Circunstancias, casualidades y otras mentiras - Parte 2

PROMEDIO DE PALABRAS: 3000+

ADVERTENCIAS: Maldiciones e insultos, mención de maltrato infantil, violencia física, nadie tiene las manos limpias en esto. ¡Leanlo hasta el final!

ESCRITO POR: PomeloVillano

*Itálica (cursiva): Flashback*

N/A: ¿Están listos para el drama?

~•~

~Seis años antes, Club Golden Parrot~

Steve observó con detenimiento a la chica que bailaba sola en el club; Suelta, agraciada, algo ebria, parecía feliz.
El rubio veía esa emoción con cierto desdén, ya que en su línea de trabajo nadie era feliz.
-¿Estás viendo a la chica del vestido rojo?- Dijo Bucky.
Steve movió lentamente su vaso antes de darle un corto sorbo.
-Sip.- Dijo el rubio.
-¿Quieres que la invite? Es tu tipo y parece que le gusta divertirse.- Dijo el castaño.

Steve negó con la cabeza antes de quitarse la chaqueta y la corbata. Aflojó los primeros botones de su camisa y arremangó las mangas.
-Creo que me acercaré hasta ella.- Dijo antes de salir del reservado rumbo a la pista de baile.

El rubio caminaba con la confianza que solo alguien como él podía tener; Paso firme y seguro, una expresión relajada en su rostro. Al pararse detrás de la chica del sensual vestido rojo, sonrió al verla continuar su danza.
-¿Te diviertes?- Dijo él al acercarse un poco mas.
La chica volteo lentamente, observó a Steve y sonrió.
-Mucho.- Aseguró ella.
-No te había visto antes, ¿Eres nueva en la ciudad?- Cuestionó él mientras comenzaba a seguir aquellos divertidos pasos.
La chica negó con la cabeza.
-Me fui de aquí hace un tiempo... Estoy de visita.- Aseguró.
-¿Amigos o familia?- Cuestionó él.
-Familia...- Dijo ella. -¿Qué hay de ti? ¿Cuanto llevas en la ciudad?- Cuestionó mientras sus manos comenzaban a recorrer los hombros del rubio.
-Oriundo. Regresé de un largo tour.- Aseguró Steve.
Las manos de él se aferraron lentamente  a la cintura de ella, atrayéndola un poco mas.
-¿Tour? ¿Como soldado o un rockstar?- Dijo ella con curiosidad.
Steve sonrió ante aquellas palabras. Sus manos comenzaron a descender lentamente.
-Se puede decir que Rockstar...- Dijo él. -¿Qué hay de ti? ¿A qué te dedicas?- Cuestionó.
Ella acercó su rostro hasta el oído ajeno y susurró.

-Soy una princesa.- Aseguró ella.
Una leve risa se escapó de Steve.
-¿Dónde está su castillo, su alteza?- Dijo él en tono cómplice.
Una risita contagiosa se escapó de ella.
-Donde tu quieras.- Aseguró.

~•~

Steve sorbaba lentamente su café cuando la vio entrar en su elegante cocina; Con el cabello mojado y oliendo a su gel de ducha, la chica del sensual vestido rojo se ponía los tacones mientras balanceaba su teléfono entre su hombro y oído.
-Roy, estoy en Manhattan, necesito un aventón.- Dijo ella sin notar la presencia de Steve. -Eres un maldito inútil, Roy.- Agregó antes de finalizar la llamada.

Steve aclaró la garganta captando su atención.

-Buenos días.- Dijo él.
La chica suspiró de manera exagerada.
-Gracias al cielo no estoy sola en este lugar.- Dijo aliviada. -Usé tu ducha y uno de los cepillos de dientes que estaban en el cajón del baño.- Aseguró. -Voy a intentar encontrar un taxi o algo.- Agregó mientras buscaba en su teléfono.
-Descuida, si quieres puedo pedirle a mi chofer que te lleve.- Dijo él.
La chica negó con la cabeza.
-No te preocupes, puedo resolverlo sola.- Aseguró. -Supongo que fue una linda noche, quizá debamos repetirlo alguna vez...- Dijo señalando hacía él.
-Steve Rogers.- Dijo el rubio. -¿Cual es tu nombre?- Cuestionó él.
-T/n. Fue un gusto, Steve Rogers.- Dijo ella en tono amable antes de salir de la cocina y caminar hacia la puerta de entrada.
Steve la siguió rápidamente y detuvo la puerta antes de que la cerrara.
-¿Puedo pedirte tu numero al menos?- Dijo él.

T/n sacudió la cabeza.
-Si regreso a la ciudad, yo te buscaré.- Dijo ella antes de enviar un guiño hacia él.

~•~

Steve creyó posible que esa promesa se cumpliera. Después de todo, todas regresaban para una segunda o tercera noche con él.

Luego de la primera semana, aún estaba esperanzado de que ese llamado o mensaje llegara. Comenzó a ponerle demasiada atención a su teléfono, hasta que recordó que ella se fue y no le pidio su numero.

Para el primer mes, comenzó a buscar por su cuenta la manera de contactarla; Viejos amigos, familiares, compañeros de escuela. Pero se encontró con que su familia no era muy numerosa y era bastante reservada, tuvo solo dos amigos en esa ciudad y ya no vivían allí o tenían contacto con ella y que sus viejos compañeros de escuela ya no la recordaban.

Para el segundo mes, algo desanimado, comenzó a pensar que quizá ella lo estaba buscando por lo que puso como prioridad que, en caso de recibir un llamado por parte de T/n, fuera comunicado de inmediato.

Para el tercer mes, Bucky insistió en que debía olvidarse de la chica del club.
-Esta ciudad está repleta de mujeres que harían lo que fuera para que las mires.- Dijo él.
Steve hizo caso, muy a su pesar, y comenzó a pasar tiempo fuera de su penthouse en busca de diversión. Pero ninguna de las personas que conoció podían borrar de su mente a la chica del sensual vestido rojo.

El cuarto mes sus negocios lo mantenían ocupado por lo que no tenía tiempo para pensar en que había sido rechazado por primera vez en su vida. 

Pero entonces, una tarde, su asistente se comunicó con él.

-Señor Rogers, tengo a T/n T/a en la línea 1, dice que es urgente.- Dijo ella.
El bolígrafo que Steve sostenía cayó al suelo ante su sorpresa.
-Ok, tomaré la llamada.- Dijo Steve en tono seguro.
Tras sentarse en su sillón, respiró lentamente antes de oprimir el botón que lo conectaba con la llamada que llevaba meses esperando.
-Rogers.- Dijo en tono serio.
-Hola, disculpa que llame a esta hora.- Dijo ella. -Hace algunos meses nos conocimos en el club Golden Parrot, pasamos la noche juntos.- Agregó.

Steve sonrió ampliamente.
-Creo que sé quién eres... T/n; Vestido rojo, tacones negros, tatuaje de estrellas en el tobillo izquierdo.- Dijo él.
-Esa misma. Bien, como me recuerdas esto no será tan incómodo.- La voz de ella sonaba algo nerviosa. -¿Podríamos reunirnos para charlar?- Cuestionó. -Hay una cafetería a unas calles d...- Steve dejó de escuchar con atención ante la idea de volver a verla.
-Por supuesto. Te conectaré con mi asistente, deja la dirección con ella.- Dijo el rubio.

~•~

Steve observó el frente de la modesta cafetería y frunció el ceño; Acostumbrado a las citas en lugares llamativos y elegantes -además de costosos-, era extraño ser citado en un lugar así. Tras acomodar una vez mas la chaqueta de su traje, bajó del auto y caminó hasta la entrada.
Al entrar, reconoció a T/n de inmediato; Vestida de manera sencilla, una expresión calmada estaba plasmada en su rostro mientras observaba su teléfono. Quizá no era mala idea haber pasado los últimos cuatro meses pensando en ella. A paso seguro, se acercó hasta su mesa.

Steve se sentó frente a ella y sonrió. Su cabeza comenzaba a pensar en una charla para conocer mejor a la chica frente a él.
Pero la conversación no salió como esperaba. En lo absoluto.

-Quise ser civilizada, nada mas. Pero es claro que la única manera en que tu y yo pudimos coincidir es gracias al alcohol, ya que eres un completo imbécil que no ve más allá de su propio pene.- Dijo ella.
Al momento en que comenzó a alejarse, Steve la tomó del brazo.
-Cuando nazca, quiero un test de paternidad.- Dijo él. -Si es positivo, olvidaré que eres una maldita perra, si es negativo haré tu vida un infierno, ¿Te queda claro?- Espetó antes de dejar ir el brazo de ella.

Una leve risa se escapó de t/n.
-Descuida, no necesitas amenazarme. Tampoco te preocupes, yo puedo resolver esto y mas por mi cuenta.- Aseguró ella antes de salir de la cafetería.
Steve la observó partir y sintió la frustración de haber juzgado mal la situación llenar su ser. Tomó su teléfono y marcó rápidamente.

-Barnes.- Se escuchó del otro lado.
-Buck, necesito que busques teléfono y dirección de T/N T/A.- Dijo Steve en tono seguro.

~•~

Steve observó el rostro molesto de t/n y ocultó su satisfacción; Tras años de haber dejado atrás el recuerdo de su persona y haber seguido adelante, encontrarla de casualidad fue algo... extraño.
Pero mas aún la niña que llevaba de la mano. La pequeña que lucía como una versión infantil de él, era sin dudas su hija. 
-Mi clienta puede probar que ella ha sido la única responsable por el bienestar de Tessa, económicamente hablando y como madre; A la niña no le falta ni una sola vacuna en su calendario, no falta a sus citas con el doctor, lleva una vida sana y tranquila.- Dijo la abogada de T/n en tono seguro. -Lo que su cliente pide es absurdo. No estamos dispuestas a ceder la custodia de ninguna manera, con o sin prueba de paternidad. El señor Rogers es un extraño para mi clienta y, más aún, para su hija.- Agregó.

-Lo único que pedimos es compartir la custodia como cualquier pareja divorciada.- Dijo Thaddeus Ross, su abogado. -Poder visitar a su hija cada vez que sea permitido, pasar algunos fines de semana juntos, quizá alguna festividad. Crear un vínculo.- Agregó.
T/n negó con la cabeza.
-Nunca hubo una relación entre él y yo, así que una custodia compartida es una pésima idea.- Espetó ella. -No creo que sea una buena idea poner el bienestar de mi hija en manos de un completo extraño.- Dijo en tono seguro.
-¿Y de quién es la culpa?- Espetó Steve.

T/n elevó una ceja ante el tono del rubio.
-Según este mail, tuya.- Dijo T/n. -El siguiente correo electrónico fue enviado, dos días después de que le informara sobre el embarazo, desde la dirección steven.g.rogers, la cual pertenece al señor Rogers, y dice,- Aclaró la garganta antes de comenzar. 

-"Querida cazafortunas:

Olvídate de la prueba de paternidad, no me importa si es o no mío, no verás un solo centavo de mi parte. Si quieres dinero consigue un empleo o chupasela a alguien dispuesto a pagar por ello. Si intentas contactarme una vez mas, te denunciaré con la policía por acoso. Si intentas hacer público lo que ocurrió entre nosotros, haré que pagues caro.

Atentamente, Steven Rogers."- Leyó T/n en tono calmado.

Steve suspiró lentamente.
-Creí que buscabas un beneficio de mi parte. Estoy acostumbrado a eso en mi vida, a las personas que solo me ven por el dinero que he ganado y no por quien soy realmente,- Dijo el rubio en tono casi triste. -Cuando no obtuve mas respuestas de tu parte pensé que quizá estaba en lo cierto y que intimidarte para que te alejaras había sido lo mejor... Pero, tres años después, te vi con esa niña que es identica a mi y supe que había cometido un error muy estúpido.- Agregó.
Steve observó a t/n y vio en ella un pequeño destello de que, muy en el fondo, le creía.

-Crié sola a Tessa. Fui la única constante en su vida desde el primer momento. Ella es MI hija y por mi parte la respuesta a compartir la custodia es un rotundo no.- Aseguró T/n. -No importa el fallo, no estaré nunca de acuerdo en que alguien que me trató de esa manera sea parte de su vida.- Agregó.

~•~

Steve disfrutaba su tiempo con su hija; A pesar de que solo consiguió visitas semanales en la pelea por la custodia, intentaba ser un buen padre. En contra de todo pronóstico, Tessa había llegado a tomarle cariño. Después de casi dos años, él no se imaginaba su vida sin ella.
-¿Estás lista?- Cuestionó él.
Observó a su hija por el espejo retrovisor y esperó por una respuesta. La pequeña se cruzó de brazos y frunció los labios.

-No quiero ir contigo.- Dijo ella.
Steve volteo y la observó un momento.
-¿Por qué? Este fin de semana no tengo trabajo pendiente así podré estar contigo.- Aseguró él.
 -Es el cumpleaños de mi mamá y quiero quedarme con ella.- Admitió Tessa.

Steve suspiró lentamente.
-Si te quedas hoy tendré que esperar dos semanas para verte, cariño. El martes debo viajar.- Dijo él.
-Entonces vamos a tu casa antes de que baje del auto y vuelva con mi mamá para que ella no esté sola.- Dijo la pequeña en tono seguro.
Steve suspiró lentamente antes de poner el auto en marcha.
-Prometo que será un fin de semana divertido.- Aseguró él.

~•~

Steve tomó la mano de su hija y caminó junto a ella hasta la entrada de su casa; Tras años de vivir en su ostentoso penthouse, decidió que era hora de cambiar por algo que no gritara "soltero" y fuera un lugar cómodo para Tessa.

-¿Estás emocionada por ver a tu mamá?- Cuestionó él.
La pequeña asintió levemente.
-Si.- Dijo en tono tímido.
Steve se detuvo un momento y observó a la pequeña con detenimiento.
-No te preocupes, casi no se nota.- Aseguró él.
Tessa se encogió de hombros un momento. El claxon del auto de t/n cambió la expresión del rostro de la pequeña, quien sonrió ampliamente y corrió hasta la entrada de la casa. 
T/n se acercó hasta el portón y esperó a que este se abriera. Se inclinó y extendió sus brazos. Tessa corrió hasta ella y la abrazó con fuerza.
-Te extrañé mucho, mamá.- Dijo la pequeña.
-Yo te extrañé a ti, cariñ...- Sus palabras se detuvieron al momento en que t/n observó el rostro de su hija. -¿Qué te ocurrio?- Cuestionó preocupada ante el corte en su labio y el moretón bajo su ojo izquierdo.
-Se cayó de una de las sillas de la cocina. Quizá es hora de buscar algo mas seguro.- Dijo Steve.

T/n frunció el ceño.
-Tessa, ¿Como te hiciste eso?- Insistió.
Los grandes de la pequeña se llenaron de lágrimas. Entonces, t/n lo supo.
-¿Quién fue?- Dijo t/n en tono serio.
-Fue un accidente, no quise derramar jugo en la mesa...- Dijo la pequeña. -Lauren se enojó conmigo y me golpeó con su bolso y me dijo muchas groserías.- Admitió.

Los ojos de t/n se abrieron de par en par. Observó a su hija y luego a Steve, quien se veía sorprendido. Cerró los ojos un momento e inhalo profundamente.
-Tessa, sube al auto. Tu tía T está esperándote para darte una sorpresa.- Dijo t/n en tono animado.
La pequeña asintió enérgicamente antes de correr hasta el auto y subir. La risita de ella y la siempre alegre voz de su tía, dieron algo de alivio a t/n.

-Juro que no tenía idea.- Dijo Steve.
T/n observó a Steve un segundo. Sin dudarlo, corrió hasta la casa y comenzó a buscar. Steve la siguió como pudo. Los gritos de su esposa no lo sorprendieron en lo absoluto.
T/n arrastró a la rubia fuera de la casa y comenzó a golpearla en el rostro con furia. Un puñetazo a la vez.
-¡¿Te atreviste a golpear a mi hija?!- Dijo furiosa.
Steve tomó a T/n desde atrás y la alejó de su esposa.
-¡¿Estás loca?!- Dijo la rubia, quien lloraba al verse cubierta de su propia sangre.

T/n intentó liberarse, pero Steve la sostuvo con fuerza.
-T/n, ¡Ya basta!- Dijo él.
-¡¿Por qué la defiendes?! Esa maldita imbécil golpeo a mi hija, TU hija.- Dijo ella.
-Esa pequeña idiota se lo buscó.- Dijo la rubia.

T/n se liberó del agarre de Steve y se abalanzó hacia la rubia una vez mas. Le propinó una fuerte patada en el rostro antes de que Steve pudiera detenerla.
-¡Tu no volveras a ver a Tessa nunca mas!- Dijo T/n en dirección a Steve antes de alejarse.

Steve cerró los ojos un momento antes de ayudar a su esposa a ponerse de pie.
-Carajo.- Murmuró al ver el rostro de su esposa. -¿Acaso perdiste la cabeza? ¿Por qué golpeaste a Tessa con tu bolso?- Dijo él.
-No quise hacerlo pero es claro que nadie la disciplina, ahora entiendo por qué.- Dijo la rubia.
-¿De qué hablas?- Cuestionó Steve mientras la guiaba hasta la casa.
-Es obvio que t/n está demente... quien sabe de lo que sea capaz si se molesta con su propia hija.- Dijo la rubia.

~•~

-¿Estás segura de eso?- Cuestionó su padre.
T/n asintió levemente antes de colocar un naipe frente a ella y esperar por la jugada de su padre.
-Muy segura.- Dijo ella.
-¿Defensa?- Cuestionó él mientras mostraba su juego.
-Nunca borré las cintas con los mensajes de voz, las cartas amenazando, los cientos de mails, los mensajes de texto, todos los números conectan directamente con él. Yo no tengo antecedentes de ningún tipo y demostré que soy una buena madre, él tiene dos denuncias por maltrato a una de sus ex novias.- Aseguró t/n.
-¿Como piensas jugar?- Cuestionó él.
-Encontré mucha suciedad por parte de todo su círculo cercano; Desde su madre, sus mejores amigos hasta su estúpida esposa. No saben cubrir sus rastros.- Señaló t/n.
-Si vienes a pedir permiso para hacer lo que debas hacer, pierdes tu tiempo princesa.- Dijo su padre. -Tu no necesitas el permiso de nadie.- Aseguró.

T/n frunció los labios un momento.
-¿Qué te preocupa?- Cuestionó él.
-Él estaba mostrando interés genuino en Tessa, pero permitió que esa maldita golpeara a mi niña. Él debía cuidar a mi hija y la dejó en manos de una adolescente sociópata.- Espetó t/n.
-Tiene 23 años, no es adolescente.- Bromeó su padre.
-El tiene 40, así que es casi como si lo fuera.- Señaló t/n. -Esa bruja logró que ese infeliz me quite a mi hija alegando que soy una persona violenta y que existe la posibilidad de que su bienestar corra peligro.- Dijo molesta. -Sería incapaz de hacerle daño a mi hija.- Aseguró.
-Lo sé. Tu madre estaría orgullosa de que pongas a la familia por encima de todo.- Dijo él. -¿Cuando comenzarás?- Cuestionó.

-Después de la última audiencia. Luego de que el fallo sea a mi favor, ejecutaré todo.- Aseguró t/n. -A diferencia de él, yo sé cómo y cuándo jugar.- Agregó.
-Entonces te deseo la mejor de las suertes, hija mía.- Dijo su padre. -Trae a Tessa a casa, donde pertenece, y retuerce las pelotas de ese bastardo Rogers hasta que llore.- Agregó.

~•~

T/n hacía su mayor esfuerzo por evitar sonreír ante el fallo. Debía esperar para saborear la victoria.
Tessa se aferró a t/n con fuerza al verla después de meses alejadas.
-¿Prometes que no tendré que ir nunca mas?- Cuestionó la pequeña.
T/n asintió enérgicamente.
-Lo prometo.- Aseguró ella. -El abuelo está en casa esperando por ti.- Dijo en tono alegre.
La sonrisa en el rostro de su hija llenaban de alegría su ser. Seis meses lejos de ella sin poder verla o siquiera hablar por teléfono, habían sido los mas difíciles de su vida.

El aclarar de una garganta captó su atención. T/n cerró los ojos para evitar rodar los mismos. Tomó la mano de su hija y se alejó unos pasos.
-Cariño, ve con tu tía y espérame. En seguida las alcanzo.- Dijo t/n.
La pequeña asintió antes de correr hasta donde su tía la esperaba. Al verla alejarse, t/n suspiró lentamente.
-Realmente lamento mucho todo esto, no creí que sería así.- Aseguró Steve.

Sin voltear a verlo, t/n respiró con calma.
-No lo lamentas.- Aseguró ella. -Aún no.- Agregó en tono calmado antes de alejarse de Steve.
T/n caminó con calma hasta donde su prima la esperaba junto a su hija.
-¿Todo en orden?- Cuestionó ella.
T/n asintió levemente.
-Vamos a casa, tu abuelo nos espera.- Dijo con entusiasmo en dirección a su hija.

~~•~~

N/A: Se viene lo jugoso...

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