#8 Antes de que desaparezcas - Steve Rogers

STEVE ROGERS X LECTORA
PROMEDIO DE PALABRAS: 1300+
ADVERTENCIAS: Tristeza. ¡Leanlo hasta el final!
ESCRITO POR: PomeloVillano
N/A: OS basado en la canción de Chris Cornell "Before We Desappear".

~•~

El tiempo no es nada si no pasa rápido.

-No tengo tiempo para seguir esperando a que él se decida si quiere o no estar conmigo.- Di un profundo respiro intentando calmar mis nervios. -Entiendo que su misión en la vida es ser un héroe, pero ¿Qué hay de mi?- La pregunta salió de mi boca, aún sabiendo la respuesta.
-Él te ama, si eso es lo que te preocupa. Sólo que no es bueno demostrando nada y, con este asunto de salvar al mundo, siempre pone como prioridad el ser un héroe.- Dijo Sam.
Su voz no me transmitía calma, pero al menos era bueno escuchar a alguien mas que a las voces en mi cabeza.
-No es que me preocupe lo que él siente... Es que jamás está presente. Va y viene a su antojo dejándome con la incertidumbre de si volverá o no.- Dije algo molesta.
Las lágrimas comenzaban a formarse en mis ojos. Era cada vez mas difícil contenerlas.
-Tranquila, t/n. Hablaré con él y si debo obligarlo a ir a casa, lo haré.- Aseguró él.
Una leve sonrisa se formó en mi rostro.
-Te diría que no lo hagas, pero realmente quiero verlo. ¿Es demasiado egoísta de mi parte?- Cuestioné.
-Para nada. De hecho es lo normal.- Dijo en tono animado.  -Ok, debo irme. Prometo hacer lo posible por mandar el trasero de Rogers a casa.- Tras decir esto, Sam colgó la llamada.

El tiempo se lleva todo lo que alguna vez fuiste, dándote nada a cambio.

Dejé mi teléfono a un lado, sabiendo que esa promesa quizá no se cumpla. No porque no confíe en Sam, sino porque Steve es un hueso duro de roer. Maldito él y sus ganas de ser héroe.
¿Qué puedo hacer?
No soy quién para decirle que debe o no hacer. Es un adulto y su misión en la vida es salvar al mundo.
¿Cómo afrontar la ausencia de quien amas cuando este está y a la vez no?
Desde los acuerdos él y sus amigos están en la huida. Yo también.
¿Debo darme por vencida?
Él no se da por vencido, o al menos eso es lo que deja en claro cada vez que regresa a casa...

No te da nada a cambio, solo una fría cama en la tierra.

Este lugar es hermoso, no voy a negarlo, pero no es mi verdadero hogar. Ese lo dejé por él, por seguirlo en su noble misión de salvar al mundo.
Aún así aquí estoy, en el medio de la nada, esperando a que él regrese y se quede para siempre a mi lado.

Siempre hay manera de ser libre, siempre encontrarás la salida.

Si bien me cansé de llorar, no puedo evitar hacerlo.
No todo fue malo, no. Siempre se puede mirar hacia atrás y sonreír ante lo que alguna vez fue perfecto.
Su amor me llenó cuando alguna vez me sentí vacía, su cariño me curó cuando alguna vez estuve herida, su calor combatió el frío que mi ser resguardó por mucho tiempo.
Si, es terrible sentirse incompleto y que alguien más te complete, pero siempre fui así y él cambio la tristeza en mi por felicidad.
Pura y absoluta felicidad.

La vida no es nada si no es difícil.

Los días a su lado me habían hecho olvidar de lo complicado que es estar solo. Antes de conocerlo solía vivir encerrada en mi misma, en la soledad de mi hogar.
Antes de él no tenia verdaderos motivos para poner un pie fuera de la seguridad de mi refugio.
Antes de él era impensable pasar el rato con otras personas, o siquiera divertirme.
Pero él llegó y todo lo que alguna vez me hizo estar triste, me hacía feliz.
Él lo cambió todo.

Te mostrará quien eres realmente.

Pero la vida de fugitivos lo cambió todo. Una vez mas.
En su afán de seguir lo que cree que es correcto, debió dejar a un lado la vida que conocía para convertirse en un ser anónimo. Dejó todo atrás sin siquiera dudarlo.
Yo no tardé en seguirlo en su huida. Nada me ataba a ese lugar como el estar a su lado. Y él ya no estaba en esa cuidad ni en ninguna otra.

Te tirará al suelo cuando creas que llegaste alto.

Al principio todo apuntaba a que aquello que nos prometimos se haría realidad; una casa en la tranquilidad del medio de la nada, hijos, alguna mascota y amor eterno.
Los días no eran mundanos y eso me encantaba. Pero, pronto, el mundo lo necesitó nuevamente y él respondió a la llamada.

La caída libre será difícil y el aterrizaje doloroso.

-Juro que es la última vez.- Dijo Steve.
La sinceridad en su voz era inmensa.
-Eso dijiste la ultima vez, y aquí estamos. Sólo prometeme que volverás a salvo. Prometelo Steve.- Dije casi rogando.
Él me abrazó y susurró en mi oído.
-Prometo volver a salvo. Terminaremos de pintar la habitación de arriba y comenzaremos a llenar esta casa de niños.- Dijo en tono animado.
Una sonrisa se formó en mi rostro ante la idea.
¿Hijos con Steve? La idea es hermosa.
-Ve, Capitán, el mundo espera ser salvado por ti.- Me separé levemente y lo observé.
Di un suave beso en sus labios antes de dejarlo partir.

Allá afuera, en algún lugar, está el refugio de tu corazón.

En mi intento de calmar mi mente, comencé a escribir. Era una de las pocas cosas que me relajaban y me daban una sensación de calma.

Pero todo cambió.

La sensación de que algo andaba mal hizo que mi estómago doliera. Era como si el aire dejara de correr y todo sabía a ceniza.

¿Cuánto tiempo estaremos creyendo que viviremos para siempre?

Era como si todo el dolor y la desesperación se magnificaran.
Como si el peso del mundo entero me aplastara.
Era como si la vida, se desvaneciera lentamente.

Me temo que el tiempo esconde los años, como si nunca hubiéramos estado aquí.

La desesperación de sostenerme a algo que anclara mi vida a este mundo me hizo correr a mi habitación.
Encontré la chaqueta favorita de Steve y la abracé. Respiré profundamente su aroma mientras mi vida se desintegraba.

Y así se fue... Todo se fue.

Sujetame fuerte, antes de que desaparezca.

~•~

Steve retornó a su hogar unos días después. El dolor de ver a sus amigos desvanecerse frente a sus ojos era tan grande que no podía pensar en nada.
Pero luego recordó que alguien mas lo esperaba.

¿Cuán difícil es que despiertes a mi lado cada mañana?

Al abrir la puerta, el silencio era abrumador.

¿Cuánto tiempo estaremos creyendo que viviremos para siempre?

-¿T/n?- Steve llamó a su nombre sin respuesta alguna.
No.
-T/n, cariño, ¿Dónde estás?- Llamó una vez mas.
Aún sin respuesta, buscó en toda la casa.
Al llegar a su habitación, está también se encontraba vacía.

No soy nadie para desperdiciar tu tiempo.

En la cama se encontraba su chaqueta. Un montón de cenizas dispersas a su alrededor.

Siempre buscando algo de luz.

Steve cayó de rodillas, sabiendo lo que había sucedido.

En algún lugar allá afuera, pasará la tormenta y nos refugiaremos en tu corazón.

Un sin fin de lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos.

No sólo de tristeza y dolor, sino de furia.

¿Cuánto tiempo estaremos creyendo que viviremos para siempre?

Tras varios días de permanecer encerrado en su habitación, Steve salió de ésta para despejar su mente.
En la mesa de la cocina encontró uno de los anotadores de t/n. Éste estaba abierto.
Al mirar en las paginas, encontró lo que parecía que había escrito antes de que todo ocurriera.

"¿Qué tan difícil es que compartas tu amor conmigo?
¿Qué tan difícil es que despiertes a mi lado cada mañana?
¿Cuánto tiempo estaremos creyendo que viviremos para siempre?
Me temo que el tiempo esconde los años, como si nunca hubiéramos estado aquí.
Por favor, sujetame fuerte antes de que desaparezca."

Un suspiro de derrota se escapó de Steve.
-Prometo vengarte, amor mío. Lo juro.- Dijo en el silencio de su, ahora, vacío hogar.

~~•~~

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