#13 Cuatro deseos - Parte 2
STEVE ROGERS X LECTORA AU
PROMEDIO DE PALABRAS: 5300+ (Ups!)
ADVERTENCIAS: FLASHBACKS, algunas maldiciones, adultos imbéciles, padres de mierda, corazones rotos, inseguridades ¡Leanlo hasta el final!
ESCRITO POR: PomeloVillano
N/A: Si bien iba destinado a ser un one shot, mis dedos teclearon furiosamente y terminó siendo super largo por lo que dividirlo en dos partes hizo que no tenga que restarle absolutamente nada...
¡Disfruten del viaje!
*Itálica (cursiva): Flashbacks*
#PomeloAmaASteve
#TeamCapipaleta
#FelizCumpleViejoLesbiano
#TardePeroSeguro
~•~
~Cuatro años atrás, un mes previo a la boda~
Las reuniones en casa de los padres de t/n solían ser algo tensas, por lo que la invitación a celebrar el cumpleaños de su hermana mayor la ponían algo nerviosa.
Steve, por otro lado, solía estar más relajado al respecto ya que a pesar de a veces sentir que no encajaba con el estilo de vida de los padres de t/n -quienes eran snobs algo distantes con sus hijas- intentaba no sentirse fuera de lugar. Después de todo, quien realmente importaba era ella.
Faltando sólo un mes para el gran día, los nervios de ambos porque todo saliera de acuerdo a lo planeado eran casi palpables. Ellos estaban enfocados en que ese día fuera perfecto.
Si bien funcionaban perfectamente en cuanto a organizar cada detalle de cada cosa debido a lo meticulosos que eran cada uno, la pronta apertura de la primera muestra de Steve y que t/n ahora fuera dueña de la cafetería en la que se habían conocido, añadía un poco más de estrés a la pareja. Pero nada que no valiera totalmente la pena al final del día.
Al llegar a casa de sus suegros, rápidamente le sorprendió la pequeña multitud que había en el patio trasero; Desde compañeros de universidad de Moira, hasta los amigos más cercanos del padre de t/n; Gente adinerada que no temía mirarlo con desdén.
Steve suspiró lentamente en un intento por calmar su ahora nerviosa cabeza. T/n le dio un suave apretón a su mano en señal de que todo estaría bien.
~
Moira y t/n tenían una relación casi envidiable; A pesar de llevarse diez años de diferencia, ellas compartían un vínculo fuerte que nada ni nadie podía alterar.
Steve observó a t/n con una sonrisa mientras ella charlaba alegremente con sus vecinos y amigos de la infancia. Perdido en sus pensamientos no notó que su cuñada se había parado a su lado y observaba en la misma dirección.
-Ella siempre fue la rareza en esta familia; nunca nadie entendió como esos ancianos malvados pudieron crear a alguien tan dulce.- Comentó ella.
Steve asintió.
-Ella es increíble. Jamás había conocido a alguien tan genial como t/n.- Aseguró él.
Moira sonrió.
-T/n es afortunada de siempre cruzarse con personas geniales.- Moira hizo una leve pausa para dar un sorbo a su copa de vino. -Como tu...- Dijo ella.
Steve volteó levemente y sonrió.
-Es bueno saber que piensas eso de mi.- Dijo él.
-Supongo que no es más que la verdad. Es más que obvio que ella te adora...- La conversación se vio interrumpida ante los gritos de alegría de t/n.
-Oh, mierda...- Murmuró Moira.
Steve frunció el ceño al ver que un sujeto ligeramente más alto y fuerte que él, vestido de manera elegante pero casual, abrazaba con fuerza a su prometida. Al ver los pies de t/n separarse del suelo mientras el sujeto la giraba, sus ojos se abrieron de par en par.
Steve tragó con fuerza el nudo que comenzaba a formarse en su garganta al ver la felicidad que emanaba de t/n.
-¿Qui-quien es él?- Cuestionó.
Moira suspiró lentamente.
-Es Thor.- Dio un largo trago a su copa para luego continuar. -Es el mejor amigo de t/n y... su ex novio...- Dijo Moira. -Se conocieron en el último año de secundaria, fueron reyes del baile de graduación, su familia y mi familia se llevaron siempre de maravilla. Salieron por casi seis años, pero terminaron de manera sana por lo que son super amigos.- Dijo ella. -Mis padres lo adoran, ellos tenían la absurda esperanza de que t/n se casara con él luego de la universidad pero no fue posible.- Agregó.
Steve abrió los ojos de par en par. No era sorpresa que ella haya tenido un novio así, pero el tipo parecía salido de un comic de superhéroes; Alto, fuerte, piel levemente bronceada, cabello rubio corto y bien arreglado, barba prolija, ojos azules... era imposible competir con alguien de esa magnitud.
-No, no, no.- Moira trajo a Steve de regreso a la realidad. -Conozco esa mirada, es la de "Si ella salía con él ¿Soy suficientemente bueno?"- Dijo observando a Steve.
Steve suspiró lentamente.
-¿Es así de obvio?- Cuestionó.
Moira asintió.
-Es la mirada que hace todo aquel que muestra interés en mi hermana.- Aseguró. -Pero te diré algo: ella te eligió a ti.- Señaló Moira. -Más allá de que la historia de ellos fuera larga, que t/n lograra que Thor se convirtiera en quien hoy día es y que mis padres aún estén enamorados de él, ella está enamorada de ti.- Dijo en tono serio.
La conversación se vio interrumpida al acercarse t/n junto a su -extremadamente sexi- ex novio. La sonrisa en el rostro de ambos era inmensa.
-Steve, hay alguien que quiero que conozcas.- Dijo t/n en tono alegre. -Él es Thor, mi mejor amigo...- Dijo dejando escapar una risita. -Thor, él es mi prometido Steve.- Finalizó ella.
Steve extendió su mano en dirección a Thor.
-Es un gusto conocerte...- Se vio interrumpido ante la reacción de Thor.
El fortachon rodeó con sus brazos a Steve en un cariñoso abrazo.
-Es un gusto finalmente conocerte, hermano.- Dijo en tono animado. -T/n no para de hablarme de ti desde hace qué, ¿Tres años?- Admitió Thor liberando a Steve de su abrazo.
-Oh, ¿En serio?- Dijo Steve algo sorprendido. -Espero que sólo te haya hablado bien de mi.- Agregó.
Thor soltó una leve risa.
-¿Ésta dulce criatura? Sólo habla maravillas de ti. Veo que capturaste su corazón...- Señaló en el mismo tono animado.
T/n dio una leve palmada en el brazo de Thor.
-Hey, me pones en vergüenza... nadie tiene que saber que soy tan cursi.- Dijo ella.
Una risa se escapó de Moira.
-Lo veo difícil, ya que eres la reina de lo cursi, hermanita.- Señaló ella.
Thor soltó una carcajada antes de abrazar a Moira.
-Moira querida, veo que la edad te pone cada día más bella... ¿Cuánto cumples? ¿Veintiuno? ¡Felicidades, señorita mayor de edad!- Bromeó él.
Una risa se escaparon de Moira.
-Siempre un encanto tu...- Dijo ella. -Ahora, sé aún más un encanto y traeme otra copa de vino, por favor.- Agregó.
Steve tomó la copa y sonrió.
-Yo me encargo.- Dijo en tono amable. -¿Te traigo algo para ti, cariño?- Cuestionó en dirección a t/n. Ella sólo negó con la cabeza. -¿Thor?- Ofreció.
-Nah, estoy bien. Gracias.- Dijo él.
Steve asintió y se dirigió al interior de la casa y hacia la cocina.
Mientras servía la copa de Moira observó desde la ventana que daba al patio como t/n reía. Era imposible no sonreír con aquella escandalosa risa.
El aclarar de una garganta lo trajo de regreso a la realidad.
-Veo que Moira te puso de sirviente.- Señaló Jared, el padre de t/n.
-Su copa estaba vacía y a mi me gusta ayudar.- Aseguró el rubio.
Las risas de Thor, t/n y otro sujeto que se unió al grupo los hizo mirar a ambos en esa dirección.
-Tambien veo que conociste a Thor.- Señaló.
Steve asintió.
-Es un excelente espécimen. Jamás voy a entender porque diablos t/n lo dejó.- Steve fruncio levemente el ceño. -Pero supongo que es algo que jamás sabré. Ella es un misterio atrás del otro.- Dijo Jared.
-Supongo...- Dijo Steve casi en un hilo de voz.
La conversación comenzaba a incomodarlo.
-Como tu, por ejemplo.- Señaló.
-¿A qué se refiere?- Cuestionó Steve.
El padre de t/n se encogió de hombros un momento.
-Ya sabes, ella elige al azar. Pero supongo que el apodo que te dimos en esta familia te queda perfecto...- Murmuró.
Una vez mas, Steve fruncio el ceño.
-¿A-apodo?- Dijo casi balbuseando.
-"Peor es nada."- Espetó intentando contener su risa. -Ya sabes, eres el "Peor es nada" de mi hija y pronto serás el "Peor es nada" de esta familia.- Admitió Jared en su tono siempre cargado de desdén.
Si bien sabía que él no tenía el visto bueno de los padres de t/n, Steve jamás creyó que no lo aprobaran en lo absoluto al punto de llamarlo de esa manera tan cruel.
-Pero descuida, seríamos incapaces de interponernos en la felicidad de nuestra hija.- Dijo Jared. -Si ella quiere ser dueña de una cafetería en esa mancha llamada Brooklyn y casarse con un hippie "artista", sólo me resta levantar los brazos y dejarla ser... aunque nos duela en el alma a Tara y a mi.- Aseguró.
Steve estaba atónito. La revelación de la falta de agrado por parte de sus futuros suegros, el saber que ellos lo llamaban de esa manera y más aún que preferían mil veces al ex de su prometida era algo que realmente no esperaba.
-Que disfrutes del resto de la fiesta, Rogers. Sé que los del otro lado del puente no son muy habitue de este tipo de entorno.- Jared dio una leve palmada en el hombro de Steve antes de salir hacia el patio.
Steve observó a T/n y a Thor reír juntos y no pudo evitar pensar en que, quizá, Jared estaba en lo cierto.
¿Y si en realidad él era el "Peor es nada" de t/n?
~
Al finalizar la fiesta, t/n y Steve se despidieron de Moira y Thor, con quienes pasaron casi toda la noche hablando.
Aunque la conversación se basó más en las muchas anécdotas que compartían Thor y t/n como pareja, Steve hizo su mayor esfuerzo por por disimular el inmenso mar de dudas que comenzaba a generarse en su cabeza.
~•~
~El día previo a la cena de ensayo~
Las cuatro últimas semanas habían sido un infierno para Steve. Uno que llevaba muy dentro de sí mismo, en el más doloroso de los silencios y soledad.
Incapaz de poder hablar de las miles de dudas que aquella conversación con Jared le habían generado, se dedicó cada día por el último mes a saciar el único hambre que su alma y su inquieta curiosidad tenían; Cada noche, mientras t/n dormía, Steve pasaba horas enteras alimentando su paranoia mirando las viejas fotos de Facebook e Instagram en las que ella aparecía con su ex. Al seguir siendo amigos, aún mantenían contacto por dichas redes, por lo que todas las fotografías en las que aparecían juntos como pareja -desde que eran adolescentes hasta la universidad- besándose, abrazados -
e incluso una por demás dolorosa foto pos coital de cuando iban a la universidad en el Instagram de Thor, plagaban sus noches sin dormir.
Steve se preguntó si el que aún fueran cercanos no era algo extraño.
¿Y si Thor esperaba pacientemente a que su relación fracasara para ser quien juntara las piezas de ella para volverlas a unir?
¿Y si el hecho de que los padres de t/n no lo aprobaran era la más clara señal de que su matrimonio fracasaria?
¿Y si... él era el "Peor es nada" de ella?
En la oscuridad de la sala de su departamento, dejó que todos sus demonios tomarán posesión de su confundida cabeza.
~•~
~El día previo a la boda~
Faltando varias horas para la cena de ensayo, t/n partió rumbo a casa de Natasha para ultimar algunos detalles de la boda.
Ella se despidió con un beso y Steve sintió que esa sería la última vez que tendría ese privilegio.
~
T/n estaba algo nerviosa pero, como de costumbre, exudaba tranquilidad.
La organizadora del evento propuso realizar una última prueba de maquillaje, peinado y vestido para que todo saliera perfecto. Al realizarse la cena de ensayo y la fiesta después de la ceremonia en el mismo lugar, habían habilitado una habitación exclusiva para la novia.
Los padres de t/n se encontraban con ella, ya que querían estar seguros de que se vería perfecta.
Con el visto bueno de sus padres, t/n se apresuró a cambiarse para la cena; Un vestido negro con detalles en transparencias en la espalda, escote amplio y faldon por debajo de las rodillas, un peinado sencillo y maquillaje mínimo, ella estaba lista. Sólo debía esperar a Steve.
El sonar de su teléfono la hizo fruncir el ceño.
-Espero que no sea otro arco de flores roto porque voy a enloquecer.- Bromeó t/n mientras observaba la pantalla de su teléfono.
Sus ojos se abrieron de par en par al ver la ventana emergente; El texto que su prometido había enviado era corto y conciso...
"Lo siento, te amo pero no puedo hacerlo."
Sus lágrimas comenzaron a brotar sin pausa, dejando a su paso un rastro de máscara de pestañas.
Tara observó a t/n y frunció el ceño.
-Hija, no seas dramática, ¿Quieres? Es sólo un arco de flores, puedo conseguirte uno mejor en dos minutos...- Dijo posando sus manos en los hombros de t/n.
T/n fijó su mirada en la de su madre. Todo su cuerpo temblaba.
-¿Qué pasa, cariño? ¿Arruinaron algo importante?- Cuestionó Jared.
T/n dejó caer su teléfono al suelo.
Jared resopló antes de tomarlo.
-¡Dios! ¿Qué diablos puede ponerte así?- Cuestionó en tono molesto mientras leía el texto en la pantalla. -Oh, diablos...- Murmuró.
-¿Qué pasa?- Cuestionó Tara.
-Parece que el muchacho no vendrá...- Dijo Jared.
Un leve toque de humor se colaba en cada palabra. Los ojos de Tara se abrieron en sorpresa.
-¡Oh, gracias al cielo!- Exclamó aliviada. -Creí que tendría que intervenir...- Aquellas palabras trajeron a t/n a la realidad.
-¿Qué dijiste, Tara?- Cuestionó t/n.
-Hija, te dije que no me llames...- t/n la interrumpió.
-¿Qué mierda dijiste, Tara?- Dijo t/n en tono molesto.
Tara rodó los ojos.
-Por favor, hija, ¿No es obvio?- Cuestionó. -¡Estamos aliviados de que ese muchacho se haya arrepentido por si sólo!- Exclamó con alegría.
T/n apartó las manos de su madre de sus hombros y dio un paso hacía atrás.
-¿Por qué mierda dices eso?- Dijo elevando la voz.
-¿Qué no es obvio?- Agregó Jared.
-¡No! ¡No lo es!- Exclamó t/n.
Tara resopló exasperada.
-Hija, usa tu voz de interiores, por todos los cielos.- Dijo ella. -Jamás aprobamos este intento de relación que tenías con ese muchacho. Él no es suficientemente bueno para ti. Allá afuera hay alguien mejor esperándote, con una mejor familia, un mucho mejor empleo ¡y que se ve de ensueño!- Agregó.
La furia recorría el cuerpo de t/n.
¿A caso sus padres habían sido unos hipócritas todo este tiempo?
-Además, la esperanza de que nuestros nietos se apelliden Odinson... ¡aún sigue en pie!- Celebró Tara.
El límite de la tranquilidad y paciencia de t/n había llegado a su fin. Todos los años de ira en contra de sus progenitores se estaba desatando.
-¡Cierra la maldita boca!- Exclamó al tope de sus pulmones. -¡Es increíble que ustedes sean tan hijos de perra y estén celebrando que me acaban de plantar! ¿Cuándo diablos algo de lo que haga será suficiente para ustedes? ¡¿Cuándo?!- Tras decir aquello, y ante la mirada horrorizada de sus padres, t/n tomó unas tijeras y comenzó a destrozar su vestido de novia.
-¡Sé lo mucho que odiaste este diseño, Tara! ¡Por suerte no me veré gorda en este corte! ¡Quizá ahora que no lo usaré finalmente te guste, maldita!- Dijo mientras convertía la costosa y delicada tela en jirones.
Luego de destruir el vestido, comenzó a romper todo a su alrededor con una silla.
-¡Oh Jared, mira lo que tendrás que pagar!- Dijo mientras estrellaba la silla contra un espejo. ¡Espero que tengas mucho de que quejarte con tus amigos de cuentas bancarias amplias y bolas caídas!- Exclamó.
Sus padres estaban aterrados. Si bien conocían a su hija enojada, lo que pasaba frente a sus ojos era algo nuevo.
-Oh, ¿Y saben qué? ¡Jamás terminé la maldita carrera de psicología! Abandoné en el último maldito año...- Agregó t/n. -El diploma que tengo colgado en mi oficina es falso... ¡Y lo hizo Scott Lang!- Dijo t/n.
Tara llevó sus manos hacía su boca en un intento de contener la mezcla de sorpresa y horror ante aquella revelación.
La puerta de abrió repentinamente. Natasha asomó la cabeza y al notar el desastre en la habitación supo que algo malo había pasado.
-Escuche gritos, sólo quería asegurarme de que no murió nadie...- Dijo en tono calmado. Observó a t/n y asintió. -Yo me encargo de los invitados.- Dijo Nat.
-Y ya que estás, muestrales la salida a estos dos infelices.- Dijo t/n señalando a sus padres.
Tara intentó protestar, pero la feroz pelirroja la tomó del brazo y comenzó a arrastrarla fuera de la habitación.
-Ni lo intentes, Tara.- Advirtió t/n. -¡Andando Jared! O destruire tu precioso auto.- Dijo en tono amenazante.
~
Algunas horas después del fiasco y pérdida momentánea de la cordura, su calmado ser comenzaba a resurgir de entre las múltiples capas de ira gracias a la hábil mano de su cuñada Hela para el alcohol y sus fantásticos desarmadores.
-¡Jamás voy a perdonarte que hayas atacado a esos viejos horribles y me lo haya perdido!- Dijo Hela entre risas al oír lo que había sucedido.
T/n le dio un largo trago a su vaso. La mezcla de jugo de naranja y vodka calmaban poco a poco su dolor.
-Quizá en mi próximo mayúsculo fracaso... aún soy joven, fuerte e independiente y todos los estúpidos me adoran...- Dijo t/n entre risas.
Hela posó su mano sobre el hombro de t/n.
-No todos son estupidos.- Aseguró. -Hay quizá algunos que valgan la pena... o haz como Moira y empieza a salir con una chica.- Bromeó.
El sonido de la puerta de entrada las sacó de su momentánea risa.
-¡Tus padres acaban de quedarse sin hijas!- Exclamó Moira mientras arrojaba sus tacones al suelo.
-¿Acaso los mataste, Moira? ¿Y sin mi?- Cuestionó t/n. Definitivamente el alcohol empezaba a hacer efecto.
-¿Sabes lo estúpido y sin sentido que suena eso?- Moira arqueo una de sus perfectas cejas. T/n se encogió de hombros un momento. -¡No los maté! Cuando me enteré de lo que hicieron estalle y les dije que estoy con Hela desde hace una maldita década.- Dijo mientras se sentaba junto a t/n.
-Oh, que bueno que finalmente les hayas terminado de amargar la vida a esos desgraciados...- Balbuceo t/n mientras apoyaba su cabeza en el hombro de Moira.
Hela y Moira abrazaron en sándwich a t/n. La calidez de aquel abrazo la llevaron a quedarse lentamente dormida.
~•~
El tiempo de su luna de miel lo dedicó a despejar su mente. Natasha, Moira y Hela se encargaron de mudar todas sus pertenencias del departamento que compartía con Steve.
Al regresar, su corazón seguía roto pero con la esperanza de poder sanar.
~•~
-Princesa, ¿Qué fue lo que hiciste?- El dolor en la voz de t/n estrujo el corazón de Steve.
Tiana sonrió. Observó a t/n y luego a Steve.
-Yo sólo quiero que tu seas feliz, como en el cuento de los rolls mágicos que alegran todos los corazones...- Dijo inocentemente.
T/n frunció el ceño.
-¿Rolls mágicos?- Cuestionó.
Tiana asintió enérgicamente.
-Es mi historia favorita.- Admitió la pequeña. -El tío Steve me la cuenta siempre...- Agregó.
La mirada de t/n se encontró una vez más con aquel par de ojos azules.
Steve simplemente asintió.
-La princesa forjó su propio camino para encontrar su felicidad...- Agregó Tiana.
Los ojos de t/n comenzaron a llenarse lentamente de lágrimas.
¿Acaso su ahijada, la pequeña de los grandes ojos azules, cabello rojizo y risa contagiosa... había sido parte de todo esto? Se cuestionó.
-Además, yo sé que el tío Steve te ama porque tiene su galería llena de pinturas de t...- Bucky interrumpió a su hija.
-¡Tiana!- Dijo a modo de advertencia.
Los ojos de Steve se abrieron de par en par ante aquellas palabras. Su rostro se ruborizo por completo.
-¡Ups!- Dijo la pequeña.
-¿Qué parte de es un secreto no entendiste?- Dijo Bucky.
Tiana se encogió de hombros un momento.
-¡Guardé ese secreto por un mes!- Espetó la pequeña.
Bucky se cruzó de brazos desafiante; después de todo, su hija podía llegar a ser feroz como Natasha.
-Oh, ¿Así que no puedes guardar un secreto? Pues adivina qué...- Hizo una leve pausa para enviarle un guiño a Nat. -¡Vas a tener un hermanito!- Dijo en tono burlón.
Los ojos de Tiana se abrieron de par en par ante aquella "noticia".
-¡¿Qué?! ¿Me van a reemplazar?- Cuestionó Tiana en su tono más enojado.
La repentina carcajada de t/n sacó a todos de su momentáneo intercambio. La sorpresa se apoderó de todos al notar que era una risa geniuna. Poco a poco, se fueron uniendo a ella.
Tras un momento y sintiendo su abdomen casi doler, t/n comenzó a sesar su risa. Secó las lágrimas de sus ojos. Éstas ya no eran de tristeza sino de felicidad.
-¡Mierda! Hace mucho no me rió así...- Aseguró en tono calmado. -Ustedes son los peores mejores amigos del mundo... y tu,- Dijo señalando a Tiana. -Eres incorregible.- Tras decir aquello abrazó a la pequeña y besó sus mejillas. -Jamás olvides que eres única y que te amo inmensamente, mi hermosa princesa.- Agregó.
-Si gustas te la puedes quedar... a mi no me sirve una princesa que no sabe guardar secretos.- Murmuró Bucky.
T/n sonrió.
-Con gusto lo haré.- Afirmó. -Si ella es capaz de hacer todo esto con tal de verme feliz... Definitivamente la quiero a mi lado.- Aseguró t/n.
Steve observó con una amplia sonrisa aquella escena. Después de todo esos años, de saber que había roto el corazón de esa encantadora chica... seguía siendo la persona más dulce del planeta.
Tras unos minutos, Natasha rompió el silencio.
-¿Qué diablos estas esperando? Tiana trabajo duro para que esto sea posible, ¡Ve por ella!- Exclamó Nat.
~
T/n suspiró lentamente. La cálida brisa de la noche de verano traían consigo el dulce aroma de los árboles de tilo del patio de Bucky.
Una pequeña sonrisa se formó en su rostro al notar que Steve se sentó a su lado. T/n elevó la vista al cielo y suspiró una vez más.
-Así que ¿Princesa que forjó su propio camino para encontrar su felicidad?- Cuestionó ella.
Un leve toque de humor en su voz.
Steve rascó levemente su nuca.
-Tiana es exigente con las historias que le cuento para que vaya a dormir.- Admitió. -Y parece que esa es la única que realmente le gusta.- Agregó.
T/n sacudió la cabeza. Una pequeña y cálida sonrisa plasmada en su rostro.
-¿Y qué hay de la galería llena de pinturas de mi?- Cuestionó curiosa.
Steve abrió los ojos de par en par.
-Bueno, eso creo que deberías verlo por ti misma algún día...- Dijo en tono calmado.
T/n asintió.
-Solo con una condición.- Propuso ella.
Steve asintió enérgicamente.
-Lo que tu quieras.- Dijo él.
-Que vuelvas a desayunar en la cafetería como solías hacerlo hace cuatro años...- Dijo ella.
Steve sonrió ampliamente.
-Por supuesto que lo haré.- Aseguró sonriendo.
El silencio se apoderó de ellos. Pero no era uno incómodo, sino uno calmo y cómplice. Como en los viejos tiempos.
Steve tragó con fuerza y exhalo con calma. Si había un momento para reparar todo lo que había salido mal, era precisamente ese.
Aclaró levemente la garganta y observó a t/n.
-Sé que sonará increíblemente estúpido y por demás tarde, pero quiero que sepas lo mucho que lamento lo que hice.- Admitió. T/n volteó levemente y lo observó. -Dejé que mis inseguridades tomaran posesión de mi súper estúpida cabeza y arruiné lo único en mi vida que realmente valía la pena...- Agregó.
T/n suspiró. Aquellas palabras eran todo lo que soñaba con oír...
Sin perder un momento mas, t/n llevo sus labios hasta los de Steve y los unió en un suave y dulce beso.
Al principio, Steve se quedó algo estático al ser tomado por sorpresa. Pero luego recordó lo que ese par de labios causaban en su pecho y simplemente se dejó llevar por la dulzura de estos.
¿Cómo era posible qué, después de todo ese tiempo, su corazón latiera de igual manera?
Como si fuera la primera vez que la besaba...
Tras un momento, se apartaron en busca de algo de aire.
T/n apoyó su frente contra la de Steve. Mantuvo sus ojos cerrados, en un intento por calmar su agitado ser.
-No tienes una idea de lo mucho que extrañaba eso...- Murmuró ella.
Steve sonrió.
-Y tu no te das una idea de lo mucho que yo te extrañé...- Aseguró él. -Llevo los últimos años usando mi cuarto deseo en esto... desear volverte a ver.- Admitió Steve.
T/n se apartó un momento y observó a Steve.
-¿Aún pides cuatro deseos?- Cuestionó casi en un hilo de voz.
-Alguien me enseñó que era para los deseos que creo imposibles...- Dijo él. -Y creo que, después de todo, el mío se volvió realidad.- Agregó Steve.
T/n soltó una risita ante aquellas palabras.
-Va a sonar tonto, pero mi cuarto deseo también se cumplió...- Aseguró ella.
-¿Ah, si? ¿Y cuál es?- Cuestionó Steve curioso.
T/n posó sus manos en las mejillas de Steve y acarició estas con dulzura.
-Que vuelvas a mi lado...- Admitió ella.
Steve sonrió ampliamente y besó una de las palmas de t/n.
-¿Aún estoy a tiempo de pedir mis cuarto deseos de cumpleaños?- Cuestionó Steve.
T/n asintió enérgicamente.
-¿Me ayudarás deseando conmigo?- Cuestionó él.
T/n asintió nuevamente.
Ambos cerraron los ojos un momento. Sólo podían oír la respiración el uno del otro.
Tras algunos minutos, Steve aclaró la garganta. Ambos abrieron los ojos justo a tiempo para cuando el cielo comenzaba a iluminarse con los fuegos artificiales.
-Feliz cumpleaños, Steve. Que todos tus deseos se cumplan.- Dijo t/n. -Hoy y siempre...- Murmuró.
Steve sonrió.
-Creo que, eso espero, estos cuatro se cumplan...- Dijo antes de besar los labios de t/n.
~•~
~Un mes antes~
-Tiana, te lo ruego, quédate donde pueda verte.- Dijo Bucky en el tono más calmado que logró manejar.
Tiana sonrió con picardía; Su horario de sueño había pasado y, debido que no consiguieron niñera ni nadie que la cuide, ella se encontraba en un subidón de alegría.
Bucky tomó a la pequeña en sus brazos recargandola en su cadera.
-¿Qué dices si disfrutamos de las lindas pinturas de tu tío Steve? Dicen que hay una de una niña pelirroja que se parece a ti...- Dijo con entusiasmo.
Tras observar algunas de las muchas obras que componían esa muestra, Bucky y Tiana llegaron a la sección que más atención llamaba. Eso captó la curiosidad de la pequeña.
-¿Por qué todos están aquí?- Cuestionó curiosa.
-Porque aquí deben estar las más llamativas, cariño.- Dijo Bucky mientras se abría paso entre las personas.
Ambos observaron la primera pintura. Los ojos de Bucky se abrieron de par en par ante aquella imagen; era una pintura simple en acuarelas de un par de ojos que lloraban corazones. Pero lo que mas llamó su atención era lo familiar en ellos...
La siguiente pintura era de una sonrisa, también en acuarelas, y de unos labios. Algo hinchados, con el labial algo corrido por lo que parecía el resultado de una acalorada sesión de besos.
La mayoría de las pinturas se encontraban vendidas, lo cual no sorprendía a Bucky en lo absoluto ya que Steve era un artista talentoso. Lo que sorprendía al castaño era que cada pieza que componían esa muestra trataba de sólo un tema y, más aún, una sola persona... T/n.
Llegando al final del recorrido había algunas pinturas que no eran para los ojos de la pequeña Tiana, por lo que simplemente pasaron a la ultima; ésta era una pintura de un par de manos sosteniendo un roll de canela.
Tiana fruncio el ceño ante la imagen frente a ella.
-Papá... yo sé de quien son esas manos...- Murmuró. Bucky la observó y sonrió. -Son de la tía t/n, ¿Verdad?- Cuestionó.
Bucky asintió.
-¿Cómo las reconociste?- Cuestionó él.
Tiana señaló a la pintura.
-Ella tiene esa estrella bajo las pulseras.- Dijo señalando el tatuaje que se posaba en la muñeca izquierda de la pintura.
-Así es...- Murmuró Bucky.
~
Al llegar a su casa, en la pequeña Tiana surgió una idea.
-¿Papá?- Dijo mientras Bucky la arropaba.
-¿Si, cariño?- Dijo él.
-Si sabes que alguien ama a alguien y que ese otro alguien lo ama también, ¿Los juntarias?- Cuestionó.
Bucky frunció levemente los labios.
-No lo sé, hay mucho que no depende de nosotros sino de esos alguien.- Aseguró Bucky.
La pequeña suspiró lentamente.
-¿Qué pasa, cariño?- Cuestionó Bucky.
Tiana lo observó.
-Si el tío Steve ama tanto a la tía t/n, ¿Por qué no están juntos?- Cuestionó.
Bucky rascó su mentón levemente.
-Porque... Son dos tarados. Bueno, más Steve que ella. Ella es genial. No le digas que dije eso...- Dijo él.
Tiana rió.
-Yo quiero que ellos sean felices, como en los cuentos que me cuenta el tío Steve.- Dijo ella.
-Si, pero esos cuentos no son reales. La vida real es diferente, cariño.- Señaló Bucky con pesar.
-Si, pero en mi historia favorita todos hacen su propio camino para encontrar la felicidad.- Aseguró Tiana.
Bucky sacudió la cabeza levemente.
-A veces olvido lo lista que eres...- Admitió. -Bien, ¿Qué harías para juntarlos?- Cuestionó Bucky.
Tiana se quedó pensativa un momento.
-Invitarlos al mismo lugar para que se vean y se den cuenta que se extrañan y que quieren estar juntos.- Propuso ella.
Bucky abrió los ojos de par en par en sorpresa.
-De hecho puede funcionar.- Señaló. -Pero debes prometer que, si llevamos a cabo el plan, debes guardar el secreto y no decir una sola palabra, ¿De acuerdo?- Cuestionó. Tiana asintió. -¿Lo prometes?- Dijo él.
Tiana asintió una vez más.
-Bien, mañana idearemos algo juntos. Ahora, es hora de que duermas.- Agregó Bucky. Posó un beso en la frente de ella. -Dulces sueños, mi hermosa princesa.- Dijo antes de salir de la habitación de su hija.
~•~
~•Dos años después del reencuentro•~
Tiana observó la cuna donde el pequeño Noah dormía plácidamente. Una leve risa se escapó de ella al notar la posición en la que descansaba.
-¿Por qué duerme así?- Cuestionó.
T/n sonrió.
-Porque supongo que extraña estar en la panza.- Dijo ella.
-¿Comida, casa y amor gratis? ¡Yo también extrañaría vivir dentro!- Exclamó Tiana.
T/n sacudió la cabeza.
-A veces olvido lo lista que eres... ¡Y cuanto creciste!- Dijo t/n.
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T/n se recargó en el marco de la puerta y observó a Steve mecer a su hijo. Algunos días le parecía increíble los eventos de los últimos dos años; Tras reencontrarse, sólo esperaron un mes para contraer matrimonio. Aunque parecía apresurado, ambos estuvieron de acuerdo en que habían perdido suficiente tiempo. T/n le envió una copia del certificado a sus padres con una nota que decía "Espero que disfruten el saber que, después de todo, me casé con el que no querían que me case." Se mudaron juntos una vez mas y casi dos años después llegó Noah a sus vidas; la suma de t/n y Steve resumida en un par de fuertes pulmones.
Una amplia sonrisa se formó en el rostro de t/n. Se acercó lentamente a Steve y rodeó su cintura con sus brazos.
-¿Aún no quiere dormir?- Cuestionó.
Steve sacudió la cabeza.
-Hoy se levantó de su siesta con más energía que de costumbre.- Dijo observando al pequeño con adoración. -¿Verdad, problemático?- Cuestionó mientras besaba una de las pequeñas manos de su hijo.
T/n suspiró feliz.
-Quizá deba relevarte.- Propuso ella.
Steve volteó lentamente y posó al pequeño en los brazos de t/n.
Depositó un beso en la frente de t/n y luego uno en la de Noah.
-¿Querrá escuchar un cuento antes de dormir?- Cuestionó Steve.
T/n se encogió de hombros un momento.
-Quizá...- Dijo sonriendo.
Steve observó a Noah. Aclaró levemente la garganta y comenzó.
-Hace mucho mucho tiempo, en un reino antiguo, vivía una princesa...-
~~FIN~~
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