Circunstancias, casualidades y otras mentiras - Parte 3
PROMEDIO DE PALABRAS: 3400+
ADVERTENCIAS: VIOLENCIA, mención de un asesinato, maldiciones, insultos, mención de encuentros sexuales, engaños, mención de corrupción, malversación. ¡Leanlo hasta el final!
ESCRITO POR: PomeloVillano
N/A: *Al final*
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OBJETIVO: Rogers, Sarah. (Madre)
Edad: 65.
Estado civil: Viuda.
Ocupación: Ama de casa, retirada. Anteriormente dueña de una florería.
Ubicación actual: Barrio cerrado "Las Magnolias" - Upper east side, Nueva York.
Sarah disfrutaba de la tranquilidad de su retiro; Tras años de trabajar arduamente, su único hijo le dio la posibilidad de poder descansar en un lugar donde las personas fueran mas acorde a ella.
El elegante barrio privado la hacía sentir tranquila, ya que nada malo ocurría.
La elegante mujer sonreía mientras dejaba a un lado sus tennis deportivos, feliz de otra caminata en la que pudo conversar con sus amigas y mantener el ritmo que la hacía sentir joven.
A paso seguro, comenzó a subir las escaleras. En el anteúltimo escalón sintió que su pie no pudo hacer contacto con este y cayó hacia atrás, rodando hasta el principio de las escalinatas, donde su empleada la encontró.
Steve se quedó junto a ella hasta que despertó después de una larga cirugía para repararle la columna, cadera y detener una hemorragia interna grave.
También se quedó a su lado hasta que le dieron el alta médico el cual no fue para nada feliz ya que, muy a su pesar, debió mudarse a una casa de reposo donde podrían darle el cuidado necesario debido a que no volvería a caminar.
Una canasta de bienvenida repleta de pañales para adultos hizo que Sarah rompiera en llanto al darse cuenta de que su vida jamás sería la misma; No mas caminatas, ni bailes, o estar de pie.
"Que disfrutes tu retiro.
Pd: Aceita bien esas ruedas."
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OBJETIVO: Barton, Clinton Francis. (Vigilancia)
Edad: 43.
Estado civil: Casado, tres hijos. Una amante.
Ocupación: Contratista.
Ubicación actual: Norte de Nueva York.
Clint dio un lento sorbo a su café y suspiró aliviado al sentir la cafeína llenar su ser. Luego de una larga noche buscando archivos casi a oscuras, el contenido de su jarra térmica le garantizaban que no se quedaría dormido a mitad del largo día que tenía por delante.
A paso lento, balanceando una gran pila de archivos y su jarra de café, se acercó hasta su auto y presionó el botón para desactivar la alarma. Abrió la cajuela y dejó los archivos en esta antes de cerrar. Subió al vehículo y encendió la radio, buscó una estación con música tranquila. Condujo varias calles hasta el estacionamiento vacío donde dejaba su auto fachada y sacaba el verdadero; El poderoso y veloz convertible deportivo era el mayor de sus orgullos, lo que más felicidad le traía.
Al subir al auto, suspiró feliz. Encendió el motor y sonrió ante el rugir de este.
Entonces, el tick tick tick se hizo mas notorio. Clint salió del vehículo rápidamente pero no logró alejarse a tiempo cuando éste explotó. El fuerte pitido en sus oídos comenzó a menguar hasta que ya no podía percibir nada.
Con un sentido menos, el siempre alegre y divertido sujeto se convirtió en un amargado y frío hombre que ya no podía lidiar con un afuera que era nuevo para él.
Era extraño recibir regalos, mas aún uno que no tenía remitente alguno, solo una nota.
"Ahora todo lo que veas será un secreto.
Pd: Para que comiences a practicar."
El glosario del lenguaje de señas hicieron enfurecer a Clint, quien mas que nunca quería gritar.
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OBJETIVO: Romanoff, Natasha. (Inteligencia, estrategia.)
Edad: 38.
Estado civil: Soltera.
Ocupación: Asistente personal. Stark Industries.
Ubicación actual: Hotel Caesars Palace - Las Vegas.
Natasha odiaba inmensamente su trabajo; Servir café a pesar de tener conocimiento suficiente como para hundir imperios no era lo que esperaba cuando comenzó a trabajar para Tony Stark como favor para Steve, pero los viajes gratis y los regalos costosos por parte de su jefe no le desagradaban.
Luego de una larga jornada asistiendo a su jefe, él le dio la noche libre. Entonces ella lo aprovechó al máximo; Un club de strippers super exclusivo donde las chicas la trataban como a un rey, era el mejor plan que se le podía ocurrir.
Muchos tragos, varios bailes por parte de las hermosas mujeres del lugar, Natasha se sentía cargada de confianza. Pero a veces la confianza te empuja a hacer tonterías.
Tras chocar con alguien y luego de una acalorada discusión con uno de los clientes, Natasha decidió que era hora de volver al hotel y olvidar el mundo por una noche. Entonces, el sujeto al que había insultado la siguió hasta afuera y la noqueó.
Natasha despertó al día siguiente en una cama de hospital, con un agotado Tony a su lado.
Mientras el doctor mencionaba que había tenido la "suerte" de que solo le hayan cortado la lengua, por dentro ella lloraba de rabia.
Al regresar a su departamento, el libro de recetas de comidas blandas y papillas sacaron su furia hacia afuera llevándola a destrozar todo a su paso.
Luego de ese arranque de ira y romper en llanto, algo captó su atención; El pequeño cisne de origami tenía lo que parecía ser tinta en el pico. Al desarmarlo, la nota la hizo fruncir el ceño.
"Se dulce como la miel.
Pd: No te olvides de usar hilo dental, así siempre brillara esa sonrisa."
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OBJETIVO: Barnes, James Buchanan "Bucky". (Fuerza bruta, buscador.)
Edad: 40.
Estado civil: Soltero.
Ocupación: Socio principal de Rogers Inc.
Ubicación actual: Brooklyn - Nueva York.
Bucky secó el sudor de su frente y resopló al ver el agujero en el punching bag.
-Es el quinto esta semana, Barnes,- Dijo el dueño del gimnasio. -Estoy harto de los daños que le haces a nuestros equipos cuando tienes un "mal día".- Agregó.
El castaño inhaló profundamente, exasperado.
-Te lo voy a pagar, no te preocupes.- Dijo en el tono mas calmado que logró manejar.
-¿Pagar? ¿De que carajos me sirve el dinero si ahuyentas a los demás clientes con esa actitud tuya?- Espetó el dueño. -Lo siento, pero cancelaré tu membresía. No quiero lidiar mas contigo.- Agregó antes de alejarse.
Bucky apretó su mandíbula con fuerza.
-Si así lo deseas...- Dijo él antes de caminar hacia las duchas.
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-¿No cree que es demasiada coincidencia que haya una cámara de seguridad en un callejón? ¿Cual es el punto de poner vigilancia en un lugar así?- Dijo el abogado de Bucky.
-No encontramos que sea una coincidencia la única pieza de evidencia que nos llevó a arrestar a su cliente pero, gracias a la filmación donde se lo ve claramente esperando a la víctima y posteriormente golpeándolo, pudimos extender una orden de registro y encontramos sangre en su ropa que pertenece a Andrew, quien estuvo en un coma inducido por tres días hasta que murió. De haber sobrevivido, habría tenido una vida poco feliz a causa de los daños.- Aseguró el abogado de la familia del sujeto. -Investigando solo un poco encontramos que el señor Barnes tiene antecedentes de violencia doméstica, múltiples arrestos por peleas en bares, fue expulsado de cinco consultorios de psicólogos por mala conducta, denuncias por destrucción de propiedad, vandalismo, acoso sexual, y tiene no una sino diez órdenes de restricción por parte de ex novias, empleadores, vecinos... ¿Debo continuar?- Agregó.
Bucky apretó su mandíbula y exhaló con fuerza. Era la primera vez que nada estaba saliendo según lo planeado y que existía la posibilidad de ir a prisión como consecuencia de sus propios actos.
-No, creo que escuché suficiente. Debido a que todo se dio de manera apresurada, debería hacer un intermedio.- Dijo el juez.
Bucky suspiró aliviado.
-Sin embargo, dada la larga lista de denuncias y cargos en contra del acusado, darle el derecho a duda sería un error fatal que parece que muchos cometieron en el pasado... Por lo tanto, ordeno que el señor James Buchanan Barnes sea enviado a prisión de forma preventiva hasta el juicio, sin posibilidad de fianza.- Dijo el juez.
El abogado de Bucky comenzó a protestar inmediatamente. Bucky, por su parte, intentaba mantener la calma por primera vez en su vida. Enloquecer no se vería bien.
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Bucky levantó el tubo del comunicador y suspiró ante el rostro del otro lado.
-Hola, ma.- Dijo en tono calmado.
-Hola, Jamie.- Dijo la castaña tras el cristal. -¿Como estás?- Cuestionó ella.
-Tan bien como puedo estar en un lugar así.- Aseguró él. -Gracias por los libros que enviaste, pero no necesito esa mierda de auto ayuda. Mucho menos aquí.- Agregó.
Su madre frunció el ceño, claramente confundida.
-Yo no te envíe libros, cariño, solo tu diario.- Dijo ella.
Bucky rodó los ojos.
-¿Entonces por qué carajos estaban esas estúpidas notit...?- El castaño detuvo sus palabras de manera abrupta. -Disculpa, ma, pero debo hacer algo.- Tras decir aquello, se levantó y dejó a su madre aún mas confundida.
~
Bucky buscó las notas que venían con cada libro que le habían enviado. Al alinearlas, notó que cada una tenía algunas letras que resaltaban. Tras ordenarlas, se leía con claridad "Disfruta tu nuevo hogar."
-Carajo.- Murmuró el castaño.
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OBJETIVO: Rogers, Lauren Cassandra (Esposa)
Edad: 23.
Estado civil: Casada.
Ocupación: "Ama de casa".
Ubicación actual: Brooklyn - Nueva York.
Lauren dejó las bolsas de compras en el asiento trasero de su auto nuevo y sonrió; Tras algunas horas de recorrer tiendas y buscar meticulosamente, había conseguido lo necesario para "convencer" a su esposo de ir de vacaciones a esa isla que tanto le había gustado. Un descanso no le caería mal.
Desde las audiencias por la tenencia de la hija de Steve, él se había vuelto algo distante. Pero todo podía remediarse.
Lauren puso el vehículo en marcha y condujo fuera del estacionamiento del centro comercial.
Quizá dos años en esa vida de opulencia la habían hecho olvidar un sin fin de cosas importantes, como respetar el límite de velocidad, usar cinturón de seguridad, y chequear su auto antes de comenzar a manejarlo.
El sonido de las bolsas de compras moviéndose captó su atención; Al ver por el espejo retrovisor, una rubia reía mientras inspeccionaba una de las diminutas tangas de encaje que había comprado.
-Veo que la manzana no cae muy lejos del árbol, Laurie.- Dijo la rubia.
Sin detenerse, Lauren rodó los ojos.
-Es Lauren, ¿Y qué carajos haces en mi auto?- Dijo ella en tono molesto.
El click del arma apuntándole a la cabeza la hizo abrir los ojos de par en par. La rubia del asiento trasero sonrió.
-Necesitaba ver de cerca a la hija de la famosa Tammie... Eres idéntica, hasta en lo zorra.- Dijo la rubia.
Un suspiro tembloroso se escapó de Lauren.
-¿Como conoces a mi madre?- Dijo ella.
La rubia sonrió.
-Le hice una visita.- Aseguró en tono animado. -Es una buena mujer, dejando de lado su oscuro pasado, ya sabes, estafadora, cazafortunas, zorra... Veo que seguiste con la larga línea familiar.- Agregó. -Acelera.- Dijo la rubia.
-Estoy rebasando el limit...- La rubia la interrumpió al presionar el cañón del arma en su cabeza un poco mas.
-¡¿Luzco como policía de tránsito?!- Exclamó la rubia en tono molesto. -¡DIJE ACELERA!- Dijo antes de empujar la cabeza de Lauren.
Presionando el pie en el acelerador, Lauren tembló de terror.
Con dificultad, sin dejar de apuntar su arma, la rubia cruzó entre los asientos y se sentó junto a Lauren.
-Sabes, Loretta, a esta velocidad se necesitan mas o menos unos cien metros para frenar.- Dijo ella.
-¿Quien eres?- Cuestionó Lauren.
-Una amiga.- Dijo la rubia en tono amable.
-¿Qué quieres?- Espetó Lauren.
-Que tomes el teléfono y llames a tu madre.- Dijo la rubia.
Lauren frunció el ceño.
-¿Qué?- Dijo confundida.
-¡Que tomes el puto teléfono y llames a tu madre!- Exclamó la rubia.
Lauren obedeció de inmediato. Tan rápido como su temblorosa mano le permitía, buscó el contacto de su madre. Tras marcar, esperó.
-Pon el altavoz.- Dijo la rubia.
Lauren tecleo en su teléfono y lo apoyó sobre su pierna.
-Hola, hija, ¿Cómo estás?- Dijo la mujer del otro lado.
-Hola, mamá, yo estoy bien,- Aseguró Lauren. -¿Tu como estás?- Agregó en el tono mas calmado que logró manejar.
-Exhausta. Colin será muy guapo pero es trabajo de tiempo completo. Necesito vacaciones.- Dijo ella.
Una risita nerviosa se escapó de Lauren.
-¿Sigues con él?- Cuestionó.
-Tiene dinero, un hermoso pene y le gusto.- Dijo su madre. -¿Cómo sigue tu matrimonio? ¿Steve te perdonó por golpear a la mocosa?- Cuestionó.
Lauren suspiró lentamente.
-No... Creo que sigue molesto conmigo.- Aseguró. -Pero...- La rubia la interrumpió.
-Dile que lo sientes.- Susurró ella.
Lauren frunció el ceño.
-Mamá... Lo siento.- Dijo dudando.
-¿Por qué, cariño?- Dijo ella.
-Dile que no vas a darle mas dinero.- Susurró la rubia.
-No... no voy a poder enviar mas dinero.- Dijo Lauren.
El silencio se apoderó del vehículo.
-Pagué tu cirugía de nariz, te compré ropa costosa para que te pavonees frente a Steve y te metieras en su cama, ¿Y así me lo pagas? Eres una maldita ingrata.- Dijo su madre en tono molesto. -¿En serio quieres hacerme esto a mi, a tu madre? ¿Luego de todo lo que hice por ti me vas a dejar a mi suerte? Sería una pena que la madre de la mocosa sepa lo que hiciste...- Agregó en tono sombrío.
-Mamá, Steve recortó mis fondos desde la audiencia, ¡No es mi culpa!- Exclamó Lauren.
-¿Sabes qué? Me importa un carajo, ya no eres mi maldito problema. Yo te dí todo y tu solo eres una zorrita que no llegará muy lejos cuando él sepa lo que has hecho.- Dijo su madre antes de colgar.
-Uuuuuh, creo que mami sabe que te cogiste al mejor amigo de tu esposo.- Dijo la rubia. -Frena.- Agregó.
-Voy demasiado rápido.- Protestó Lauren.
-¡FRENA!- Exclamó la rubia.
El chirrido de los neumáticos quemando contra el pavimento resonó. Al detenerse, la rubia rió.
-Baja del auto. No intentes correr, tengo excelente puntería y me gusta una buena cacería.- Dijo en tono seguro.
Lauren bajó de su auto y esperó. La rubia se sentó tras el volante y observó el parabrisas.
-Si, supongo que funcionará.- Dijo antes sacar un objeto extraño de su bolsillo y de romper el vidrio con este.
Lauren observó a la rubia con detenimiento y pudo notar que tenía guantes de cuero, la ropa que vestía era de color negro pero reconoció que era un equipo táctico.
Tras hacer un agujero en el parabrisas, la rubia encendió el vehículo, bajó y cerró la puerta.
-Camina.- Dijo en tono seguro.
-Tengo dinero, puedo darte lo que quieras.- Aseguró Lauren en un último intento por salvarse.
-No necesito dinero.- Dijo la rubia.
Tras caminar algunos metros, la rubia guió a Lauren hacia el pasto junto a la carretera.
-¿Entonces por qué haces esto?- Cuestionó Lauren, al borde de las lágrimas.
-Es lunes, mi novia está de viaje y...- La rubia empujó a Lauren haciéndola caer de espaldas sobre el pasto. -Tu ya no volverás a molestar niñitas.- Agregó.
-Fue un error... juro que no lo volveré a hacer.- Lauren rogó.
La rubia sacó un trozo de vidrio del bolsillo de su pantalón y sonrió.
-Claro que no lo volverás a hacer.- Aseguró antes de abalanzarse sobre Lauren.
Sus gritos llenaron la vacante carretera.
Pero nadie los escuchó.
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OBJETIVO: Rogers, Steven Grant (Imbécil)
Edad: 41.
Estado civil: Casado.
Ocupación: Fundador y dueño de Rogers Inc., desarrollador de tecnologías, sistemas de seguridad y vigilancia.
Ubicación actual: Brooklyn - Nueva York.
Steve llevaba los últimos seis meses perdiendo.
Desde la audiencia por la custodia de su hija en la que perdió el derecho a verla, su madre cayó por las escaleras de su casa y ya no volvería a caminar, sus investigadores lo dejaron para enfocarse en sus nuevas vidas tras perder la audición y el habla, Bucky había sido sentenciado a 25 años en prisión -sin posibilidad de apelación- por matar a golpes a un sujeto lo que desembocó en que investigaran su trabajo en la empresa, descubrieran una larga lista de fraudes y lavado de dinero, perdiendo la mitad de las acciones de su compañía al ser embargado y congelaran todas sus cuentas bancarias para ser investigado mas a fondo.
Y ahora su esposa tuvo ese horrible accidente con su auto.
El rubio dejó de prestar atención a lo que el médico decía luego de "reconstrucción facial" por daños extensos en el tejido suave. Las fotografías que el cirujano le mostró parecían salidas de una película de terror. Un rostro irreconocible antes y después de la cirugía. Quizá lo único bueno es que, cual milagro, el embarazo no era tan avanzado y el bebé sobrevivió.
Tras una semana de dormir incómodo esperando a que Lauren despierte, comenzó a pensar que no tenía mucho sentido matar su espalda cuando podía, al menos, regresar a su casa.
Era desalentador encontrase en esa enorme casa solo pero el silencio sería mejor después de tanto y tan ruidoso caos. Al entrar, varios ramos de flores dirigidos a su esposa lo esperaban en la mesa de la cocina.
-Esas llegaron esta mañana, señor Rogers.- Dijo Lily, el ama de llaves captando su atención.
-Gracias Lil,- Dijo Steve mientras buscaba algo para beber en el refrigerador. -¿Enviaron algo mas?- Cuestionó.
El rubio destapó una cerveza y le dio un largo trago.
-Un paquete grande que Kai me ayudó a entrar porque era pesado. Venía con instrucciones de donde debía ser colocado.- Aseguró ella.
Steve frunció el ceño.
-¿En donde lo dejaron?- Cuestionó curioso.
-En la habitación principal.- Dijo ella.
El rubio hizo a un lado su cerveza y salió de la cocina rumbo a las escaleras. Subió y caminó a toda prisa hasta la puerta de su habitación. Al pararse frente a esta, inhalo lenta y profundamente antes de abrir.
Todo lucía como de costumbre, nada fuera de lugar. Excepto por el enorme rectángulo frente a su cama, el cual estaba aún envuelto. Con cautela, Steve inspeccionó el objeto y, al no ver peligro alguno, desarmó el empaque.
Tras hacer a un lado el envoltorio, frunció el ceño al toparse con su reflejo. El nítido espejo de cuerpo entero solo tenía una pequeña nota adherida al elegante marco de madera tallada.
"Esto es lo que eres."
Steve se sentó en el final de su cama, observó un momento el espejo y resopló. Quizá no existía mejor momento para tomarse unas largas vacaciones con el dinero que aún le quedaba. Después de todo, podrían ser las últimas.
Sin dudarlo, comenzó a empacar lo necesario para pasar un tiempo lejos del caos en que estaba sumida su vida. Su teléfono sonó escandalosamente haciendo que rodara los ojos. Al sacarlo de su bolsillo, observó con curiosidad el mensaje; De un número desconocido, un corto texto y un archivo adjunto.
"Ahora SI necesitarás una prueba de paternidad ;D"
Al abrir el archivo adjunto, la ira se apoderó de él al ver a su esposa teniendo sexo con su mejor amigo sobre el escritorio de su oficina. El aparato colisionó contra la pared rompiéndose en pedazos.
Steve salió de su habitación cargando dos maletas y sus enormes ganas de dejar atrás absolutamente todo. Al entrar al garage, guardó las maletas en el baúl de su auto, lo puso en marcha y condujo fuera de la casa. Entonces, dos camionetas negras bloquearon su camino deteniéndolo. Un agente se acercó rápidamente.
-Señor Rogers, debe acompañarnos.- Dijo el sujeto.
-¿Puedo saber por qué?- Espetó Steve.
-Está bajo arresto por lavado de dinero, cuentas offshore, tráfico y venta de datos y fraude al fisco.- Dijo el sujeto antes de abrir la puerta del auto.
Steve suspiró lentamente.
-Ahí van mis vacaciones.- Murmuró antes de bajar con calma de su auto.
El agente lo esposó y guió hasta una de las camionetas. Steve observó su casa una última vez y supo que su vida ya no sería la misma.
Nunca más.
~•~
T/n encendió el teléfono desechable y esperó. Tras unos segundos, sonó seis veces. Cada mensaje de una sola palabra, sacaron una enorme sonrisa por parte de ella.
"HECHO"
Leyó antes de apagar el aparato, romperlo y desecharlo en un cesto de basura.
Un par de pasos pesados captó su atención. El suave gruñido de la madera del banco sacó un lento suspiro de ella.
-¿Eres feliz con el resultado?- Cuestionó Loki.
-Mucho.- Aseguró ella.
-¿Algún cabo suelto?- Cuestionó él.
-No. Thorum fue de mucha ayuda a pesar de ser tan...-
-Torpe.- Dijeron al unísono.
Ambos rieron un momento.
-Eres la mejor de nosotros, nunca lo dudes. Llevaste a nuestra familia a lo más alto una vez más.- Aseguró él. -Eres mi mas grande orgullo, hija mía.- Agregó.
Una amplia sonrisa se plasmó en el rostro de t/n ante aquellas palabras.
-Aprendí de la mejor.- Señaló ella.
Loki posó su brazo sobre los hombros de t/n.
-Tu madre estaría orgullosa de que eres idéntica a ella en todos los aspectos posibles.- Aseguró él.
-Date algo de crédito, papá, tu me enseñaste a lanzar cuchillos y a defenderme.- Bromeó ella.
Loki posó un beso en la frente de su hija y suspiró.
-Tessa dice que estás saliendo con alguien.- Comentó él en tono cómplice.
-Debo ponerle un bozal a esa niña.- Murmuró t/n.
-¿Quién es el próximo cadáver en mi jardín?- Cuestionó Loki.
T/n sonrió.
-Tony Stark.- Admitió ella.
Loki rodó los ojos de manera exagerada.
-¿En serio? ¿Desde cuando?- Cuestionó curioso.
-Desde que le dije que Rogers tenía infiltrados en su compañía. Una cita llevó a otra, luego a otra...- Su conversación fue interrumpida por una risueña Tesla que era perseguida por Thorum.
-T, deja de molestar a mi hija.- Dijo t/n en un falso tono molesto.
La rubia se sentó junto a t/n y apoyó su cabeza sobre el hombro de ella.
-Me debes un par de tímpanos nuevos.- Dijo en tono bajo. -Esa Laura gritó como puddle atropellado.- Agregó.
T/n dio un leve golpe en la pierna de su prima.
-Déjate de tonterías y ve por Tessa. La abuela dijo que está preparando tarta de manzana para el té.- Dijo t/n en tono calmado.
-¿Habrá alcohol? Las fiestas de té me aburren.- Aseguró la rubia antes de ponerse de pie.
-No hay alcohol en casa de la abuela Frigga.- Señaló t/n.
-No que ella sepa.- Murmuró Thorum antes de alejarse.
Una amplia sonrisa se formó en el rostro de t/n al ver a su hija jugar; Después de largos meses de no poder dormir tranquila por no tenerla a su lado, era bueno haber encontrado la paz que necesitaba.
-¿Valió la pena?- Cuestionó Loki sacándola de su momentáneo trance.
T/n asintió levemente.
-Toda la maldita pena.- Aseguró. -Nadie me hace llorar gratis.- Agregó.
~~•~~
N/A: Quizá me quedó un poco largo, pero estoy MEGA feliz con el resultado.
Tenía pensado hacerlo un poco mas violento pero me contuve. Será para la proxima :D
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