaló con una fritura.
-Tu eres divertido, capi.- Dijo antes de lanzar la fritura a su boca. -Ese intento desesperado por atrapar a Lady Galadriel hizo que fueras sólo... yo hubiera sido de más ayuda.- Agregó.
Steve apagó la colilla de su cigarrillo en el cenicero y dejó escapar un suspiro de derrota.
Observó a Wade y fruncio el ceño.
-¿Cómo diablos hubieras sido de más ayuda?- Cuestionó.
Wade limpió las migajas de sus manos en su pijama y sonrió.
-Digamos que, si preguntan no pienso admitirlo, le robé un frasco de sedantes al querido Shrek.- Wade posó la pequeña botella sobre la mesa de la cocina.
Steve observó a Wade y sacudió la cabeza.
-¿Y eso como nos iba a ayudar?- Cuestionó.
-Una jeringa, una dosis pequeña, un pinchazo en el trasero. Dormirá como una bebé por horas.- Agregó.
-¿No que el factor de curación y el metabolismo acelerado harían que el sedante no cause efecto?- Dijo Caliban, quien había permanecido en absoluto silencio escuchando la conversación.
-Si, pero en el caso de ella el factor es menor. Digamos que es entre un 35 y un 40% efectivo. Tarda algunas horas en curarse una herida grave y algunos días en reconstruir una parte faltante.- Señaló Wade. -Por lo que los sedantes si tienen efecto en ella.- Aseguró.
Steve observó la botella una vez mas. La idea de tener que drogar a t/n no le agradaba en lo absoluto, pero por otro lado, quizá era la única manera de traerla sin inconvenientes...
-Ok, la próxima vez avisa que tienes esto y yo te avisaré que iré por ella.- Dijo mientras se ponía de pie.
Wade lo detuvo.
-Hay algo más que quizá te interese.- Dijo en tono juguetón.
Steve rodó los ojos.
-Si dices algo con respecto a esa cosa que llamas pene, te patearé el maldito trasero.- Dijo Steve en tono amenazante.
Wade sacudió la cabeza.
-Era la idea, pero...- Steve arqueo una ceja. -No, no es eso. Encontramos a la cambiaformas.- Finalizó.
-¡¿Cuando diablos pensabas decírmelo?!- Exclamó Steve.
Wade se encogió de hombros.
-Dolores Umbridge me dijo que no te dijera, pero ella no es mi jefa...- Dijo Wade.
Steve rodó los ojos una vez mas.
Esta vez, se dirigió a Caliban.
-¿Cuándo y dónde?- Cuestionó.
-A unas calles de aquí, de hecho. Cuando tu saliste esta mañana, me topé con su olor y lo seguí.- Hizo una leve pausa. -Estaba en una cafetería, supongo que haciendo intercambios, cuando Wade la sedo, la trajo hasta aquí y la encerró en el baño.- Dijo el pálido hombre.
-Ok, ¿Despertó? ¿Dijo algo?- Agregó Steve.
Caliban asintió.
-Dijo que no nos diría nada. Luego la telepata habló con ella y al parecer llegaron a un acuerdo. Sólo nos dio las localizaciones donde podemos encontrar a t/n.- Aseguró Caliban.
Steve asintió.
-¿Dónde está ahora?- Cuestionó.
-Ursula la dejó ir.- Agregó Wade.
Un suspiro de exasperación se escapó de Steve.
-¿Y tu no hiciste nada?- Cuestionó frustrado.
-Sabes que me odia y no le quiero dar motivos para que me odie mas... O me robe mi bella voz.- Dijo Wade. -Ademas, Casper dijo que era mejor dejarla ir.- Dijo señalando a Caliban.
-¿Dónde diablos está Erin?- Cuestionó Steve.
-Salió hace como dos horas y, como no es muy comunicativa, no tengo idea de a dónde fue.- Agregó Wade.
Steve rodó los ojos una vez mas. Si bien esto había sido lo más cerca que estuvo de t/n desde que comenzaron la misión, aún estaban demasiado lejos de saber el motivo por el cual huía. Y eso lo enfurecia.
Rápidamente, salió de la cocina y se dirigió a su habitación. Cerró la puerta tras de si con fuerza.
Observó un momento su alrededor y fruncio el ceño. Algo, definitivamente, no estaba del todo bien.
Todo parecía estar en perfecto orden, tal como él lo había dejado, pero con el mínimo detalle de que había sido acomodado para imitar la posición original de cada cosa.
Lentamente, se acercó hasta la cama. Se sentó en el final de esta, y sacó de abajo su equipaje. En efecto, el cierre del mismo no estaba como él lo había dejado.
Al abrirlo, el archivo de t/n no estaba.
Una leve risa se escapó de él.
-Prometí encontrarte, pero al parecer sólo debo esperar a que vengas por mi...- Murmuró observando la rosa de papel que había dentro de su maleta.
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