#78 Irracional
STEVE ROGERS X LECTORA
PROMEDIO DE PALABRAS: 1700+
ADVERTENCIAS: Celos, celos y mas celos. Algunas maldiciones, inseguridad. ¡Leanlo hasta el final!
ESCRITO POR: PomeloVillano
N/A: ¡Feliz última semana del año! Por acá estamos preparando contenido nuevo para que el próximo año también esté lleno de historias.
#PomeloAmaASteve
#TeamCapipaleta
#SteveRogersPapazoteeeeh
~*~
Steve inspeccionaba con detenimiento la fecha de vencimiento de una botella de leche en la sección de lácteos del supermercado cuando alguien le habló.
-Disculpe, ¿Me podría ayudar a alcanzar ESE queso de ahí?- Dijo una chica en tono amable señalando uno de los estantes mas altos.
Como de costumbre, él asintió y tomó el queso que ella señalaba. Tras entregárselo, ella sonrió.
-Eres mi salvador.- Dijo en tono animado. Sacó un pequeño papel colorido de su bolso y se lo entregó. -Gracias.- Agregó antes de marcharse.
Steve frunció el ceño, se encogió de hombros un momento y continuó apilando botellas de leche en su carrito.
T/n apareció repentinamente y dejó en el carrito muchas cajas de jugo.
-¿Qué es eso?- Cuestionó ella señalando la mano de Steve.
El rubio observó a su esposa, luego su mano y frunció los labios.
-No lo sé...- Murmuró mientras abría el pedazo de papel. -Tracie, llamame... y tiene lo que supongo que es su número y un beso mal dibujado.- Dijo él algo sorprendido. -¿Por qué querría que la llam...?- T/n lo interrumpió al quitarle el papel de la mano y arrugarlo antes de lanzarlo lejos.
-Si cruzo de nuevo a esa bruja, le arrancaré sus teñidas extensiones.- Aseguró ella en tono serio antes de tomar el carrito de compras y comenzar a caminar hacia otra sección.
Steve frunció el ceño.
-¿Que carajos fue eso?- Murmuró antes de seguir a su esposa.
~*~
La extrema amabilidad de Steve lo llevaba a que cualquier persona quisiera conversar con él.
-... Fue divertido, nos dejó una anécdota digna de ser contada a nuestros nietos.- Aseguró él.
La mujer frente a él sonrió ampliamente.
-Los envidio, Lenny se me declaró estando totalmente ebrio... Frente a mi familia.- Dijo ella sacando una carcajada por parte de Steve.
-¿De que me perdí?- Espetó t/n, quien no habían notado estaba allí parada.
-Comparábamos propuestas de matrimonio.- Aseguró el rubio.
Tras posar su brazo sobre los hombros de t/n, sonrió.
-Sin duda, linda, tienes suerte que este maravilloso hombre sea un romántico empedernido.- Dijo la mujer en tono amable.
T/n dejó escapar una risa sin humor.
-Vaya que si,- Dijo en tono seguro. -Por eso me casé con él, para que NADIE lo mire nunca jamás.- Agregó en tono malicioso.
La mujer sonrió.
-Y lo bien que haces, es muy difícil encontrar a un buen compañero hoy en día.- Señaló ella.
-Lo bueno es que pude conquistar a este maravilloso ser y es mío. Solo mío.- Aseguró t/n. -Lo que me recuerda... Vi la manera en la que lo estabas mirando así que, Karen, mejor que vayas con tu esposo antes de que esto se ponga feo.- Dijo en tono serio.
La mujer frente a ellos abrió los ojos de par en par. Observó a t/n y luego a Steve. Dejó escapar una risa nerviosa.
-¿Disculpame?- Dijo ella.
-Ya me oíste. Vete.- Espetó T/n.
La mujer retrocedió algunos pasos antes de alejarse.
-¿Que diablos fue eso? Esa es la esposa de mi jefe.- Dijo Steve.
T/n rodó los ojos.
-Eso no la detuvo de coquetear contigo.- Señaló ella.
-¡¿Acaso perdiste la cabeza?! ¡Pueden despedirme por esto!- Dijo el rubio.
-Si te despiden por lo que diga la esposa de tu jefe, quizá...- Steve la interrumpió.
-No, no necesito otro empleo, ¿Que diablos pasa contigo?- Dijo él antes de caminar a toda prisa en dirección a Diana, la esposa de su jefe.
T/n observó como su esposo se disculpaba con la elegante mujer y resopló con enojo antes de salir de la fiesta.
~
Steve observó de reojo a T/n; Cruzada de brazos, con una clara mueca de enojo en su rostro, sentada en el asiento del acompañante en absoluto silencio mientras él conducía.
-¿No piensas disculparte por lo que hiciste?- Dijo él.
Y se arrepintió automáticamente.
-¡¿En serio quieres que me disculpe por eso?! ¡Tu deberías disculparte por haberme dejado sola para ir a besarle el trasero a esa mujer!- Exclamó ella.
-Fui a intentar que no me despidieran porque le dijiste a Diana que intentaba seducirme.- Aseguró él.
-Gran cosa, como si fuera el fin del mundo.- Espetó ella.
-Si me quedaba sin empleo quizá hubiese sido un desastre, ¿No crees?- Dijo el rubio.
-¿Desastre? "Desastre" es que hables tan animadamente con una mujer que luce así de bien para su edad.-
-Ya ni siquiera intentas ser coherente en lo que dices, t/n.- Señaló él -¿Desde cuando eres celosa?- Cuestionó.
-Yo no soy celosa.- Aseguró ella.
-Lo sé, aún recuerdo lo mucho que te reiste de mi por intentar darte celos.- Recordó Steve.
Una carcajada se escapó de T/n.
-Eso fue tan estúpido.- Dijo ella entre risas.
Steve sacudió la cabeza.
-Vaya que lo fue... Pero al menos supe que no tendría que vivir situaciones como la de esta noche... o eso creía.- Dijo él.
T/n cerró los ojos un momento.
-Lo siento mucho, cariño, no sé por qué actue tan...- Steve la interrumpió.
-¿Irracional?- Dijo él. -Llevamos juntos casi diez años y han sido los mas maravillosos. No me imagino la vida sin ti a mi lado, lo juro.- Aseguró. -Pero todo esto de los celos me preocupa.- Agregó.
-Ya te dije que no soy celosa.- Dijo t/n en tono molesto.
-¿Segura? Hace una semana amenazaste a la vecina con incendiar su jardín porque habló conmigo mientras podaba el cesped.- Señaló él.
T/n suspiró lentamente.
-Estabas sin camisa.- Señaló ella.
-¡Tiene 70 años!- Dijo él.
-¡Bien! Puede que esté un poquito celosa de cuán amable eres con todo el mundo, ¿Contento?- Dijo ella.
Steve sacudió la cabeza.
-Para nada, de hecho estoy mas preocupado.- Aseguró el rubio. -No tiene sentido que estés celosa...- T/n lo interrumpió.
-¡Si tiene sentido! ¿Cómo no sentirme de esta manera? Eres increíblemente amable, divertido, inhumanamente atractivo y yo solo me estoy volviendo vieja y gorda...- Steve la interrumpió esta vez.
-Cariño, eres hermosa. No tienes nada por lo cual debas sentirte insegura.- Dijo él.
-¡Dije gorda, no fea!- Exclamó t/n al momento en que Steve detuvo el auto frente a su casa. Al salir del auto, cerró la puerta con mucha fuerza.
-Carajo...- Murmuró Steve antes de salir del auto.
Al entrar en su casa, T/n estaba en la cocina. Al acercarse, ella lloraba mientras comía sobras de comida china. Sin dudarlo, Steve rodeo su cintura con sus brazos.
-Te amo. Demasiado.- Aseguró él. -No importa lo que tu creas que sucede, no es cierto; No eres menos atractiva para mi, ni coqueteo con nadie. Ambos sabemos que soy demasiado tarado para eso y tu eres la mujer mas hermosa del planeta.- Dijo en tono animado.
Una leve risa se escapó de t/n. Hizo a un lado el contenedor antes de voltear y observar a su esposo.
-Si, eres un tonto para coquetear. Me tomó años que te dieras cuenta que gustaba de ti.- Señaló ella.
Steve dejó escapar una leve risa.
-Soy lento para notar cosas... Por eso debo preguntar, ¿Qué está sucediendo? ¿Ya te hartaste de mi?- Cuestionó él.
T/n rodó los ojos ante aquellas palabras.
-No... solo siento que debo cuidarte de todo el mundo.- Admitió.
-Entonces, ¿Es algo... hormonal?- Dijo él.
-¿Por qué los hombres le atribuyen todo a las hormonas?- Cuestionó ella.
-Porque lo único que los hombres notamos es cuando se termina algo que nos gusta.- Aseguró él.
-¿Como cuando se termina la cerveza?- Dijo ella sacando una risa por parte de su esposo.
-No, como cuando se termina tu paciencia conmigo.- Aseguró él.
T/n frunció levemente los labios.
-No se terminó mi paciencia, quizá solo tengo hambre. Me pongo odiosa cuando tengo el estómago vacío.- Bromeó ella.
-¿Quieres que pida pizza y helado para compensar que soy un tonto?- Dijo él.
-¿Helado de chocolate?- Dijo ella haciendo sonreír a su esposo, quien asintió enérgicamente.
T/n frunció los labios un momento.
-Hay algo que debo decirte...- Dijo ella.
-Soy todo oídos.- Aseguró él.
T/n inhalo lentamente.
-Estoy embarazada.- Admitió.
Steve tomó el rostro de su esposa entre sus manos y sonrió ampliamente.
-Eso lo explica todo.- Dijo el rubio antes de posar un beso en los labios de ella
~*~
~1 año y 3 meses después~
-Disculpe, ¿Puedes alcanzarme eso de ahí?- Dijo una mujer en tono amable.
Steve tomó la caja de macarrones que la mujer señalaba y se la entregó.
-Gracias.- Dijo ella. -¿Vienes seguid...?- Sus palabras fueron interrumpidas por el repentino "llanto" y el agitar de los brazos y piernas de Valerie.
Steve sonrió en dirección a su hija, la cual estaba sentada en el carrito de compras y observando con enojo a la mujer que hablaba con él.
-Tranquila, cariño, vamos a buscar a tu madre que de seguro está en la sección de lácteos.- Dijo él antes de alejarse lentamente de la mujer.
Steve rió.
-Creo que tu madre te nutrió de amor, helado de chocolate y celos cuando te gestaba.- Dijo haciendo caras en dirección a su hija. -Pero descuida, no existe nadie mas en mi vida. Solo tu hermosa madre y tu, mi adorada Val.- Aseguró.
Al doblar por el pasillo, Steve se detuvo de manera abrupta al ver a T/n hablando con un sujeto. Luego de esperar a que el sujeto se alejara, el rubio se acercó.
-¿Quién es ese?- Dijo Steve captando la atención de T/n.
Ella dejó dos botellas de leche en el carrito y se acercó a su esposo.
-Ni idea. Me preguntó sobre marcas y le dije que no trabajo aquí.- Aseguró ella.
Un suspiro de alivio se escapó de él. T/n elevó una ceja.
-¿En serio?-Dijo ella.
El rostro de Steve se tornó de un color rosa profundo.
-¿En serio, qué?- Dijo él algo nervioso.
-Quién lo diría, Steven Rogers siente celos.- Señaló t/n.
-Yo no soy celoso.- Dijo él en tono seguro.
T/n rodó los ojos. Posó sus manos sobre los hombros de su esposo y sonrió.
-Seguro; Y ella no es celosa de toda persona que se te acerque.- Dijo señalando a su hija, quien los observaba con una mueca de enojo. -No hay duda de que es tu hija.- Agregó antes de posar un corto beso en los labios de él.
T/n se alejó unos pasos y caminó hacia otro pasillo.
Steve sacudió la cabeza y sonrió.
-Lo siento, Val, ella es mi número uno en el mundo.- Aseguró antes de seguir a su esposa.
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