#72 ¡Huelga! - Steve Rogers
STEVE ROGERS X LECTORA
#DE PALABRAS: 2000+
ADVERTENCIAS: Familia irresponsable, algunas maldiciones, t/n harta de todos. ¡Leanlo hasta el final!
ESCRITO POR: PomeloVillano
N/A: Inspirado en todas las mujeres cuyo trabajo no remunerado no es apreciado por su familia.
#PomeloAmaASteve
#TeamCapipaleta
#SteveRogersPapeeeh
~•~
T/n siempre era la primera en despertar. Con tres hijos, -dos adolescentes, una bebé- y su adorado esposo, era preferible ganarle al despertador para poder ducharse sin interrupción y así tener tiempo suficiente para preparar el desayuno antes de que Kalie demandara su completa atención.
Nada salió como lo planeaba, sin lugar a duda; Al entrar en la ducha se topó con que ésta estaba cubierta de restos de jabón, por lo que patino y arrancó la cortina. Luego notó que el agua no se iba por el desagüe, por lo que sus pies nadaron en agua sucia por varios minutos. Tras salir, se topó con que las toallas limpias no estaban en el lugar de siempre, por lo que tuvo que secarse con una que estaba levemente usada. Asqueroso.
Tras salir del baño y encontrar una toalla limpia para secar su cabello, se vistió para el día, preparó el desayuno y esperó a que todos despertaran mientras desayunaba con Kalie. Su sonrisa con escasos dientes hicieron que el episodio del baño quedarán en el olvido.
Steve, Liam y Tori desayunaban al mismo apresurado ritmo de un lunes -aún siendo miércoles- cuando t/n aclaró la garganta captando la atención de ellos.
-Hoy tengo un turno largo por lo que necesito que hagan algunas cosas,- Su voz sonaba calmada. -Steve, estás a cargo de la cena. Liam y Tori lavandería. No hay demasiado que lavar, pero las toallas están sucias.- Agregó.
Todos asintieron dando una enorme sensación de alivio a t/n.
Tras ver partir a sus hijos hacia la escuela, saludar a Steve, llevó a su hija a la guardería y condujo a su trabajo.
~
T/n estaciono lentamente y suspiró aliviada. El día había sido increíblemente agotador; A pesar de siempre empezar con calma, era inevitable terminar con el peso de todo sobre los hombros. Pero el saber que al menos ya estaba en el refugio de su hogar, era un inmenso alivio.
Tras hacer a un lado sus zapatos, caminó hasta la cocina y al entrar, la encontró vacía; Observó la hora y resoplo al ver que era tarde, por lo que utilizó su más valioso recurso: verduras y salsas congeladas.
El aroma a salsa bolognesa llenaba la cocina mientras t/n iba de un extremo a otro.
-¿Necesitas ayuda?- La voz de Steve la sacó de su momentáneo trance.
-¿Podrías poner la mesa?- Cuestionó ella en tono calmado.
Steve asintió antes de buscar lo necesario para cenar. Al voltear, vio que sólo había dos platos y el plato pequeño de Kalie.
-¿Por qué sólo dos platos?- Cuestionó t/n antes de apagar las hornallas.
Steve se encogió de hombros un momento.
-Los chicos están en casa de Bucky.- Dijo él.
-Mañana tienen escuela.- Señaló t/n.
-Por eso, Bucky los llevará.- Aseguró Steve.
-Tu y yo sabemos que se quedarán toda la noche jugando juegos de vídeo y mañana llegarán tarde a clase.- Dijo t/n.
-No te preocupes, sólo es por una vez.- Dijo él.
-Momento, si ellos están en casa de Bucky, ¿Quién lavó las toallas?- Cuestionó t/n mientras servía los platos.
-Nadie, supongo.- Dijo Steve. -No te preocupes, mañana podrán hacerlo.- Aseguró.
-Mañana me secaré el trasero con tu ropa porque no habrá toallas limpias.- Dijo ella.
T/n cerró los ojos un momento y respiró con calma; Al abrir los ojos, no pudo evitar rodarlos al ver que el adorable rostro de Kalie ya estaba cubierta de salsa.
-No te preocupes, podemos hacer eso luego de cenar. Siéntate, relajate, estoy seguro de que tuviste un día largo.- Dijo Steve.
T/n asintió antes de sentarse en su lugar habitual.
~
Tras limpiar la cocina, bañar a la bebé, lavar las toallas y ordenar todo para la mañana siguiente, t/n estaba completamente agotada. Al entrar en su habitación, Steve estaba perdido en su teléfono.
-Sabes, a veces desearía renunciar a mi trabajo, divorciarme e ir a vivir lejos de todo sólo para poder dormir ocho horas.- Dijo t/n mientras se ponía su pijama.
-Deberías hacerlo.- Murmuró Steve sin elevar la vista de su teléfono.
-Quizá lo haga. Eso de ser la servidumbre luego de turnos de catorce horas en el hospital no es lo que quería para mi.- Aseguró ella.
-Quizá deberías hacer una lista de tareas para que cada uno haga una parte, ¿No crees?- Cuestionó él.
T/n rodó los ojos.
-¡Suena excelente! Sólo desearía tener una familia que lea las notas que dejo y las tareas que asigno cada mañana.- Dijo ella en tono sarcástico.
Una leve risa se escapó de Steve.
-Eres divertida.- Dijo él.
T/n asintió levemente.
-Si, lo soy... y apuesto a que no escuchaste una maldita palabra de lo que dije.- Espetó ella antes de acostarse. -Buenas noches.- Agregó.
-Mañana lo organizamos.- Dijo Steve.
T/n rodó los ojos una vez mas.
-Estoy demasiado cansada como para intentarlo...- Murmuró antes de cerrar los ojos.
Entonces, una idea surgió.
~•~
~Día 1~
El plan tomaba forma a gran velocidad.
Tras repasar las muchas veces en las que, amablemente, ella pedía que realizaran una tarea sencilla y el resultado era siempre que terminara siendo parte de sus labores al final del día, t/n decidió poner un alto a todos y cada unos de los deberes hogareños que terminaban por dejarla el doble de exhausta; Ya no se haría cargo de la lavandería, lavar platos, cocinar o limpiar absolutamente nada. Excepto para Kalie quien aún dependía de su cuidado y, obviamente, para ella misma también.
Con su rutina diaria de despertar primero, tenía tiempo para ducharse, atender a su hija menor, desayunar y salir antes de que su esposo e hijos mayores despertaran.
Ese día al llegar a su casa los platos sucios de la mañana descansaban en el lavabo de la cocina y una pila de ropa sucia en el cuarto de lavado. Eso hizo reír a t/n. Mucho.
~Día 5~
-¿Qué tal va la huelga?- Cuestionó Wanda.
T/n suspiró lentamente.
-Parece un escenario pos apocalíptico; Hay pilas de ropa sucia por toda la casa, no hay platos limpios y ayer se terminó el papel higiénico lo que resultó en una pelea entre los gemelos y Steve.- Dijo ella mientras se acomodaba la chaqueta.
-Suena caótico. ¿Cómo haces para no querer limpiar todo sólo por el bien de tu psique?- Cuestionó la castaña.
T/n se encogió de hombros un momento.
-El saber que fuera de casa aún puedo lavar mi ropa y cenar sin tener que lidiar con esos tres cochinos me da la fuerza de voluntad.- Aseguró.
Una carcajada se escapó de Wanda.
-Espero que no termines por huir de tu familia.- Dijo ella antes de dar un abrazo a t/n. -Suerte.- Agregó.
~Día 8~
T/n fruncio el ceño al ver el lavabo de la cocina vacío; Tras ver platos acumularse día tras día sin que el resto de la familia se molestara en lavar, el no ver rastro alguno le dio una agradable sensación de alivio. Al ver hacia el resto de la cocina no pudo evitar rodar los ojos al toparse con ollas y sartenes apiladas y sucias.
Pero su momentánea felicidad duró poco al abrir el lavavajillas con los platos aún sucios.
-No pienso hacerlo. No voy a hacerlo.- Murmuró antes de apagar la luz de la cocina y salir.
El cuarto de lavado aún estaba repleto de ropa sucia; Un cerro de medias apestaba el lugar.
~Día 14~
Tras una larga jornada laboral, t/n entró en su casa y el aroma a limpio la invadió; Para su sorpresa, cada rincón relucia. Sus ojos se llenaron de lágrimas al recorrer la cocina y ver que, finalmente, los platos estaban limpios y ordenados, la heladera estaba en orden, ollas y sartenes en su lugar y el piso ya no estaba pegajoso. El cuarto de lavado estaba vacío y el aroma a suavizante de telas llenaba cada rincón.
Tras recorrer la casa con una enorme sensación de felicidad y alivio, entró en la sala donde su esposo e hijos la esperaban.
-Cariño, tenemos que hablar.- Dijo el rubio en tono calmado.
T/n arqueo una ceja antes de sentarse sentarse en el sofá.
-¿De qué tenemos que hablar?- Cuestionó ella.
-Como habrás notado, la casa era un desastre.- Señaló Steve.
Un falso jadeo de sorpresa se escapó de t/n.
-¿En serio? No tenía idea.- Aseguró ella.
-Pues si, la casa era un completo desastre; No había platos limpios, la ropa limpia se estaba terminando y cada rincón era un asco.- Aseguró él.
T/n se cruzó de brazos y observó a su esposo con una marcada mueca de sorpresa.
-¿Por qué será?- Dijo en un falso tono inocente. -Quizá la sirvienta renunció sin avisar...- Agregó.
-No tenemos sirvienta.- Aseguró Steve. -Pero si tenemos un miembro de la familia que necesita una intervención...- Dijo él.
-¿Intervención?- Dijo t/n algo sorprendida.
Steve resoplo exasperado.
-Si estás pasando por una crisis emocional o estás estresada, habla con nosotros; No tenemos porque sufrir este tipo de daño colateral...- T/n lo interrumpió.
-Momento... Crees que el hecho de que la casa, en la que tu TAMBIÉN vives, sea un desastre, ¿Es sólo por MI culpa?- Cuestionó ella.
Al ver la reacción de su esposo, dejó escapar una carcajada.
-¿Tienen idea de cuantas horas paso fuera de casa?- Cuestionó t/n. -Catorce horas en días normales, dieciséis cuando hago turnos largos.- Aseguró. -Si paso tantas horas lejos de la tranquilidad de mi casa, por las mañanas sólo doy tareas simples: lavar platos, sacar la basura, lavandería que sólo consta en meter ropa en una estúpida máquina y luego colgarla para que se seque al aire, barrer ya que las escobas NO MUERDEN, cocinar con los productos ya cortados y congelados que siempre preparo para facilitar la tarea y así evitar tener que hacer ABSOLUTAMENTE todo yo sola.- Señaló.
-¿Por qué nunca nos pediste ayuda?- Cuestionó Steve.
-Porque siempre lo hago pero ustedes tres se dedican a ignorar cada palabra que digo, como ahora que estos dos cretinos están perdidos en sus teléfonos.- Aseguró ella señalando a sus hijos.
-Siempre hiciste todas las tareas sin quejarte.- Dijo Steve.
-Porque yo también vivo aquí; Los pisos limpios, la ropa con lindo aroma, la comida caliente y a horario son cosas que siempre hice por amor.- Dijo ella. -Cada tarea, cada dolor de espalda, cada noche siendo la última en ir a la cama para que todo brille y huela a lavanda y pino son cosas que hice por amor... pero el amor está agotada porque trabaja seis días a la semana, entre 12 y 14 horas por día y quiere que su esposo y sus hijos hagan el mínimo esfuerzo para facilitarle el final de cada jornada.- Agregó.
El silencio se hizo presente en la sala.
-Les tomó dos semanas hacer las tareas que llevo 14 años haciendo a diario sólo para ustedes.- Señaló t/n. -No pienso felicitar a ninguno por algo que yo he hecho siempre; Llueva o truene, con un infante en brazos, harta o feliz. ¿Ustedes viven aquí? Sólo escuchen lo que les pido que hagan por las mañanas y si ven un papel en el suelo, ¡No lo ignoren! Levanten el maldito papel y dejen de esperar que alguien mas lo haga, por favor.- Agregó.
-Lamento que nos haya tomado tanto tiempo hacer las tareas.- Dijo Tori.
-Lamento no hacerte caso cuando nos dices que hacer.- Dijo Liam.
-Y yo lamento no haberme hecho responsable de la casa que habito.- Aseguró Steve.
-Yo lamento tener que llegar a éste extremo, pero necesitaban una lección. Por cierto, no pienso hacer la cena porque me duelen terriblemente los pies y sólo quiero dormir.- Dijo t/n en tono calmado.
-Prometo que de ahora en más haremos que sea más sencillo...- t/n interrumpió a su esposo.
-No prometas nada, sólo hagan las tareas que les pido, ¿De acuerdo?- Cuestionó t/n.
-Si.- Dijeron Steve, Liam y Tori al unísono.
-Bien, iré a cambiarme y a descansar un rato. Si me necesitan, no me llamen. Por favor.- Dijo t/n antes de salir del living.
-Bien, ¿Qué podemos preparar para cenar?- Cuestionó Steve.
-¿Sabes cocinar?- Cuestionó Tori.
-No. Siempre improvise y a su madre le gustó.- Admitió Steve. -Pero tenemos muchas opciones en ésta aplicación.- Agregó mientras buscaba en su teléfono.
-¿Mamá sabe que no sabes cocinar?- Cuestionó Liam.
-No. Pero si le dicen los vendere a un circo.- Dijo Steve en tono serio.
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N/A: Bien, uno mas no le hace mal a nadie.
Lo de las verduras congeladas es algo que hago en serio porque odio picar a la hora de cocinar, así que prefiero que todo sea más fácil.
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