#45 Ultimo beso - Bucky Barnes

BUCKY BARNES X LECTORA
#DE PALABRAS: 1500+
ADVERTENCIAS: Tristeza al por mayor. ¡Leanlo hasta el final!
ESCRITO POR: PomeloVillano
N/A: Este one shot forma parte del especial de San Valentín de hace dos años publicado en el libro de Kao ♡

#PomeloAmaABucky
#TeamBucky4evah
#DenleAmorABucky

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Para todo hay una primera y una última vez.

Jamás olvidaré la primera vez que la vi.
No soy muy fanático de las multitudes, pero ya llevaba mas de un año viviendo en la base con el resto del equipo y no podía negarme. No ésta vez.
Era un evento de recaudación de fondos para un centro para niños. La concurrencia fue masiva, por ende exitosa. Aun así, yo estaba increíblemente abrumado. Steve, en cambio, estaba perdido en un mar de niños y sus madres. Eso sacó una sonrisa de mi.
Tras algunas horas de mostrar a muchos niños como funciona mi brazo, hablar con muchos padres sobre el arduo labor de ser súper héroe y lo difícil que es adaptarse a este siglo, decidí que era momento de tomarme un breve descanso.  Me escabullí a la mesa de bocadillos y tomé un pedazo de pastel. Si, el azúcar era una excelente solución para los nervios.

-Veo que incluso los héroes disfrutan de las cosas dulces.- Una voz me sacó de mi trance.
Volteé lentamente y allí estaba ella. Probablemente hice algún gesto estúpido porque, de manera automática, ella sonrió.
Dios, jamas creí ver algo tan bello como esa sonrisa.
-Emm, si... El pastel es bueno.- Dije con torpeza.
Ella sólo asintió con la cabeza.
-Lo es, por eso todos aman el pastel.- Dijo acercándose a la mesa. -Aunque sea mucha azúcar, ¿A quién le importa? La vida es una sola.- Dijo tomando una porción.
-Es cierto. No todos tienen suerte de ser congelados y seguir viviendo en el siguiente siglo.- Dije con la boca llena de pastel.
Eso sacó un carcajada de ella.
Dios, jamas creí que oiría algo tan bello como su risa.
-Es verdad, Sargento Barnes. No todos tenemos la suerte de tener cien años y vernos así de bien.- Dijo señalando mi rostro con su tenedor.
-Soy la pesadilla de los dermatólogos.- Otra carcajada se escapo de ella.
-Eres divertido.- Dijo ella. -Soy T/N, una de las coordinadoras de este evento.- Dijo ella.
Extendió su mano hacia mi y sin dudarlo la tome.
Dios, jamas creí poder tocar una piel tan suave.
-Barnes, James Barnes.- Dije en mi mejor voz de galán.
Eso saco otra risa de ella.
-Es un gusto conocerte, James Barnes. Espero que disfrute del evento y, de ante mano, muchas gracias por ser parte de este maravilloso equipo de héroes.- Una sonrisa sincera se formó en su rostro.
'Es ahora o nunca', me dije a mi mismo.
-Gracias a ti por interesarte en la causa y por hacer este tipo de cosas posibles. Si alguna vez necesitan de mi ayuda, con gusto lo haré.- Tomé una de las servilletas de papel -todas eran temáticas de los vengadores, incluyendo una con una estrella roja- y en esta anoté mi número. -De preferencia si puedes llamar sería genial, ya que aun no me acostumbro a los mensajes de texto.- Extendi la servilleta y ella la tomó.
-Será un placer que forme parte de todo esto, James Barnes.- Una amplia sonrisa se formó en su rostro.
Dios, jamas creí que me quedaría tan encantado por alguien con tanta facilidad.

Esa misma noche, antes de ir a dormir, el sonido de mi teléfono interrumpió mi charla con Steve. Me encontraba contándole que había conocido a la futura señora Barnes, él solo rió y dijo que exageraba. Al ver la pantalla y encontrarme con un número desconocido, atendí con miedo.
-Ho-hola.- Dije dudando.
-Hola James, soy T/N. Nos conocimos hoy en el evento de recaudación.- Dijo ella.
Su voz me dejó atontado.
-Oh, T/N, claro. ¿A qué debo el placer de tu llamada?- Respondí sonriendo.
Steve, por su parte, contenía sus ganas de reír.
-Sé que dijiste que llamara si necesitaba ayuda para algún evento o algo similar, pero quise tomarme el atrevimiento de llamar por algo mas bien personal.- Se escuchó como tomaba aire. -¿Te gustaría ir por un café mañana? Es mi día libre y quiero aprovecharlo.- Dijo ella.
Mis ojos se abrieron de par en par.
-Si si, por supuesto. ¿Dónde? ¿A qué hora?- Cuestioné con entusiasmo.
-¡Genial! Te enviaré la dirección luego. Que termines bien tu día, James Barnes.- Dijo en tono calmado para luego colgar.
Una amplia y estúpida sonrisa se formó en mi rostro.

~

Jamás olvidaré la primera vez que la abracé.

Luego de aquella primera cita, la acompañé hasta su departamento. Al llegar al edificio, no estaba seguro de que hacer.
¿Un beso? No, demasiado pronto. ¿Y si ella quiere que la bese? Supongo que lo hará evidente. ¿Y si sólo quiere que seamos amigos? ¿Y si quiere algo mas?
Maldita sea, aun sigo sin saber como actuar para no parecer un tonto.
Ella me observó y quizá notó que estaba nervioso. Posó una mano en mi mejilla captando mi atención.
-Tranquilo James, no es necesario apresurar nada.- Su voz simplemente me tranquilizó.
-Lo sé, pero no estoy seguro de qué debo hacer.- Dije con sinceridad.
-¿Que tal un abrazo? Supongo que es el punto medio entre contacto amistoso y amoroso, y no hay lugar para malos entendidos...- Dijo ella.
Extendió sus brazos invitándome. Asenti con la cabeza y la rodee con los brazos.
Dios, jamas creí encontrar tanta calidez en un abrazo.
Nos quedamos estáticos por un momento. No sé si fueron minutos, horas o quizá segundos, pero fue lo mejor del mundo.

~

Jamas olvidaré la primera vez que la besé.

Llevabamos un total de cuatro citas y aun no me animaba a dar ese paso. ¿Qué puedo decir? En mi época era diferente y tenía algo de miedo de quedar como un tonto frente a ella o estar malinterpretado sus intenciones. Así que, cortésmente, se lo pregunté. Ella me miró, en su rostro se encontraba plasmada una enorme sonrisa.
-Creí que jamas me lo pedirías, James.- Dijo acercándose a mi.
Tomé un profundo respiro, me incline hacia ella y simplemente la besé.
Dios, jamas creí que besaría labios tan dulces como los suyos.
Sin dudas estaba completamente enamorado de ella.

~

Jamas olvidaré la primera vez que la vi llorar de tristeza.

Llevábamos diez años juntos -dos de novios y ocho de casados- y teníamos dos maravillosos hijos; Elijah y Amy.
Nos encontrábamos en el consultorio médico. Luego de lo que pareció algo simple como un desmayo, las cosas solo escalaron a algo sumamente doloroso.  Mientras él doctor nos leía el diagnóstico, yo sujete con fuerza su mano.
Cáncer cerebral. 
Ella se encontraba inmóvil, pérdida en sus propios pensamientos mientras sujetaba mi mano con fuerza.
Al salir del consultorio ella seguía sin decir una palabra. Una vez en el auto, simplemente se quebró. Las lágrimas comenzaron a brotar sin pausa y yo no supe como contenerla. La abracé con fuerza y simplemente dejé que se desahogue.
-¿Sabes que es lo peor de todo esto? Nuestros hijos tienen seis años y será muy difícil explicarles que su madre se irá para no volver.- Dijo entre sollozos.
-Lo sé...- Dije aun abrazándola.
Mis propias lágrimas seguían brotando.
-¿Podemos quedarnos así por un momento más?- Cuestionó.
-Todo el tiempo que necesites.- Respondí.

~

Jamas olvidaré la ultima vez que la besé y la abracé.

Lo que parecía mucho tiempo, como intenté consolar a mi estúpida cabeza, pasó con rapidez. Demasiada rapidez.
Con el paso de los días, ese ser lleno de vida que llenaba de alegría mi existencia, comenzó a marchitarse dejando sólo los restos de alguien a quienes todos amábamos.
Ya no era ella misma. Su mente se encontraba constantemente perdida, e incluso había días en los que no nos recordaba.
Una noche, como si fuera un milagro, ella me pidió que la abrace con fuerza.
-Sujetame con fuerza cariño, solo un rato mas- Dijo casi en un susurro.
Mis brazos la rodearon, como si eso fuera a evitar que se escapara de mi vida.
Besé su frente, sintiendo la calidez de su piel. Ella me observó, como memorizando cada detalle de mi rostro. Por mi parte hice lo mismo. Incluso después de meses de lo que pareció la peor tortura, su rostro aun emanaba ese inmenso amor que sólo ella podía transmitir.
-¿Es demasiado atrevido de mi parte pedirte un beso?- Cuestionó con una lánguida sonrisa.
Yo sonreí y sin dudarlo la besé.
-Prometo ser bueno para poder alcanzarte allá arriba. Por favor, esperame, prometo ir y quedarme contigo para siempre.- Dije conteniendo mis lágrimas.
-Lo sé, James. Prometeme que los cuidarás, amarás y sin importar nada, los apoyaras en cada paso que den. Sé su guía en este largo camino y jamás los abandones. Ellos te necesitaran mas que nunca y sé que será difícil pero van a necesitar que estés para ellos sin importar lo mucho que todo esto duela.- Dio un lento suspiro. -Te amo, James Barnes. Gracias por darme los mejores años de mi vida. Sé que no es como tenía planeado irme, pero el destino es cruel y nosotros no lo manejamos... Diles a Elijah y a Amy que mamá los ama y siempre estará a su lado. A cada paso que den.- Dijo ella.
-Y yo te amo a ti, T/N. Por siempre y para siempre. Gracias por hacerme inmensamente feliz, por darme mas amor del que alguna vez creí merecer. Gracias por existir.- Dije en tono seguro.

El sonido de su último suspiro es algo que jamás olvidaré.
Yo sólo me quedé ahí, sosteniéndola...
Mi mas grande amor se fue con ella, al igual que parte de mi vida.

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N/A: Este one shot lo subí originalmente hace dos años en el libro de Kao como parte del especial de San Valentín. Lo edite un poco, espero que lo disfruten ♡

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