#25 Caos, princesas y dragones - Steve Rogers AU
STEVE ROGERS X LECTORA
#DE PALABRAS: 3900+
ADVERTENCIAS: Caos, ñoñes. ¡Leanlo hasta el final!
ESCRITO POR: PomeloVillano
N/A: Steve, papito, te pediría que me hagas un pibe pero no tengo estabilidad económica, emocional o uterina(?
#PomeloAmaASteve
#SteveRogersPapeeeh
*créditos de la imagen: pinterest*
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Caos.
¿A caso no lo viste venir, Rogers? Se cuestionó Steve observando el panorama frente a si mismo. Y la lista aún no estaba terminada... o empezada.
Amanda Rogers -Mandy para todos- es una niña demandante en cuanto a lo que realmente quiere; Desde su vestimenta hasta la organización de su fiesta de cumpleaños.
Y ese, justamente, es el problema en el que Steve Rogers se encontraba en este preciso momento: Organizar una fiesta de cumpleaños que cumpla con todos los requisitos de su hija y que deje felices a treinta invitados.
-¿De dónde diablos conoces a tantas personas?- Cuestionó Steve.
Mandy se encogió de hombros un momento sin apartar la vista de su desayuno.
-Soy un encanto...- Dijo Mandy. Una enorme sonrisa se formó en el rostro de Steve.
-Por supuesto que lo eres.- Aseguró el rubio. -Pero tienes seis años. A tu edad a los únicos adultos que conocía fuera de casa eran a mi vecino gruñón y a la maestra.- Señaló.
Mandy rió ante aquellas palabras.
-¿Mi disfraz estará listo para la fiesta?- Cuestionó la pequeña.
Steve exhalo de manera exagerada mientras adheria el último detalle a la muestra para las invitaciones. Elevó la vista y sonrió.
-Por supuesto, papá puede con todo eso y mas.- Dijo con entusiasmo.
Una amplia sonrisa se formó en el rostro de Mandy.
-Por eso eres mi papá favorito.- Dijo para luego soltar una leve risita.
Steve sacudió la cabeza antes de dar vuelta la muestra.
-Primero, espero que esta fiesta me de muchos puntos extra y así ser por siempre el papá favorito.- Dijo con seguridad. -Y segundo... ¿Qué opinas?- Cuestionó sosteniendo frente a la pequeña la muestra.
Mandy observó con detenimiento la imagen frente a ella y sonrió.
-¡Me encanta!- Exclamó.
Steve suspiró aliviado.
-Se la enviaré a Natasha para que las imprima y cuando vaya por ti a la escuela pasamos a buscarlas así mañana las repartes, ¿De acuerdo?- Dijo Steve sosteniendo su mano en alto.
Mandy chocó su pequeña palma contra la palma de su padre y asintió.
-¡De acuerdo!- Dijo con sumo entusiasmo.
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Caos.
¿A caso creiste que sería sencillo completar esa lista de tareas sin frustrarte?
Cargando un sin fin de bolsas de compras y balanceado una caja en sus brazos ya repletos, Steve caminó con calma hasta su auto. Tras abrir el baúl, depositó con suavidad las bolsas y la caja en el compartimiento. Suspiró aliviado antes de cerrar el baúl y continuar su tour de compras.
Al subir a su auto tachó de la lista tres de los items dejando un total por completar de... diez más.
Steve inhalo lentamente antes de hacer a un lado la lista.
-Tu puedes con esto Rogers, tu puedes con esto.- Murmuró mientras conducía su auto sin prisa.
~
Tras pasar por, al menos, cinco tiendas diferentes Steve logró conseguir la mayoría de los items en su lista. Sólo restaba algunas cosas para darle los toques finales a la decoración y al disfraz de Mandy, lo que podía esperar un día mas.
La larga fila de autos que circulaba la entrada de la escuela iba a paso lento, dándole la oportunidad de chequear una vez más los items en su lista.
-Bolsas de regalos, listo... globos, listo... porquerías azucaradas, listo...- Murmuró Steve mientras tachaba cada ítem.
El escandaloso sonar de su teléfono interrumpió su concentración. Al atender, la voz del otro lado lo hizo suspirar aliviado.
-Hey, tengo las invitaciones listas, pasa por ellas cuando quieras.- La voz de Natasha sonaba animada.
-¡Genial! Nat, gracias por tu ayuda. En serio me salvaste el trasero.- Dijo Steve.
-No hay problema, sabes que puedes pedirme ayuda para lo que necesites.- Aseguró ella.
Steve fruncio los labios.
-¿Tienes idea de como hacer algo parecido a un huevo de dragón?- Cuestionó él.
-No, pero para eso existe internet. Ahí debe haber miles de ideas.- Señaló Nat.
-No lo había pensado...- Dijo Steve. -Ok Nat, en un rato estaremos golpeando a tu puerta con Mandy. Nos vemos.- Agregó.
-Nos vemos.- Dijo ella antes de colgar.
El rubio avanzó lentamente hasta, finalmente, llegar a donde Mandy y su maestra lo esperaban. Observó a su hija abrazar a la maestra y caminar con calma hasta el auto.
Tras subir, la pequeña cerró la puerta y colocó habilidosamente el cinturón de seguridad. Steve sonrió ampliamente.
-¿Qué tal tu día, princesa?- Cuestionó mientras conducía lentamente fuera de la hilera de autos que aún esperaban.
Mandy miró por la ventanilla y saludó una vez más a su maestra antes de responder.
-¡Estuvo genial!- Exclamó con entusiasmo. -¿Qué tal tu día?- Cuestionó ella.
Steve suspiró lentamente.
-Quiero creer que bien. Pude conseguir casi todo para la fiesta, sólo me faltan los materiales para los huevos de dragón.- Dijo él con calma.
-En internet vi como hacerlos, podríamos ver algunas ideas de ahí.- Propuso la pequeña.
-Esa es una excelente idea.- Señaló el rubio. -Cuando lleguemos a casa veremos que encontramos en internet y mañana compraré lo que haga falta, ¿Qué tal suena eso?- Cuestionó él.
Mandy asintió enérgicamente.
-Suena genial.- Dijo ella con entusiasmo.
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Caos.
¿A caso nadie te enseñó manualidades? Resonaba en la cabeza de Steve.
Tras varias horas de tutoriales, pictoriales, una lista de materiales de fácil acceso y un viaje a la tienda después, el suelo de la cocina desbordaba goma eva, pegamento, poliestireno, cucharas de plástico, pintura verde, roja, azul y negra, mucho glitter. Para suerte de ambos, los huevos estaban quedando fantásticos.
-¿Crees que les gusten a los invitados?- Cuestionó Mandy mientras espolvoreaba glitter sobre uno de los huevos.
-¿Es broma? Los amaran.- Aseguró él.
Una leve risa se escapó de la pequeña.
-Esta fiesta va a ser genial.- Murmuró Mandy.
Steve observó a su hija y suspiró; La felicidad en ella era el regalo más grande.
~•
T/n colocó otro sticker sonriente en la tarea de Amanda Rogers y sonrió; A pesar de llevar casi diez años enseñando a niños de seis/ siete años, aún le sorprendía cuando aparecía alguno con una imaginación, creatividad e inteligencia como la de Mandy.
A pesar de que las conferencias de padres-maestros habían fracasado en su intento por conversar a fondo con el padre de Mandy sobre su impecable desempeño tanto en clase como en las tareas para casa, ella estaba segura de que en algún momento se daría esa charla.
Otro viernes había llegado y con él una pila de tareas por corregir, muchos abrazos a sus alumnos a la hora de partir y la promesa de verlos nuevamente el lunes.
El timido aclarar de una garganta captó su atención. Al elevar la vista, Mandy la observaba.
-Señorita t/n, ¿Puedo hacer algo antes de que suene el timbre?- Cuestionó la pequeña con algo de timidez.
T/n asintió enérgicamente.
-Por supuesto, cariño. ¿Qué necesitas hacer?- Cuestionó.
Mandy posó la pila de invitaciones sobre el escritorio y sonrió.
-El domingo es mi cumpleaños y quiero repartir las invitaciones...- Dijo la pequeña.
T/n sonrió al ver a la princesa montando un dragón escupe fuego.
-Claro que si, cielo.- Aseguró ella.
La pequeña tomó las invitaciones y comenzó a repartirlas, causando un sin fin de sonrisas en sus amigos. T/n observó con ternura a la pequeña de bucles castaños saltar de un lado al otro entregando sus elaboradas y creativas invitaciones.
Al observar la hora, t/n se apresuró a finalizar de corregir las últimas tareas. Tras finalizar, repartió una vez más los cuadernos a sus alumnos.
-Niños, como bien saben siempre envío tarea para el fin de semana pero, por esta vez podemos hacer una excepción así disfrutan de la fiesta de cumpleaños de Mandy la cual sé que será fantástica.- La celebración de sus alumnos por no tener tarea no se hizo esperar.
~
T/n esperó junto a sus alumnos a que cada padre pasara a buscarlos. Uno a uno fueron encontrando sus respectivos transportes, y uno por uno se despidió de ella con un abrazo.
T/n saludaba con sus manos al último de sus alumnos cuando notó que Mandy aún estaba junto a ella. La pequeña la observó sonriendo.
-Señorita t/n, quería preguntar si le gustaría venir a mi fiesta...- Dijo con timidez sosteniendo entre sus manos una invitación.
Una pequeña sonrisa se formó en el rostro de ella ante aquel gesto. Tomó la invitación antes de asentir.
-Suena a que habrá mucha diversión... y no pienso perdermelo.- Aseguró ella.
La pequeña abrió sus ojos de par en par.
-¡¿En serio?!- Cuestionó. El entusiasmo era casi palpable.
T/n asintió haciendo que la pequeña rodeada su cadera con sus pequeños brazos. Mandy elevó su rostro sonriente.
-Ya no puedo esperar a que sea mi fiesta.- Dijo dando algunos saltitos de alegría.
Una leve risa se escapó de t/n.
El sonar de la bocina del auto del padre de Mandy hizo que la pequeña liberara a t/n.
-¡Adiós señorita T/n!- Dijo la pequeña mientras se dirigía hasta el auto de su padre.
T/n espero a que el vehículo comenzara a avanzar para saludar una vez más a la pequeña, la cual sonreía alegremente.
~•
Caos.
¿No es maravilloso que una horda de niños de 6 o 7 años corran gritando y jugando a rescatar a la princesa en el patio? Si, lo es cuando la sonrisa en el rostro de Mandy era así de grande.
Steve cargó dos bandejas con cupcakes rosados con tiaras y otros con alas de dragón. Al salir al patio sonrió al ver a Mandy con su disfraz; una mezcla entre dragón y princesa compuesto por cola y alas de dragón en un vestido rosa pastel y una tiara con gemas de un color similar. Tras posar las bandejas en la mesa de bocadillos, reunió los vasos plásticos que yacían por doquier.
-Hermano, esto es genial.- Dijo Bucky mientras daba una mordida a uno de los cupcake.
-Por supuesto que lo es, ella planeó casi todo.- Admitió. -Al principio creí que intentaba impresionar a alguien, pero al parecer me equivoqué.- Agregó.
Bucky sonrió.
-Ella es genial, sin duda alguna.- Dijo en tono animado.
Steve asintió y antes de que pudiera responder, el timbre sonó.
El rubio se dirigió hasta la entrada a toda prisa y al abrir una expresión de sorpresa se apoderó de su rostro... Al igual que la persona frente a él.
-Hey, chica del supermercado.- Dijo él en tono animado.
Una risa nerviosa se escapó de ella.
-Chico caballeroso que me ayudó a cargar las compras hasta mi auto.- Respondió ella.
-Perdón que pregunte esto pero, ¿Qué haces aquí?- Cuestionó él.
Ella suspiró lentamente. Antes de poder responder, un grito de alegría la interrumpió.
-¡Señorita T/n!- Exclamó Mandy antes de abalanzarse a sus brazos.
T/n atrapó a la pequeña y abrazó mientras un sin fin de pequeños brazos comenzaban a rodearla.
-Hola niños, veo que les da gusto verme.- Dijo ella en tono animado.
-¡Siii!- Dijeron los niños al unísono.
-Sabía que vendrías.- Dijo Mandy.
-¡Por supuesto! Jamás me perdería una fiesta de cumpleaños que promete huevos de dragón y tiaras.- Dijo ella en tono cómplice.
T/n liberó a Mandy de su abrazo para que los niños la guien hacia el patio.
Steve tomó la mano de Mandy y sonrió.
-¿Por qué no dijiste que invitarías a tu maestra?- Cuestionó él.
Mandy se encogió de hombros un momento.
Tras soltar la mano de su hija, ésta corrió hacia el patio donde los niños colocaban una tiara en la cabeza de su maestra. El rubio tragó con fuerza antes de salir al patio una vez mas. Al acercarse a Bucky, este observaba el panorama frente a él.
-Hey Buck.- Murmuró Steve captando la atención del castaño.
-¿Qué pasa?- Cuestionó Bucky.
-¿Recuerdas que hace unos meses te dije que conocí a una chica en el supermercado?- Cuestionó.
Bucky asintió.
-¿La de las mil bolsas de compras?- Dijo en tono serio.
Steve asintió enérgicamente.
El castaño elevó ambas cejas y señaló discretamente hacía donde la adorable maestra jugaba con los niños, para luego fruncir los labios.
-¿Cómo puede ser que no le hayas pedido su número?- Cuestionó.
Steve se encogió de hombros.
-No lo sé, no me pareció correcto. Yo intentaba ayudar a una chica que cargaba tres veces su peso en compras, que tiene sin duda una sonrisa adorable y una mirada increíblemente tierna...- Murmuró.
Bucky arqueo una ceja.
-Bien, si tu no le pides su número... yo lo haré.- Dijo en tono serio.
Los ojos de Steve se abrieron de par en par ante aquellas palabras.
-Si te atreves, te patearé los testículos con tanta fuerza que te los tendrán que extraer del cráneo.- Dijo en tono amenazante.
Una carcajada se escapó del castaño.
-Lenguaje señor Rogers, hay niños presente.- La voz de t/n resono tras Steve, haciendo que este frunciera la nariz.
El rubio volteó lentamente y sonrió.
-Lo siento, a veces olvido que está mal decir groserías. Mi madre estaría muy decepcionada.- Dijo en tono calmado.
T/n asintió mientras se acercaba a la mesa de bocadillos.
-¡Oh, casi lo olvido!- Dijo en tono animado. Extendió una bolsa de regalos hacia Steve y este la tomó con suavidad. -Los niños me liberaron con la promesa de que regresaría pronto así que me mejor te doy el regalo de Mandy.- Agregó.
Steve asintió enérgicamente.
-Por supuesto.- Dijo en tono calmado.
Bucky observó el panorama y sonrió.
-Señorita T/A, es un gusto volver a verla.- Dijo el castaño.
-Señor Barnes, el gusto es todo mío.- Dijo ella.
Steve fruncio el ceño ante la interacción.
-¿Ustedes ya se conocían?- Cuestionó.
T/n asintió.
-Si, él fue a la conferencia padres-maestros a principio del año escolar y hace unos meses en nombre suyo, señor Rogers.- Dijo ella. -Lo que me recuerda que aún debo hablar con usted sobre el desempeño de Amanda.- Agregó.
Steve asintió enérgicamente.
-Por supuesto.- Dijo en el tono más calmado que logró manejar.
T/n sonrió antes de tomar una de las galletas en forma de mini castillo y darle una pequeña mordida.
-Cuando la fiesta concluya y mis servicios de princesa no sean requeridos por mis adorables alumnos, tendremos esa charla señor Rogers.- Agregó ella antes de volver hasta donde sus alumnos perseguían a uno de los dragones.
Steve observó a t/n jugar con Mandy y suspiró. Una amplia sonrisa se formó en su rostro.
-Te gusta la maestra.- Señaló Bucky.
El rostro de Steve comenzó a ruborizarse.
-¡N-no!- Dijo con torpeza.
Bucky sacudió la cabeza.
-Steve, estas rojo hasta el cuello.- Señaló. -No sólo no me engañas, tampoco sabes mentir.- Agregó.
El rubio sacudió la cabeza.
-En el hipotético caso de que me gustara, no hay manera de que intente nada.- Señaló. -Ella es la maestra de Mandy y no quiero que mi hija malinterprete lo que sea que suceda o no.- Agregó.
Bucky se encogió de hombros un momento.
-Steve, esta quizá sea una buena oportunidad de conocer a alguien nuevo.- Dijo el castaño. -No estoy diciendo que te cases con ella, sólo que hagas algo diferente a convivir con tus amigos y tu hija.- Agregó.
Steve suspiró lentamente.
-No lo sé...- Murmuró.
Bucky dio una palmada en el hombro de Steve.
-Como sea, ahora es mi turno de ser el valiente caballero que rescata a la bella princesa del dragón.- Dijo en tono burlón.
Steve rodó los ojos al verlo acercarse al grupo de niños... y a t/n.
Un lento suspiro se escapó de Steve.
-Sabes que él hace eso sólo para molestarte, ¿Cierto?- La voz de Sarah hizo sonreír a Steve.
El rubio volteó lentamente y observó a su madre sentada junto a una piñata en forma de dragón.
-¿Cuánto tiempo llevas ahí?- Cuestionó curioso.
-Desde que llegó la linda maestra.- Dijo Sarah. Una pícara sonrisa se formó en su rostro.
Steve rodó los ojos.
-No me mires así.- Dijo él en tono serio.
-Y tu no te atrevas a decirme como mirarte, Steven Grant Rogers.- La voz de Sarah, aunque seria, sonaba cargada de humor. -James tiene razón. Deberías conocer a esa chica.- Señaló.
El rubio intentó protestar, pero su madre lo detuvo.
-Antes de que empieces con lo que sea que quieras decir sólo escucha con atención: Ella te gusta y lo sabes.- Señaló. -No pierdas el tiempo con más tonterías y ni se te ocurra contradecir a tu madre.- Agregó.
Steve rodó los ojos antes de alejarse lentamente.
-Si me disculpas, tengo una celebración de cumpleaños que necesita de mi asistencia.- Agregó antes de entrar en la casa.
Sarah sacudió la cabeza antes de observar a Bucky huir de un grupo de niños vestidos de dragones. Una risa se escapó de ella.
-¡Niños, defiendan el castillo y muestrenle a ese caballero de pacotilla que nadie se llevará a la princesa!- Exclamó Sarah.
~
T/n cargó a Mandy en sus brazos mientras la pequeña reía; los castaños bucles de Mandy tenían una mezcla de glitter, crema de pastel, pasto, migajas.
-Señorita t/n, ¿Puedes quedarte a dormir?- Cuestionó Mandy.
T/n suspiró lentamente mientras posaba a la pequeña sobre uno de los sillones.
-Aunque me encantaría hacer una pijamada, mañana debemos ir a la escuela. Yo a enseñar y tu a aprender.- Dijo con calma. -Ademas, si me quedo aquí no podré llevar la sorpresa que tengo planeada para ustedes.- Agregó.
Una pequeña sonrisa se formó en el rostro Mandy.
-¿Y cuando sea verano?- Cuestionó aún esperanzada.
T/n fruncio levemente los labios.
-Puede ser...- Dijo en tono complice.
Sarah se acercó hasta Mandy y T/n y sonrió.
-Cariño, tu padre dice que debes tomar un baño.- Dijo en tono serio.
Mandy fruncio el ceño, cruzó sus brazos y resoplo.
-¡No quiero!- Protestó.
T/n sacudió la cabeza levemente.
-Amanda Rogers, si no tomas un baño estaré muy decepcionada.- Dijo t/n con firmeza.
Mandy rodó los ojos.
-Bien... pero no te vayas hasta que salga... hay algo que quiero mostrarte.- Dijo la pequeña con algo de timidez.
T/n asintió enérgicamente.
-Aquí estaré.- Aseguró.
Sarah sonrió ante la interacción entre su nieta y t/n. Tomó la mano de la pequeña y la guió fuera del living.
T/n suspiró aliviada al ver a Mandy alejarse lentamente. Observó la cocina, donde Steve se encontraba limpiando.
Tras entrar cautelosamente a la cocina, t/n aclaró la garganta.
-¿Necesitas ayuda?- Cuestionó ella.
Steve volteó lentamente y sonrió para luego negar con la cabeza.
-No no, eres nuestra invitada y no es correcto que me ayudes con este desastre.- Dijo él algo nervioso. -Ademas, no pienso limpiar todo lo del patio hasta mañana cuando la princesa dragón este en la escuela.- Agregó.
T/n se acercó hasta el fregadero, tomó un plato y comenzó a secarlo.
-Entonces intente detenerme, señor Rogers.- Dijo ella mientras hacía el plato a un lado y continuaba con otro.
Steve sacudió la cabeza.
-Steve.- Dijo en tono calmado.
T/n sonrió levemente.
-T/n.- Dijo ella. Extendió su mano en dirección a Steve.
El rubio tomó la mano de ella y le dio un suave apretón.
-Un gusto finalmente conocerla.- Dijo él.
-El gusto es todo mío. Es bueno finalmente poder ponerle rostro al padre de mi alumna favorita.- Dijo ella.
Steve arqueo una ceja mientras acomodaba otra pila de platos.
T/n rodó los ojos.
-Sé que no debería tener favoritismo, mucho menos admitirlo, pero ella no es como otros niños.- Aseguró ella. -Mientras que el resto prefiere el caos y griterío, ella es la más tranquila.- Agregó. -Sus tareas son impecables tanto en clase como las tareas que mando para hacer en casa, jamás tiene ningún tipo de error... Sin duda, se nota la dedicación que usted pone en ello y realmente lo agradezco.- Dijo en tono calmado.
-¿Por qué?- Cuestionó Steve curioso.
-Aunque ame esta profesión, es algo difícil en ciertos aspectos; estar pendiente de veinte niños, lograr que presten atención, que hagan sus tareas en casa, que tengan ganas de aprender sin que se vuelva algo molesto para ellos y, por ello, no quieran darle una chance.- Su voz sonaba cargada de calma. -Ella logró algo en su clase que ni siquiera yo pude lograr: al notar que ella tiene notas impecables, el resto la imita para bien.- Admitió.
Steve asintió levemente.
-En un principio le enseñé lo básico a la hora de hacer sus tareas, ahora sólo pide ayuda cuando no comprende algo y es en muy raras ocasiones.- Admitió. -Es bueno saber que ella incentiva al resto a mejorar y no a cometer actos vandálicos o pelear como yo en la primaria... secundaria y universidad.- Agregó.
Una leve risa se escapó t/n.
-Todos fuimos niños. Yo solía pelear en mi escuela para defender a mi mejor amiga.- Dijo ella. -Ademas, el señor Barnes me dijo que eras un niño problemático pero dulce.- Agregó.
Un leve rubor se formó en el rostro de Steve.
-Voy a matar a Bucky.- Murmuró.
-Si lo haces estaré muy decepcionada de ti, Steve.- Dijo t/n en tono burlón.
Steve arrugo la nariz ante aquellas palabras.
-¿Funciona con los niños?- Cuestionó.
-Siempre. Es más efectivo que los regaños y mil veces mejor que sobornar.- Aseguró ella.
-Entonces no mataré a Bucky... no quiero decepcionarte.- Una pequeña sonrisa se formó en el rostro ella.
-Eso amerita una carita feliz.- Dijo ella. -Pero esas son sólo para mis alumnos.- Agregó.
Steve fruncio los labios.
-Quizá no quiera una carita feliz... Pero si tu número.- Dijo él en el tono más calmado que logró manejar.
Una leve risa se escapó de ella.
-Sé que eso sería genial, pero desafortunadamente aún soy maestra de Mandy hasta el verano.- Dijo ella.
Steve bajó la mirada.
-Pero...- Los ojos del rubio brillaron esperanzado. -Solo restan dos semanas de clase.- Agregó. -En dos semanas pídeme nuevamente mi número y, si te portas bien, te lo daré.- Una amplia sonrisa se formó en el rostro de Steve.
-Prometo portarme bien entonces.- Aseguró Steve.
~•~
Caos.
-¿A caso creiste que te pediría permiso?- Cuestionó ella.
Steve rodó los ojos.
-No, pero siempre tengo la esperanza de que lo hagas.- Admitió él.
Mandy sonrió levemente.
-Papá, todo va a estar bien.- Aseguró ella. -Volveré a la hora acordada y prometo no beber alcohol. No quiero decepcionar a mamá.- Agregó la adolescente.
Steve suspiró levemente.
-Confío en ti, cariño. Ve y diviértete.- Steve posó un beso en la frente de su hija.
Mandy sonrió antes de salir por la puerta y unirse a su grupo de amigos.
Steve cerró la puerta tras de si y se dirigió al living donde t/n leía un libro en voz alta. Observó el panorama y sonrió ampliamente al oír a su esposa poner énfasis en cada frase que leía. Al sentarse junto a ella y a su pequeña hija, no pudo evitar suspirar.
-¿Dijo que volverá a casa a horario?- Cuestionó t/n.
Steve sonrió.
-Dijo que no quiere decepcionarte.- Admitió él.
-Que bien, porque esta pequeña de aquí no quiere dormir y me está decepcionando mucho.- Dijo en un falso tono molesto.
Steve tomó a Carly en sus brazos y sonrió.
-¿Otra vez decepcionando a mamá?- Cuestionó.
La pequeña balbuceo antes de sonreír.
T/n sacudió la cabeza levemente.
-Ella es problemática como tú.- Dijo ella sacando una leve risa de Steve.
-Tranquila, ya encontrará a quien la ayude a ser mejor.- Steve suspiró lentamente al ver a Carly morder su pequeño puño con sus encías.
-O portarse peor.- Señaló t/n antes de ponerse de pie y salir del living.
-Lo que sea que pase, tenemos mucho tiempo para que sea un caos hermoso, mi hermosa princes...- Carly dejó escapar un eructo para luego vomitar. Steve sacudió la cabeza. -Mi hermosa princesa dragón.- Agregó antes de depositar un beso en la mejilla de su hija que no tenía vómito.
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N/A: Sarah Rogers, para mi, es Jamie Lee Curtis. ¡He dicho!
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